viernes, 30 de diciembre de 2016

RECUERDOS DE UNA TEMPORADA TAURINA 2. LAS VENTAS (MADRID), 7 DE MAYO DE 2016

El próximo sábado día 31 de diciembre, “De celeste y plata” cumplirá cuatro meses de vida. Cuatro meses en los que lo único que he intentado es compartir con vosotros mi afición a los toros a través de las distintas entradas, fundamentalmente, crónicas de festejos, que he ido publicando de forma más o menos regular.

Hoy, cuando están a punto de cumplirse esos cuatro meses, después de treinta y tres entradas publicadas que han tenido más de siete mil cuatrocientas visitas, quiero daros las gracias a todos por el interés que mostráis en el mismo. No sé si son muchas o pocas, para mí, de verdad os lo digo, son muchísimas. Nunca pensé que llegaría a tener este número de visitas en cuatro meses. Muchas gracias, de verdad.

Y ahora, os dejo una nueva entrada: la segunda entrega de esos “Recuerdos de una temporada” en la que os dejaré la crónica del primer festejo de rejones de la pasada feria de San Isidro. Festejo en el que se acartelaron los rejoneadores Andy Cartagena, Diego Ventura y Manuel Manzanares para lidiar astados de la ganadería de María Guiomar Cortés de Moura.

Con ella os dejo, sin antes volver a daros las gracias y, por supuesto, desearos en Feliz 2017.
 
Deigo Ventura, Manuel Manzanares y Andy Cartagena
APOTEOSIS DE VENTURA.
TRIUNFALISMO DE CARTAGENA


Diego Ventura bordó el toreo en la primera de las corridas de rejones programadas en la isidrada de 2016. El fallo a la hora de ejecutar la suerte suprema y la excesiva rigurosidad del palco presidencial (para según qué cosas) dejaron en una oreja y dos aclamadísimas vueltas al ruedo el premio para el sevillano. Dos apéndices cortó Andy Cartagena lo que le valió para salir por la puerta grande y de vacío se marchó el alicantino Manuel Manzanares. Se jugó un encierro desigual de presentación y de buen juego, en líneas generales, de la divisa portuguesa de María Guiomar Cortés de Moura.

Diego Ventura con su caballo “Sueño” cuajó una sensacional actuación en el tercio de banderillas del quinto de la tarde, animal de gran nobleza que fue fuertemente ovacionado en el arrastre. A este toro, lo había parado de forma magistral Ventura a lomos de “Lambrusco”. El público venteño empezaba ya a estar entregado al de La Puebla del Río, cuando apareció por el patio de caballos, “Sueño” un castaño, lusitano de cinco años con el que Ventura puso en pie a la cátedra madrileña. Cinco banderillas colocó al quiebro Ventura con este equino. Cinco quiebros inverosímiles, citando de frente al toro, dando marcha atrás cuando se empezaba a arrancar el burel, dejándosele llegar, templando y toreando las acometidas del burel, como también la templó llevando al toro cosido a la cabalgadura en ese toreo a dos pistas al hilo de las tablas. El graderío venteño estaba enloquecido: unos no paraban de ovacionar al torero sevillano, mientras otros se frotaban los ojos porque no daban crédito de lo que acaban de presenciar. En este estado de histeria colectiva, cambió de caballo Ventura y sacó a escena a “Remate” con eDl que acabó de calentar los tendidos con tres impresionantes banderillas cortas colocadas al violín. La plaza era un clamor, un hervidero. Todo el público esperaba expectante la ejecución de la suerte suprema, pero… Un pinchazo arriba precedió a un rejonazo fulminante que acabó con “Rana”, que así se llamaba el toro de Guiomar, a los pies de Ventura. El público saltó enardecido de sus asientos solicitando los trofeos para el de La Puebla. La presidencia se resiste. Persiste la petición. Asoma, por fin, el pañuelo. La gente sigue insistiendo con más fuerza, si cabe, solicitando el segundo trofeo, pero el Sr. Martínez -¡ay, señor Martínez…!- se resiste. La petición va en aumento. Comienzan a aparecer algunas protestas contra el palco, pero el Sr. Martínez -¡ay, señor Martínez…!- seguía sin atender la petición. La bronca a la presidencia empezaba a florecer, cuando las mulillas arrastran el cuerpo inerte del toro, momento en que las lanzas hacia la presidencia se tornaron en cañas hacia el de Guiomar que fue despedido entre una cerrada y merecida ovación. En estas, se cerró aun más la tronadora ovación cuando apareció Ventura en el tercio para recoger el trofeo concedido de manos del alguacilillo. Dos clamorosas vueltas al ruedo tuvo que dar Ventura, la segunda acompañado por “Sueño”, el otro artífice de esa obra maestra que se acababa de vivir en el ruedo venteño. Al terminar Ventura, el público volvió a tomar las lanzas hacia el presidente -¡Ay, señor Martínez!- en forma de estruendosa bronca porque fue el único en toda la plaza que no se enteró de la soberbia actuación que Diego Ventura acababa de protagonizar. Ya en su primer toro, Ventura había decantado la balanza a su favor, tras otra gran obra. Paró a su enemigo de forma portentosa sobre “Lambrusco”. Provocó un auténtico alboroto en el tercio de banderillas a lomos de “Nazarí” y “Ritz”. Alboroto que continuó con el carrusel de banderillas cortas que colocó a lomos de “Remate”. Sin embargo, su reiterado fallo con los aceros dejaron sin premio tangible la actuación del sevillano.

