domingo, 18 de diciembre de 2016

TORRELAGUNA Y LAS CORRIDAS DE REJONES

El pasado 26 de julio, fallecía en la localidad gaditana de El Puerto de Santa María el rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez Escribano a los ochenta y tres años de edad. Hijo del ganadero Fermín Bohórquez Gómez, se convirtió en uno de los referentes del rejoneo español en las décadas de los setenta y ochenta, época en la que cosechó importantes triunfos en los ruedos más importantes de nuestro país. Apartado de los cosos taurinos desde 1993, se dedicó de pleno a la ganadería de reses breves que anuncia a su nombre y que es la vacada más demandada por los toreros a caballo de la actualidad. Además, Bohóquez Escribano es padre del rejoneador retirado el pasado año Fermín Bohórquez Domecq.

Fermín Bohórquez Escribano pasó por nuestro coso taurino en la temporada de 1981 junto a nuestro paisano Manuel Vidrié. También su hijo, Fermín Bohórquez Domecq, pisó nuestro albero once años más tarde. Por este motivo y como un pequeño homenaje a la figura de este rejoneador jerezano, en particular, y al mundo del toreo a caballo, en general, traigo aquí este artículo que, con el título de “Torrelaguna y las corridas de rejones”, publiqué en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna del pasado año.
Cartel de 1981 con Fermín Bohórquez y Manuel Vidrié

 TORRELAGUNA Y LAS CORRIDAS DE REJONES


Las corridas de rejones gozaron de gran predicamento en nuestra localidad. Su programación se empezó a generalizar en la década de los ochenta y se prolongó, exceptuando el período comprendido entre 1999 y 2003, hasta 2010.

Hasta entonces, los rejoneadores que actuaron en nuestra plaza de toros lo hicieron alternando con espadas de a pie en festejos mixtos, festejos que, aunque ya de forma más esporádica, también llegaron a compartir programación con los espectáculos completos de toreo ecuestre.

Como curiosidad, hay que anotar que, en 1989 y 1990, tuvieron lugar dos de estos festejos mixtos que contaron con la intervención de un grupo de “forçados” portugueses en los astados destinados a la lidia a caballo, lidia que corrió a cargo de los rejoneadores Luis Miguel Arranz y César de la Fuente, respectivamente.

Volviendo, nuevamente, a las corridas de rejones, en ellas intervino un importante número de rejoneadores, entre los que destacan algunas de las grandes figuras del momento, que brindaron grandes tardes de triunfo a nuestra afición.

Como ejemplo, se puede citar la del 9 de septiembre de 1981. Este festejo, cuyos beneficios se destinaron al arreglo del Cementerio Municipal, fue anunciado en los carteles como “el acontecimiento más espectacular en lo que va de siglo en nuestra población”. No obstante, en él se acartelaron Fermín Bohórquez Escribano y nuestro paisano Manuel Vidrié para lidiar un encierro propiedad del “cavaliero” lusitano José Samuel Pereira Lupi.

O la del 7 de septiembre de 1983 en la que Álvaro Domecq y el citado caballero torrelagunense, quienes ya actuaron juntos ante nuestra afición la temporada anterior, se repartieron ocho orejas y tres rabos de astados de Manuel García Fernández. Señalar que este festejo aparece reseñado en la biografía que, del caballero jerezano, aparece en “El Cossío”.

Exitoso, también resultó el espectáculo del 8 de septiembre de 1987 en el que actuaron dos rejoneadores que no gozaron de ese calificativo de “figura” como fueron Juan Antonio Pacios y Alejandro Fernández Roldán. Ambos salieron en hombros de nuestro coso taurino tras cortar tres orejas y un rabo y dos orejas, respectivamente, a bureles de Juan Sánchez.

