sábado, 28 de diciembre de 2019

CANTALEJO (SEGOVIA). SÁBADO, 17 DE AGOSTO DE 2019. CORRIDA DE TOROS. FERIA TAURINA DE LA ASUNCIÓN Y SAN ROQUE


JOSÉ GARRIDO SALE A HOMBROS ACOMPAÑADO POR “EL ADOUREÑO”


El torero pacense se ganó el derecho a salir por la puerta grande tras cortar las dos orejas al primero de su lote. Por su parte, “El Adoureño” cortó tres orejas a los astados que le tocaron en suerte. El sevillano Juan Ortega, que sustituyó a Tomás Campos, herido en la localidad madrileña de Cenicientos tres días antes, solo pudo saludar dos ovaciones. Se jugó un encierro dispar de presentación y manejable, en general, de la divisa salmantina de “Charro de Llen”.

El plato fuerte de la programación taurina de la localidad segoviana de Cantalejo con motivo de sus Fiestas Patronales de la Asunción y San Roque del presente año fue una corrida de toros en la que se acartelaron los diestros José Garrido, Tomás Campos y el francés, aunque afincado en esta localidad segoviana, “El Adoureño” para estoquear reses de la ganadería salmantina de “Charro de Llen”. Pero, debido a la cogida sufrida por Tomás Campos tres días antes en la localidad madrileña de Cenicientos, entró en el cartel el sevillano Juan Ortega, quien dos días antes puso en pie a los aficionados venteños con un puñado y medio de naturales.

El festejo resultó entretenido a lo que colaboró el juego de los toros de “Charro de Llen” pues, en conjunto, los cornúpetas de la divisa salmantina, aunque lucieron una dispar presentación, fueron manejables, aunque con matices. Tan fue así que propiciaron que, tanto José Garrido, como “El Adoureño, saliesen en hombros por la puerta grande tras cortar dos y tres orejas, respectivamente.

Garrido cortó las dos orejas al primero de su lote, segundo de la tarde. Fue este un ejemplar de escasa presencia que resultó muy noble, aunque con las fuerzas justas. El pacense se mostró voluntarioso con el capote y, ya con la muleta, llevó a cabo una templada faena por ambos pitones en la que dio mucho tiempo al toro. Una destacada labor en la que sobresalieron los pasajes al natural. Una estocada defectuosa, pero de efecto fulminante, precedió a la concesión del doble trofeo. Con el quinto, astado bien presentado, noblote, aunque soso, justo de raza y fuerza, Garrido manejó el percal suavemente. Ya con la pañosa, inició su labor por templados doblones para, posteriormente, pasar al de “Charro de Llen” con ambas manos consiguiendo pasajes estimables sobre la mano diestra. Tras un pinchazo y un descabello, vería silenciada su actuación.

Natural de José Garrido ante el segundo.
Por su parte, “El Adoureño” cortaría un apéndice del tercero de la tarde, burel bien presentado, noble, sobre todo por el pitón izquierdo, pero que amagó con rajarse durante el trasteo muletero. El francés se mostró voluntarioso en el recibo capotero. Con la muleta, firmaría una labor con ambas manos en la que hubo pasajes estimables sobre la mano zurda, mientras que los interpretados con la diestra resultarían más descompuestos. El trofeo llegaría tras una estocada trasera y caída cobrada al segundo intento. Las dos orejas cortaría ante el toro que cerró plaza, un ejemplar bien presentado, mansurrón, pero que, a pesar de tomar dos puyazos, lució una encastada nobleza y transmisión en la faena de muleta. El torero galo firmaría una labor en la que intercalaría los momentos arrebatados y bullidores –los más– con otros de gusto –los menos–. Caló su labor en el público quien premiaría al joven diestro con el citado doble trofeo tras una estocada trasera y caída.

Pasaje al natural de "El Adoureño" ante el tercero.
Completó la terna Juan Ortega quien solo dejó detalles ante sus dos oponentes. Con el bien presentado y noble, pero soso ejemplar que hizo primero, el sevillano se perdió en una labor sin fundamento en la que solo dejó algún detalle pinturero al final del trasteo. Y con el cuarto, astado chico, mansurrón y sosote, pero que se dejó, solo se lució en los doblones con los que inició el trasteo muletero y con los que sometió al burel y en una serie con la mano diestra.


