viernes, 26 de mayo de 2017

LAS VENTAS (MADRID). VIERNES 19 DE MAYO DE 2017. CORRIDA EXTRAORDINARIA DE LA ASOCIACIÓN DE LA PRENSA

Natural de Talvante al quinto de la tarde.

TALAVANTE NOS SALVÓ DEL SOPOR Y LA IRRITACIÓN


El extremeño Alejandro Talavante corta la única oreja en la Corrida Extraordinaria de la Asociación de la Prensa. Fue tras una importante faena al quinto de la tarde. De vacío se fue el francés Sebastián Castella. También de vacío se fue el sevillano Javier Jiménez que resultó cogido por el que cerró plaza. Se jugó un mal presentado, manso, desrazado e inválido encierro de la ganadería salmantina de “Puerto de San Lorenzo” que fue remendado con dos sobreros de las ganaderías de “Buenavista” y “Conde de Mayalde”, sustituto, a su vez, de otro sobrero de “Torrealta”.

La Corrida Extraordinaria de la Prensa había despertado gran expectación hasta el punto de colgar el cartel de “No hay billetes”. Sin embargo, la tarde transcurrió entre el sopor y la irritación. El sopor fue motivado, fundamentalmente, por el encierro enviado por la divisa salmantina de “Puerto de San Lorenzo”, mal presentado, manso, descastado e inválido. Un encierro que tuvo que ser remendado con dos sobreros de las ganaderías de “Buenavista”, jugado en primer lugar, y “Conde de Mayalde”, sustituto de otro sobrero de “Torrealta” que, a su vez, reemplazó al titular salmantino que hizo quinto. No mejoraron los sobreros la presentación de los titulares, aunque sí el juego, de hecho, el buenavista y el mayalde resultaron ser los dos mejores toros de este más que deslucido conjunto ganadero. Y la irritación estuvo provocada por la permisividad de la Autoridad encabezada por D. Trinidad López-Pastor –¡ay Trinidad, Trinidad…!– que permitió la lidia de este lote impropio de la primera plaza del Mundo y que, a pesar de los tres toros devueltos –segundo sobrero incluido–, mantuvo en el ruedo, de forma incomprensible, algún inválido más. No tardaron en aflorar las protestas desde los tendidos hacia la nueva empresa gestora del coso venteño y hacia el palco presidencial por estas cuestiones. Protestas que llegaron desde el sector más crítico de la plaza y a los que, en esta ocasión, al menos, no les faltaba razón.

Solo la actuación de Alejandro Talavante ante el de “Conde de Mayalde”, lidiado como tercer sobrero en quinto lugar, consiguió sacar a la plaza de esta tediosa situación. El de “Mayalde” fue un toro regordío, de feas hechuras y que manseó durante toda la lidia. Nadie lo había visto. Solo el extremeño pareció confiar en sus posibilidades. Planteó Talavante la faena en la misma puerta grande. Fueron series cortas en las que Alejandro aprovechó las escasas embestidas que regaló el burel. Series en las que Alejandro dibujó el toreo en muletazos con ambas manos. Muletazos llenos de torería, temple, ligazón. Muletazos, sobre todo los naturales, que llegaron y emocionaron a los tendidos de la monumental venteña. Un cambio de mano fue, simplemente, sensacional. Un natural mirando al tendido desprendió torería. Valerosos desplantes pusieron el punto final a esta obra de arte firmada por el extremeño. Ya solo quedaba la rúbrica y Talvante no marró. Cayó el mayalde y la plaza solicitó el apéndice de forma unánime. Oreja de mucha fuerza y peso la que consiguió el torero extremeño.

Con el segundo, animal de poca fuerza que iba y venía sin clase ni entrega, poco pudo hacer Talavante.