Abrió plaza Andy Cartagena quien consiguió una triunfalista puerta grande tras desorejar por partida doble al cuarto astado de la tarde. Un doble trofeo que fue conseguido por una bullidora labor en la que Cartagena estuvo más preocupado de llegar a los tendidos con alardes de doma y vistosas figuras que de lo que hacía delante de la cara del astado. Su actuación ante el primero de la tarde, poco ajustada y en la que se dejó tropezar excesivamente las monturas, fue silenciada.

Cerró la terna el alicantino Manuel Manzanares quien dio muestras de no estar preparado para tan importante cita. Cierto es que pechó con el lote menos lucido, pero no es menos cierto que los dos oponentes que sorteó el alicantino, ofrecieron posibilidades de triunfo, y no es menos cierto que Manzanares anduvo toda la tarde sin ánimos y sin recursos.

Al finalizar el festejo, Andy Cartagena salió en hombros por la puerta grande, mientras se volvía a escuchar una sonora bronca que el público dedicó al palco presidencial -¡ay, señor Martínez…!- por negar el segundo trofeo a Diego Ventura, quien abandonó el coso venteño a pie por la puerta de cuadrillas entre una cerrada y clamorosa ovación.

Andy Cartagena montando a "Sol y Sombra".
Su labor ante el primero de la tarde resultó muy atropellada.
Diego Ventura sobre "Nazarí" en el tercio de banderillas
del primero de su lote.
Manzanares y "Jumillano" esperan la salida del tercero.
Muy bullidor se mostró Cartagena sobre "Humano" ante el cuarto.
Andy Cartagena con el doble trofeo obtenido por esta labor.
Soberbio se mostró Ventura sobre "Sueño" ante el quinto.
Secuencia completa de un quiebro sobre "Sueño".
Solo el palco no se enteró de la extraordinaria y colosal faena de Ventura.
Ventura y "Sueño": dos artistas dando una clamorosa vuelta al ruedo. 
Manzanares no tuvo su tarde.
Al terminar el festejo, Cartagena se fue por la puerta grande.

sábado, 24 de diciembre de 2016

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2017!


Desde "De celeste y plata" queremos desearos una Feliz Navidad en compañía de vuestros seres queridos y que el Año Nuevo que está por comenzar sea el año que cumpla todos vuestros deseos.

