jueves, 23 de mayo de 2019

PRESENTACIÓN DE CARTELES DEL IV CERTAMEN "FUENTE DEL TORO" DE EL MOLAR (MADRID)


PRESENTACIÓN DE LA FERIA TAURINA DE EL MOLAR 2019


El pasado 19 de mayo, la localidad madrileña de El Molar hizo públicas las combinaciones de la cuarta edición su certamen para novilleros sin picadores “Fuente del Toro”. Un certamen que se consolida año a año y que, en la presente edición, cuenta con la novedad de que uno de sus festejos se encuentra incluido dentro del certamen “Camino hacia Las Ventas” patrocinado por el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid y Plaza 1, empresa gestora del coso venteño.

Este ciclo molareño, organizado por el Ayuntamiento de El Molar a través de su Comisión de Festejos encabezada por el aficionado Ángel Moreno, está compuesto por tres novilladas sin picadores que tendrán lugar los días 31 de mayo y 1 y 2 de junio a las seis de la tarde y cuyas combinaciones son las siguientes:

-Viernes, 31 de mayo. Novillos de “El Cortijillo” y Lozano, Hnos. para Carlos de María, Manuel Perera y Julián Garibay.

-Sábado, 1 de junio. Novillos de “Flor de Jara”, ganadería triunfadora de las primeras ediciones del ciclo, para Valentín Hoyos, Miguel Polope e Isaac Fonseca, que repite actuación en esta localidad madrileña tras proclamarse triunfador en 2018.

-Domingo, 2 de junio. Novillada incluida en el “Camino hacia Las Ventas”. Novillos de “San Isidro” y “Toros de Tenorio”, para Leandro Gutiérrez, Álvaro Burdiel y David López.

Estos festejos se verán complementados con la potenciación, además, de los festejos populares. Unos festejos que, en este 2019, contarán con la suelta del I “Toro de la Fuente” que, organizado por la recientemente creada Asociación Taurina “Toro de la Fuente” con la colaboración del Consistorio molareño y los establecimientos locales se llevará a cabo el sábado 1 de junio tras el encierro de los novillos que se lidiarán por la tarde.

El acto de presentación de este IV Certamen “Fuente del Toro” que tuvo lugar en el Salón de Plenos Municipal fue conducido por el periodista de Movistar Toros Germán Estela y contó con la presencia e intervención de los novilleros actuantes Carlos de María, David López, Álvaro Burdiel e Isaac Fonseca, así como de Daniel Aragón, representante de la ganadería de “Flor de Jara”, el matador de toros Fernando Cruz que lo hizo en calidad de padrino del certamen, el empresario taurino Luis María Garrido, Víctor Zabala de la Serna, gerente de Plaza 1, el periodista Sixto Naranajo, director de la información taurina de la cadena Cope y responsable de las retransmisiones de Telemadrid, Diego Martín Rubio, presidente de la Asociación Taurina “Toro de la Fuente”, y los representantes municipales David González, primer Teniente de Alcalde, y Yolanda Sanz, Alcaldesa de El Molar, quien fue la encargada de poner el punto final al acto.

martes, 21 de mayo de 2019

VILLAR DEL OLMO (MADRID). DOMINGO, 19 DE MAYO DE 2019. FESTIVAL TAURINO SIN PICADORES HOMENAJE A MANUEL VIDRIÉ


EXITAZO EN EL EMOTIVO FESTIVAL CON EL QUE
VILLAR DEL OLMO HOMENAJEÓ A MANUEL VIDRIÉ



Pablo Hermoso de Mendoza y Juan del Álamo firmaron los momentos más destacados del festival taurino con el que la localidad madrileña de Villar del Olmo homenajeó al gran torero a caballo Manuel Vidrié. Navarro y salmantino vieron premiadas sus actuaciones con las dos orejas de sus respectivos oponentes. También obtuvieron el doble premio auricular Paquirri y el novillero Isaac Fonseca. Por su parte, Finito de Córdoba y Manuel Escribano verían premiadas sus labores con un apéndice. Se lidió un encierro de la divisa de Isabel Reyna Tartiere completado con un astado de José Rosa Rodríguez que se jugó en el turno de rejones. De este conjunto ganadero, destacó el novillo jugado en quinto lugar que fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma.

La localidad madrileña de Villar del Olmo rindió un sincero y emotivo homenaje a una de las grandes figuras del toreo a caballo de todos los tiempos, el torrelagunense Manuel Vidrié. Un homenaje que comenzó con un sencillo, pero emotivo acto en el que se descubrió un azulejo en honor a un visiblemente emocionado Vidrié en el edificio del antiguo matadero de esta localidad madrileña. “El Ayuntamiento de Villar del Olmo en homenaje a Manuel Vidrié Gómez. Maestro del toreo a caballo, ejemplo de sencillez, elegancia y sapiencia” reza este azulejo que fue descubierto por los integrantes de la Corporación Municipal, con su Alcaldesa, doña Lucila Toledo, a la cabeza y los componentes del cartel del festival taurino que sería el plato fuerte de este homenaje. Un cartel compuesto por el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, los matadores de toros Finito de Córdoba, Paquirri, Manuel Escribano que sustituía al inicialmente anunciado Curro Díaz y Juan del Álamo, además del novillero triunfador del X Bolsín Taurino Villareño, Isaac Fonseca.

Ya en lo estrictamente taurino, se llenaron los tendidos del villareño coso portátil para acompañar al homenajeado y presenciar las actuaciones de los toreros que conformaban el cartel de este lujoso festival quienes lidiarían un encierro de la vacada de Isabel Reyna Tartiere completado con un astado de José Rosa Rodríguez que se correría en el turno de rejones.

Encastados resultaron los del hierro de Isabel Reyna. Incluso alguno llegó a echar en falta un puyazo para templar sus embestidas. De este lote, destacó el corrido en quinto lugar –cuarto de lidia a pie– que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Un ejemplar que, herrado con el número 40 y de nombre “Infundioso”, resultó bravo y de mucha clase en sus embestidas. En el lado opuesto, el burel que cerró plaza, manso que salía buscando el refugio de las tablas, aunque, todo hay que decirlo, mostró nobleza en las embestidas que regaló cuando se le dejó la muleta puesta. Por su parte, el de José Rosa fue un astado de gran nobleza y que tuvo un templado y rítmico galope.

Abrió plaza Pablo Hermoso de Mendoza quien invitó a sus compañeros de cartel a realizar un brindis conjunto a un visiblemente emocionado Vidrié.  Hermoso lidió al ejemplar de la divisa lusitana al que paró de forma magistral a lomos de “Jíbaro”, sobre el que colocó dos rejones de castigo. Ya en banderillas, cuajó una soberbia actuación con “Berlín”, “Gallo II” e “Índico”. Una actuación en la que se gustó el navarro templando las embestidas del de José Rosa, citando de frente y clavando en lo alto. Con la faena hecha, salió al ruedo “Corsario” sobre el que colocaría tres banderillas cortas que precedieron a un rejonazo final con el que finiquitó a este gran colaborador.

El siguiente turno fue para Finito de Córdoba quien se gustó meciendo el capote en las verónicas con las que saludó a su oponente. Pero donde más se gustó fue en el ramillete de medias con las que remató el saludo capotero. Sin embargo, con la pañosa no acabó de estar a gusto con el encastado ejemplar que bien hubiese necesitado un puyazo para atemperar su acometividad. Aun así, Finito consiguió dejar su sello en una serie con la mano diestra en la que resultaron muletazos de enjundia.

Paquirri fue el encargado de actuar en tercer lugar. Sorteó otro encastado novillo que también acusó la falta de un puyazo en el último tercio. Paquirri se gustó lanceando a la verónica, tanto en el recibo, como en el turno de quites. Posteriormente, interpretó un vibrante y accidentado tercio de banderillas, pues fue volteado, afortunadamente, sin consecuencias, cuando intentaba colocar el segundo par. Ya con la muleta y tras brindar al público, comenzó su trasteo con unos toreros doblones sentado en el estribo. Ya con la planta erguida, anduvo bullidor en un trasteo que caló pronto en los tendidos villareños.

De rodillas en el tercio se echó Manuel Escribano para recibir con una larga cambiada al cuarto, manejable ejemplar, aunque un tanto agarrado al piso. Y de rodillas siguió lanceando por verónicas. Palo por el que siguió, ahora ya, con la planta erguida. Se gustó, el sevillano, en este saludo como también lo haría con el quite por chicuelinas. Un quite que fue replicado por navarras por Juan del Álamo. Ya en banderillas, Escribano interpretó un vibrante tercio en el que destacaron el segundo par, al quiebro, y el que cerró el tercio, al quiebro y al violín. Brindó a Keylor Navas, portero del Real Madrid que presenciaba el festejo junto al Maestro Vidrié, su faena de muleta en la que consiguió algunos pasajes estimables con la zurda.

En quinto lugar, intervino el salmantino Juan del Álamo a quien correspondió en suerte el mejor ejemplar del lote de Isabel Reyna. Colorado de capa, herrado con el número 40 y de nombre “Infundioso”, fue un bravo ejemplar con una muy enclasada embestida que nunca se cansó de embestir por lo que sería premiado con la vuelta al ruedo póstuma. A este ejemplar, lo recibió el diestro salmantino con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio, para, ya enhiesto, gustarse lanceando a la verónica ganando terreno para rematar en el centro del anillo con una media de rodillas. Espoleado por el quite por gaoneras interpretado por Isaac Fonseca, replicó a este por chicuelinas que remató con medio farol para echarse el capote a la espalda e interpretar una gaonera que precedería a la revolera final. Brindó a Jaime Ostos su trasteo muletero que comenzó de hinojos con pases por alto que remató con un torerísimo cambio de mano. Ya con la planta erguida, dibujó series con ambas manos, sobre todo con la zurda, en la que resultaron muletazos de bella factura. Una auténtica obra de arte que, sin embargo, no acabó de rematarse con los aceros de forma certera lo que no obstó para que el salmantino pasease el ruedo villareño con las dos orejas del gran “Infundioso”.

Cerró plaza el joven novillero azteca Isaac Fonseca, alumno de la Escuela Taurina “Miguel Cancela” de Colmenar Viejo quien entró en el festival tras proclamarse triunfador de la décima edición del bolsín taurino que organiza esta localidad madrileña. Lejos de amedrentarse por la talla de sus compañeros de cartel, tiró de raza, Fonseca, y salió a no dejarse ganar la partida y eso que las circunstancias no eran la mejores, pues a sus manos fue a parar el astado menos lucido, un novillo manso que buscó el abrigo de las tablas, pero que embestía bien si se le dejaba la muleta puesta. A este ejemplar, lo recibió el joven novillero azteca con una larga cambiada de rodillas en el tercio a la que siguió un torero recibo por verónicas ya con la planta erguida. No dejó pasar su turno de quites e interpretó unas ajustadas saltilleras. Tras brindas a unos familiares, se fue al centro del anillo desde donde citó al novillo para iniciar el trasteo con un pase cambiado por la espalda. Entonces, el novillo se fue a tablas, donde, tras mostrarse afanoso por conseguir lucimiento, Fonseca consiguió ligar dos buenas series con la mano diestra dejando la muleta muy puesta en la cara del novillo.