El otro toro que ofreció posibilidades para el lucimiento cayó en manos del francés Sebastián Castella. El astado, designado como primer sobrero, lució el hierro de la ganadería de “Buenavista”. Fue este un ejemplar de feas hechuras que sustituyó al inválido primero. El buenavista resultó manso, aunque encastado, lo que hizo que llegase con posibilidades a la faena de muleta. Castella anduvo inteligente en el inicio de su trasteo muletero comenzando éste por estatuarios a favor de la querencia del burel. Ya con el astado en los medios, el francés instrumentó algún muletazo sobre la mano diestra con regusto, pero que quedaron diluidos en un largo trasteo lleno de pases por ambos pitones poco ceñidos y vaciando la embestida el animal hacia afuera. No estuvo acertado con los aceros y llegó a recibir dos recados presidenciales, el primero de ellos antes de entrar a matar. Poco pudo hacer con el manso y escaso de fuerza astado que hizo cuarto. Solo el torero inicio del trasteo muletero tuvo interés.

Cerró la terna el sevillano Javier Jiménez. Quedó inédito el de Espartinas con el inválido que hizo tercero, una animal que debió ser devuelto a los corrales, pero que, de forma incompresible, fue mantenido en el ruedo por el presidente del festejo –¡ay, Trinidad, Trinidad…!–. Se la jugó de forma valerosa Jiménez con el que cerró plaza, un toro manso y descompuesto que acabó por cornear al rubio torero sevillano.


El Rey Emérito D. Juan Carlos presidió el festejo desde la meseta de toriles. 
Momento de la faena de Sebastián Castella
ante el primer sobrero de "Buenavista".
Poco pudo hacer Alejandro Talavante ante el deslucido segundo.
Javier Jiménez sorteó en primer lugar un inválido
que debió ser devuelto a los corrales.
Este torero inicio del trasteo de Sebastián Castella fue lo único estacable
de la actuación del francés ante el cuarto.
La faena de la tarde la firmó Talavante ante un toro de "Conde de Mayalde"
que fue lidiado como tercer sobrero en quinto lugar.
Cortó una oreja de mucho peso.
Valeroso anduvo Javier Jiménez con el que cerró plaza.
Resultó cogido.
Una tarde presenciada desde el Bajo del 8 junto a Juan Muñoz "Guerra".
Foto: "Guerra"
Hasta tres veces -pudieron ser más- pisaron los bueyes
de Florito el ruedo venteño
D. Trinidad López-Pastor se erigió, una vez más,
como negativo protagonista de la tarde.
"Madrid es plaza de primera. Honradla", rezaba esta pancarta exhibida
en una parte del sector más crítico de la plaza.
"Queremos trapío y seriedad. No al triunfalismo", decía esta otra.

miércoles, 10 de mayo de 2017

TALAMANCA DEL JARAMA (MADRID). SÁBADO 6 DE MAYO DE 2017. NOVILLADA CON PICADORES


INDULTO Y PUERTA GRANDE


Un notabilísimo encierro de la ganadería colmenareña de Ángel Luis Peña, que acabó con un novillo indultado y dos premiados con la vuelta al ruedo póstuma, propició el triunfo de los novilleros actuantes en la novillada picada que puso el punto final a la Feria Taurina de Talamanca del Jarama del presente año. Los novilleros actuantes fueron Juan Carlos Benítez que cortó una oreja al que abrió plaza y los máximos trofeos al novillo indultado y Yannis Djenibla “El Adoureño que obtuvo tres apéndices. Ambos salieron en hombros del coso talamanqués acompañados por el mayoral de la divisa colmenareña Antonio Pascual.

Con una semana de retraso, se celebró la que debió ser primera novillada picada del ciclo talamanqués de 2017. Un festejo que estaba programado para el pasado 29 de abril, pero que tuvo que ser suspendido debido a las inclemencias meteorológicas. No fue en vano la espera, pues el festejo resultó de lo más interesante gracias al extraordinario juego que ofrecieron los utreros de la ganadería de Ángel Luis Peña. Utreros que conformaron un encierro dispar de presentación, pero de un comportamiento más que notable. “Desenvuelto”, “Pañero”, “Almejito” y “Juguetón” fueron los componentes de este excepcional conjunto. “Almejito”, corrido en tercer lugar, fue indultado por la encastada nobleza exhibida en el tercio de muleta. Bravos y encastados resultaron “Desenvuelto” y “Pañero” que, jugados en primer y segundo puesto, respectivamente, fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre. Y menos lucido fue el que cerró plaza, de nombre “Juguetón”, aunque también ofreció un buen puñado de nobles embestidas a su matador a pesar el excesivo número de capotazos recibidos a lo largo de su lidia.

