miércoles, 20 de septiembre de 2017

ALGETE (MADRID). LUNES, 11 DE SEPTIEMBRE DE 2017. NOVILLADA SIN PICADORES. FIESTAS PATRONALES DEL CRISTO DE LA ESPERANZA


PUERTA GRANDE DE LA TERNA CON DISTINTOS MÉRITOS


Los novilleros Juan Collado y Alfonso Ortiz salieron por la puerta grande de la plaza de toros “El Arenal” de la localidad madrileña de Algete tras dos meritorias actuaciones. Les acompañó en esta salida por la puerta grande su compañero de terna Carlos Enrique Carmona. Se lidió un buen encierro, en líneas generales, de la ganadería de “Torrealta” –propiedad del matador de toros Julio Aparicio–, completado por un remiendo de “Los Pradillos”. El astado lidiado en cuarto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo.

El lunes 11 de septiembre, la plaza de toros “El Arenal” de la madrileña localidad de Algete se vistió de gala para acoger una novillada sin picadores con motivo de las Fiestas Patronales en honor al Cristo de la Esperanza. En esta novillada, que contó con el patrocinio de la empresa Plaza 1 y el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, se acartelaban tres jóvenes aspirantes a matadores de toros pertenecientes a dos escuelas taurinas de nuestra comunidad: Juan Collado y Carlos Enrique Carmona, alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Navas del Rey, y Alfonso Ortiz, alumno de la Escuela Taurina de la Fundación “El Juli”. Una terna que, con distintos méritos, salió por la puerta grande del coso algeteño tras vérselas con un encierro de la ganadería de “Torrealta” –propiedad del matador de toros Julio Aparicio– completado con un remiendo de la ganadería de “Los Pradillos”.

Estuvieron bien presentados los novillos propiedad del diestro sevillano. Más justo de presentación estuvo el remiendo de “Los Pradillos” que abrió plaza. Eso sí, fue un conjunto que, en líneas generales, posibilitó el triunfo de la terna actuante. De hecho, el ejemplar jugado en cuarto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

El primero en triunfar fue Juan Collado quien, ya con el de “Los Pradillos” que abrió plaza, se ganó el derecho a salir por la puerta grande. Tuvo mucha nobleza el burel que fue aprovechado de principio a fin por Collado. Lo lanceó con gusto a la verónica y tuvo sabor el remate. Ya con la muleta, dibujó series con ambas manos en las que destacaron las iniciales sobre la mano diestra y la final por naturales de uno en uno. Anduvo acertado en la suerte suprema y su labor fue premiada con las dos orejas. Con el cuarto, novillo que manseó en los primeros tercios, pero que llegó con una encastada nobleza a la faena de muleta, Collado se mostró variado manejando el percal recibiendo al novillo por verónicas y chiculinas. Y Con la pañosa, bordó el toreo al natural. Muletazos largos y templados compusieron esta importante actuación. También tuvieron su aquél una serie con la diestra y las manoletinas con las que puso el broche a una actuación de premio gordo. Sin embargo, falló reiteradamente con los aceros, a pesar de lo cual, paseó de una oreja tras vuelta al ruedo con la que fue premiado el “torrealta”.

Alfonso Ortiz también se ganó el derecho a salir por la puerta ante el primer astado de su lote. Fue este un astado de embestida algo incierta. Acudía con prontitud al cite, sin embargo, se quedaba a mitad del muletazo. A este ejemplar, lo recibió, Ortiz, por toreras verónicas. Muy inteligente, valiente y decidido se mostró en una faena de muleta en la que solventó las complicaciones presentadas por el novillo. Tras una defectuosa, pero eficaz estocada fue premiado con las dos orejas. Con el geniudo que cerró plaza, Ortiz anduvo muy dispuesto consiguiendo algún pasaje aislado. Marró con los aceros y saludó una ovación.

Por su parte, Carlos Enrique Carmona se mostró con muchas ganas y muy voluntarioso ante dos encastados ejemplares que fueron una exigente prueba para el de la escuela de Navas del Rey. Carmona sufrió dos importantes y feas volteretas –afortunadamente, sin importantes consecuencias aparentes– que le valieron el doble trofeo que le sirvió para acompañar en la salida en hombros a sus compañeros de terna.


El diestro y ganadero Julio Aparicio.
Juan Collado se lució con el capote ante el de "Los Pradillos".
Cortaría las dos orejas tras una actuación de torería  y gusto.
Voluntarioso y con ganas mostró Carlos Enrique Carmona
ante el encastado segundo.
Alfonso Ortiz anduvo solvente ante el tercero
que tenía una incierta embestida.
Cortó las dos orejas.
Bordó el toreo Collado con el cuarto.
Vuelta al ruedo al cuarto novillo. Manseó en los primeros tercios,
sin embargo, llegó a la muleta con una encastada nobleza.
También muy voluntarioso estaría Carmona con el quinto.
Sufrió dos importantes volteretas sin consecuencias
importantes aparentes.
Fue premiado con las dos orejas.
Mucha disposición mostró Ortiz con el que cerró plaza.

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