martes, 18 de agosto de 2020

LOS FESTIVALES TAURINOS EN TORRELAGUNA

 

LOS FESTIVALES TAURINOS DE TORRELAGUNA

Paseíllo del festival celebrado en Torrelaguna el 14 de octubre de 1960.
Foto extraída del libro "Documentos históricos taurinos" de Isidoro Rodríguez Tato.

Torrelaguna no tiene una larga tradición de celebración de festivales taurinos, es cierto. Aunque no es menos cierto que, a lo largo del siglo XX, sí encontramos un número importante de este tipo de festejos, fundamentalmente, en la década de los ochenta, donde los festivales se convirtieron en uno de los protagonistas principales de la feria taurina de nuestra localidad. Aunque, como veremos, este tipo de festejo no solo tuvieron lugar dentro de nuestra referida feria taurina.

Fueron estos unos festejos en los que se anunciaron algunos de los matadores de toros más importantes del momento y en los que, además, también se anunciaron algunos de los, entonces, novilleros más destacados. Este hecho no hacía más que refrendar el compromiso que desde antaño siempre ha tenido nuestra localidad con aquellos que pretendían abrirse paso en la profesión.

En los trabajos llevados a cabo junto a Jorge Benito y José Cid para intentar recabar toda la tradición taurina de nuestra localidad, el primer festival taurino que encontramos documentado es el programado para el 10 de septiembre de 1925. Un festejo organizado a beneficio del Hospital de la Santísima Trinidad de la localidad que se encontraba ubicado en el mismo lugar en el que hoy se encuentra la Casa de la Cultura. Se anunciaron cuatro astados de la ganadería de Gumersindo Llorente, de Barajas, para los distinguidos sportmans (aficionados) madrileños Enrique Mezquita y Alberto Barrena, quienes lidiarían dos erales, y el matador de toros toledano, Pablo Lalanda, primo del gran Marcial Lalanda, que lidiaría dos utreros.

El siguiente festival lo encontraríamos referido en el número 117 de la revista taurina “El Ruedo” de fecha de 20 de septiembre de 1946. El festival tuvo lugar el anterior día 16 (lunes) y la reseña del mismo dice así: “En Torrelaguna. Festival benéfico. Novillos de Arroyo. Gallito, Mario Cabré y Gallito Chico cortaron orejas”. Estos “Gallito” y “Gallito Chico” debían de ser los hermanos Rafael y José Ortega Gómez, este último novillero, miembros de una importante dinastía torera pues son sobrinos carnales del gran “Joselito el Gallo”, tenido por muchos como “El Rey de los Toreros” y del que, en este atípico 2020, se cumple el centenario de su muerte, Rafael Gómez “El Gallo” y Fernando Gómez, el mayor de los “Gallo” a quien, por cierto, se le dedicó el afamado pasodoble “Gallito”. Mario Cabré es el afamado matador de toros catalán que también alcanzó la fama como actor de cine. Y la ganadería de Arroyo debía de ser la madrileña divisa de Emilio Arroyo Vázquez.

En 1950, concretamente, el 17 de septiembre, nos encontramos con otro festival benéfico, en esta ocasión, a favor de la Bolsa de Caridad Parroquial y en él, se acartelaron los legendarios diestros Joaquín Rodríguez “Cagancho” y Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana”, quienes estuvieron acompañados por el novillero Domingo Guijarro, vecino de la cercana localidad de Valdetorres de Jarama. En esta ocasión, se lidiaron astados de la ganadería de Alberto González, vecino de la cercana localidad de Miraflores de la Sierra.

Al año siguiente, el día de la festividad de Santiago Apóstol, tuvo lugar otro festival en el que se anunciaron los diestros Agustín Parra “Parrita”, Jaime Marco “El Choni”, diestros ambos que tienen el privilegio de ser dos de los siete ahijados de alternativa del mítico Manuel Rodríguez “Manolete”, y Pablito Lalanda que era sobrino del diestro Marcial Lalanda. La terna lidió tres astados de la ganadería de Jesús Guzmán, de Cabanillas de la Sierra.

Cartel del 25 de julio de 1951. Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
Fondo: Torrelaguna. Signatura: 14852. Carpeta: 6

El siguiente festival documentado es el acontecido el 14 de septiembre de 1954. En él, se anunciaron dos miembros de una de las dinastías toreras más importantes de nuestro país. Esta no es otra que la Dinastía Bienvenida. Y los referidos componentes de la misma son los hermanos Pepe y Juan Bienvenida, hijos de aquel Manuel Mejías Rapela “Bienvenida” al que se le denominó como el “Papa Negro” y hermanos del gran diestro Antonio Bienvenida. Los dos Bienvenida que nos ocupan estuvieron acompañados por otro de los matadores de toros más importantes de la segunda mitad del siglo XX como fue Juan Posada. Para la ocasión, nuevamente, se jugaron astados de la ganadería de Jesús Guzmán.

Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.
Fondo: Torrelaguna. Signatura: 14852. Carpeta: 6

Pero si hay un festival recordado por encima de todos es el que se celebró el 14 de octubre de 1960. Un festejo que estuvo organizado por la Diputación Provincial de Madrid con motivo del Día de la Provincia. En él, se anunciaron el gran Antonio Bienvenida, Antonio Chenel “Antoñete”, Luis Segura y los novilleros Antonio León y Antonio Ortega “Orteguita”. Un festival del que se hizo eco la revista taurina “El Ruedo”, publicación que en su número 852, de fecha de 20 de octubre de 1960, dedicó una página con instantáneas de todos los actos llevados a cabo ese día en nuestra localidad, entre ellos, la inauguración del busto del Cardenal Cisneros, y, cómo no, del festival taurino. Un reportaje firmado por “Amieiro” que se completaba con una breve reseña que, en lo que a lo meramente taurino se refiere, decía lo siguiente: “… Y ‘toros-toros’ fueron los colmenareños de Samuel Frutos, grandes, bravos y picantes, que dieron mucho que torear a Antonio Bienvenida, ‘Antoñete’, Luis Segura, Antonio León y Antonio Ortega ‘Orteguita’. Bienvenida estuvo maestro en el primero y en el cuarto –que mató por percance de Antonio León– hizo una bella faena, que le valió las dos orejas. Fueron dobles, asimismo, los trofeos que ganó ‘Antoñete’, tras una gran faena por naturales. También gran muletero y certero estoqueador, Luis Segura ganó las dos orejas y el rabo de su enemigo. Antonio León fue volteado por el cuarto y quedó –sin grave quebranto– fuera de combate. Y ‘Orteguita’, que estuvo alegre, bullidor, gran banderillero y torero largo, refrendó la animada tarde con corte de orejas. ¡Tal vez estuvieron los diestros haciendo méritos para la corrida de Beneficencia! Porque el marqués de la Valdavia –esta vez sin canotiere– estaba allí”. Sin duda, este festival es uno de los grandes hitos de la particular historia taurina de nuestra localidad. Por cierto que, de todos los festivales referidos en este texto, este es el único celebrado con picadores.

Cartel: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo: Torrelaguna. Signatura: 14852. Carpeta: 6.
Reseña: "El Ruedo". Nº: 852. Fecha: 20 de octubre de 1960.

Un nuevo festival tendría lugar al año siguiente, concretamente, la tarde del 22 de octubre. En él, se acartelaron dos de los novilleros punteros del momento como eran Antonio Ortega “Orteguita” y Vicente Perucha quienes volvían actuar ante nuestra afición para intentar reeditar los éxitos cosechados en su etapa de novilleros sin picadores. Para esta ocasión, se escogieron ejemplares del ganadero toledano Emilio Peces.

Cartel: Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. Fondo: Torrelaguna. Signatura: 14852. Carpeta: 6.
Foto: Hijos de Jacinto Martín López

En esta década de los sesenta, tendríamos documentados, al menos, dos festivales más, pero, hasta el momento, no hemos podido fecharlos debidamente ni hemos podido conseguir la composición completa del cartel y eso a pesar de tener fotografías de ellos, incluso alguna anécdota ocurrida.

Sabemos que uno de estos referidos festivales contó con la presencia del rejoneador torrelagunense Manuel Vidrié, que por aquel entonces, daba sus primeros pasos en la profesión, y el diestro madrileño Antonio Chenel “Antoñete”. Y se da la circunstancia que ambos protagonizaron una curiosa anécdota. Según relata el propio Vidrié, Chenel no tuvo fortuna con el novillo que le correspondió en suerte. Fortuna que sí le acompañó al torrelagunense en un turno posterior con su novillo. Vidrié, viendo la buena calidad de su oponente, solicitó muleta y estoque, pidió permiso a la presidencia y cedió los mentados trastos al diestro del mechón para que se quitase el mal sabor de boca. Por lo referido por Vidrié, fue tal el lío que formó “Antoñete” que el respetable solicitó que fuese Chenel quien diese muerte al novillo.

Foto: José Cid López.

Y el otro de estos festivales tuvo como protagonistas a los diestros Gregorio Sánchez, Andrés Vázquez y el diestro colmenareño Agapito García “Serranito”.

Foto: Gregorio Lozano Velasco.