“Almejito”, el novillo al que se le perdonó la vida, fue un novillo correcto de presentación, sin exageraciones. Resultó un tanto rebrincado en los primeros tercios, aunque llegó con una extraordinaria nobleza a la faena de muleta. Cayó este ejemplar en el lote del malagueño Juan Carlos Benítez quien se mostró bullidor manejando el capote, tanto en el saludo, como el quite por chicuelinas que sucedió al fuerte puyazo recibió por el animal. Tras un no menos bullidor tercio de banderillas en el que destacó un par al quiebro con las cortas, interpretó un trasteo muletero de menos a más en el que hubo templados pasajes manejando ambas manos, sobre todo, de mitad de faena hacia adelante. Ya con el novillo aquerenciado en tablas, interpretó, Benítez, una serie de templados circulares en la que destacaron los invertidos con la izquierda. Tras unas ajustadas bernadinas sin la ayuda, se dirigió el malagueño a por el acero, momento en el que empezó a solicitarse el indulto del novillo. Montó la espada, Juan Carlos, y creció la petición. Benítez miraba a la presidencia sin encontrar respuesta. Volvió el novillero a montar la espada y volvió a producirse la petición del indulto, ahora sí atendida por el palco. Tras la vuelta de “Almejito” a los corrales donde aguardaría su posterior vuelta a la finca de procedencia, se concedieron de manera simbólica los máximos trofeos a Benítez quien invitó al mayoral de la ganadería, Antonio Pascual, a que le acompañase en la clamorosa vuelta al ruedo.

Benítez ya había paseado un trofeo tras lidiar a “Desenvuelto”. Un ejemplar de agradables hechuras, bravo y encastado en todos los tercios que recibió los honores de la vuelta al ruedo póstuma. A “Desenvuelto” lo recibió el malagueño con una larga cambiada de rodillas para seguir, ya con la planta erguida, lanceando a la verónica. Tras la fuerte intervención del varilarguero, quitó por tafalleras y se mostró bullidor con los rehiletes, destacando un par al violín. Ya con la pañosa, anduvo torero en los ayudados por alto y por bajo con los que comenzó el trasteo. Posteriormente, consiguió buenos momentos en series por ambos pitones en las que destacaron las interpretadas con la mano izquierda. Fue esta faena mucho más maciza que la realizada ante “Almejito”, sin embargo, su mal uso del descabello redujo el premio de la misma a una oreja.

Por su parte, el francés Yannis Djenibla “El Adoureño” sorteó a “Pañero”, otro burel de agradables hechuras que también fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre por su casta y bravura (quizá fue “Pañero”, el mejor ejemplar jugado esta tarde por la divisa colmenareña). Yannis lo recibió con una larga cambiada de rodillas. Continuó el francés el saludo capotero de forma bullidora y variada. Después de la fuerte vara recibida por el astado, intervino en quites “El Adoureño” entrelazando tafalleras con chicuelinas. Tras un buen segundo tercio en el que destacó el banderillero Mario Campillo, se fue Yannis a los medios para comenzar el trasteo muletero. Citó de lejos y recibió a “Pañero” con una arriesgada arrucina para seguir con pases cambiados por la espalda en los mismos medios. Decisión y ganas, a partes iguales, derrochó en el francés en un entonado trasteo por ambos pitones que fue rematado de forma certera con el acero lo que provocó que se le solicitase, y concediese, el doble trofeo auricular.

Un apéndice pasearía de “Juguetón”, el astado que cerró plaza. Fue “Juguetón” el animal de más volumen del encierro lo que provocó que parte de la cuadrilla de “El Adoureño” tomase sus precauciones. Le pegaron fuerte en su único encuentro con el caballo en el que a punto estuvo de descabalgar al picador. Llegó un poco parado al segundo tercio, pero sin excesivas complicaciones aparentes. Fue bien lidiado por Mario Campillo, sin embargo, sus compañeros banderilleros no anduvieron a la altura a la hora de colocar los garapullos lo que hizo que, este capítulo se convirtiese en una capea. A pesar de ello, “Juguetón” llegó con nobleza a la faena de muleta. Yannis no se dejó influenciar por el espectáculo protagonizado por sus banderilleros y anduvo entonado y templado aprovechando las embestidas del astado. Con el capote, “El Adoureño” anduvo aseado en el recibo y en el quite por tafalleras.