Doblón de Juan Ortega al cuarto.
El festejo fue amenizado por la A. C. "Alborada Musical" de Cantalejo.

jueves, 26 de diciembre de 2019

UCEDA (GUADALAJARA). SÁBADO, 17 DE AGOSTO DE 2019. XXX ENCIERRO DE LA CHARCUELA. FIESTAS PATRONALES EN HONOR A LA VIRGEN DE LA VARGA

El XXX "Encierro de La Charcuela" de la localidad guadalajareña de Uceda estuvo protagonizado por dos ejemplares de la ganadería de Hubert Yonnet que fueron soltados de uno en uno. Paradojas de la vida, ninguno de los dos astados transitó por el recorrido tradicional pues ambos se escaparon del recorrido nada más bajar del camión lo que dotó al acontecimiento de más emoción y riesgo. Emoción y riesgo que fue compartido por la gran cantidad de participantes y espectadores que se concitaron en esta localidad guadalajareña.

Galería fotográfica















lunes, 23 de diciembre de 2019

CENICIENTOS (MADRID). VIERNES, 16 DE AGOSTO DE 2019. NOVILLADA CON PICADORES. FERIA DEL TORO - FIESTAS PATRONALES EN HONOR A NTRA. STMA. VIRGEN DEL ROBLE


DESTACA LA DECISIÓN DE ISAAC FONSECA
ANTE UN DESLUCIDO ENCIERRO DE “LA QUINTA”


El joven novillero azteca firmó la actuación más destacada de la novillada picada que ponía el punto final al serial corucho en honor a Ntra. Stma. Virgen del Roble de 2019. Cortó una oreja del novillo que cerró plaza. Una oreja también cortaría el toledano Jesús Mejías del cuarto. Antes, el toledano escucharía los tres avisos al no ser capaz de dar muerte al novillo que abrió plaza. De puntillas pasó el novillero abulense Daniel Barbero. Los novillos lidiados de “La Quinta” no respondieron a las expectativas creadas.

La localidad madrileña de Cenicientos abrochó su Feria del Toro de 2019 con una novillada picada en la que se jugó un encierro de la ganadería de “La Quinta”. Ganadería de tinte torista y, a priori, de garantías. Los novilleros encogidos para lidiar este encierro de la divisa sevillana fueron el toledano Jesús Mejías, el abulense Daniel Barbero y el joven azteca Isaac Fonseca.

Los novillos de “La Quinta” no respondieron a la expectación creada. Es cierto que el conjunto estuvo bien presentado, sin embargo, no respondió a lo esperado a lo que a su juego se refiere. Al encierro le faltó casta y, en general, resultó deslucido.

El ejemplar que abrió plaza fue un animal manso que rehuyó el encuentro con las cabalgaduras; tras recibir un fuerte puyazo, resultaría incierto en el segundo tercio: acortó el viaje y apretó para los adentros; y llegó a la muleta incierto y distraído. El segundo se durmió en el peto de los caballos en los dos puyazos que tomó; incluso, en el segundo encuentro, caló el peto con su pitón izquierdo y quedó prendido por largo tiempo; en la muleta, resultó manejable, sobre todo, por el pitón derecho. El tercero fue el único que, de verdad, se puso en suerte en el primer tercio, donde tomó dos puyazos, sin embargo, fue manso y descastado. Noble, aunque muy soso resultó el cuarto. También soso, aunque manejable, fue el quinto. E igual comportamiento que el anterior tendría el ejemplar que cerró plaza.

El segundo novillo de la tarde caló el peto del caballo con su pitón izquierdo.
Con este material, lo más destacado corrió de la mano del novillero azteca Isaac Fonseca. Se gustó el azteca manejando el capote, tanto en el recibo por verónicas, como en el quite por chicuelinas, ante el tercero de la tarde. Mientras que, con la muleta, no podría pasar de voluntarioso. Con el que cerró plaza, se mostraría aseado manejando el percal. Y, con la pañosa, llevaría cabo una voluntariosa y decidida labor que estuvo plagada de detalles de torería en los pasajes sobre la mano diestra y en los remates de las series. Finiquitó su labor de una estocada y sería premiado con una oreja.