Momento del brindis conjunto a Vidrié por parte de todos
los intervinientes en el festival.
Hermoso de Mendoza montando a "Índico" en banderillas.
Finito dejó su torería con el capote y en una serie con la diestra.
Paquirri se gustó lanceando a la verónica ante el tercero.
Manuel Escribano dejó buenos naturales en su turno.
Juan del Álamo meciendo el capote por verónicas ante "Infundioso"
Se gustó en la faena de muleta por ambas manos, pero sobre todo,
con la zurda.
"Infundioso" fue premiado con la vuelta al ruedo.
Le echó raza Isaac Fonseca ante el sexto, novillo que buscó
el refugio de las tablas.

jueves, 16 de mayo de 2019

VALLADOLID. DOMINGO, 12 DE MAYO DE 2019. CORRIDA DE TOROS. FERIA TAURINA DE SAN PEDRO REGALADO


TRIUNFO Y PUERTA GRANDE DE PABLO AGUADO
EN TARDE DE ARREBATADA TORERÍA DE MORANTE


El sevillano Pablo Aguado, que sustituía al anunciado Roca Rey, salió por la puerta grande de la plaza de toros de Valladolid tras cortar una oreja a cada uno de los toros de Matilla que le tocaron en suerte. Morante de la Puebla y José María Manzanares obtuvieron sendos trofeos, aunque de distinto calado. Se lidió un encierro mal presentado y escaso de fuerza y raza, aunque manejable, de la Casa Matilla con los hierros de Hnos. García Jiménez y Peña de Francia.

Valladolid celebró sus fiestas de San Pedro Regalado de 2019 con una corrida de toros en la que se acartelaron los diestros Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey, el diestro que más expectación está levantando en público y aficionados. Sin embargo, el diestro peruano no pudo acudir a la cita vallisoletana debido a una lesión sufrida el viernes anterior en la Maestranza sevillana. Difícil situación para la empresa la de sustituir al diestro peruano. Apostó, la empresa, por dar oportunidad a la última revelación de la temporada, el sevillano Pablo Aguado quien, tras cortar cuatro orejas a un encierro de Jandilla, salía a hombros por la sevillana Puerta del Príncipe el mismo día en que se lesionó el diestro peruano. No se equivocó la empresa, pues esta sustitución apenas lo acusó la taquilla y los tendidos del coso pucelano se llenaron en su totalidad. Ni siquiera el Rey Emérito y la Infanta Elena quisieron dejar de presenciar el festejo. Y, además, el diestro sevillano, que hacía su presentación en Pucela, salió por la puerta grande tras imponerse a sus compañeros de terna. Una terna que se las tuvo que ver ante un encierro de la Casa Matilla con los hierros de Hnos. García Jiménez y Peña de Francia.

El encierro de Matilla estuvo mal presentado. Incluso los corridos en los dos primeros turnos fueron muy protestados de salida. Estos dos animales, además, resultaron de una invalidez extrema y debieron ser devueltos a los corrales, sin embargo, fueron mantenidos en el ruedo por el palco presidencial y dieron al traste con las aspiraciones de sus matadores. Algo más de fuerza, pero poco más, tuvo el resto del encierro. Un conjunto que, aunque justo de raza, resultó manejable, pero a menos.

Como quedó ya reflejado, el triunfador de este festejo fue Pablo Aguado quien salió en hombros por la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de sus oponentes. Aguado recibió el cariño de la afición vallisoletana desde el principio y tuvo que saludar desde el tercio una fuerte ovación justo antes de la salida del primero de su lote. Ya con el toro en el ruedo, un ejemplar con el hierro de Hnos. García Jiménez que manseó en los primeros tercios, pero que resultó noble en la muleta hasta que se apagó, no se pudo estirar, el sevillano, con el capote. Ya con la franela y tras brindar la faena a don Juan Carlos., desplegó temple, gusto y torería en una importante labor en la que dibujó bellas series de derechazos y naturales que llegaron a emocionar a los tendidos del coso pucelano. Tras una eficaz estocada, fue premiado con un trofeo. Con ansia de triunfo y con la puerta grande entreabierta, salió a por todas ante el sexto, manso astado de Peña de Francia que se rajó en mitad de la faena de muleta. Aguado lo recibió con una larga cambiada de rodillas a portagayola. Ya enhiesto, se lució lanceando con el capote, primero en las arrebatadas verónicas del saludo y, después, en un  templado quite por chicuelinas. Brindó al público la faena de muleta en la que mostró firmeza y disposición ante el escaso celo de su oponente lo que le hizo firmar algunos momentos de interés con ambas manos, sobre todo, con la mano diestra. Tardó en hacer efecto la estocada por lo que cayó un aviso lo que obstó, en absoluto, para que el público solicitase con mucha fuerza la oreja que, finalmente, fue concedida por el palco. Así, Aguado se ganaba el derecho a salir en hombros por la puerta grande del coso vallisoletano.
Por su parte, Morante de la Puebla, cortó una oreja del cuarto de la tarde. Ante este toro, noble, aunque flojo ejemplar, Morante salió espoleado por el trofeo obtenido por Aguado en el toro anterior. Así, recibió al de Peña de Francia con una larga de rodillas en el tercio. Ya con la planta erguida, dibujó una verónica a la que siguió un ramillete de arrebatadas chicuelinas que pusieron en pie los tendidos vallisoletanos. Brindó su trasteo muletero al público. Un trasteo inteligente en el que el genio de La Puebla destapó su particular frasquito de las esencias para impregnar el coso pucelano con su singular aroma de torería en series de muletazos por ambos pitones que dibujó en los terrenos de toriles tras cambiar los terrenos al de Matilla. Una obra única en la que hasta los desplantes de final de faena tuvieron sabor. Llegó la hora de la suerte suprema y Morante se atracó de toro por lo que la espada cayó trasera lo que hizo que el burel tardase en echarse, demora por la cual llegó a sonar un recado presidencial. Morante recurrió al descabello y tras un golpe fallido, el toro se echó. Esta tardanza, unida al dantesco espectáculo protagonizado por Sánchez Araujo con la puntilla, enfrió al público pucelano y esta gran obra de Morante solo fue premiada con una oreja. Con el inválido e impresentable astado que abrió plaza, Morante solo pudo dejar algún detalle en la faena de muleta con la mano diestra.