Como decimos, hasta el momento, no hemos podido fechar estos dos acontecimientos ni tampoco conseguir la composición completa de los carteles.

No será ya hasta la década de los ochenta cuando nos volvamos a encontrar con este tipo de festejos. Unos festejos que, como dijimos al principio, se convirtieron en uno de los platos fuertes de nuestras ferias taurinas, entre otras cosas, por encontrar anunciados en sus carteles a algunos de los diestros más importantes del último cuarto del siglo XX.

El primero lo encontraríamos el 5 de septiembre de 1983 y en él hicieron el paseíllo los diestros Paco Alcalde, Ortega Cano y el venezolano José Nelo “Morenito de Maracay”, quienes estuvieron acompañados por el novillero Carlos Mora quien, con posterioridad, alcanzaría fama entre los hombres de plata formando parte de la cuadrilla, entre otros, de su hermano Juan Mora. Según cuentan las reseñas, los actuantes en este festival se repartieron ocho orejas y tres rabos de novillos de la ganadería del Marqués de Valdueza.

Foto: Hijos de Jacinto Martín López.

Al año siguiente, concretamente, la tarde del 11 de septiembre, fueron Curro Vázquez, el francés “Limeño II”, quizá el diestro más importante que ha dado el país vecino, el entonces joven y prometedor espada “Morenito de Jaén” y el novillero Lucio Sandín, uno de los tres integrantes, junto al malogrado “Yiyo” y Julián Maestro, de aquella terna que se dio a conocer como “Los Príncipes del Toreo” y que, como alumnos más destacados de aquella primera generación de la entonces incipiente Escuela Taurina de Madrid, dio la vuelta a España y Francia como novilleros sin caballos. Esta tarde se corrieron novillos de la ganadería de Pablo Mayoral. Según las reseñas, Curro Vázquez y “Morenito de Jaén” obtuvieron los máximos trofeos de sus oponentes; Lucio Sandín cortaría las dos orejas del suyo, y “Limeño II” se tendría que conformar con un trofeo.

El 9 de septiembre de 1985 el turno fue para el matador de toros Fernando Galindo y los novilleros Rafael Perea “El Boni” quien, con posterioridad, gozaría de gran prestigio entre los hombres de plata, formando parte de cuadrillas de diestros como Manuel Jesús “El Cid”, Raúl Galindo y Antonio Vaamonde. Se jugaron novillos del Marqués de Valdueza. Según se anunció en el cartel, los beneficios de este festival se destinarían a la capilla del cementerio.

El 8 de septiembre de 1986 se celebró un nuevo festival en el que se anunciaron los diestros Paco Alcalde, “Morenito de Maracay”, Lucio Sandín y el novillero Alfredo Fauró quienes lidiarían novillos de la ganadería de los Hnos. González de Collado Villalba.

Al año siguiente, actuaron el salmantino Juan José, fallecido en pasadas fechas, el madrileño Carlos Escolar “Frascuelo”, el guadalajareño Pepe Pastrana y el novillero madrileño Julián Maestro, otro componente de aquellos “Príncipes del Toreo” que, posteriormente, destacaría entre las filas de los de plata. Fue la tarde del 7 de septiembre. Y se jugaron novillos de la ganadería conquense de Emiliano Merchante Andreu. Un festival que, según la crónica de Ramón Rodríguez, presidente de la Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrlaguna, publicada en el periódico “Zona Norte. Periódico independiente de los pueblos de la zona norte de Madrid” (nº7. Año I. 1987) debió de tener un sabor agridulce. Rodríguez decía lo siguiente: “(…) actuó como primer espada Juan José. El novillo cumplió con su deber y cuando el espada no está en la plaza él se lleva las orejas. A Frascuelo el segundo espada de la tarde, le tocó un lote muy bueno, con sus alardes en banderillas cubrió su tarde ante un gran público que le concedió los máximos trofeos. Pepe Pastrana que está acostumbrado siempre a las corridas duras, esas que los aficionados de Madrid conocemos en el mes de agosto y Valdemorillo topó con el peor lote con el que estuvo en su línea de gladiador. Al final acabó toreando a la res, cortando dos orejas y rabo. Lo de Julián Maestro, como aficionado, que soy, me lo explico. Dio no sé cuantos muletazos, ya ni me acuerdo, y le comentaba a un compañero de localidad que la gente seguía fría, como si allí no hubiese ningún torero”.

