El
pasado 26 de julio, fallecía en la localidad gaditana de El Puerto de Santa
María el rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez Escribano a los ochenta y tres
años de edad. Hijo del ganadero Fermín Bohórquez Gómez, se convirtió en uno de
los referentes del rejoneo español en las décadas de los setenta y ochenta,
época en la que cosechó importantes triunfos en los ruedos más importantes de
nuestro país. Apartado de los cosos taurinos desde 1993, se dedicó de pleno a
la ganadería de reses breves que anuncia a su nombre y que es la vacada más
demandada por los toreros a caballo de la actualidad. Además, Bohóquez
Escribano es padre del rejoneador retirado el pasado año Fermín Bohórquez
Domecq.
Fermín
Bohórquez Escribano pasó por nuestro coso taurino en la temporada de 1981 junto
a nuestro paisano Manuel Vidrié. También su hijo, Fermín Bohórquez Domecq, pisó
nuestro albero once años más tarde. Por este motivo y como un pequeño homenaje
a la figura de este rejoneador jerezano, en particular, y al mundo del toreo a
caballo, en general, traigo aquí este artículo que, con el título de “Torrelaguna y las corridas de rejones”,
publiqué en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna del pasado año.
Cartel de 1981 con Fermín Bohórquez y Manuel Vidrié |
TORRELAGUNA Y LAS CORRIDAS DE REJONES
Las corridas de rejones
gozaron de gran predicamento en nuestra localidad. Su programación se empezó a
generalizar en la década de los ochenta y se prolongó, exceptuando el período
comprendido entre 1999 y 2003, hasta 2010.
Hasta entonces, los
rejoneadores que actuaron en nuestra plaza de toros lo hicieron alternando con
espadas de a pie en festejos mixtos, festejos que, aunque ya de forma más
esporádica, también llegaron a compartir programación con los espectáculos
completos de toreo ecuestre.
Como curiosidad, hay
que anotar que, en 1989 y 1990, tuvieron lugar dos de estos festejos mixtos que
contaron con la intervención de un grupo de “forçados” portugueses en los
astados destinados a la lidia a caballo, lidia que corrió a cargo de los
rejoneadores Luis Miguel Arranz y César de la Fuente, respectivamente.
Volviendo, nuevamente,
a las corridas de rejones, en ellas intervino un importante número de
rejoneadores, entre los que destacan algunas de las grandes figuras del momento,
que brindaron grandes tardes de triunfo a nuestra afición.
Como ejemplo, se puede
citar la del 9 de septiembre de 1981. Este festejo, cuyos beneficios se
destinaron al arreglo del Cementerio Municipal, fue anunciado en los carteles
como “el acontecimiento más espectacular en lo que va de siglo en nuestra
población”. No obstante, en él se acartelaron Fermín Bohórquez Escribano y nuestro
paisano Manuel Vidrié para lidiar un encierro propiedad del “cavaliero”
lusitano José Samuel Pereira Lupi.
O la del 7 de
septiembre de 1983 en la que Álvaro Domecq y el citado caballero torrelagunense,
quienes ya actuaron juntos ante nuestra afición la temporada anterior, se
repartieron ocho orejas y tres rabos de astados de Manuel García Fernández.
Señalar que este festejo aparece reseñado en la biografía que, del caballero
jerezano, aparece en “El Cossío”.
Exitoso, también
resultó el espectáculo del 8 de septiembre de 1987 en el que actuaron dos
rejoneadores que no gozaron de ese calificativo de “figura” como fueron Juan
Antonio Pacios y Alejandro Fernández Roldán. Ambos salieron en hombros de
nuestro coso taurino tras cortar tres orejas y un rabo y dos orejas,
respectivamente, a bureles de Juan Sánchez.
Curro Bedoya, a la
postre el rejoneador que más veces ha pisado el albero torrelagunense (ocho
paseíllos entre las décadas de los ochenta y noventa), y el tristemente
fallecido Ginés Cartagena protagonizaron otra de estas triunfales tardes al
repartirse siete orejas y un rabo de cornúpetas de González Rodríguez, Hnos.