Y el alicantino José María Manzanares también se llevó un trofeo del segundo de su lote. Un ejemplar que lucía el hierro de Hnos. García Jiménez que resultó noble, aunque muy justo de fuerza lo que le hizo llegar a la muleta con un molesto calamocheo. A este burel, lo recibió Manzanares con una larga cambiada de rodillas en el tercio, sin duda, también espoleado por los trofeos obtenidos por sus compañeros de terna. Posteriormente, se gustó lanceando por verónicas a pies juntos y en un airoso galleo por chicuelinas con el que puso al toro en suerte en el tercio de varas. Sin embargo, en la faena de muleta, el alicantino no fue capaz de corregir el anteriormente señalado defecto del astado en una poco ceñida labor que tuvo muchos –demasiados– altibajos en la que, además, fue molestado por el viento. Poco importó esta situación para que también fuese premiado con un apéndice auricular tras una estocada trasera casi entera. Con el impresentable e inválido astado de Peña de Francia que hizo segundo, solo pudo lucir con el capote, además, de dejar algún detalle con la mano zurda en el trasteo muletero.

Entre los de plata, destacar el tercio de banderillas protagonizado por Daniel Duarte, componente de la cuadrilla de José María Manzanares, en el segundo de la tarde por el que tuvo que saludar montera en mano.


S. M. el Rey Emérito don Juan Carlos y la Infanta Elena presenciaron
el festejo en los tendidos de sombra.
Arrebatada chicuelina de Morante el cuarto del festejo.
Destapó su particular frasquito de esencia torera en la faena de muleta.
Lo más destacado de la actuación de José María Manzanares
fue su toreo de capote.
Natural de Pablo Aguado ante el tercero de la tarde.
Salió a por todas ante el sexto al que recibió a portagayola.
Dibujó muletazos de bella factura hasta que se rajó el toro.
Daniel Duarte, de la cuadrilla de José María Manzanares,
saludó tras banderillear al segundo de la tarde.

domingo, 12 de mayo de 2019

MANUEL VIDRIÉ, TORERO A CABALLO (PRIMERA PARTE)



Este año de 2019 es un año de recuerdos para una de las grandes figuras del rejoneo español de todos los tiempos, el torrelagunense Manuel Vidrié. Pues en este año se cumplen cuarenta años de su primera salida a hombros de la monumental plaza de toros de Las Ventas, pero es que, también, se cumplen treinta años de la que sería su séptima y última salida por la puerta grande de la citada monumental. Aprovechando estas efemérides, “De celeste y plata” rinde homenaje a este Grande del Toreo a Caballo a través de una pequeña semblanza del torrelagunense. Semblanza que se hará en dos entregas coincidiendo con los aniversarios de estas dos tardes gloriosas para el de Torrelaguna. En ellas, por supuesto, también se recordarán estos dos acontecimientos a través de una pequeña selección de crónicas de la época.

Hoy, 12 de mayo de 2019, coincidiendo con el cuarenta aniversario de aquella primera salida por la puerta grande madrileña de Vidrié, publicamos la primera entrega de este pequeño homenaje a uno de los Grandes del Toreo a Caballo de todos los tiempos.

El 12 de mayo de 1979 comenzaba en la madrileña plaza de toros de Las Ventas la trigésimo tercera edición de la Feria de San Isidro. Para tal ocasión, se programó una corrida de rejones en la que, para lidiar astados de la ganadería de Luis Albarrán, se anunciaron los caballeros rejoneadores Álvaro Domecq, Manuel Vidrié, Joao Moura y Antonio Ignacio Vargas. Fue esta una fecha importante para uno de los rejoneadores clave para entender la evolución del toreo a caballo en nuestro país. Este rejoneador no es otro que el torrelagunense Manuel Vidrié quien abriría por primera vez en su carrera la puerta grande de la monumental madrileña. De esta forma, el torrelagunense se consagraba como máxima figura del rejoneo de la época.

Manuel Vidrié paseando las dos orejas de "Facilón" la tarde del 12 de mayo de 1979.
Foto: Botán, cedida por Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
Nuestro protagonista se ganó el derecho a salir por la puerta grande tras cortar las dos orejas al segundo del encierro, de nombre “Facilón”, número 11, negro de capa y de 526 kilos.

Como decíamos antes, una importante actuación que se contó de la siguiente manera en la prensa escrita:

Juan Posada, ex-matador de toros y, entonces, crítico taurino de Diario 16 diría lo siguiente en la crónica aparecida en el citado diario el 14 de mayo:

Vidrié, perfecto; Moura, asombroso. Vidrié, lección de rejoneo.

Manuel Vidrié se consagró como el mejor rejoneador español del momento. Desde que recibió a su enemigo a porta gayola, hasta que éste cayó fulminado por un certero rejón, dictó toda una lección del arte de rejonear. Perfectamente acoplado a la cabalgadura, dominada y obediente a sus deseos, toreó y dominó a su enemigo que se entregó desde el principio. La forma de colocarlo en suerte, cambiando los terrenos con suaves insinuaciones de las riendas, fue un prodigio de técnica torera que el público, frío en un principio, comprendió y valoró.

Lo mejor de su labor fueron tres pares de banderillas con cites muy cortos y ganando la cara con la gracia y prestancia de un gran banderillero. Pares que quizá sean los más perfectos que se han visto colocar en la plaza de Madrid en muchos años. Solo por ellos mereció el premio de las orejas. Su toreo, serio y hondo, a la española, impuso en la plaza la razón de ser del arte de torear.

Momento de la actuación de Vidrié en esta señalada fecha.
Foto: Botán, cedida por Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
Por su parte, Ernesto Acebal, en el diario Marca, escribiría en la crónica aparecida el día 13 de mayo:

Vidrié, dos orejas; una Domecq, y otra, Moura, y ovacionado, Vargas.

Y Vidrié. Es el primer triunfo de la feria y corta las primeras –las dos– orejas de San Isidro, tras una apoteósica actuación a caballo y que ha entusiasmado al público. Vidrié ha sido perfecto encima de sus caballos y con verdadera emoción y arte ha clavado en lo alto con un derroche de poderío y clase. La plaza madrileña, como hemos dicho, ha llegado a la apoteosis con su actuación, cargada de actuaciones brillantísimas y únicas y entre incesantes ovaciones. Era el clamor del éxito que culmina con el rejón de muerte, con lo que, rematada su gran obra, corta las dos orejas entre el delirio de la gente y da la vuelta en triunfo (…). Lo de Vidrié no se olvidará. ¡Qué éxito!

