ISAAC
FONSECA DESTACA CON UN DESLUCIDO ENCIERRO DE “EL ESTOQUE”
El novillero azteca
salió por la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de los novillos que
compusieron su lote. Fueron los únicos ejemplares que ofrecieron alguna
posibilidad de triunfo del deslucido encierro de la divisa madrileña. Con más
pena que gloria pasaron Jesús García, sustituto del anunciado Uceda Vargas, y
Manuel Perera.
El
primer festejo de la Feria Taurina de Santiago Apóstol de la localidad
madrileña de Collado Villalba de 2019 fue una novillada sin picadores en la que
se anunciaron los novilleros Isaac Fonseca, Manuel Perera y Uceda Vargas para
estoquear un encierro de la divisa madrileña de “El Estoque”. Sin embargo, el
cartel se vio modificado a última hora puesto que Uceda Vargas fue declarado
finalista del ciclo de novilladas de promoción de la Real Maestranza de
Sevilla, ciclo en el que se encontraba participando el novillero sevillano y
cuya final coincidía con la celebración de este festejo. Así, en el cartel entró
el madrileño Jesús García.
El
festejo resultó deslucido, fundamentalmente, por el mal juego de un bien
presentado encierro de “El Estique” en el que solo dos novillos ofrecieron
oportunidades para el lucimiento. Pero el mal juego de los astados no fue la
única causa del deslucido final. A esto habría que sumar la falta de actitud de
la terna. Excepción hecha del azteca Isaac Fonseca, aunque también hay que
señalar que fue quien se llevó el único lote aprovechable.
Fonseca
cortó una oreja cada uno de los novillos que le cupieron en suerte. El que hizo
tercero fue un novillo manejable con el que Isaac se mostró airoso en el recibo
capotero. Ya con la franela, llevó a cabo una faena de menos a más en la que
destacaron dos series de naturales. Una estocada cobrada tras un pinchazo
precedería a la concesión del trofeo. Y el novillo que cerró plaza tuvo
nobleza, aunque le costó mantenerse en pie. Se gustó, Fonseca, lanceando por
verónicas en el recibo capotero donde sufrió un percance, afortunadamente, sin
consecuencias. Otro percance, también sin consecuencias, sufriría en un
voluntarioso trasteo muletero en el que llegó a conseguir algún pasaje aislado.
El bajonazo con el que rubricó su labor no fue óbice para que se le concediese
otro apéndice auricular.
Isaac Fonseca recibiendo de capote al que cerró plaza. |
Abrió
plaza Jesús García ante un ejemplar geniudo y de embestida descompuesta. Con
él, García, anduvo airoso en el saludo capotero y voluntarioso en la faena de
muleta. Con su segundo oponente, eral descompuesto que tendió a defenderse, el
madrileño se mostró airoso en un quite por chicuelinas con el que replicó al
realizado por Perera. Ya con la muleta, anduvo muy precavido en un trasteo en
el que faltó firmeza y decisión.
Jesús García quitando por chicuelinas al cuarto. |
Por
su parte, Manuel Perera pareció estar ausente con el que hizo tercero, un
ejemplar que parecía estar reparado de la vista, con mucho peligro y que puso
en muchos apuros a los de luces. Por si fuese poco, Perera pasó un auténtico
quinario manejando los aceros y a punto estuvo de que le echasen el novillo a
los corrales. El quinto fue un animal que iba y venía, aunque sin clase ni
celo. Con él, Perera anduvo precavido con el percal. Ya con la pañosa, llevó a
cabo una desigual labor en la que consiguió algún pasaje aislado con ambas
manos. No anduvo acertado manejando los aceros.
Aislado pasaje al natural de Manuel Perera ante el quinto. |
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