¡Feliz Navidad y Feliz 2017!

domingo, 18 de diciembre de 2016

TORRELAGUNA Y LAS CORRIDAS DE REJONES

El pasado 26 de julio, fallecía en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María el rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez Escribano a los ochenta y tres años de edad. Hijo del ganadero Fermín Bohórquez Gómez, se convirtió en uno de los referentes del rejoneo español en las décadas de los setenta y ochenta, época en la que cosechó importantes triunfos en los ruedos más importantes de nuestro país. Apartado de los cosos taurinos desde 1993, se dedicó de pleno a la ganadería de reses breves que anuncia a su nombre y que es la vacada más demandada por los toreros a caballo de la actualidad. Además, Bohóquez Escribano es padre del rejoneador retirado el pasado año Fermín Bohórquez Domecq.

Fermín Bohórquez Escribano pasó por nuestro coso taurino en la temporada de 1981 junto a nuestro paisano Manuel Vidrié. También su hijo, Fermín Bohórquez Domecq, pisó nuestro albero once años más tarde. Por este motivo y como un pequeño homenaje a la figura de este rejoneador jerezano, en particular, y al mundo del toreo a caballo, en general, traigo aquí este artículo que, con el título de “Torrelaguna y las corridas de rejones”, publiqué en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna del pasado año.
Cartel de 1981 con Fermín Bohórquez y Manuel Vidrié

 TORRELAGUNA Y LAS CORRIDAS DE REJONES


Las corridas de rejones gozaron de gran predicamento en nuestra localidad. Su programación se empezó a generalizar en la década de los ochenta y se prolongó, exceptuando el período comprendido entre 1999 y 2003, hasta 2010.

Hasta entonces, los rejoneadores que actuaron en nuestra plaza de toros lo hicieron alternando con espadas de a pie en festejos mixtos, festejos que, aunque ya de forma más esporádica, también llegaron a compartir programación con los espectáculos completos de toreo ecuestre.

Como curiosidad, hay que anotar que, en 1989 y 1990, tuvieron lugar dos de estos festejos mixtos que contaron con la intervención de un grupo de “forçados” portugueses en los astados destinados a la lidia a caballo, lidia que corrió a cargo de los rejoneadores Luis Miguel Arranz y César de la Fuente, respectivamente.

Volviendo, nuevamente, a las corridas de rejones, en ellas intervino un importante número de rejoneadores, entre los que destacan algunas de las grandes figuras del momento, que brindaron grandes tardes de triunfo a nuestra afición.

Como ejemplo, se puede citar la del 9 de septiembre de 1981. Este festejo, cuyos beneficios se destinaron al arreglo del Cementerio Municipal, fue anunciado en los carteles como “el acontecimiento más espectacular en lo que va de siglo en nuestra población”. No obstante, en él se acartelaron Fermín Bohórquez Escribano y nuestro paisano Manuel Vidrié para lidiar un encierro propiedad del “cavaliero” lusitano José Samuel Pereira Lupi.

O la del 7 de septiembre de 1983 en la que Álvaro Domecq y el citado caballero torrelagunense, quienes ya actuaron juntos ante nuestra afición la temporada anterior, se repartieron ocho orejas y tres rabos de astados de Manuel García Fernández. Señalar que este festejo aparece reseñado en la biografía que, del caballero jerezano, aparece en “El Cossío”.

Exitoso, también resultó el espectáculo del 8 de septiembre de 1987 en el que actuaron dos rejoneadores que no gozaron de ese calificativo de “figura” como fueron Juan Antonio Pacios y Alejandro Fernández Roldán. Ambos salieron en hombros de nuestro coso taurino tras cortar tres orejas y un rabo y dos orejas, respectivamente, a bureles de Juan Sánchez.

Curro Bedoya, a la postre el rejoneador que más veces ha pisado el albero torrelagunense (ocho paseíllos entre las décadas de los ochenta y noventa), y el tristemente fallecido Ginés Cartagena protagonizaron otra de estas triunfales tardes al repartirse siete orejas y un rabo de cornúpetas de González Rodríguez, Hnos. Fue el 5 de septiembre de 1989.

Al año siguiente, concretamente el 11 de septiembre, otra vez Curro Bedoya y el alicantino Antonio Correas hicieron las delicias de nuestra afición ante astados de González Rodríguez, Hnos. Ambos caballeros se llevaron en el esportón tres orejas y un rabo y dos orejas y rabo, respectivamente.

