miércoles, 27 de septiembre de 2017

SAN AGUSTÍN DE GUADALIX (MADRID). SÁBADO, 16 DE SEPTIEMBRE DE 2017. NOVILLADA CON PICADORES. FERIA DE MONCALVILLO. FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DE NAVALAZARZA


LES FALTÓ AMBICIÓN


Ángel Sánchez y Alejandro Gardel salieron en hombros de la plaza de toros de San Agustín de Guadalix tras finalizar la primera novillada de esta nueva edición de la Feria de Moncalvillo. Una oreja cortaría el otro componente de la terna, el venezolano Jesús Enrique Colombo. A pesar de los trofeos, a la terna le faltó ambición ante una buena novillada de “Montealto”.

El sábado 16 de septiembre, acompañado por mi amigo Juan Muñoz, más conocido como "Guerra", presencié la primera de las novilladas con picadores que componían la edición del presente año de la Feria de Moncalvillo de la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix. Una novillada en la que se anunciaron tres de los novilleros punteros del escalafón inferior como son Ángel Sánchez, Jesús Enrique Colombo y Alejandro Gardel quienes se las verían con un encierro de la ganadería de “Montealto”.

Los pupilos de la divisa propiedad de Agustín Montes lucieron mucho volumen y derrocharon nobleza y bondad a raudales. No estuvieron sobrado de fuerza, es verdad, sin embargo, este hecho no imposibilitó que los de “Montealto” pusieran en bandeja el triunfo a la terna actuante. Sin embargo, la terna triunfó a medias, pues los tres novilleros se limitaron a cumplir el expediente y dejaron escapar una gran oportunidad que, difícilmente, volverán a encontrar.

Quizá, se pudiese salvar Alejandro Gardel, curiosamente, el más joven de la terna, quien cortó las dos orejas al tercero de la tarde. Con él, el madrileño esbozó el toreo a la verónica y se gustó en el remate con una chicuelina y una media. Con la muleta, anduvo muy templado en una faena con ambas manos. Sería esta, sin duda, la faena de más argumento de la tarde. Más embarullada sería su labor ante el novillo que cerró plaza. Una labor en la que destacarían los toreros y templados doblones con los que inició el trasteo muletero. Aun así, el “montealto” se fue al desolladero con las orejas puestas.

Por su parte, Ángel Sánchez cortó una oreja a cada uno de sus oponentes –bien les pudiese haber cortado las dos–. Se lució recibiendo por verónicas al novillo que abrió plaza. Ya con la muleta, instrumentó un trasteo sin obligar mucho al astado en el que faltó contenido. Al cuarto, lo quitó por chicuelinas, tras no poderse estirar en el saludo. Y con la muleta, pasó al novillo por ambos pitones en una faena con muchos altibajos en la que destacó el torero final por ayudados por alto que remató con un pase del desprecio con mucho gusto.

Y una oreja –pudieron haber sido dos– del segundo de la tarde cortaría el venezolano Jesús Enrique Colombo quien, evidenció no estar totalmente recuperado del percance sufrido en la plaza de toros de Albacete el anterior día 13. Ante este novillo, se gustó el venezolano manejando el percal, tanto en el saludo por verónicas, como en el quite por chicuelinas. Sin embargo, con la pañosa, Colombo llevó a cabo una faena con pases por ambos pitones a la que la faltó ceñimiento y compromiso. Una falta de compromiso que volvió a dejar patente ante el segundo novillo de su lote. Vio silenciada su actuación, cuando pudo haber obtenido un premio mayor. Apuntar que el novillero venezolano no puso banderillas en ninguno de sus novillos, hecho motivado, sin duda, por el percance referido anteriormente. 


Momento del minuto de silencio por Iván Fandiño y el joven
de la localidad Miguel de Cárdenas.
 