Y así transcurrió este festejo que acabó con los dos novilleros y el mayoral de la ganadería traspasando en hombros el umbral de la puerta grande del coso talamanqués.

Par al violín de Juan Carlos Benítez a "Desenvuelto"
Benítez por naturales
"Desenvuelto" fue premiado con la vuelta al ruedo por su
encastado bravura.
Por chicuelinas y tafalleras quitó "El Adoureño" a "Pañero"
Pase cambiado por la espalda en los medios de "El Adoureño"
"Pañero" también fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Yannis Djenibla fue premiado con las dos orejas por esta actuación.
Un momento del trasteo con la mano diestra de Juan Carlos Benítez
ante "Almejito", el novillo indultado.
Y aquí, al natural.
Juan Carlos Benítez que fue premiado con los máximos trofeos simbólicos
y Antonio Pascual, mayoral de la ganadería de Ángel Luis Peña,
dando la vuelta al ruedo tras el indulto de "Almejito"
Aspecto del ruedo durante el tercio de banderillas que protagonizó la cuadrilla
de "El Adoureño" ante el que cerró plaza.
"El Adoureño" toreando sobre la mano izquierda a "Juguetón"
Una oreja paseó el novillero francés tras esta actuación.

jueves, 4 de mayo de 2017

LAS VENTAS (MADRID). MARTES 2 DE MAYO DE 2017. CORRIDA DE TOROS GOYESCA. FESTIVIDAD DE LA COMUNIDAD DE MADRID


OREJA PARA UREÑA EN EL MANO A MANO DE LOS CONSENTIDOS


Paco Ureña se alzó triunfador de la tradicional corrida goyesca celebrada en la monumental plaza de toros de Las Ventas con la que la Comunidad de Madrid festeja su día grande. Ureña, que actuó mano a mano junto al arnedano Diego Urdiales, cortó la única oreja del festejo por su labor ante el sexto de la tarde perteneciente a la ganadería de Victoriano del Río.

Dos de mayo. Día de la Comunidad de Madrid. La plaza de toros de Las Ventas se engalana para celebrar este día con su ya tradicional corrida goyesca. Y para la ocasión, un cartel de consentidos de la afición venteña que actuarían en mano a mano: Diego Urdiales y Paco Ureña. Consentidos, principalmente, por su forma de sentir e interpretar el toreo. Y consentidos para los que se levanta la vara a la hora de enjuiciarles. Una vara que para otros está mucho más baja. Y el caso es que el festejo empezó un tanto frío pues a la afición venteña le faltó esa sensibilidad de otras veces y se le olvidó –o no quiso– sacar a saludar a sus consentidos una vez roto el paseíllo. Quizá fue esta la forma en la que se les criticaba la elección de las ganaderías a lidiar en tan singular acontecimiento: Salvador Domecq, José Vázquez y Victoriano del Río. Tres de las ganaderías más comerciales de la actualidad.

Así las cosas empezó este festejo en el que los tres hierros reseñados anteriormente conformaron un desigual encierro en cuanto a su presentación y el juego ofrecido. Un conjunto del que destacó el jugado en último lugar y que perteneció a la ganadería de Victoriano del Río. Un buen ejemplar, pese a su punta de mansedumbre, que fue ovacionado en el arrastre. Cayó este astado en el lote del lorquí Paco Ureña quien inició su trasteo, sin probaturas, toreando con la mano izquierda desde el centro del anillo. Citó Ureña y se arrancó con alegría desde las tablas el victoriano. Dos fueron las series de naturales las que interpretó Ureña en las que también hubo muletazos buenos, de regusto, de mano bajo, largos y templados que pusieron la plaza bocabajo. Dos más, con el mismo son, se sucedieron con la mano diestra. Citaba el lorquí de frente y en largo. Las series de muletazos tuvieron emoción. Llegado a este punto, Paco acortó las distancias y con ello la embestida de su noble, aunque manso colaborador. Aquí se descompusieron toro y torero y el ritmo de la faena cayó de inmediato. Cambió Ureña el estoque simulado por el de verdad y se perfiló para ejecutar la suerte suprema. Máxima expectación. Visto lo visto, Ureña podía tener entreabierta la puerta grande, sin embargo, la espada cayó baja. El toro, aculado en tablas, tardó en caer, más que por su bravura, por la deficiente colocación de la espada. Sonó un aviso –que bien pudieron ser dos–. Ureña no se atrevía a coger el descabello por miedo a perder el triunfo… Cayó, por fin, el toro y la plaza se tiñó de blanco solicitando el trofeo para el lorquí.