Momento de la actuación de Vidrié en esta señalada fecha.
Foto: Botán, cedida por Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
Y así lo contó José Luis Súarez-Guanes en ABC en la crónica también aparecida al día siguiente de tan importante acontecimiento para el torrelagunense:

El “Niño” Moura ya es un hombre. Manuel Vidrié confirmó su categoría.

(…) He visto la madurez de Vidrié (…). Sale el segundo –“Facilón”–. Vidrié lo corre con medida, con esa su pausa milimétrica. Tiene que buscar a su rival. Hay alguna pasada en falso. El ritmo geométrico gusta, pero no entusiasma. Con las banderillas es otra cosa –con los rejoncillos había estado mejor como torero que como ejecutor– y cala por entero en las masas. Un primer par muy bueno. Un segundo de la misma calidad. Un tercero que levanta al público. Todo medido, con ese compás y tiralíneas del que hablé alguna vez. Con las cortas, en cambio, busca y encuentra sendas más espectaculares. Mata desde “Moscoso”, con derrame al primer encuentro. Dos orejas unánimes. Vidrié confirmó su categoría, pero fueron sus tres pares de banderillas los que le dieron el doble trofeo.

Momento de la actuación de Vidrié en esta señalada fecha.
Foto: Botán, cedida por Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
Este es el relato que se haría en la prensa escrita de esta actuación del torrelagunense que significaría su consagración como máxima figura del rejoneo. Una consagración meritoria puesto que se produce a base de esfuerzo, sacrificio, constancia, desde la humildad y partiendo de cero.

Manuel Vidrié Gómez nace en Torrelaguna (Madrid), el 8 de octubre de 1942. Hijo de Águeda, hija de un trabajador del Canal de Isabel II, y de Manuel, quien trabajó en el Depósito de Sementales de Alcalá de Henares y en la Escuela de Equitación de Caballería, pronto se adicionará al mundo del caballo. La profesión de su padre, unida a la de su abuelo paterno quien, además de ser cochero del Duque de Alba, también trabajó en el Depósito de Sementales de Alcalá de Henares, ayudará, sin duda, al nacimiento de esta afición. Pero sería la contemplación de la actuación de Alfonso Torres con el caballo “Martinete” en una exhibición de caballos de raza a cargo de Álvaro Domecq celebrada en la Casa de Campo, a la que acudió de la mano de su padre cuando era niño, la que le haría descubrir y aficionarse al mundo del rejoneo.

Como nota curiosa, apuntar que, con solo cinco años, Vidrié daría sus primeros pasos a lomos de un caballo en una plaza de toros. Fue en Torrelaguna para hacer el despeje de plaza y la preceptiva petición de la llave de toriles.

Vidrié con cinco años haciendo el despeje de plaza en Torrelaguna.
Fotografía aparecida en el número 2 de la revista "Fiesta" de mayo de 1983.
Su desmedida afición por los caballos y sus deseos de llegar a ser rejoneador, le harían abandonar los estudios una vez terminado cuarto de Bachillerato. En seguida se puso a trabajar con el fin de ganar dinero y poder cumplir su sueño. Enfocó su vida en los caballos y, como no había otra cosa, se enroló como especialista en el mundo del cine donde llegaría a formar parte de un grupo de profesionales que integraban, entre otros, actores de la talla de Sancho Gracia o Álvaro de Luna. Los pasos desde un caballo a un tren en marcha; la “caída rusa”, consistente en, montado en un caballo al galope, acusar el impacto de una bala dejando el cuerpo caer para atrás con las piernas volando hacia arriba; participar en combates medievales, tirarse desde cualquier altura o simular combates de boxeo eran algunos de los trabajos desarrollados durante esta época. Intervino en películas como “El Cid”, “La Reina de Saba”, “El Bueno, El Feo y El Malo”, “La rebelión de los esclavos” o “Y llegó el día de la venganza” en las que dobló a grandes estrellas del celuloide como Charlton Heston o Anthony Quinn con quien, por cierto, entablaría una entrañable amistad.

Imágenes de la etapa de Vidrié como especialista de cine.
Fotografías aparecidas en el número 2 de la revista "Fiesta" de mayo de 1983.
No es esta una época que recuerde con agrado nuestro protagonista –a la postre, sería la causa de todos sus problemas de salud–, sin embargo, era el único medio para conseguir dinero y poder llegar a realizar su sueño de ser rejoneador, profesión en la que daría sus primeros pasos allá por 1960. Desde entonces, compaginaría sus apariciones en la pantalla grande con sus intervenciones en los cosos taurinos entre las que podemos encontrar, incluso, actuaciones en la parte seria del espectáculo cómico “El Chino Torero”.

Instantáneas de los primeros pasos en la profesión del de Torrelaguna.
Fotos cedidas por Antonio Suárez Pérez y José Cid López.
Fue una etapa muy dura, llena de sinsabores. Hasta que, a principios de la década de los setenta, se cruzó en su camino Álvaro Domecq a quien conoció a través de Manuel Prado, presidente del Club Hípico de Somosaguas que era muy frecuentado por Vidrié. Prado, al ver la desmedida afición de Vidrié, decidió presentarle al jinete jerezano para ver si le podía ayudar en su intento de hacerse un hueco en el mundo del rejoneo. Domecq accedió e invitó a Vidrié a pasar quince día en “Los Alburejos”. Y, lo que iban a ser quince días, se convirtieron en diez años. Fue aquí donde, de la mano de don Álvaro Domecq y Díez y de Álvaro Domecq Romero, Vidrié conoció el campo bravo. Fue aquí donde adquirió el sentido de las distancias; donde aprendió la técnica para ajustarse con los toros; donde aprendió que los caballos, cuanto más domados y sometidos, más ayudan a dominar a los toros; donde se dio cuenta de que con el caballo se podía templar igual que con una muleta; donde comprendió que el temple es lo más importante del toreo a pie y a caballo; donde descubrió la profundidad… En definitiva, fue aquí donde, de la mano de don Álvaro Domecq y Díez y de Álvaro Domecq Romero, Vidrié descubrió el toreo. Y fue aquí donde comenzó su ascensión en la profesión.