Isaac Fonseca lanceando de capote al tercero de la tarde.
Un trofeo también obtendría el toledano Jesús Mejías por su actuación ante el cuarto de la tarde. El toledano no pudo estirarse con el capote, mientras que con la muleta, se gustaría en pasajes interpretados por ambas manos en una faena que cerró por manoletinas. El premio llegaría tras un pinchazo hondo que resultaría suficiente. Al novillo que abrió plaza, Mejías lo recibió con gustosas verónicas. Sería lo más destacado de esta actuación pues pasó un quinario en el tercio de banderillas. Incluso, llegaría a ser prendido ante la impericia y mala colocación de las cuadrillas. Y en la muleta, no pasaría de voluntarioso. Para terminar, firmaría un auténtico sainete con los aceros, incluso volvió a sufrir otro susto manejando el descabello. Susto que también sufriría por partida doble el tercero de su cuadrilla, Félix Delgado. El toledano vería cómo el novillo volvía vivo a los corrales tras escuchar los tres avisos. Después de este desafortunado lance, pasaría a la enfermería de donde saldría con un aparatoso vendaje en la mano izquierda para continuar la lidia.

Momento de la faena de Jesús Mejías ante el cuarto.
Por su parte, Daniel Barbero pasaría totalmente inadvertido ante la afición corucha. Solo su quite por chicuelinas llevado a cabo ante el cuarto de la tarde sería lo único destacable de su actuación.

Daniel Barbero quitó por chicuelinas al cuarto de la tarde.
Entre las cuadrillas, cabe destacar la actuación de Juan Carlos Rey pareando al tercero y lidiando al sexto y Juan José Rueda “El Ruso”, Javier Cerrato y Raúl Ruiz banderilleando, respectivamente, a cuarto, quinto y sexto.


Buena lidia de Juan Carlos Rey ante el sexto.
También destacó banderilleando al tercero.
Juan José Rueda "El Ruso" destacó banderilleando al cuarto.
Javier Cerrato pareando al quinto.
Raúl Ruiz colocando palos ante el novillo que cerró plaza.

sábado, 21 de diciembre de 2019

LAS VENTAS (MADRID). JUEVES, 15 DE AGOSTO DE 2019. CORRIDA DE TOROS. FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PALOMA


JUAN ORTEGA Y SU RAMILLETE Y MEDIO DE NATURALES


El sevillano hizo crujir la monumental madrileña en la faena de muleta ante el noblote y desrazado toro de Martín Lorca que hizo tercero con un ramillete y medio de naturales conseguidos de uno en uno y sin atosigar al descastado animal. Fernando Robleño y Sebastián Ritter no pudieron pasar de voluntariosos y decididos ante un encierro imposible de la ganadería de Martín Lorca remendado con un sobrero de José Luis Osborne.

La del 15 de agosto, es una fecha marcada en rojo en la temporada taurina de la monumental plaza de toros de Las Ventas. No obstante, la capital de España celebra a su patrona oficiosa, la Virgen de la Paloma. Por lo que la cita taurina es más que obligada. Como viene siendo habitual, para el presente año, se confeccionó un cartel de toreros que se podrían calificar como modestos, pero muy del gusto de la afición madrileña. A saber: Fernando Robleño, quien reforzó su cartel entre la afición madrileña en el anterior San Isidro; Juan Ortega, quien mantenía el crédito obtenido ante esta cátedra justo un año antes, a pesar de haber pasado de puntillas por este ruedo en la presente campaña; y el colombiano Sebastián Ritter, quien volvía a anunciarse en el ruedo venteño tras el percance sufrido en el último serial isisdril. Una terna interesante que se las tendría que ver ante un encierro de la ganadería de Martín Lorca.

