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jueves, 23 de octubre de 2025

RESUMEN DEL MES DE SEPTIEMBRE DE 2025 DE "DE CELESTE Y PLATA"

EL MES DE SEPTIEMBRE DE “DE CELESTE Y PLATA”

Continuamos este resumen de la temporada con los festejos presenciados en el mes de septiembre. En esta ocasión, fueron ocho los eventos en los que estuvimos presentes: dos novilladas sin picadores, dos novilladas picadas, tres corridas de toros y un festival taurino con picadores. Debutamos en cuatro plazas: la madrileña de Hoyo de Manzanares, la segoviana de Riaza, Salamanca y en la abulense de Burgohondo. Y repetimos en las madrileñas de Colmenar Viejo y Arganda del Rey donde hicimos doblete.

¡Ay, los aceros…!


Iniciamos el mes en Colmenar Viejo presenciando una novillada sin picadores celebrada el miércoles 3 de septiembre que ponía el broche a la Feria Taurina de Ntra. Sra. de los Remedios de la citada localidad madrileña. En este festejo, se anunciaron los novilleros alumnos de la Escuela Taurina “Miguel Cancela” de la citada localidad Rodrigo Cobo, Juan Pablo Ibarra y Marco Peláez para lidiar erales de El Álamo.

El encierro de la divisa madrileña fue cómodo de cara, pero tuvo volumen y cuajo. En cuanto al juego ofrecido, resultó desrazado, aunque, en general, manejable.

Abrió plaza Rodrigo Cobo (ovación con saludos tras aviso y ovación tras dos avisos) quien anduvo firme y asentado con el primero, incluso se llegó a gustar toreando al natural en la faena de muleta. Con el mansurrón cuarto, firmaría un meritorio trasteo consiguiendo pasajes de gran interés con la mano zurda. Solo el fallo con los aceros privó a Cobo de un premio mayor.

El siguiente en actuar fue Juan Pablo Ibarra (oreja y silencio tras aviso) que malogró con los aceros dos meritorias actuaciones, sobre todo, con la mano izquierda ante sus oponentes.

Por su parte, Marco Peláez (silencio tras aviso y oreja) anduvo sin alma con el soso tercero que pareció estar mermado de los cuartos traseros y se mostró bullidor con el sexto.

Aranjuez: concierto de torería a pesar del desrazado juego de los astados


La siguiente parada fue el sábado 6 en el bicentenario coso de Aranjuez para presenciar la corrida goyesca con motivo de las Fiestas del Motín. En esta corrida se anunciaron los diestros Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado quienes se las verían ante un encierro de la ganadería salmantina de Juan Manuel Criado.

El lote enviado por la ganadería charra estuvo mal presentado y anduvo ayuno de casta y fuerza. Además, tuvo que ser remendado con dos sobreros de las ganaderías de Núñez del Cuvillo y David Ribeiro Telles que, jugados en tercer y cuarto lugar, respectivamente, no desentonaron, en absoluto, del encierro titular.

Morante de la Puebla (oreja y silencio) solo pudo dejar detalles con el capote ante el primero, mientras que con la muleta firmó una faena sobre la mano diestra con gusto y torería y en la que sobresalieron los sensacionales remates de las series. Abrevió con el sobrero de Ribeiro Telles.

Juan Ortega (ovación con saludos y dos orejas) dibujó sensacionales verónicas, primero rodilla en tierra y luego con la planta erguida, en el saludo capotero al segundo. No menos sensacionales fueron las gaoneras del quite que inició con un medio farol. Y se gustó por naturales, hasta que duró el toro, en la faena de muleta que inició sentado en el estribo. Perdió los trofeos por el mal manejo de los aceros. Sí sería premiada su actuación ante el quinto, aunque únicamente solo pudo dejar detalles a los sones de “Caridad del Guadalquivir”.

Y Pablo Aguado (oreja y dos orejas) no podría lucir con el capote ante el sobrero de Cuvillo -sí que lo haría con el tercero titular- y solo conseguiría algún pasaje aislado con la zurda en la faena de muleta. Con el sexto firmó una faena de más a menos sobre la mano diestra que iniciaría con unos doblones que agravarían la falta de fuerza que exhibida por el animal.

Para terminar, habría que apuntar el buen tercio de banderillas protagonizado por Iván García y Sánchez Araujo en el sexto de la tarde por el que tuvieron que saludar montera en mano.

Cobo e Ibarra a hombros con un buen encierro de Cerrolongo


Al día siguiente, nos desplazamos a la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares para presenciar una novillada sin picadores organizada por la Asociación La Caldereta con motivo de las Fiestas de la Virgen de la Encina.