Manuel Vidrié haciendo el paseíllo en Torrelaguna en un festival celebrado
a finales de la década de los sesenta en el que intervino, entre otros, Antonio Chenel "Antoñete".
Foto: José Cid López.
Apuntar, como anécdota, que Vidrié durante su estancia en “Los Alburejos” también participó en aquellos primeros pasos de la hoy Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre creada por Álvaro Domecq Romero a mediados de los años setenta a imagen y semejanza de la Escuela de Equitación de Viena.

Como decíamos, su estancia en la casa de los Domecq fue el despegue de una carrera triunfal a la que pondría fin al terminar la temporada de 1991, aunque su última aparición oficial en los ruedos fuese la tarde del 10 de septiembre de 1994 en la tradicional Corrida Goyesca de Ronda en la que se acarteló junto a los diestros José Miguel Arroyo “Joselito”, Juan Serrano “Finito de Córdoba” y Vicente Barrera. En esta fecha, Vidrié daría una vuelta al ruedo tras lidiar un ejemplar de la vacada de “Torrealta”.

Cartel de la última actuación oficial en público de Vidrié.
Las secuelas de las lesionas producidas en su época de especialista de cine, agravadas por algunos percances en sus actuaciones como rejoneador, como aquel del 5 de mayo de 1980 en Barcelona o el del 12 de septiembre de 1984 en Salamanca o el sufrido en la localidad francesa de Avignon a principios del año 1986 que a punto estuvo de dejarle inválido y que le obligó a pasar por el quirófano a finales de ese mismo año, fueron los motivos que obligaron al caballero torrelagunense a poner el punto y final a su andadura en los ruedos.

Espeluznantes imágenes que muestran el percance sufrido por Vidrié en Salamanca
la tarde del 12 de septiembre de 1984.
Fotos de Arjona aparecidas en el número 364 de la revista "Aplausos"
de fecha de 17 de septiembre de 1984 que ilustraban la crónica firmada por Filiberto Mira.
Fue, sin duda, una laureada carrera en la que cosecharía triunfos a lo largo y ancho de todo el orbe taurino. Algunas de las plazas de toros que fueron testigos de sus proezas fueron las de Mejanes (Francia) donde en los años 1977, 1984, 1985 y 1987 obtendría el prestigioso galardón del Rejón de Oro que concede el Club Taurino Paul Ricard.

La de Jerez de la Frontera donde sería proclamado triunfador de su tradicional Feria del Caballo en las ediciones de 1975, 1978, 1982 y 1987.

Cartel anunciador de la Feria del Caballo de Jerez de 1987 en el que aparece anunciado Vidrié.
Nuestro protagonista sería proclamado, nuevamente, rejoneador triunfador de esta feria.
O la Real Maestranza de Caballería de Sevilla donde haría su presentación en la Feria de Abril de 1973, concretamente la tarde del 27 de abril, fecha en la que, sustituyendo al “cavaleiro” lusitano José Samuel Lupi, obtuvo un importante triunfo al dar una vuelta al ruedo en solitario y cortar las dos orejas formando collera con Álvaro Domecq. Completaron el cartel los hermanos Peralta y se corrieron toros de la ganadería de Carlos Urquijo. Este triunfo le serviría para repetir actuación en el serial abrileño del año siguiente, serial del que, a la postre, sería galardonado con el trofeo al Rejoneador Triunfador. Galardón que volvería a recoger tras finalizar los ciclos de 1978 y 1982.

Reseñar la singularidad del trofeo obtenido en 1974 ya que Vidrié no se contrató para actuar en la corrida de la especialidad, sino que lo hizo para abrir cartel en una corrida a pie. Fue el 28 de abril. El madrileño cortó una oreja a un toro de Bohórquez en una tarde en la que participó junto a los matadores de toros “Limeño”, Rafael Torres y Antonio José Galán quienes se las vieron ante cinco astados de la mítica vacada de “Miura” y uno de “Torrestrella” que remendó la corrida.

En el albero sevillano también obtendría una notable actuación la tarde del 29 de mayo de 1975, durante el tradicional festejo de la festividad del Corpus Christi en la que, acartelado junto a Álvaro Domecq y al lusitano José Mestre Batista, dio una vuelta al ruedo y cortó dos orejas, estas formando collera con el jinete jerezano ante un encierro del Marqués de Domecq.

Par a dos manos de Vidrié en la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Foto de Moratalla Barba cedida por la Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
En este apartado no podemos obviar el hecho insólito que protagonizó el 23 de agosto de 1984 en la plaza de toros de Bilbao, día en que, junto al desaparecido José Cubero “Yiyo”, actuó en sustitución de uno de los matadores de toros más destacados de la época, el sanluqueño Paco Ojeda. Como queda señalado, algo insólito que un rejoneador fuese llamado para sustituir a uno de los toreros de a pie más importantes del momento. Vidrié, que hizo el paseíllo junto a los matadores de toros José Antonio Campuzano, el ya citado “Yiyo” y Curro Durán, se alzaría como triunfador de la tarde tras cortar la única oreja del festejo a un toro de la ganadería de Manolo González. Este éxito lo volvería a repetir el madrileño, e incluso superar, un año más tarde, pues el 25 de agosto de 1985, se volvió a erigir triunfador del festejo tras serle concedidas las dos orejas del toro de Baltasar Ibán que lidió. En esta ocasión, sus compañeros de cartel fueron los matadores de toros Ruiz Miguel, Roberto Domínguez y Pepe Luis Vargas quien resultaría cogido en el último toro de la tarde perteneciente, como el resto de los de lidia a pie, a la ganadería de Pablo Romero.