Sin embargo, el festejo resultó anodino por el encierro enviado por la divisa sevillana. Muy mal presentado, grande, con muchos kilos, de vastas y feas hechuras, desrazado y ayuno de fuerza. El segundo, incluso, fue devuelto por su extrema invalidez. Fue sustituido por un sobrero de José Luis Osborne que, tras correrse turno, fue jugado en quinto lugar. No desentonó el sobrero con los de la divisa titular pues lució unas hechuras y un comportamiento más propio de un buey.

El segundo ejemplar del deslucido encierro de Martín Lorca fue devuelto a los corrales.
Con este material, solo Juan Ortega hizo crujir los tendido venteños con un ramillete y medio de naturales en la faena de muleta ante el noblote, aunque descastado y flojo tercero. Fue una faena justa, medida, en la que no atosigó al de Martín Lorca. Los naturales brotaron de uno en uno. Fueron cuatro o cinco, quizá seis..., no sé. Uno de ellos excelso, sublime, perfecto… Suficiente para emocionar a los aficionados que se rompieron las gargantas con ese óle seco, ronco y emocionado que solo se escucha de cuando en cuando. No duró más el toro. La faena estaba hecha. La plaza entregada… Pero Ortega falló con los aceros por lo que, tras recibir un recado presidencial, tuvo que saludar desde el tercio una fuerte ovación. Al que cerró plaza, animal de similar condición, pero que tendió a defenderse por la justeza de fuerza, no lo quiso ver y, tras mostrarse desconfiado y precavido, abrevió.

Natural de Juan Ortega al tercero.
Abrió plaza el madrileño Fernando Robleño quien tuvo que saludar una clamorosa ovación tras romperse el paseíllo. No tuvo opciones el torero de San Fernando de Henares con el descastado y flojo ejemplar que hizo primero que lució el hierro de Escribano Martín –también propiedad de Martín Lorca–. El que hizo cuarto, tuvo bondad y sosería a partes iguales. Con él, Robleño se mostraría aseado manejando el capote en el recibo que remató en los mismos medios con una airosa media. Tras ser bien picado por “El Legionario” y banderilleado por César del Puerto, el diestro madrileño andaría porfión y tesonero en un trasteo muletero que tuvo pasajes estimables sobre la mano diestra. No estuvo acertado con los aceros y saludó una ovación desde el tercio.

Media verónica de Fernando Robleño ante el cuarto de la tarde.
Este ejemplar fue bien picado por "El Legionario"...
... y banderilleado por César del Puerto.
Por su parte, Sebastián Ritter quien brindó su primera faena al doctor Máximo García Padrós no pasó de voluntarioso ante un lote que ofreció nulas opciones de lucimiento. Su primer ejemplar lució una extrema invalidez por lo que fue devuelto a los corrales. Se corrió turno y saltó al ruedo el designado como quinto que fue un auténtico marmolillo. Y en quinto lugar, saltó al ruedo el sobrero de José Luis Osborne que, como quedó apuntado anteriormente, lució hechuras y comportamiento más propio de un buey que de un toro bravo.

Sebastián Ritter recibiendo de capote al sobrero de José Luis Osborne.


jueves, 19 de diciembre de 2019

MIRAFLORES DE LA SIERRA (MADRID). MIÉRCOLES, 14 DE AGOSTO DE 2019. NOVILLADA SIN PICADORES MIXTA. FERIA TAURINA EN HONOR A LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA


PUERTA GRANDE PARA ÁNGEL DE LEÓN Y ALEJANDRO CHICHARRO


Ángel de León cortó las dos orejas al novillo que le correspondió en suerte. Por su parte, Alejandro Chicharro se llevó tres apéndices de los añojos que lidió. Un trofeo obtendría David López. Los astados correspondieron a la divisa madrileña de “Flor de Jara”. Ofrecieron buen juego, en general, por lo que fueron ovacionados en el arrastre. El que cerró el festejo fue premiado con la vuelta al ruedo.