Se lució con el capote Ángel Sánchez ante el "montealto" que abrió plaza.
Fue lo más destacado de su actuación.
Paseó un trofeo por esta labor.
También el manejo del percal fue lo más destacado de la actuación
de Jesús Enrique Colombo ante el segundo del festejo.
También paseó una oreja.
La faena con más argumento de la tarde la firmaría
Alejandro Gardel con el tercero.
Fue premiado con las dos orejas.
Los toreros ayudados por alto con los que Ángel Sánchez cerró su trasteo
ante el segundo de su lote fueron el mayor argumento para el trofeo obtenido.
Al igual que en su primero, a Colombo le faltó compromiso.
Los doblones con los que abrió la faena de muleta Alejandro Gardel
ante el sexto fueron lo más destacado de su actuación.
David Adalid, de la cuadrilla de Alejandro Gardel, saludó tras banderillear al sexto.
Ya lo habría hecho su compañero de cuadrilla Antonio Molina tras el
tercio de banderillas del terco.
El presidente de la plaza de toros de Las Ventas D. Justo Polo
fue el encargado de presidir este festejo.


miércoles, 20 de septiembre de 2017

ALGETE (MADRID). LUNES, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2017. NOVILLADA SIN PICADORES. FIESTAS PATRONALES DEL CRISTO DE LA ESPERANZA


PUERTA GRANDE DE LA TERNA CON DISTINTOS MÉRITOS


Los novilleros Juan Collado y Alfonso Ortiz salieron por la puerta grande de la plaza de toros “El Arenal” de la localidad madrileña de Algete tras dos meritorias actuaciones. Les acompañó en esta salida por la puerta grande su compañero de terna Carlos Enrique Carmona. Se lidió un buen encierro, en líneas generales, de la ganadería de “Torrealta” –propiedad del matador de toros Julio Aparicio–, completado por un remiendo de “Los Pradillos”. El astado lidiado en cuarto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo.

El lunes 11 de septiembre, la plaza de toros “El Arenal” de la madrileña localidad de Algete se vistió de gala para acoger una novillada sin picadores con motivo de las Fiestas Patronales en honor al Cristo de la Esperanza. En esta novillada, que contó con el patrocinio de la empresa Plaza 1 y el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, se acartelaban tres jóvenes aspirantes a matadores de toros pertenecientes a dos escuelas taurinas de nuestra comunidad: Juan Collado y Carlos Enrique Carmona, alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Navas del Rey, y Alfonso Ortiz, alumno de la Escuela Taurina de la Fundación “El Juli”. Una terna que, con distintos méritos, salió por la puerta grande del coso algeteño tras vérselas con un encierro de la ganadería de “Torrealta” –propiedad del matador de toros Julio Aparicio– completado con un remiendo de la ganadería de “Los Pradillos”.

Estuvieron bien presentados los novillos propiedad del diestro sevillano. Más justo de presentación estuvo el remiendo de “Los Pradillos” que abrió plaza. Eso sí, fue un conjunto que, en líneas generales, posibilitó el triunfo de la terna actuante. De hecho, el ejemplar jugado en cuarto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

El primero en triunfar fue Juan Collado quien, ya con el de “Los Pradillos” que abrió plaza, se ganó el derecho a salir por la puerta grande. Tuvo mucha nobleza el burel que fue aprovechado de principio a fin por Collado. Lo lanceó con gusto a la verónica y tuvo sabor el remate. Ya con la muleta, dibujó series con ambas manos en las que destacaron las iniciales sobre la mano diestra y la final por naturales de uno en uno. Anduvo acertado en la suerte suprema y su labor fue premiada con las dos orejas. Con el cuarto, novillo que manseó en los primeros tercios, pero que llegó con una encastada nobleza a la faena de muleta, Collado se mostró variado manejando el percal recibiendo al novillo por verónicas y chiculinas. Y Con la pañosa, bordó el toreo al natural. Muletazos largos y templados compusieron esta importante actuación. También tuvieron su aquél una serie con la diestra y las manoletinas con las que puso el broche a una actuación de premio gordo. Sin embargo, falló reiteradamente con los aceros, a pesar de lo cual, paseó de una oreja tras vuelta al ruedo con la que fue premiado el “torrealta”.