Pero si en esta laureada carrera destacan sobremanera algunos triunfos, estos son los cosechados en la madrileña plaza de toros de Las Ventas, plaza en la que haría su presentación el 22 de octubre de 1961 junto a los también rejoneadores Mariano Cristóbal, Antonio Moreda, José María López Ferrera, Agustín García Mier y Francisco Mancebo. Vidrié que actuó en quinto lugar ante un burel de la ganadería de “El Pizarral”, daría una vuelta al ruedo. Desde entonces, hasta aquel 20 de septiembre de 1992, día en que hizo su último paseíllo en el ruedo venteño en la corrida homenaje a Ángel Peralta, Vidrié ha actuado en el coso capitalino en cuarenta ocasiones, de las cuales veintiséis han sido durante la Feria de San Isidro. Ha cortado treinta y tres orejas, diez de ellas en collera. De estas, veinticinco, de ellas diez formando collera, han sido durante el ciclo isidril. Y ha salido siete veces por la puerta grande, todas ellas durante la Feria de San Isidro. La primera de ellas, de la que, como ya dijimos anteriormente, hoy se cumplen cuarenta años, ya la recordamos anteriormente.

Imagen de Vidrié en una de sus primeras actuaciones en el madrileño ruedo de Las Ventas.
Foto cedida por Antonio Suárez Pérez.
La segunda vez que Vidrié salió en hombros de la monumental madrileña se produjo el 17 de mayo de 1980. Vidrié actuó junto a Fermín Bohórquez, Álvaro Domecq y Joao Moura. Se corrieron toros de Fermín Bohórquez. Y el torrelagunense cortó las dos orejas a “Triunfador”, negro, bragado, meano, de 540 kilos que fue lidiado en tercer lugar.

Tras dos años de ausencia en el abono madrileño debido a la denominada “Guerra de las Espuelas”, nuestro protagonista volverá a verse anunciado en el ciclo isidril la tarde del 28 de mayo de 1983. Vidrié compartiría cartel con Álvaro Domecq, Joao Moura y Javier Buendía para lidiar astados de Antonio Ordóñez. Y en este fecha, nueva puerta grande del de Torrelaguna. La tercera de su carrera. Una puerta grande que se produciría tras cortar una oreja a cada uno de sus oponentes. Vidrié cortó la primera oreja al toro que lidió en solitario, “Mantelito”, negro entrepelado, marcado con el número 25, de 547 kilos que fue corrido en segundo lugar. La otra oreja la cortaría del quinto, toro que lidió en collera con Álvaro Domecq. Este toro respondía al nombre de “Lacero”, de pelo negro, herrado con el número 4 y de 530 kilos.

Al año siguiente, concretamente, la tarde del 26 de mayo, tuvo lugar la cuarta. En esta fecha, nuestro protagonista se ajusta con Álvaro Domecq, Joao Moura y Javier Buendía para lidiar toros de la divisa de Antonio Ordóñez. Fue una tarde redonda para el torrelagunense, quizá sea su tarde más importante en el coso capitalino, pues Vidrié corta cuatro orejas. En lidia ordinaria, cortó las dos del segundo del encierro, “Dividiano” de nombre, herrado con el número 20, negro, bragado, meano y de 523 kilos. Y las dos, ahora en collera con Javier Buendía, del sexto, “Bocinazo” de nombre, herrado con el número 1, de pelo cárdeno, de 531 kilos y que pertenecía a la ganadería de Carmen Ordóñez. Por esta actuación, Vidrié se llevó todos los trofeos destinados a premiar la labor de los caballeros durante el serial isidril como el Trofeo Antonio Cañero de la Casa de Córdoba, pero es que su hombre estuvo presente en todos los jurados como posible máximo triunfador de la feria. Tal es así que la Peña Taurina “El 7” le premió ex aequo con el matador de toros Curro Durán y el ganadero Fermín Bohórquez con el galardón al triunfador de San Isidro. De esta manera, Vidrié se convirtió en el primer rejoneador al que se concede tal distinción.

Salida a hombros de Vidrié la tarde del 26 de mayo de 1984, tarde en la que
el de Torrelaguna cortó cuatro orejas a astados de Antonio Ordóñez y Carmen  Ordóñez.
Foto: Botán, cedida por Peña Taurina "Manuel Vidrié" de Torrelaguna.
Pasamos a la feria de 1985, feria en la que se celebran dos festejos de rejones y, en ambos, se encuentra anunciado nuestro protagonista. Algo que, por cierto, ya ocurrió en la temporada de 1980. Desde esta de 1985 y hasta la temporada de 1990, en todas las ferias de San Isidro, Vidrié verá anunciado su nombre en las dos corridas de rejones programadas en cada uno de los ciclos. Marcando de esta manera su categoría de máxima de figura del momento. Y en esta de 1985, se produciría la quinta puerta grande. Hecho que tuvo lugar en la primera de sus actuaciones en el ciclo. Fue el 25 de mayo. En ella, nuevamente, compartiría cartel con Álvaro Domecq, Joao Moura y Javier Buendía para despachar un encierro perteneciente a la ganadería de María Olea Villanueva. Vidrié corta una oreja en solitario al segundo de la tarde, “Zancajero”, número 29, negro, meano y de 497 kilos. Y dos, formando collera con Javier Buendía, del sexto, marcado con el número 6, burraco de pelo, de 536 kilos y que respondía al nombre de “Andino”.

La sexta puerta grande tendría lugar en la isidrada de 1987, concretamente, la tarde de 30 de mayo. Una tarde que tiene un significado especial puesto que se produjo una vez solventados unos serios problemas de salud que acarreó durante la temporada anterior. Esta tarde, Vidrié se enfrentó a cornúpetas de Luis Albarrán junto a Curro Bedoya, Joao Moura y Javier Buendía. Obtiene un trofeo del primero de la tarde, “Oliventito”, número 68, negro de pelo y de 556 kilos. Y una más, formando collera nuevamente con Buendía, cortaría de “Carasucia”, un remiendo de Aguirre Fernández Cobaleda, de 568 kilos, negro de pelo y que, marcado a fuego con el número 14, saltó al ruedo en quinto lugar.