Curro Bedoya, a la postre el rejoneador que más veces ha pisado el albero torrelagunense (ocho paseíllos entre las décadas de los ochenta y noventa), y el tristemente fallecido Ginés Cartagena protagonizaron otra de estas triunfales tardes al repartirse siete orejas y un rabo de cornúpetas de González Rodríguez, Hnos. Fue el 5 de septiembre de 1989.

Al año siguiente, concretamente el 11 de septiembre, otra vez Curro Bedoya y el alicantino Antonio Correas hicieron las delicias de nuestra afición ante astados de González Rodríguez, Hnos. Ambos caballeros se llevaron en el esportón tres orejas y un rabo y dos orejas y rabo, respectivamente.

La década de los noventa no resultó tan exitosa, aunque, por nuestra plaza de toros, pasaron rejoneadores como Leonardo Hernández en 1992 y 1996; Fermín Bohórquez Domecq en 1992; Javier Mayoral en 1993, año en que fue el rejoneador triunfador de la feria de San Isidro; o los hermanos Luis y Antonio Domecq quienes actuaron la tarde 3 de septiembre de 1995.

Ya en el presente siglo, en los carteles de nuestro serial, encontramos nombres como el de Diego Ventura quien, la tarde del 7 de septiembre de 2004, cortó las dos orejas a un astado de “La Prusiana”; Leonardo Hernández, hijo del ya citado rejoneador cordobés de igual nombre, quien, el 4 de septiembre de 2005, desorejó por partida doble a un ejemplar de Víctor Huertas; o Rui Fernades, “cavaleiro” que sabe lo que es triunfar en los ruedos más importantes de nuestro país y que hizo el paseíllo en 2010.

Para el  final queda la que, quizá, sea la tarde más triunfal y exitosa de todas: la del 7 de septiembre de 1988.

En tal ocasión, los rejoneadores Álvaro, Luis y Antonio Domecq se anunciaron para despachar un encierro de la vacada familiar de “Torrestrella”. Luis dio una vuelta al ruedo en el primero y Antonio y Álvaro obtuvieron los máximos trofeos de los astados lidiados en segundo y tercer lugar. El cuarto y último fue lidiado en “collera” por los tres miembros de la dinastía jerezana. Ya en el tercio de banderillas, Álvaro se acercó al corredor del Ayuntamiento haciendo gestos como si estuviese pidiendo permiso a la presidencia, aunque, en realidad, estaba invitando a Manuel Vidrié, que se encontraba allí presenciando el festejo, a bajar al ruedo para poner banderillas cortas con ellos. Vidrié accedió a la invitación y la plaza se puso boca abajo con la intervención de este cuarteto de caballeros. Este fue el brillante colofón a un festejo triunfal que acabó con los cuatro jinetes saliendo en hombros por la puerta grande.

Y con este gran acontecimiento, sin duda, uno de los grandes hitos de la particular historia taurina de nuestra localidad, se pone el broche de oro a este sucinto repaso de estas grandes tardes de toros que son solo una pequeña muestra de aquellos espectáculos del bello arte del rejoneo vividos en nuestra localidad.


Grupo de "forçados" portugueses en 1989.
Foto: Francisco J. García Velasco
Álvaro Domecq y Manuel Vidrié en 1983. Foto: Fco. J. García Velasco.
Curro Bedoya y Álvaro Domecq en 1984. Foto: Gregorio Lozano Velasco
Curro Bedoya y Ginés Cartagena en 1989. Foto: Fco. J. García Velasco
Curro Bedoya y Antonio Correas en 1990. Foto: Fco. J. García Velasco
Fermín Bohórquez y Leonardo Hernández en 1992. Foto: Ramón García Sanz
Javier Mayoral en 1983. Foto: Gregorio Lozano Velasco
Cartel de 2004 con Diego Ventura
Leonardo Hernández en 2005. Foto: José Cid López
Rui Fernades en 2010. Foto: José Cid López
Álvaro, Luis y Antonio Domecq junto a Manuel Vidrié en 1988.
Foto: Fco. J. García Velasco


(Artículo aparecido en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna de 2015)



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