Alfonso Ortiz también se ganó el derecho a salir por la puerta ante el primer astado de su lote. Fue este un astado de embestida algo incierta. Acudía con prontitud al cite, sin embargo, se quedaba a mitad del muletazo. A este ejemplar, lo recibió, Ortiz, por toreras verónicas. Muy inteligente, valiente y decidido se mostró en una faena de muleta en la que solventó las complicaciones presentadas por el novillo. Tras una defectuosa, pero eficaz estocada fue premiado con las dos orejas. Con el geniudo que cerró plaza, Ortiz anduvo muy dispuesto consiguiendo algún pasaje aislado. Marró con los aceros y saludó una ovación.

Por su parte, Carlos Enrique Carmona se mostró con muchas ganas y muy voluntarioso ante dos encastados ejemplares que fueron una exigente prueba para el de la escuela de Navas del Rey. Carmona sufrió dos importantes y feas volteretas –afortunadamente, sin importantes consecuencias aparentes– que le valieron el doble trofeo que le sirvió para acompañar en la salida en hombros a sus compañeros de terna.


El diestro y ganadero Julio Aparicio.
Juan Collado se lució con el capote ante el de "Los Pradillos".
Cortaría las dos orejas tras una actuación de torería  y gusto.
Voluntarioso y con ganas mostró Carlos Enrique Carmona
ante el encastado segundo.
Alfonso Ortiz anduvo solvente ante el tercero
que tenía una incierta embestida.
Cortó las dos orejas.
Bordó el toreo Collado con el cuarto.
Vuelta al ruedo al cuarto novillo. Manseó en los primeros tercios,
sin embargo, llegó a la muleta con una encastada nobleza.
También muy voluntarioso estaría Carmona con el quinto.
Sufrió dos importantes volteretas sin consecuencias
importantes aparentes.
Fue premiado con las dos orejas.
Mucha disposición mostró Ortiz con el que cerró plaza.

sábado, 16 de septiembre de 2017

GUADALIX DE LA SIERRA (MADRID). DOMINGO, 10 DE SEPTIEMBRE DE 2017. NOVILLADA CON PICADORES CONCURSO DE GANADERÍAS. FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DEL ESPINAR


PABLO MORA, “ESPAÑOL” DE FERNANDO GUZMÁN
Y CARLOS MIGUEL BENITO “BISBAL” TRIUNFAN EN LA NOVILLADA CONCURSO


El novillero Pablo Mora, quien salió por la puerta grande tras cortar dos orejas a un astado de Aurelio Hernando; el novillo “Español” de la ganadería de Fernando Guzmán, y el picador Carlos Miguel Buenito “Bisbal” se alzaron como los triunfadores de la novillada concurso celebrada el domingo 10 de septiembre en la plaza de toros de Guadalix de la Sierra.

Domingo 10 de septiembre. Una novillada con picadores concurso de ganaderías pone el broche al serial guadaliseño de 2017. En el cartel, dos novilleros de la zona, Pablo Mora, de El Boalo, y José Aguilera, de Colmenar Viejo, quienes se las tendrían que ver con astados de las ganaderías de “Peñas Blancas” –devuelto a los corrales por inválido y sustituido por un sobrero de Fernando Guzmán–, “Torrenueva”, Aurelio Hernando y Fernando Guzmán. Un lote ganadero que tuvo una dispar presentación y que ofreció un juego desigual.

Abrió plaza el novillo de “Peñas Blancas”, un ejemplar mal presentado e inválido. A pesar de lo cual, fue aguantado en el ruedo por la presidencia hasta el primer par de banderillas, momento en el que fue devuelto a los corrales tras perder las manos por enésima vez. Fue sustituido por un sobrero de Fernando Guzmán, bien presentado y que resultó manso. Acudió este ejemplar dos veces al caballo. La primera fue al relance y empujó en el peto, aunque siempre con la cara arriba. La segunda, fue un picotazo pues el de Guzmán salió suelto. Esperó mucho en banderillas. Y llegó al tercio de muleta midiendo mucho. Correspondió su lidia a Pablo Mora. No pudo el joven novillero boaleño estirarse con el capote y abrevió con la muleta tras sus intentos frustrados de buscar lucimiento.

