EL MANIERISMO DE FERRERA SOBRESALE EN LA TARDE DEL DOMINGO DE RAMOS
Resultó casi tediosa esta cita pues ni el juego de los
astados de la divisa leonesa fue el esperado ni los de luces tuvieron su mejor
tarde. Solo la artificiosidad de la tauromaquia Ferrera ante el segundo de la
tarde salvó del sopor esta tarde casi soporífera.
El encierro de Valdellán tuvo una presentación desigual con
el denominador común de la abundancia de kilos. No obstante, dio un promedio en
la báscula de 608 kilos. Alguno de ellos, como primero y quinto, fue ovacionado
de salida por la aparatosidad de su cornamenta. No les fue a la zaga el sobrero
de Los Maños que saltó al ruedo en tercer lugar tras la devolución del inválido
titular. El ejemplar de la divisa maña también resultaría ovacionado de salida
por su excesivo peso y la aparatosidad de sus defensas. En lo que al juego se
refiere, el conjunto del encierro tuvo un dispar comportamiento, aunque con el
denominador común de la justeza de fuerza y la escasez de raza. Destacarían por
su nobleza el segundo y el quinto que serían ovacionados en el arrastre.
Así las cosas, los pasajes más destacados de la tarde los
firmaría Ferrera ante el segundo de la tarde, un buen ejemplar del encierro
leonés. Se gustó por momentos, el extremeño, en los lances de recibo, sobre
todo los ejecutados por el pitón derecho. En el tercio de varas, quiso lucir al
toro colocando al animal en la distancia y, tras el tercio de banderillas en el
que destacarían los pares de Ángel Otero por los que tendría que saludar montera
en mano, llevaría a cabo una faena de muleta, fundamentalmente, sobre la mano
diestra cargada de artificiosidad y teatralidad en la que, cierto es, hubo momentos
de gran hondura y belleza, aunque, a veces, llegase a resultar empalagosa. Lo
intentó también con la mano izquierda, aunque casi de forma testimonial,
consiguiendo un natural, eso sí, que resultó eterno. Sin embargo, marró
estrepitosamente con la espada y el premio quedó reducido a una fuerte ovación
tras escuchar dos avisos. Con el inválido cuarto, ejemplar que no estuvo
sobrado de fuerzas y que fue masacrado en varas por Jesús Vicente, se llegó a
poner pesado intentando no se sabe muy bien qué ante las airadas protestas del
respetable que le pedía que abreviase ante la manifiesta invalidez del de
Valdellán. Tan pesado se pondría el extremeño que desde el tendido se llegaron
a corear los pases con olés sarcásticos.
El confirmante Alejandro Mora tendría una tarde
desafortunada. Primero, la ceremonia de confirmación a punto estuvo de volvérsele
en contra al confirmante por las intenciones de Antonio Ferrera, padrino de la
misma, quien quiso invitar al tío del confirmante, el diestro Juan Mora que
presenciaba el festejo en el callejón, a participar en ella. Y, segundo, al escuchar
los tres avisos por su mal uso de los aceros con el ejemplar de la alternativa.
El burel resultaría complicado y con él, Mora se mostraría porfión y tesonero
en un trasteo sobre la mano diestra en el que llegó a conseguir algunos pasajes
de interés antes de pasar por el mal trago del fallo con los aceros. Con el
sexto, un animal que iba y venía sin pena ni gloria y con extrema sosería, Alejandro,
quizá todavía afectado por el contratiempo antes mencionado, pareció querer
ponerse bonito, pero sin saber cotrarrestar la mentada condición del de
Valdellán.
Por su parte, David de Miranda conseguiría esbozar alguna
verónica en el recibo capotero ante el sobrero de Los Maños jugado como tercero
bis. Fue este un ejemplar que apuntó nobleza, aunque justeza de fuerza y
extrema sosería. Ya en la muleta, el onubense acortaría distancias ahogando la,
por otra parte, corta embestida del burel. Con el quinto, un ejemplar de buena
condición, pero de imponente trapío, no llegaría a confiarse en ningún momento
desaprovechando una clara oportunidad de triunfo.
Reseña:
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid).
Domingo, 13 de abril de 2025. 18:00 h. Festividad del Domingo de Ramos: Corrida de toros
Se lidiaron cinco toros de Valdellán y un sobrero, tercero
bis, de Los Maños. Desiguales de presentación, aunque con el denominador común
de la abundancia de kilos. Primero, tercero bis y quinto, ovacionados de
salida. Encierro que ofreció un juego desigual, destacando segundo y quinto que
fueron ovacionados en el arrastre.
Antonio
Ferrera: ovación tras dos avisos y silencio.
David de
Miranda: silencio y silencio tras dos avisos.
Alejandro
Mora: división de opiniones tras tres avisos y silencio.
Plaza: un tercio del aforo cubierto.
Observaciones:
Alejandro Mora confirmó la alternativa.
Saludó el banderillero Ángel Otero, de la cuadrilla de
Antonio Ferrera, tras banderillear al segundo.
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