La localidad madrileña de Miraflores de la Sierra abrió su recuperada feria taurina celebrada con motivo de sus Fiestas Patronales de la Asunción de Nuestra Señora con una novillada sin picadores mixta en la que participaron los alumnos de la Escuela Taurina “Miguel Cancela” de Colmenar Viejo David López, Ángel de León y Alejandro Chicharro quien actuaría en la modalidad de clase práctica. Para la ocasión, se escogieron dos erales y dos añojos de la divisa colmenareña de “Flor de Jara”.

Los astados colmenareños tuvieron una buena presentación y, además, ofrecieron buen juego por lo que fueron ovacionados en el arrastre. Incluso el corrido en último lugar, añojo herrado con el número 1 y que respondía al nombre de “Nene” fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma.

Vuelta al ruedo al cuarto de la tarde. "Nene", número 1.
El primero en actuar sería David López a quien correspondió un eral correcto de presentación. Fue noble y codiciosos, aunque, todo hay que decirlo, hizo algún amago de rajarse. Con él, López, anduvo aseado manejando el capote. Ya con la muleta, llevó a cabo un desigual trasteo con pasajes aislados con ambas manos. Fue premiado con una oreja a pesar de no estar fino en la suerte suprema.

David López lanceando de capote al que abrió plaza.
En segundo lugar, intervino Ángel de León quien sorteó un ejemplar de mayor volumen que el anterior. Fue noble el santacolomeño, aunque tuvo fondo de mansedumbre y acabó aquerenciado en la puerta de toriles. De León se mostró aseado manejando el percal. Mientras, con la franela, dibujó un trasteo de menos a más en el que destacaron dos series finales, una con cada mano, en la querencia. Una estocada defectuosa, pero efectista precedió a la concesión del doble trofeo.

Derechazo de Ángel de León al segundo.
Terminada la actuación de los novilleros, llegó el turno del becerrista Alejandro Chicharro que estoquearía dos añojos en la modalidad de clase práctica. Su primer oponente –tercer astado de la tarde– estuvo bien presentado y tuvo mucha nobleza, sobre todo, por el pitón izquierdo. Con él, Chicharro, se gustó lanceando a la verónica mientras se salía a los medios. Remató este saludo con una media de rodillas en el mismo centro del anillo y, ya enhiesto, con una garbosa y torera revolera. Desde el mentado centro, citaría a su oponente con la mano zurda sin ninguna probatura para iniciar la faena de muleta, faena en la que Alejandro se gustó toreando por naturales. Remataría su obra con unas bernadinas que precederían a una estocada caída que no fue óbice para que el joven becerrista fuese premiado con las dos orejas. El premiado becerro que cerró plaza estuvo bien presentado y tuvo un buen pitón derecho, aunque resultó algo más descompuesto por el izquierdo. Con él, Chicharro se mostraría airoso manejando el percal, tanto el recibo por verónicas, como en el quite por saltilleras y gaoneras. Ya con la franela, llevaría cabo un templado y asentado trasteo en el que destacaron los pasajes interpretados con la mano diestra. En las postrimerías del trasteo, Alejandro sufriría un pequeño percance, afortunadamente, sin consecuencias. Ya repuesto de este trance, abrochó la faena con unas bernadinas y unos ayudados que precedieron a un poco afortunado uso de los aceros. Fue avisado desde el palco presidencias y el premio quedaría reducido a un trofeo.


Natural de Alejandro Chicharro ante el tercero.
"La Pamplonesa" fue la encargada de amenizar el festejo.

martes, 17 de diciembre de 2019

VALDEOLMOS (MADRID). DOMINGO, 11 DE AGOSTO DE 2019. CLASE PRÁCTICA. FIESTAS PATRONALES EN HONOR AL STMO. CRISTO ATADO A LA COLUMNA


PEPE BURDIEL, NATURALMENTE


El novillero sevillano fue único en desorejar a su oponente. Destacó, sobre todo, por su toreo al natural. Una oreja cada uno, aunque de distinto peso, obtuvieron Juan Herrero y Francisco Benito. Por su parte, Pablo Martínez “Finito” dio una vuelta al ruedo, mientras que Luis Rivero y Alfonso Ferreira vieron silenciadas sus actuaciones. Se jugaron añojos de “Casa de los Toreros” que, en general, resultaron manejables.