Una ovación con saludos sería el premio por su labor ante el cuarto, con el hierro de José Vázquez. Fue este un astado manso de libro que se dejó en la faena de muleta. Tardó Ureña en acoplarse con él en una faena de menos a más en la que destacaron dos series con la mano izquierda al final del trasteo. Dos series muy distintas: la primera de una extraordinaria ligazón y la segunda con un ramillete de muletazos de frente y de uno en uno cruzándose al pitón contrario. Dos series que hicieron olvidar la desastrosa lidia que se vivió en los primeros tercios. Un desorden propiciado por la cuadrilla de Ureña, así como la inhibición de éste en la misma, y por la dejadez de sus funciones como director de lidia de Diego Urdiales.

Con el inválido de Salvador Domecq que hizo segundo, solo pudo destacar Ureña con un ramillete de verónicas y la media de remate en el saludo capotero. Fue este toro un animal que apenas podía mantenerse en pie desde su salida de chiqueros y que, de forma incompresible, fue mantenido en el ruedo por al presidente del festejo D. Trinidad López –¡ay, Trinidad, Trinidad!– lo que provocó unas airadas protestas a la muerte del astado con palmas de tango y gritos de “fuera del palco”.

De vacío se fue el arnedano Diego Urdiales, aunque de no haber sido por su fallo con la espada, también hubiese tocado pelo. Presentó el arnedano sus credenciales en un quite por chicuelinas con el que replicó al realizado por Ureña por ajustadas gaoneras ante el toro de Salvador Domecq que abrió plaza, un ejemplar de gran nobleza y de muy poca fuerza que llegó parado a la muleta. Por toreros ayudados por alto inició, Diego, su desigual trasteo muletero en el que dejó pinceladas con la mano izquierda con muletazos de uno en uno con el astado muy parado.

El tercero perteneció a la divisa de José Vázquez. Fue este un animal manso, aunque de buena condición en el tercio final. No pudo estirarse con él en el saludo capotero, aunque sí lo lidió de forma magistral. Con la pañosa, lo cuajó el arnedano por momentos en una faena no redonda en la que hubo muletazos de empaque y gusto con ambas manos. Muy torero fue final del trasteo y los ayudados por bajo con los que volvió a fijar al burel después de un pinchazo.

Poco confiado y precavido se mostró con el de Victoriano del Río que hizo quinto. Manso ejemplar, sin pizca de fijeza, y cuya lidia fue un auténtico desastre.

Terminado el festejo, Diego Urdiales y Paco Ureña, estos dos toreros consentidos de la afición de Madrid abandonaron la plaza rodeados de una fuerte ovación. Manteniendo intacta su condición de Consentidos de Madrid.


Ureña quitó por ajustadas gaoneras al de Salvador Domecq qui hizo primero.
Y Urdiales replicó por chicuelinas. 
Por toreros ayudados por alto inició Urdiales su trateo muletero.
Saludando la ovación.
Ureña solo pudo lucirse con el capote ante
el inválido segundo de Salvador Domecq.
El presidente del festejo, D. Trinidad López, una vez más, volvió
a erigirse en protagonista negativo del festejo por mantener en pie al inválido segundo.
Urdiales cuajando con la diestra al tercero de José Vázquez.
En una capea se convirtió la lidia del manso de José Vázquez que hizo cuarto.
Aquí el picador de turno moviendo la cabalgadura en sentido contrario
para interpretar la suerte.
El astado llegó con nobleza a la muleta y fue cuajado por Ureña al natural.
Saludando la ovación.
Otra capea fue la lidia del manso quinto de Victoriano del Río.
Salió suelto y fue picado, sin poner en suerte, por el picador que guardaba la puerta.
Precavido se mostró Urdiales con el astado.
Gran calidad en la embestida la que desarrolló el sexto de Victoriano del Río.
De esta forma, lo cuajó Ureña por naturales en una faena de más a menos.
 