La década de los noventa no resultó tan exitosa, aunque, por nuestra plaza de toros, pasaron rejoneadores como Leonardo Hernández en 1992 y 1996; Fermín Bohórquez Domecq en 1992; Javier Mayoral en 1993, año en que fue el rejoneador triunfador de la feria de San Isidro; o los hermanos Luis y Antonio Domecq quienes actuaron la tarde 3 de septiembre de 1995.

Ya en el presente siglo, en los carteles de nuestro serial, encontramos nombres como el de Diego Ventura quien, la tarde del 7 de septiembre de 2004, cortó las dos orejas a un astado de “La Prusiana”; Leonardo Hernández, hijo del ya citado rejoneador cordobés de igual nombre, quien, el 4 de septiembre de 2005, desorejó por partida doble a un ejemplar de Víctor Huertas; o Rui Fernades, “cavaleiro” que sabe lo que es triunfar en los ruedos más importantes de nuestro país y que hizo el paseíllo en 2010.

Para el  final queda la que, quizá, sea la tarde más triunfal y exitosa de todas: la del 7 de septiembre de 1988.

En tal ocasión, los rejoneadores Álvaro, Luis y Antonio Domecq se anunciaron para despachar un encierro de la vacada familiar de “Torrestrella”. Luis dio una vuelta al ruedo en el primero y Antonio y Álvaro obtuvieron los máximos trofeos de los astados lidiados en segundo y tercer lugar. El cuarto y último fue lidiado en “collera” por los tres miembros de la dinastía jerezana. Ya en el tercio de banderillas, Álvaro se acercó al corredor del Ayuntamiento haciendo gestos como si estuviese pidiendo permiso a la presidencia, aunque, en realidad, estaba invitando a Manuel Vidrié, que se encontraba allí presenciando el festejo, a bajar al ruedo para poner banderillas cortas con ellos. Vidrié accedió a la invitación y la plaza se puso boca abajo con la intervención de este cuarteto de caballeros. Este fue el brillante colofón a un festejo triunfal que acabó con los cuatro jinetes saliendo en hombros por la puerta grande.

Y con este gran acontecimiento, sin duda, uno de los grandes hitos de la particular historia taurina de nuestra localidad, se pone el broche de oro a este sucinto repaso de estas grandes tardes de toros que son solo una pequeña muestra de aquellos espectáculos del bello arte del rejoneo vividos en nuestra localidad.


Grupo de "forçados" portugueses en 1989.
Foto: Francisco J. García Velasco
Álvaro Domecq y Manuel Vidrié en 1983. Foto: Fco. J. García Velasco.
Curro Bedoya y Álvaro Domecq en 1984. Foto: Gregorio Lozano Velasco
Curro Bedoya y Ginés Cartagena en 1989. Foto: Fco. J. García Velasco
Curro Bedoya y Antonio Correas en 1990. Foto: Fco. J. García Velasco
Fermín Bohórquez y Leonardo Hernández en 1992. Foto: Ramón García Sanz
Javier Mayoral en 1983. Foto: Gregorio Lozano Velasco
Cartel de 2004 con Diego Ventura
Leonardo Hernández en 2005. Foto: José Cid López
Rui Fernades en 2010. Foto: José Cid López
Álvaro, Luis y Antonio Domecq junto a Manuel Vidrié en 1988.
Foto: Fco. J. García Velasco


(Artículo aparecido en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna de 2015)



TORREJÓN DE ARDOZ (MADRID). DOMINGO, 18 DE DICIEMBRE DE 2016: III TENTADERO SOLIDARIO


Foto de familia de todos los actuantes en el tentadero

III TENTADERO SOLIDARIO DE TORREJÓN DE ARDOZ

En la mañana de hoy, la plaza de toros de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz se llenó en la mitad de su aforo para acoger la tercera edición del Tentadero Solidario a beneficio de la Cruz Roja Corredor del Henares.