La localidad madrileña de Valdeolmos celebró sus Fiestas Patronales en honor al Santísimo Cristo Atado en la Columna con una clase práctica que corrió a cargo de la Escuela Taurina de la Comunidad de Madrid “José Cubero Yiyo”. En ella, actuaron los alumnos Luis Rivero, Juan Herrero, Alfonso Ferreira quien sustituyó al anunciado Joaquín Caro, Pablo Martínez “Finito”, Francisco Benito y Pepe Burdiel ante añojos de la vacada de “Casa de los Toreros”.

Los añojos de la divisa jerezana lucieron una desigual presentación y, aunque con matices, resultaron manejables, especialmente, los jugados en la segunda mitad que fueron los mejores de este conjunto ganadero.

Abrió plaza un becerro bien presentado, abanto de salida, con tendencia buscar la huida, pero que se dejó en la faena de muleta. Correspondió en suerte a Luis Rivero quien se mostró muy voluntarioso y decido en todos los tercios. Falló con los aceros y vio silenciada su actuación.

Luis Rivero.
También lució buena presencia el que hizo segundo, ejemplar manejable, aunque con fondo de mansedumbre. Fue sorteado por Juan Herrero quien se mostraría airoso y variado, tanto en el saludo capotero que remató con una larga cambiada de rodillas, como en el quite. Ya con la muleta, andaría decidido y bullidor en un trasteo en el que no llegaría a encontrar lucimiento. No estuvo fino con los aceros a pesar de lo cual consiguió pasear el anillo valdeolmeño con un apéndice auricular.

Juan Herrero.
El tercero fue el más chico del encierro. También con fondo de mansedumbre, este ejemplar tuvo nobleza. El encargado de su lidia fue Alfonso Ferreira que sustituyó a Joaquín Caro. Ferreira se mostraría voluntarioso manejando el percal. Tras un buen tercio de banderillas, firmaría una faena de muleta de menos a más que tuvo los mejores pasajes cuando Ferrerira cogió la muleta con la zurda. No estuvo fino con los aceros y vio silenciada su actuación.

Alfonso Ferreira.
Discreta fue la presentación del muy noble cuarto. Con él, Pablo Martínez “Finito” se mostraría muy voluntarioso en el saludo capotero. Ya con la muleta, instrumentó una desigual y poco ajustada faena en la que hubo buenos momentos con la mano izquierda. Dio una vuelta al ruedo tras andar raudo manejando los aceros.

Pablo Martínez "Finito".
De igual presentación y juego que el anterior fue el quinto cuya lidia y muerte correspondió a Francisco Benito quien anduvo voluntarioso en el recibo capotero. Interpretó el tercio de banderillas donde recibió una tremenda y aparatosa voltereta cuando colocaba el segundo par. Visiblemente dolorido, llevó a cabo una entonada faena de muleta que tuvo sus mejores momentos sobre la mano diestra. Remató su actuación con una estocada y un descabello y paseó un trofeo, momento en el que pasó a la enfermería.

Francisco Benito.
Cerró plaza, quizá, el mejor becerro del encierro: bien presentado y de gran nobleza. Cupo en suerte al sevillano Pepe Burdiel quien, sin duda, firmaría los mejores pasajes de la tarde. Burdiel anduvo voluntarioso manejando el percal. Mientras que, con la franela, firmó una faena con buenos momentos con ambas manos. Especial mención merecerían los llevados a cabo con la mano izquierda pues resultarían muletazos templados y de mucho gusto. A pesar de no estar fino manejando los aceros, sería premiado con el doble trofeo auricular.

Terminar haciendo mención a nuestro colaborador Rodrigo Cid quien intervendría en el turno de quites del último ejemplar. Muy voluntarioso y decidido se mostraría nuestro joven colaborador en este lance de la lidia que resultaría un tanto accidentado, aunque, afortunadamente, sin consecuencias.



**Debido a razones técnicas no podemos ofrecer imágenes ni de la actuación de Pepe Burdiel ni de nuestro colaborador Rodrigo Cid**