Desde su inicio el pasado 31 de agosto, "De celeste y plata" se ha hecho eco de todos los acontecimientos taurinos en los que ha estado presente, sin embargo, estos son solo una pequeña muestra de los festejos presenciados a lo largo de esta temporada que acaba de finalizar. Hasta el inicio de la próxima campaña de 2017, iremos recordando algunos de los festejos más destacados. Hoy comenzaremos con la corrida de toros celebrada el pasado 21 de febrero en la carabanchelera plaza de toros de Vistalegre. Una corrida en la que intervinieron mano a mano los matadores de toros David Mora y Jiménez Fortes ante un encierro de la vacada de "Parladé".
Un mano a mano que tenía un aliciente especial pues los dos espadas reaparecían tras recuperarse de dos graves percances: David Mora lo hacía tras la grave cornada sufrida el 20 de mayo de 2014 en pleno ciclo de San Isidro que le ha tenido veintiún meses apartado de los ruedos; y Jiménez Fortes después de recuperarse de los gravísimas cornadas en el cuello recibidas el 14 de mayo de 2015 en la madrileña plaza de toros de Las Ventas, y el 16 de agosto del mismo año en la salmantina localidad de Vitigudino.
Esta es la crónica de de este festejo:
POCO IMPORTAN LOS TROFEOS
CUANDO SE BORDA EL TOREO
David Mora bordó el toreo ante
“Cantaclaro”, un bravo ejemplar del hierro de “Parladé” corrido en quinto
lugar. Marró con los aceros y vio como esta labor de enjundia quedaba sin
premio tangible. Sí lo tuvo, y doble, su actuación ante “Gentecillo”, primero
de la tarde, el otro importante ejemplar que se salvó de la quema de un
descastado encierro, de desigual presentación, de esta vacada propiedad de la
familia Domecq que fue remendado con un sobrero del otro hierro de la casa.
Jiménez Fortes sorteó el peor lote y poco pudo hacer.
Poco importan los trofeos cuando se
borda el toreo. Y eso, bordar el toreo, es lo que hizo David Mora ante un bravo
ejemplar del hierro de “Parladé” lidiado en quinto lugar que respondía al
nombre de “Cantaclaro”. Porque ya desde el saludo capotero, el madrileño
acarició con suavidad la noble embestida de su colaborador lanceando a la verónica.
También el quite fue por verónicas rematadas con una media lenta, suave,
eterna. Como lentos, suaves y eternos fueron los muletazos por bajo con la mano
izquierda con los que abrió su faena de muleta tras brindar a sus apoderados.
Hondos, muy hondos, templados, largos fueron los muletazos, ora con la diestra,
ora con la siniestra, con los que David, con la inestimable ayuda y
colaboración de “Cantaclaro”, fue componiendo una bella obra de arte. Solo
quedaba el último toque, el remate y fue aquí donde David emborronó su obra.
Falló con los aceros y lo que iba camino de un triunfo importante, quedó en una
clamorosa vuelta al ruedo. Pero poco importan los trofeos cuando se torea de
verdad. Se pidió con fuerza una más que merecidísima vuelta al ruedo para el
bravo “Cantaclaro”, sin embargo, el presidente, ¡ay, el presidente!, no la
concedió.
Sí fue premiado David por su
actuación ante el nobilísimo primero, “Gentecillo”. Lanceó a la verónica, tanto
en el recibo, como el quite, de forma sensacional. Y con la muleta, tras un
inicio un poco descompuesto, firmó una labor con muletazos por ambos pitones en
la que destacó un cambio de mano totalmente circular en el que reinó el temple
y la despaciosidad y un natural desmayado que bien serviría para ilustrar un
cartel de toros. Ahora sí se mostró eficaz manejando la tizona y a sus manos
fueron a parar las dos orejas del nobilísimo ejemplar.
Poco pudo hacer con el descastado
tercero. Un quite por chicuelinas rematado con dos enjundiosas medias fue lo
más destacado de su actuación. En este toro, hay que resaltar la actuación de
su cuadrilla que tuvo que saludar montera en mano tras el tercio de
banderillas: Iván García por su impecable lidia y Ángel Otero y José María
Carretero por la colocación de los rehiletes.
Por su parte, Jiménez Fortes se la
jugó ante el infumable lote que le correspondió en suerte en el sorteo
matutino. Saludó una ovación en cada una de sus intervenciones en las que
derrochó ganas, firmeza y valor, mucho valor.
Y así, transcurrió este segundo y
último festejo de la feria de invierno de Vistalegre que se inició con una
cerrada ovación que obligó a saludar a los dos toreros una vez roto el paseíllo
y que culminó con David Mora traspasando en hombros el umbral de la puerta
grande del coso carabanchelero.
Inicio del paseíllo |
David Mora lanceando de capa al primero de la tarde |
David Mora con las dos orejas del primero |
Jiménez Fortes toreando al natural al segundo de la tarde |
Fortes saludando la ovación recibida tras su actuación ante el segundo de la tarde. Igual premio recibiría tras la lidia de los otros dos toros que compusieron su lote. |
Media de Mora ante el tercero |
Ajustada manoletina de Fortes en el cuarto |
David Mora brindando la faena al quinto a sus apoderados |
Momentos de la faena de David Mora ante el bravo "Cantaclaro" |
La presidencia hizo oídos sordos ante la clamorosa petición de vuelta al ruedo para el bravo "Cantaclaro" |
Gaonera de Fortes ante el que cerró plaza |
Esta faena la brindó Fortes a su compañero de cartel |
La cuadrilla de David Mora rayó a gran altura en este festejo. Hubo de desmonterarse tras el tercio de banderillas del tercero |
Al finalizar el festejo, David Mora fue sacado en hombros |
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