EL MES DE OCTUBRE
DE “DE CELESTE Y PLATA”
Seguimos con el repaso a nuestra particular temporada con el mes de octubre. El mes que pone fin a la temporada. Tres han sido los festejos en los que estuvimos presentes. Comenzamos el mes en Guadarrama presenciando un festejo de su tradicional feria de novilladas en honor a San Miguel y San Francisco. Continuamos en el madrileño coso de Las Ventas donde asistimos a la tercera de las corridas de toros (y cuarto festejo de abono) de la Feria de Otoño. Y echamos el cierre al mes y a la temporada en el tradicional festival de Chinchón, el más antiguo de España, a beneficio de las Monjas Clarisas de la localidad que, en esta edición, fue en homenaje al joven agricultor David Lafoz fallecido el pasado mes de julio.
Álvaro Serrano, en novillero
Como decíamos, abrimos el mes de octubre en la localidad de la sierra madrileña de Guadarrama para presenciar la novillada picada celebrada el sábado día 4.
En esta ocasión, se lidió un encierro muy bien presentado de
la ganadería El Retamar y que, en general, dio buen juego. Destacó el tercero
que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. En lo negativo, apuntar
el juego de los dos primeros astados. El primero fue un manso con peligro que,
además, pareció salir algo descoordinado de chiqueros. Y el segundo apuntó
buena condición, sin embargo, también pareció salir algo descoordinado de toriles,
situación que se agravó tras clavar un pitón en el albero y girar muy feamente
en el saludo capotero.
Este encierro fue lidiado por Kevin Alcolado (silencio y
silencio) quien se la jugó ante el incierto primero y no dijo nada ante el
cuarto; Mariscal Ruiz (silencio y silencio tras aviso), que sustituyó al
anunciado Martín Morilla, quiso intentarlo ante el inválido segundo y quedó
inédito ante el noble quinto; y Álvaro Serrano (oreja y vuelta), que sorteó al
premiado tercero, firmó dos vibrantes y emocionantes actuaciones en las que, a
pesar de que le faltó temple y poso, dejó varios pasajes de interés.
Los naturales de Víctor Hernández
Al día siguiente, nos desplazamos a la monumental venteña para ver una corrida de toros de los hierros de Puerto de San Lorenzo/Ventana del Puerto y Fuente Ymbro que sería lidiado por los diestros Uceda Leal, Fortes y Víctor Hernández.
El encierro tuvo una desigual presentación y pareció más
una limpia de cercados, pues la disparidad de presentación imperó incluso en
los astados del mismo hierro. En lo que a comportamiento se refiere, también ofreció
un juego desigual.
Lo más destacado de la tarde vino de la mano de Víctor
Hernández (oreja tras aviso) ante el tercero de la tarde, un ejemplar de Fuente
Ymbro venido a menos con el que se mostró muy firme sacando meritorios
naturales de uno en uno que hicieron crujir los escaños venteños. No podría
estoquear su segundo oponente al ser prendido al realizar el quite al quinto
toro.
Abrió plaza el madrileño Uceda Leal (ovación con saludos,
silencio y silencio en el que estoqueó por Hernández) quien, con el de Puerto
de San Lorenzo que abrió plaza, mansurrón que se dejó por el derecho, tuvo
toreros detalles con el capote y firmó una templada faena de muleta con la mano
diestra. Abrevió con el de soso astado de Fuente Ymbro que hizo cuarto. Y
quedaría inédito con el inválido sexto de Puerto de San Lorenzo que estoqueó
por Víctor Hernández.
Por su parte, Fortes (ovación con saludos tras aviso y
vuelta) se mostraría muy firme consiguiendo pasajes de interés con el mansurrón
de Puerto de San Lorenzo que hizo segundo, un ejemplar reservón que, cuando
embestía, lo hacía a arreones. Y aguantó mucho con el complicado quinto del
hierro de Fuente Ymbro.
El parte de Víctor Hernández, firmado por los doctores
García Padrós y García Leirado, decía lo siguiente: “Herida por asta de toro en
cara interna 1/3 medio pierna izquierda con una trayectoria hacia afuera de 15
cm que produce destrozos en musculatura gemelar. Es intervenido quirúrgicamente
bajo anestesia general en la Enfermería de la Plaza de Toros, siendo trasladado
al Hospital Fraternidad-Habana. Pronóstico: grave que le impide continuar la
lidia”.
Reinó la torería en el festival de Chinchón
El broche al mes y a la temporada lo pusimos el domingo 19 en el tradicional festival de Chinchón, el más antiguo de España. Un festejo que anunció a los matadores de toros Uceda Leal, Diego Urdiales, Juan Ortega, Pablo Aguado y los novilleros locales Aitor Fernández y Álvaro de Chichón quienes se las verían ante astados de distintas ganaderías.
Abrió plaza Uceda Leal (ovación con saludos) con un noble,
aunque falto de fuerzas, novillo de Macandro con el que se gustó toreando con
el capote, tanto en el recibo por verónicas, como en el quite por chicuelinas.
También se gustaría en una despaciosa y templada faena de muleta con ambas
manos que, sin embargo, no refrendó con los aceros.
A continuación, el turno fue para Diego Urdiales (oreja) que
se las vio ante un ejemplar de Zalduendo, mansurrón que acabó rajándose a
tablas, pero que tuvo nobleza en sus embestidas. Lanceó con gusto, el riojano,
a la verónica, tanto en el saludo, como en el quite. Y con la pañosa, dibujó
una templada faena que tuvo sus mejores momentos en las series con la diestra.
Marró con los aceros.
El siguiente en actuar fue Juan Ortega (oreja) quien se enfrentó ante un sobrero de José Vázquez, tras la devolución del inválido astado de
La Purísima designado como tercero. Se gustó Ortega en el recibo capotero por
verónicas y en la breve, templada y suave faena de muleta que llevó a cabo
hasta que se apagó el novillo que resultó bronco y escaso de fuerza.
Pablo Aguado (oreja) fue el encargado de actuar en cuarto
lugar ante un burel de Luis Algarra que se dejó, pero que evidenció mansedumbre
y falta de fuerzas. Anduvo muy templado con el capote en las verónicas del
saludo y en el quite por tafalleras que, por su suavidad y ejecución, más
parecieron cordobinas rematadas por arriba. Sin embargo, con la muleta firmaría
una labor de escaso contenido. Como sus compañeros, tampoco estaría acertado
con los aceros.
En quinto lugar, actuó el novillero local Aitor Fernández
(ovación con saludos) que anduvo voluntarioso con un novillo de bronca embestida
de José Vázquez.
Y cerró plaza el también novillero local Álvaro de Chinchón
(vuelta al ruedo) quien anduvo airoso manejando el capote y muleta en una labor
en la que dejó momentos de interés ante un novillo noblote de José Vázquez.

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