En este festejo, se lidió un encierro perteneciente a la divisa colmenareña de Cerrolongo, cómodo de cara, pero hondo y con cuajo, sobre todo, los ejemplares lidiados en tercer y cuarto lugar y que ofreció un gran juego. Todos fueron ovacionados en el arrastre.

Los novilleros encargados de despachar este encierro fueron los alumnos de la Escuela Taurina “Miguel Cancela” de Colmenar Viejo Rodrigo Cobo y Juan Pablo Ibarra.

Abrió plaza Cobo (dos orejas y oreja) quien firmó dos destacadas actuaciones ante sus dos oponentes. Es cierto que faltó algo de ceñimiento y que no anduvo fino con los aceros, pero destacó por su manejo del capote, sobre todo, en el segundo de su lote, y por su toreo con la muleta, especialmente, al natural ante el ejemplar que rompió plaza.

Por su parte, Ibarra (silencio tras dos avisos y dos orejas tras aviso) también malograría con los aceros sus actuaciones: más templada y con más gusto la que interpretó ante el segundo de la tarde y más bullidora la que firmaría ante el ejemplar que cerró el festejo.

Destacar también la intervención en quites en el segundo y tercero de la tarde de José Huelves.

Las novilladas de Arganda del Rey


La siguiente parada fue la también madrileña localidad de Arganda del Rey que celebraba la XXXVI edición de su Feria de Novilladas con Picadores Vid de Oro con motivo de las Fiestas Patronales de la Virgen de la Soledad. Aquí, presenciamos los festejos celebrados los días 11 y 12 de septiembre.

En la primera de las citas, se jugó un encierro muy bien presentado de la ganadería de Toros de Pablo Mayoral que resultó manso y desrazado, en general. El quinto, incluso, sería condenado a banderillas negras. Destacó el corrido en cuarto lugar que, aunque resultó manso y abanto en los primeros tercios, tuvo nobleza tanto en banderillas, como en la muleta.

Abrió plaza Cristiano Torres (ovación camino de la enfermería y oreja) que resultaría prendido aparatosamente por el primero de la tarde con el que se gustaría manejando el capote y con el que consiguió algún pasaje estimable en la faena de muleta con la mano diestra antes de la voltereta. Con el cuarto, el mejor del encierro, firmaría un destacado trasteo muletero manejando la mano diestra.

El siguiente en actuar fue Aarón Palacio (silencio y ovación con saludos tras aviso) quien no pasaría de dispuesto con el segundo de la tarde. Con el “condenado” quinto firmó una meritoria actuación en la que llegó a conseguir pasajes destacables con la mano diestra.

Y cerró plaza El Mene (silencio y silencio tras aviso) quien no dijo nada con el lote al que se enfrentó.

Al día siguiente, vimos una novillada de la ganadería madrileña de El Retamar que estuvo muy bien presentada y que resultó manejable, aunque desrazada. Destacó el tercero, incierto en primeros tercios, pero noble y con transmisión en la muleta que fue premiado con la vuelta al ruedo.

El primer novillero en actuar fue el local Adrián Centenera (silencio y ovación con saludos tras aviso). Mostró decisión con el primero y se perdió en una embarullada actuación de pases y más pases sin ningún argumento con el segundo de su lote.

El siguiente turno fue para Tomás Bastos (oreja y vuelta tras petición). Con su primero, se gustó manejando el percal, tanto en el recibo por verónicas, como en el quite por tafalleras, mientras que, con la muleta, llevaría a cabo una irregular labor en la que hubo momentos estimables con ambas manos. Con el quinto, malograría con la espada una actuación en la que se gustó y se mostró muy templado, tanto con el capote, como con la muleta.

Completó el cartel Rafael de la Cueva (oreja tras aviso y silencio tras aviso), quien sortearía al premiado tercero con el que andaría aseado con el capote y con el que llevaría a cabo una buena faena en la que, aunque faltó algo de ceñimiento, consiguió pasajes muy interesantes con ambas manos, sin embargo, no estaría fino manejando la espada. Con el mansurrón “cierraplaza”, que impuso su volumen y pitones en los primeros tercios, se mostraría afanoso, sobre todo, con la mano diestra en un trasteo muletero mientras duró el novillo que se apagó pronto.

Descafeinado desafío ganadero


Continuamos la gira de septiembre, el sábado día 20 en la localidad segoviana de Riaza para presenciar lo que, en principio, era un desafío ganadero entre las divisas de Conde de la Corte y Raso del Portillo y en el que intervendrían los diestros Damián Castaño, Gómez del Pilar y Juan de Castilla.