Fue el 5 de septiembre de 1989.
Al año siguiente, concretamente
el 11 de septiembre, otra vez Curro Bedoya y el alicantino Antonio Correas hicieron
las delicias de nuestra afición ante astados de González Rodríguez, Hnos. Ambos
caballeros se llevaron en el esportón tres orejas y un rabo y dos orejas y
rabo, respectivamente.
La década de los
noventa no resultó tan exitosa, aunque, por nuestra plaza de toros, pasaron rejoneadores
como Leonardo Hernández en 1992 y 1996; Fermín Bohórquez Domecq en 1992; Javier
Mayoral en 1993, año en que fue el rejoneador triunfador de la feria de San
Isidro; o los hermanos Luis y Antonio Domecq quienes actuaron la tarde 3 de
septiembre de 1995.
Ya en el presente
siglo, en los carteles de nuestro serial, encontramos nombres como el de Diego
Ventura quien, la tarde del 7 de septiembre de 2004, cortó las dos orejas a un
astado de “La Prusiana”; Leonardo Hernández, hijo del ya citado rejoneador cordobés
de igual nombre, quien, el 4 de septiembre de 2005, desorejó por partida doble a
un ejemplar de Víctor Huertas; o Rui Fernades, “cavaleiro” que sabe lo que es
triunfar en los ruedos más importantes de nuestro país y que hizo el paseíllo
en 2010.
Para el final queda la que, quizá, sea la tarde más
triunfal y exitosa de todas: la del 7 de septiembre de 1988.
En tal ocasión, los
rejoneadores Álvaro, Luis y Antonio Domecq se anunciaron para despachar un
encierro de la vacada familiar de “Torrestrella”. Luis dio una vuelta al ruedo
en el primero y Antonio y Álvaro obtuvieron los máximos trofeos de los astados
lidiados en segundo y tercer lugar. El cuarto y último fue lidiado en “collera”
por los tres miembros de la dinastía jerezana. Ya en el tercio de banderillas,
Álvaro se acercó al corredor del Ayuntamiento haciendo gestos como si estuviese
pidiendo permiso a la presidencia, aunque, en realidad, estaba invitando a
Manuel Vidrié, que se encontraba allí presenciando el festejo, a bajar al ruedo
para poner banderillas cortas con ellos. Vidrié accedió a la invitación y la
plaza se puso boca abajo con la intervención de este cuarteto de caballeros. Este
fue el brillante colofón a un festejo triunfal que acabó con los cuatro jinetes
saliendo en hombros por la puerta grande.
Y con este gran
acontecimiento, sin duda, uno de los grandes hitos de la particular historia
taurina de nuestra localidad, se pone el broche de oro a este sucinto repaso de
estas grandes tardes de toros que son solo una pequeña muestra de aquellos
espectáculos del bello arte del rejoneo vividos en nuestra localidad.
Grupo de "forçados" portugueses en 1989. Foto: Francisco J. García Velasco |
Álvaro
Domecq y Manuel Vidrié en 1983. Foto: Fco. J. García Velasco.
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Curro Bedoya y Álvaro Domecq en 1984. Foto: Gregorio Lozano Velasco |
Curro Bedoya y Ginés Cartagena en 1989. Foto: Fco. J. García Velasco |
Curro Bedoya y Antonio Correas en 1990. Foto: Fco. J. García Velasco |
Fermín Bohórquez y Leonardo Hernández en 1992. Foto: Ramón García Sanz |
Javier Mayoral en 1983. Foto: Gregorio Lozano Velasco |
Cartel de 2004 con Diego Ventura |
Leonardo Hernández en 2005. Foto: José Cid López |
Rui Fernades en 2010. Foto: José Cid López |
Álvaro,
Luis y Antonio Domecq junto a Manuel Vidrié en 1988. Foto: Fco. J. García Velasco |
(Artículo aparecido en el Libro de las Fiestas de Torrelaguna de 2015)
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