Acompañados por el picador Marcial Rodríguez, en este festejo actuaron los matadores de toros Víctor Mendes, Diego Urdiales, Paco Ureña, Alberto Lamelas y el novillero con picadores Carlos Ochoa quienes solo pudieron ofrecer algunos detalles ante el deslucido juego que ofrecieron las eralas de las ganaderías de “San Isidro” y “Toros de Mollalta” que se tentaron en esta soleada mañana. Tampoco los alumnos de la Escuela Taurina de Madrid Roberto de Concepción, Juan José Villa “Villita”, Guillermo García, Ángel Téllez y Marcos Rico que hicieron las veces de “tapia” pudieron destacar ante el poco juego ofrecido por los animales. También estuvo anunciado en el mismo el matador de toros Iván Fandiño que no pudo actuar debido a un  proceso gripal, motivo por el cual, la última de las eralas fue lidiada por todos los actuantes en el festejo.

Este tentadero en el que, una vez más, se puso de manifiesto la solidaridad del mundo del Toro, fue organizado, como en años anteriores, por el matador de toros Rafael de Julia y el banderillero Juan Navazo, presentado por el periodista José María Vivas y amenizado por el violinista Marcos Núñez y al guitarrista Antonio Andújar.

Se inicia el paseíllo
Víctor Mendes ante la primera erala de "San Isidro"
Roberto de Concepción actuó de "tapia" en la primera de la mañana
Diego Urdiales intervino en segundo lugar ante una erala de "Toros de Mollalta"
Momento de apuro de "Villita" ante la segunda
Paco Ureña al natural con la tercera con el hierro de "San Isidro"
Alberto Lamelas con una erala de "Toros de Mollalta"
Ángel Téllez actuó de "tapia" tras Alberto Lamelas
El novillero Carlos Ochoa ante la quinta de la mañana
de la vacada de "Toros de Mollalta"
Marcos Rico intervino como "tapia" en quinto lugar
Guillermo García, quien también actuó como "tapia" ante la erala tentada por Ureña,
firmó los pasajes más destacados ante la erala de "San Isidro" que cerró la mañana

El picador Marcial Rodríguez

El violinista Marcos Núñez y el guitarrista Antonio Andújar
amenizaron esta mañana de toreo solidario.


jueves, 8 de diciembre de 2016

RECUERDOS DE UNA TEMPORADA TAURINA 1. VISTALEGRE (MADRID), 21 DE FEBRERO DE 2016

Desde su inicio el pasado 31 de agosto, "De celeste y plata" se ha hecho eco de todos los acontecimientos taurinos en los que ha estado presente, sin embargo, estos son solo una pequeña muestra de los festejos presenciados a lo largo de esta temporada que acaba de finalizar. Hasta el inicio de la próxima campaña de 2017, iremos recordando algunos de los festejos más destacados. Hoy comenzaremos con la corrida de toros celebrada el pasado 21 de febrero en la carabanchelera plaza de toros de Vistalegre. Una corrida en la que intervinieron mano a mano los matadores de toros David Mora y Jiménez Fortes ante un encierro de la vacada de "Parladé".

Un mano a mano que tenía un aliciente especial pues los dos espadas reaparecían tras recuperarse de dos graves percances: David Mora lo hacía tras la grave cornada sufrida el 20 de mayo de 2014 en pleno ciclo de San Isidro que le ha tenido veintiún meses apartado de los ruedos; y Jiménez Fortes después de recuperarse de los gravísimas cornadas en el cuello recibidas el 14 de mayo de 2015 en la madrileña plaza de toros de Las Ventas, y el 16 de agosto del mismo año en la salmantina localidad de Vitigudino.

Esta es la crónica de de este festejo:


POCO IMPORTAN LOS TROFEOS
CUANDO SE BORDA EL TOREO


David Mora bordó el toreo ante “Cantaclaro”, un bravo ejemplar del hierro de “Parladé” corrido en quinto lugar. Marró con los aceros y vio como esta labor de enjundia quedaba sin premio tangible. Sí lo tuvo, y doble, su actuación ante “Gentecillo”, primero de la tarde, el otro importante ejemplar que se salvó de la quema de un descastado encierro, de desigual presentación, de esta vacada propiedad de la familia Domecq que fue remendado con un sobrero del otro hierro de la casa. Jiménez Fortes sorteó el peor lote y poco pudo hacer.