Este presunto desafío ganadero que quedaría en agua de borrajas, pues lo acontecido en el ruedo no respondió a las expectativas creadas en un principio.

Damián Castaño (silencio tras aviso y saludos tras aviso) tuvo que abreviar su labor (otra cosa fue el manejo de los aceros) con el primero de Conde de la Corte, bien presentado y de amplia cornamenta, que tenía una cornadita en el costado derecho por el que se le llegaron a salir las tripas. Con el cuarto de Raso del Portillo, de muy discreta presentación y manejable, se gustaría en una faena de muleta, sobre todo, con la diestra que malograría con la espada.

Gómez del Pilar (silencio y ovación con saludos) anduvo ayuno de firmeza y decisión con el de Conde de la Corte que hizo segundo, animal muy bien presentado, que tomó tres puyazos de menos a más y que impuso su volumen y cornamenta. Con el quinto, de El Quiñón (segundo hierro de Raso del Portillo), astado que tuvo escasa presencia, desrazado que medio se dejó en la muleta, no llegó a entenderse.

Juan de Castilla (silencio y silencio) anduvo descompuesto con el incierto y discreto de presentación de Raso del Portillo que hizo tercero. Con el “condedelacorte” que hizo sexto, hondo, con cuajo, de amplia arboladura, manso, descastado y ayuno de fuerzas, pasó sin pena ni gloria.

Corrida concurso…, por decir algo


Al día siguiente, estuvimos en el salmantino coso de La Glorieta para presenciar una corrida concurso de ganaderías salmantinas que ponía el punto final a la Feria Taurina de la Virgen de la Vega. Este festejo estaría protagonizado por seis astados de las divisas, por este orden, de Garcigrande, justito de presentación, de extraordinaria nobleza que acudió tres veces al caballo (ovacionado); Ventana del Puerto, justo de presentación, noble, pero sin fuerzas; Domingo Hernández, feo de hechuras, manso encastado que tuvo transmisión en la muleta (ovacionado); Olga Jiménez, justo de presentación, manso y descastado; Garcigrande (sobrero al devolverse un inválido de García Jiménez), justo de presentación, noble y con clase en la muleta (ovacionado); y Carmen Lorenzo, feo de hechuras, con volumen, que tuvo un buen pitón derecho (ovacionado).

La terna interviniente en este festejo estuvo compuesta por Morante de la Puebla (ovación con saludos y vuelta) quien malogró con la espada en una gran actuación ante el primero, tanto con capote, como con la muleta, sobre todo, con la diestra, y, con el cuarto, anduvo vistoso y variado con el capote, incluso interpretando el quite del bu y lo intentó con la muleta hasta que el toro se rajó; Alejandro Talavante (ovación con saludos tras aviso y oreja con petición de la segunda) quien se gustó en el saludo capotero y firmó dos desiguales trasteos muleteros en los que hubo pasajes interesantes ante sus dos oponentes; y Borja Jiménez (ovación con saludos tras aviso y oreja tras aviso) quien tuvo dos vibrantes y aceleradas actuaciones ante los dos astados que compusieron su lote en las que se echó en falta temple y poso.

Terminado el festejo, se hicieron públicos los premios que recayeron en Javier Ambel, distinguido como Mejor Lidiador; Ángel Rivas, Mejor Picador; y el toro Corchoso de Garcigrande jugado en primer lugar.

Entretenido festival


Pusimos el broche al mes de septiembre el lunes 22 en la localidad abulense de Burgohondo donde presenciamos un festival taurino con picadores celebrado en la plaza Mayor de la localidad que, año tras año, se convierte en pintoresco coso taurino con motivo de sus fiestas en honor al Stmo. Cristo de la Cruz.

En tal ocasión, se lidió un encierro de la divisa extremeña de Toros de Pablo Mayoral que tuvo una presentación acorde a las circunstancias y que ofreció un juego desigual.

Los encargados de intervenir en este festejo fueron los matadores de toros Curro Díaz (dos orejas) quien llevó a cabo una templada y torera faena de muleta ante un novillo manso que se dejó en le muleta; Fernando Robleño (oreja) quien anduvo a gusto con un novillo noble, pero de escasa fuerza; Damián Castaño (dos orejas), aseado con el capote y muy a gusto en la muleta ante un ejemplar noble que no estuvo sobrado de fuerza; Jarocho (silencio) que pasó un quinario con el manso cuarto; y el novillero Clovis Germanin (dos orejas y rabo), ganador del certamen de novilladas celebrada en esta localidad los días precedentes, quién se mostró bullidor en todos los tercios ante otro novillo de buen comportamiento, pero que tuvo las fuerzas justas.

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