El de Victoriano del Río fue ovacionado en el arrastre.



martes, 2 de mayo de 2017

LAS MATAS (MADRID). LUNES 1 DE MAYO DE 2017. NOVILLADA CON PICADORES


YOUNES, QUE SALIÓ A HOMBROS, CARRETERO Y MENÉS
SE REPARTEN CUATRO OREJAS EN LAS MATAS


El francés Andy Younes salió por la puerta grande del coso madrileño de Las Matas tras cortar las dos orejas al quinto novillo del descastado, aunque manejable, encierro lidiado por la divisa salmantina de “El Pilar”. Por su parte, Diego Carretero y Daniel Menés obtuvieron un trofeo cada uno.

Muy desigual de presentación resultó el encierro lidiado hoy en el coso portátil instalado en el barrio roceño de Las Matas por la ganadería salmantina de “El Pilar”. Novillos de vastas hechuras se enlotaron con otros con el trapío justo para ser lidiados en una novillada sin picadores. Todos, eso sí, estuvieron faltos de raza, aunque se dejaron hacer. De este conjunto, destacó el corrido en quinto lugar, astado mansito, aunque de gran nobleza que fue ovacionado en el arrastre. Cayó en suerte este utrero en las manos del francés Andy Younes quien le cortó las dos orejas. No pudo estirarse Younes con el capote. Ya con la muleta, tardó en centrarse con la embestida de este noble animal que, sin embargo, siempre amagó con salir suelto a tablas. Fue de mitad de faena hacia adelante cuando el francés firmó los mejores pasajes del trasteo sobre la mano diestra. Dos templados circulares invertidos que fueron muy jaleados por los tendidos pusieron el punto final a este desigual trasteo. Poco importó el reiterado fallo del francés usando el verduguillo tras una estocada entera para para que a sus manos fuese a parar el doble trofeo. Con el primero de su lote, con mucho volumen y de rebrincada embestida, no llegó a estar a gusto.

Un apéndice del que abrió plaza se llevó el albaceteño Diego Carretero. Fue este un novillo de escaso trapío, manejable y muy justo de fuerza. A este animal, lo recibió Carretero de forma aseada con el capote y lo quitó por airosas chicuelinas. Sin embargo, no llegó a encontrar entente con el burel en un trasteo muletero muy enganchado al que le faltó temple y poso. Con el manso cuarto que acabó aquerenciado en tablas, no pudo pasar de dispuesto.

Y un apéndice también obtendría el madrileño Daniel Menés por su labor ante el manejable tercero. No pudo lucirse Menés en el saludo capotero, aunque sí lo hizo en el quite por faroles invertidos. Ya con la muleta, instrumentó una faena de largo metraje con muchos pases por ambos pitones que rubricó de un certero espadazo. Por el contrario, silenciada resultaría la labor del madrileño ante el voluminoso novillo que cerró de plaza, un astado manejable, pero que anduvo con la fuerza justa. Con él Menés solo pudo mostrarse aseado en el quite por delantales y algún pasaje aislado con la zurda en el trasteo muletero.

Comienza el paseíllo con los tres diestros desmonterados. 
Así recibió de capa Diego Carretero al que abrió plaza.
Carretero dando la vuelta al ruedo tras el trofeo obtenido.
Andy Younes en el trasteo muletero ante el segundo.
Con esta airosa revolera remató Menés el quite por faroles invertidos
que realizó ante el primero de su lote.
Menés con la oreja obtenida tras esta actuación.
En tablas acabó el segundo del lote de Carretero.
Con la mano diestras firmó Younes los mejores momentos
de su trasteo muletero ante el noble quinto.
 
Younes en la vuelta al ruedo tras ver como su faena era premiada
con el doble trofeo.
Así quitó por delantales Menés al que cerró plaza.