Y la séptima y última se produciría la tarde del 3 de junio de 1989, tarde que recordaremos en la segunda parte de esta semblanza de nuestro protagonista y que publicaremos el próximo 3 de junio coincidiendo con el treinta aniversario de la efeméride.

sábado, 11 de mayo de 2019

MÁS FESTEJOS DEL MES DE MAYO



San Martín de Valdeiglesias, Valdpiélagos, Villamanta, Villar del Olmo, Alpedrete o Cuéllar
anuncian sus festejos taurinos.

Sigue el mes de mayo y la temporada taurina continúa más allá del maratoniano serial isidril que comenzará el próximo 14 mayo en la monumental plaza de toros de Las Ventas y que, tras treinta y cuatro días seguidos de toros, finalizará el próximo 16 de junio. Así, son varias las localidades de la Comunidad de Madrid que celebran acontecimientos taurinos en los próximos días. A continuación, os dejamos una relación de algunos de ellos:

San Martín de Valdeiglesias


El sábado 11 de mayo, la plaza de toros de San Martín de Valdeiglesias acogerá la final del II Bolsín Taurino “Sierra Oeste de Madrid”. En ella participarán los novilleros Marcos Jesús Martínez, alumno de la Escuela Taurina de Jaén; Juan Herrero, representante de la Escuela Taurina “Yiyo” de la Comunidad de Madrid; José Francisco Amaya, perteneciente a la Escuela Taurina de Badajoz; y José María Trigueros, de la Escuela Taurina de Murcia. Se correrán astados de la ganadería de “Mollalta”. El festejo dará comienzo a las seis en punto de la tarde.

Una novillada sin picadores y otra con caballos componen la programación taurina de Valdepiélagos


Por su parte, la localidad de Valdepiélagos ha dado a conocer su programación taurina con motivo de sus Fiestas Patronales en honor a San Isidro. Organizados por la empresa Verotauro, S. L. en colaboración con el Ayuntamiento, estos festejos tendrán lugar los días 16 y 18 mayo. El primero de los festejos será una novillada sin picadores en la que intervendrán los novilleros José María Trigueros y Clemente Jaume. Mientras, el sábado 18, tendrá lugar una novillada con picadores en la que harán el paseíllo Emilio Silvera y Fran Ferrer. Estos festejos, en los que se lidiarán astados de Blanca y Belén Ortega, comenzarán a las seis y media de la tarde.

Dos novilladas picadas en Villamanta


Los días 18 y 19 de mayo, la localidad de Villamanta celebrará dos novilladas con picadores con motivo de sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Socorro. Las combinaciones de estos festejos que son organizados por la empresa Sanmonget, S. L.U., en colaboración con el matador de toros Morenito de Aranda y con el patrocinio del Ayuntamiento de la localidad son las siguientes:

Sábado, 18. Novillos de “Fuentespino”, para Juan Cervera, Alfredo Bernabéu y Javier Orozco.

Domingo, 19. Novillos de “Monteviejo”, para Mario Sotos, Daniel Barbero y Cristóbal Ramos “Parrita”.

Estos festejos, que comenzarán a las seis y media de la tarde, se completarán con los tradicionales encierros y las posteriores sueltas de reses.

Festival en Villar del Olmo homenaje a Manuel Vidrié


Por su parte, el domingo 19 de mayo, tendrá lugar en la localidad de Villar del Olmo un festival taurino en el que se rendirá un merecido homenaje a una de las grandes figuras del toreo a caballo de todos los tiempos, el torrelagunense Manuel Vidrié. El cartel del festival, que dará comienzo a las cinco de la tarde, está compuesto por el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y los matadores de toros Juan Serrano “Finito de Córdoba”, Francisco Rivera “Paquirri”, Manuel Escribano que sustituye al inicialmente anunciado Curro Díaz y Juan del Álamo quienes lidiarán reses de la ganadería de Isabel Reyna, propiedad del homenajeado. El festival también contará con la participación del novillero triunfador del bolsín taurino villareño cuya final se celebrará en este coso el día anterior. En ella, ante añojos de la misma ganadería del festival, participarán los novilleros David López, alumno de la Escuela Taurina “Miguel Cancela” de Colmenar Viejo; Juan José Villa “Villita”, representante de la Escuela Taurina “Yiyo” de la CAM; y Jorge Molina, de la Escuela Taurina “Fundación El Juli” de Arganda del Rey. Esta final que se celebrará en modalidad de clase práctica, también dará comienzo a las cinco de la tarde.

Concurso de recortes goyesco el Alpedrete


La localidad de Alpedrete ha programado para el próximo domingo 19 de mayo un concurso de recortes goyesco con el que celebrará sus Fiestas Patronales en honor a Santa Quiteria. Ante reses de la ganadería de María del Sagrario Huertas, participarán los recortadores José Manuel “Zorrillo”, Cristian Ruiz, Rober Alegre, Sergio Recuero, Iván Lavera, Marcos Espí, Juanan, Rafa Espada y Míriam García “La Santiaguita”. El festejo, organizado por la empresa Arte y Emoción, dará comienzo a las seis y media de la tarde.

Novillada picada en Cuéllar homenaje a Enrique Sánchez Senovilla


La localidad segoviana de Cuéllar también anuncia un festejo para el próximo domingo 19 de mayo. Será una novillada con picadores homenaje al empleado municipal recientemente fallecido Enrique Sánchez Senovilla. Organizada por la empresa Hermar Toros, S. L. del matador de toros Javier Herrero, en ella harán el paseíllo los novilleros Emilio Silvera, Javier Orozco y Juan David de Cali para lidiar utreros de la ganadería de Ángel Luis Peña. Esta novillada dará comienzo a las seis y media de la tarde.