El último festival celebrado en la década del ochenta fue el programado para el 5 de septiembre de 1988. En él, actuaron los diestros Lucio Sandín, José Pedro Prados “El Fundi” y José Luis Bote, los tres alumnos de la Escuela Taurina de Madrid. Completó el cartel el novillero chiclanero Cristo González. Se jugaron reses de la ganadería de José González Jiménez de la vecina localidad de Cabanillas de la Sierra. El triunfador de este festival fue “El Fundi” que cortó las dos orejas a su oponente; una obtendría José Luis Bote; Cristo González recibió palmas, y Lucio Sandín pasaría un quinario, sobre todo, a la hora de la suerte suprema con el ejemplar que abrió plaza.

Habría que esperar hasta 1991 para encontrar el siguiente festival, concretamente, a la tarde del 8 de septiembre. Se jugaron novillos de la ganadería colmenareña de las Hdras. de Juan Julián Sanz Colmenarejo. Y actuaron los diestros Antonio Sánchez Puerto, José Luis Palomar, uno de los componentes del cartel de aquella mítica “Corrida del Siglo” que tuvo lugar en la madrileña plaza de Las Ventas el 1 de junio de 1982, el sansero Andrés Caballero y el novillero, también vecino de San Sebastián de los Reyes y sobrino de Ortega Cano, Paco Ortega.

El último festival celebrado en nuestra localidad fue el que tuvo lugar el 6 de septiembre de 1995. En él, se anunciaron los diestros Manuel Ruiz “Maniili”, José Franco Cadena, Luis de Pauloba, Ricardo Aguín “El Molinero”, Alejnadro Silveti y “Espartaco Chico” quienes debían lidiar un encierro de la ganadería propiedad del diestro Juan Antonio Ruiz “Espartaco”. Sin embargo, este cartel inicial sufrió algunas modificaciones, tanto en el apartado ganadero, como en el plantel de toreros actuantes. En lo que a la ganadería se refiere, el encierro anunciado inicialmente fue sustituido por otro de la ganadería de Fernando Guzmán que estuvo remendado con un ejemplar de Felipe Herrero que se corrió en segundo lugar. Y, en cuanto a los toreros, los que intervinieron, finalmente, fueron José Franco Cadena, quien recibió palmas; “Espartaco Chico”, quien fue ovacionado tras recibir aviso; Antonio Briceño que cortó dos orejas; Ricardo Aguín “El Molinero”, premiado con una oreja tras un recado presidencial; Juan José Padilla, “El ciclón de Jerez”, a quien se le otorgaron dos orejas; y el novillero Eduardo Flores, quien cortó un trofeo.

Hemos dejado para el final dos festivales organizados por la Peña Taurina “Manuel Vidrié” de nuestra localidad. Y ambos programados en el año 1986.

El primero tuvo lugar el 3 de mayo en una plaza que se instaló entre la hoy calle San Francisco y la popularmente conocida como “Cuesta del Piojo”. En él participaron el rejoneador torrelagunense Manuel Vidrié, los matadores de toros Pedro Hernández “Niño de Aranjuez” y Emilio Oliva y los novilleros Andrés Caballero “Andresín”, uno de los entonces novilleros punteros del escalafón, Rodolfo Pascual y David Oliva. Quienes lidiarían astados de las ganaderías de Pablo Mayoral, para rejones, y José González y Fernando Guzmán, para la lidia a pie. La reseña de este festival fue publicada en el número 449 de la revista “Aplausos”, de fecha del siguiente 5 de mayo. La reseña del festejo decía lo siguiente: “Novillos de Fernando Guzmán y uno para rejones de Pablo Mayoral. Manuel Vidrié, dos orejas. Niño de Aranjuez, dos orejas. Emilio Oliva, oreja. Andrés Caballero, dos orejas y rabo. David Oliva, vuelta. Rodolfo Pascual, vuelta”. Costó encontrar la reseña del mismo, pues se da la circunstancia que la citada publicación ubicó el festival en la madrileña localidad de Torrelodones. 

Y el segundo tendría lugar el siguiente 11 de septiembre, festival que ponía el punto final a nuestras Fiestas Patronales de ese año y que bien podría quedar enmarcado dentro de esas becerradas de promoción organizadas durante diez años por la citada peña torrelagunense. En este festival, actuaron los novilleros Luis Milla, Rodolfo Pascual y los hermanos David, Isaac y Abel Oliva hijos del matador de toros Emilio Oliva Tornell y hermanos del también matador de toros Emilio Oliva Baró. En este festival, se lidiaron astados de Juan Sánchez Sáez, ganadero de la vecina localidad de El Molar.

Y hasta aquí el repaso por los festivales taurinos celebrados en nuestra localidad. Uno festejos que, sin duda, son recordados con cierta añoranza por los aficionados de nuestra localidad.