martes, 3 de diciembre de 2019

LOZOYA (MADRID). MARTES, 8 DE OCTUBRE DE 2019. FESTIVAL TAURINO SIN PICADORES. FIESTAS PATRONALES DE NTRA. SRA. DE LA FUENTESANTA


EXITOSA RECUPERACIÓN DEL FESTIVAL TAURINO  DE LOZOYA


Destacó David Lugillano quien cortó las dos orejas y el rabo a un buen novillo de “El Parralejo” que fue premiado con la vuelta al ruedo. También obtuvo los máximos trofeos el novillero Ángel León. Por su parte, “El Fundi”, “Finito de Córdoba” y David Martínez consiguieron desorejar a sus oponentes. Un trofeo se llevó el novillero Pepe Burdiel.

La localidad madrileña de Lozoya volvió a recuperar su tradicional festival taurino con motivo de sus Fiestas Patronales de Ntra. Sra. de la Fuentesanta de 2019 tras unos años en el que este festejo fue sustituido por otro tipo de acontecimientos taurinos. Tenido como el festival taurino con más solera de la Comunidad de Madrid tras el de Chinchón, en esta ocasión, acarteló a los diestros José Pedro Prados “El Fundi”, David Luguillano y “Finito de Córdoba” y a los novilleros, que actuarían en clase práctica, David Martínez, Pepe Burdiel y Ángel León. Los espadas de alternativa estoquearían erales de la ganadería onubense de “El Parralejo”, mientras que los novilleros se las tendrían que ver ante añojos de la vacada toledana de Ramón Carreño.

Los de “El Parralejo” ofrecieron un juego desigual. Entre ellos, destacó el que hizo segundo, ejemplar de enclasada nobleza que fue premiado con la vuelta al ruedo. Un galardón que fue otorgado por la presidencia a través de gestos porque, al parecer, no contaba con el preceptivo pañuelo azul lo que motivó que los mulilleros no advirtieran tal situación y la vuelta al ruedo se fuese al limbo. Por su parte, los añojos de Carreño resultaron de buen juego y ofrecieron posibilidades de lucimiento a sus lidiadores.

Abrió plaza “El Fundi” ante un novillo manejable, aunque un tanto bronco, con el que el diestro madrileño anduvo muy poderoso, tanto con el capote, como con la muleta. No pudo gustarse en el recibo por verónicas que remató con varias medias con gusto y sabor. Mismo gusto y sabor que tuvo el quite por chicuelinas. Ya con la muleta, llevó a cabo una faena de mucho poder por ambos pitones que había brindado a todos los novilleros actuantes en este festejo. Remató la labor de una certera estocada que estuvo precedida de un pinchazo cobrado en la suerte de recibir.

Media verónica de "El Fundi" al primero de la tarde.
"El Fundi" brindando su faena a los novilleros actuantes en el festival.
El siguiente en actuar fue el vallisoletano David Luguillano a quien correspondió un novillo de mucha nobleza y clase en sus embestidas. Luguillano dibujó el mejor toreo de capote de la tarde lanceando por verónicas. Ya con la muleta, llevó a cabo una sensacional obra plagada de arte e inspiración con momentos de enjundia con ambas manos. Una estocada delantera y perpendicular de efecto fulminante precedió a la concesión de los máximos trofeos.

Derechazo de David Lugillano al segundo.
Por su parte, “Finito de Córdoba” lidió el ejemplar más deslucido de los de la divisa onubense: abanto de salida, manseando en los primeros tercios y reservón en el tercio final. Con el “Finito” no pudo lucirse con el capote. Mientras, con la pañosa, llegó a gustarse por momentos, en una afanosa y templada labor en la que consiguió muletazos de uno en uno con ambas manos. Dos pinchazos precedieron a la estocada final que cayó trasera y caída.

Natural de "Finito de Córdoba" al tercero.
David Martínez, novillero de la vecina localidad de Rascafría, fue el primero de los componentes del escalafón inferior en actuar. El añojo que le cupo en suerte tuvo nobleza, aunque no estuvo sobrado de fuerza. Con él, Martínez se mostró airoso manejando el capote en el saludo. Y, con la muleta, instrumentó una entonada labor, sobre todo, con la mano diestra. Rubricó su actuación con una estocada precedida de un pinchazo.

David Martínez con el cuarto.
A Pepe Burdiel le correspondió otro noble ejemplar que tuvo las fuerzas justas. Burdiel anduvo muy bien lanceando por verónicas en el recibo capotero. Demostró gusto manejando el percal, algo que ya haría en el novillo anterior al que quitó por chicuelinas. En esta ocasión, el turno de quites sería interpretado por Ángel León por gaoneras a quien replicó Candela Aparicio por templados delantales. Ya en el tercio final, Burdiel llevó a cabo una faena muy templada en la que hizo todo a favor del novillo al que apenas le quedaban fuerzas. Le dio tiempo entre las series y nunca le obligó ni le agobió. En la última parte de la faena, también actuó Candela Aparicio quien anduvo muy templada en una serie con cada mano. Volvió Burdiel para poner el broche al trasteo que rubricó con un pinchazo que resultó suficiente para que cayese el de Carreño.

Pepe Burdiel con el quinto.
Candela Aparicio también intervino en la lidia de este ejemplar.
Cerró el festival Ángel León ante un añojo de mucha nobleza. Lo recibió con una larga cambiada de rodillas en el tercio que resultó algo accidentada. Ya enhiesto, se mostró arrebatado en el saludo capotero. Tras el turno de quites en el que intervino Francisco Benito, llevó a cabo una faena de muleta en la que derrochó desparpajo en series de muletazos con ambas manos. Finiquitó a su oponente con una estocada trasera y desprendida que precedió a la concesión de los máximos trofeos.


Ángel León con el que cerró plaza.
En este novillo, intervino en quites Francisco Benito.
Grupo de dulzaineros que amenizó el festejo.

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