Poco importan los trofeos cuando se borda el toreo. Y eso, bordar el toreo, es lo que hizo David Mora ante un bravo ejemplar del hierro de “Parladé” lidiado en quinto lugar que respondía al nombre de “Cantaclaro”. Porque ya desde el saludo capotero, el madrileño acarició con suavidad la noble embestida de su colaborador lanceando a la verónica. También el quite fue por verónicas rematadas con una media lenta, suave, eterna. Como lentos, suaves y eternos fueron los muletazos por bajo con la mano izquierda con los que abrió su faena de muleta tras brindar a sus apoderados. Hondos, muy hondos, templados, largos fueron los muletazos, ora con la diestra, ora con la siniestra, con los que David, con la inestimable ayuda y colaboración de “Cantaclaro”, fue componiendo una bella obra de arte. Solo quedaba el último toque, el remate y fue aquí donde David emborronó su obra. Falló con los aceros y lo que iba camino de un triunfo importante, quedó en una clamorosa vuelta al ruedo. Pero poco importan los trofeos cuando se torea de verdad. Se pidió con fuerza una más que merecidísima vuelta al ruedo para el bravo “Cantaclaro”, sin embargo, el presidente, ¡ay, el presidente!, no la concedió.

Sí fue premiado David por su actuación ante el nobilísimo primero, “Gentecillo”. Lanceó a la verónica, tanto en el recibo, como el quite, de forma sensacional. Y con la muleta, tras un inicio un poco descompuesto, firmó una labor con muletazos por ambos pitones en la que destacó un cambio de mano totalmente circular en el que reinó el temple y la despaciosidad y un natural desmayado que bien serviría para ilustrar un cartel de toros. Ahora sí se mostró eficaz manejando la tizona y a sus manos fueron a parar las dos orejas del nobilísimo ejemplar.

Poco pudo hacer con el descastado tercero. Un quite por chicuelinas rematado con dos enjundiosas medias fue lo más destacado de su actuación. En este toro, hay que resaltar la actuación de su cuadrilla que tuvo que saludar montera en mano tras el tercio de banderillas: Iván García por su impecable lidia y Ángel Otero y José María Carretero por la colocación de los rehiletes.

Por su parte, Jiménez Fortes se la jugó ante el infumable lote que le correspondió en suerte en el sorteo matutino. Saludó una ovación en cada una de sus intervenciones en las que derrochó ganas, firmeza y valor, mucho valor.

Y así, transcurrió este segundo y último festejo de la feria de invierno de Vistalegre que se inició con una cerrada ovación que obligó a saludar a los dos toreros una vez roto el paseíllo y que culminó con David Mora traspasando en hombros el umbral de la puerta grande del coso carabanchelero.

Inicio del paseíllo
David Mora lanceando de capa al primero de la tarde
David Mora con las dos orejas del primero
Jiménez Fortes toreando al natural al segundo de la tarde
Fortes saludando la ovación recibida tras su actuación ante el segundo de la tarde.
Igual premio recibiría tras la lidia de los otros dos toros que compusieron su lote. 
Media de Mora ante el tercero
Ajustada manoletina de Fortes en el cuarto
David Mora brindando la faena al quinto a sus apoderados
Momentos de la faena de David Mora ante el bravo "Cantaclaro"




La presidencia hizo oídos sordos ante la clamorosa petición
de vuelta al ruedo para el bravo "Cantaclaro"
Gaonera de Fortes ante el que cerró plaza
Esta faena la brindó Fortes a su compañero de cartel
La cuadrilla de David Mora rayó a gran altura en este festejo.
Hubo de desmonterarse tras el tercio de banderillas del tercero
Al finalizar el festejo, David Mora fue sacado en hombros