En segundo lugar, se corrió un utrero de la ganadería de “Torrenueva”. Un animal con mucha plaza que resultó un tanto incierto. Fue éste el único astado que tomó tres varas. En la primera, se arrancó dese lejos y, aunque protestó, empujó con fuerza derribando, incluso, a caballo y picador. Se dejó pegar en el segundo encuentro con el del castoreño al que se arrancó desde más cerca. También se dejaría pegar en el tercer puyazo al que acudió con alegría desde la distancia. Fue muy mal lidiado por la cuadrilla de José Aguilera en el segundo tercio y el animal llegó con una incierta embestida a la faena de muleta. O eso pareció en las manos del novillero colmenareño quien se mostró precavido, dubitativo e inseguro. Por si fuese poco, Aguilera protagonizó un auténtico sainete con los aceros.

Como tercero, se jugó un ejemplar de Aurelio Hernando, correcto de presentación y de buen juego, aunque con las fuerzas justas. Dos puyazos tomaría el de Aurelio. Se arrancó desde lejos en ambos, aunque sin terminar de emplearse en el peto. Por su justeza de fuerza, se cambió el tercio de banderillas con dos pares. Ya en la muleta, desarrolló una nobleza, una calidad y una clase excepcionales. Con este astado, Pablo Mora sí pudo estirarse con el percal. Tras recibirlo con tres largas afaroladas de rodillas en el tercio, se gustó en los lances a la verónica y un templado quite por tafalleras. Ya con la franela, llevó a cabo una faena en la que hubo muletazos largos y templados ejecutados con ambas manos. Los interpretados con la mano diestra tuvieron mayor hondura. Tras unas manoletinas de rodillas, cobró una estocada fulminante que le puso en bandeja las dos orejas del buen ejemplar de Aurelio Hernando, un astado que cuando ya era arrastrado por el tiro de mulillas entre una fuerte ovación fue premiado por la presidencia con la vuelta al ruedo, galardón que se fue al limbo pues nadie se percató de tal situación.

Cerró plaza un bien presentado y encastado novillo de Fernando Guzmán. Dos veces acudiría al caballo este ejemplar. Se arrancó de lejos en la primera y empujó con fuerza el “guzmán”, tanto que llegó a derribar a montura y jinete. Desde más cerca, acudiría en el segundo encuentro en el que, simplemente, se dejó. Fue muy bien lidiado por Sergio Aguilar en el tercio de banderillas, aunque los rehileteros no estuviesen muy acertados. Y llegó a la muleta con nobleza y ganas de embestir. Correspondió su lidia a José Aguilera quien, pese a llegar a mostrarse aseado con el capote, no llegó a confiarse nunca en el trasteo muletero.

Así las cosas, los trofeos puestos en liza en este festejo quedaron de la siguiente manera: Pablo Mora se hizo acreedor del trofeo al Mejor Novillero; el galardón para el Mejor Novillo fue para el ejemplar lidiado en cuarto lugar perteneciente a la ganadería de Fernando Guzmán, respondía al nombre de “Español” y estaba marcado con el número 11; y el trofeo para el Mejor Picador recayó en Carlos Miguel Benito “Bisbal” por su interpretación del tercio de varas ante el cuarto novillo. Estos galardones fueron hechos públicos por la Peña Taurina “Guadalix de la Sierra” el siguiente día 12.

Comienza el paseíllo.
Novillo de "Peñas Blancas" que abrió plaza y que fue
devuelto por inválido.
Pablo Mora abrevió ante la imposibilidad de lucimiento
con el manso sobrero de Fernando Guzmán.
Incierto pareció el de "Torrenueva" en las manos de un
inseguro y dubitativo José Aguilera.
Pablo Mora se gustó con el capote con el buen novillo de
Aurelio Hernando que hizo tercero.
Templados y largos fueron los muletazos que dibujó Pablo Mora
con ambas manos ante este novillo. 
Cortó las dos orejas de este buen ejemplar.
La presidencia premió con la vuelta al ruedo al de Aurelio. Premio
que se fue al limbo porque se percató de ese detalle.
"Español", número 11. Novillo jugado en cuarto lugar
del hierro de Fernando Guzmán que se alzó con el
galardón al Mejor Novillo.
Puyazo de Carlos Miguel Benito "Bisbal", designado
como Mejor Picador a "Español" de Fernando Guzmán.
Buena brega de Sergio Aguilar ante el de Fernando Guzmán
que cerró plaza.
Desconfiado anduvo José Aguilera con este ejemplar.

jueves, 14 de septiembre de 2017

GUADALIX DE LA SIERRA (MADRID). SÁBADO, 9 DE SEPTIEMBRE DE 2017. FESTEJO DE REJONES. FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DEL ESPINAR


PÉREZ LANGA SE IMPONE A RUI FERNANDES


Un bullidor Mario Pérez Langa salió por la puerta grande y se impuso al cavaleiro lusitano Rui Fernandes en el festejo de rejones celebrado el sábado 9 de septiembre en la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra en el que se lidiaron astados de la ganadería de la Hdra. de D. Juan Julián Sanz Colmenarejo.

Segundo festejo de abono del serial taurino de 2017 de la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra. En este caso, un festejo de rejones en el que se acartelaron los rejoneadores Rui Fernandes y Mario Pérez Langa para dar cuenta de astados pertenecientes a la ganadería de la Hdra. de D. Juan Julián Sanz Colmenarejo, cuyas reses pastan en la vecina localidad de Colmenar Viejo.

El encierro colmenareño, que tuvo una discreta presentación, resultó manejable. Con él destacaron las bullidoras actuaciones del rejoneador zaragozano Mario Pérez Langa quien, al término del festejo, saldría por la puerta grande del coso guadaliseño tras cortar las dos orejas del astado jugado en segundo lugar. A este astado, lo paró el zaragozano con dos rejones de castigo, lo que motivó que el burel se quedase emplazado en el centro del anillo. Expuso mucho las cabalgaduras e intentó hacer las cosas bien en un bullidor tercio de banderillas en el que llegó a colocar hasta cinco banderillas largas, dos cortas, y otras dos cortas más a dos manos arriesgando y exponiendo mucho. Tuvo mérito la actuación de Pérez Langa pues llevó a cabo todo el tercio en el centro del ruedo sin ninguna ventaja. Anduvo raudo manejando el rejón de muerte por lo que fue premiado con las dos orejas.

Al cuarto, otro manejable ejemplar, pese a mansear y a mostrarse más distraído, también lo paró con dos rejones de castigo. Ya en el tercio de banderillas, anduvo populista, más preocupado por buscar el aplauso fácil del público con piruetas y alardes de cara al tendido que de lo que hacía delante de la cara del novillo. En esta ocasión, colocaría tres banderillas largas y dos cortas en carrusel. Con la faena, prácticamente, terminada, falló en la colocación de una rosa por dos veces por lo que decidió colocar otra banderilla corta más. Ahora, falló con el rejón de muerte y vio silenciada su actuación.

Por su parte, al lusitano Rui Fernandes le faltó compromiso ante el manejable primero. Lo paró con dos rejones de castigo. Y, ya en el tercio de banderillas, se mostró apático en una labor en la que le faltó decisión y ajuste. Con el tercero, otro ejemplar de igual condición que el que abrió plaza, el portugués realizó todas las suertes en el centro del ruedo, sin ventajas, en una actuación excesivamente sobria y sin concesiones que apenas llegó a calar en los tendidos. Marró con los aceros y, como ante su primer oponente, vio silenciada su actuación.


A Rui Fernandes le faltó compromiso y ajuste ante el primero de la tarde.
Este par de banderillas cortas a dos manos destacó de la bullidora actuación
de Pérez Langa ante el novillo que hizo segundo.
Desplante del rejoneador zaragozano tras el fulminante rejonazo.
Pasó las dos orejas.
Excesivamente sobrio se mostró Rui Fernandes ante el tercero.
Pérez Langa buscó el aplauso fácil ante el cuarto.
Salida del rejoneador zaragozano por la puerta grande.