FERNANDO
PLAZA, EL MÁS DESTACADO DE UNA TERNA SIN AMBICIÓN
La
falta de ambición de la terna actuante hizo que se desaprovechase la buena
novillada de Montealto jugada en el festejo inaugural de la Feria de la
Comunidad de Madrid. Ni Pablo Mora, ni Diego San Román, ni Fernando Plaza
estuvieron a la altura del encierro enviado por el ganadero Agustín Montes.
Solo algunos detalles del último integrante de la terna fueron dignos de
mención.
El
primer festejo de la Feria de la Comunidad de Madrid fue una novillada con
picadores en la que se anunció, a priori, una terna novilleril interesante
compuesta por Pablo Mora, uno de los novilleros más destacados de la pasada
temporada venteña, y Diego San Román y Fernando Plaza quienes hacían su
presentación en el ruedo capitalino en la que será su primera actuación en este
coso durante esta primavera pues ambos están contratados para actuar en el
inminente ciclo isidril. Una terna que se las vería ante un encierro de la
vacada madrileña de Montealto. Cartel, en un principio, interesante que, sin
embargo, no se vio correspondido con lo sucedido en el ruedo. Y no,
precisamente, por culpa de los astados.
El
encierro de Montealto estuvo bien presentado, aunque sin exageraciones. Y,
aunque con un punto de mansedumbre, resultó muy noble y ofreció grandes
oportunidades de triunfo a la terna. Solo el jugado en quinto que embistió sin
clase y que se acabó echando durante la faena de muleta fue la excepción de
este buen lote ganadero.
Con
este material, lo más destacado de la tarde corrió de la mano del debutante
Fernando Plaza, aunque nunca llegase a redondear ninguna de sus actuaciones.
Muy noble resultó el tercero, condición que no perdió a pesar de la pésima
lidia recibida en los primeros tercios. Con él, no pudo lucirse Plaza manejando
el percal. Ya con la franela, inició por estatuarios un desigual trasteo que
tuvo momentos buenos con ambas manos, pero que no llegó a estar a la altura del
burel. Muy jaleados fueron los remates de las series y el torero final con el
que cerró el trasteo. Remató su actuación con una estocada defectuosa y el
novillo tardó en echarse ante la impasividad del espada lo que provocó que
llegase a recibir dos recados presidenciales. Así, Plaza escucharía una ovación
que se tornó en división de opiniones cuando salió a saludar, tras ver como se
ovacionaba el arrastre al buen ejemplar de la divisa propiedad de Agustín
Montes. Como todo el encierro, también manseó el sexto, pero llegó con nobleza
a la muleta, aunque, es cierto, que un poco parado. Tras no poder estirarse con
el capote, Plaza inició su trasteo muletero toreando de rodillas en el tercio.
Un inicio en el que aguantó con estoicidad un par de parones del burel. Ya
enhiesto, dejó una labor de arrimón en el que destacaron los remates de las
series, muy jaleados por los tendidos, además de dos cambios de mano, uno de
ellos en el inicio de hinojos. Un pinchazo precedió a una estocada caída que,
tras la muerte del novillo, despertó la petición de oreja por parte del
público. Petición que no fue atendida por el palco y que redujo el premio para
Plaza a una protestada vuelta al ruedo.
Abrió
plaza el madrileño Pablo Mora quien, en primer lugar, sorteó un ejemplar que
marcó querencia durante toda la lidia, pero que llegó con mucha nobleza a la
faena de muleta. Le faltó ambición a Mora ante este ejemplar con el que,
únicamente, destacó en un ajustado quite por saltilleras con el que replicó al
interpretado por San Román por gaoneras y en una serie de tres muletazos con la
mano diestra en la segunda mitad del trasteo muletero. Con el buen cuarto, no
llegó a entenderse en una actuación en la que, además, fue molestado por el
viento.
Por
su parte, Diego San Román tampoco estuvo afortunado. Se perdió en un largo e
insustancial trasteo ante un noble ejemplar, al que picaron mal y lidiaron peor.
Y, además, tampoco anduvo fino con la espada. Con el quinto, astado que
embistió sin clase y que llegó a echarse durante la faena de muleta, sí
consiguió lucimiento con el capote. Sin embargo, con la muleta, se empeñó en una
faena sin argumento y ayuna de emoción.
Destacar
la buena brega de David Blázquez ante el quinto de la tarde. Además, Blázquez
pasó un momento de apuro mientras lidiaba a este ejemplar durante el tercio de
banderillas. Se cayó delante de la cara del novillo y él mismo se hizo el quite
con el capote desde el suelo.
Tres derechazos y un quite por saltilleras fueron lo más destacado de la actuación de Pablo Mora ante el primero. Con el cuarto, no llegó a entenderse. |
Inadvertido pasó Diego San Román ante el segundo. Con el quinto solo pudo lucirse manejando el capote. |
Lo más destacado de la tarde corrió a cargo de Fernando Plaza. Desigual fue la faena ante el tercero ante el que consiguió buenos momentos con ambas manos. Con el sexto, solo dejó detalles. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario