RECUERDOS DEL 15 DE AGOSTO EN LAS VENTAS
15 de agosto. La ciudad de Madrid
celebra la festividad de la Virgen de la Paloma, su patrona popular. Quizá la
festividad más castiza de cuantas se celebran en la capital. Una fecha que los
aficionados taurinos tienen marcada en el calendario para asistir a su cita con
la monumental plaza de toros de Las Ventas para festejar esta celebración. Sin
embargo, esta cita se ve anulada por segundo año consecutivo por la dichosa
pandemia que nos acecha. Aunque, este año, de manera un tanto incompresible
pues la capital ya ha acogido festejos taurinos en el presente año. Primero, en
la misma monumental madrileña el pasado 2 de mayo; luego en el carabanchelero
coso de Vistalegre en aquella denominada Feria de San Isidro; y,
posteriormente, otra vez en la monumental capitalina en aquellas corridas
extraordinarias llevadas a cabo el último fin de semana de junio y el primero
de julio. Y más, cuando se acaban de hacer oficiales las combinaciones de la
Feria de Otoño.
Sea como fuere, se echa de menos,
desde luego, la cita de hoy con la monumental madrileña y eso que no he sido
tan habitual a esta cita, aunque sí he sido un fijo en las últimas cinco
ediciones.
La primera vez que asistí a esta
cita fue en 2006. Aquel día actuaron Curro Díaz, Gómez Escorial y Sergio Marín
que confirmaba la alternativa. Una terna que se debía ver las caras ante un
encierro de la ganadería de “Astolfi”. El festejo resultó deslucido debido al
juego de los “astolfis” que estuvieron remendados con un sobrero, que
hizo cuarto, de la vacada de Torres Gallego. De este deslucido encierro, solo
se salvó el astado corrido en último lugar que fue un ejemplar con verdaderas
opciones de lucimiento y que fue desaprovechado por el confirmante. Solo se
pudo destacar de esta corrida la torerísima actuación de Curro Díaz ante el
sobrero por la que daría una vuelta al ruedo.
Volvería a esta cita con la
monumental al año siguiente. En esta ocasión, fueron Fernando Robleño, Torres
Jerez y Gabriel Picazo, que confirmaba la alternativa, quienes realizarían el
paseíllo para lidiar un encierro de los hierros de Manuel Ángel Millares y
“Espantalobos”, hierro también propiedad del mentado ganadero onubense. El
festejo resultó anodino debido al nulo juego ofrecido por los astados de
Millares que, por si fuera poco, resultó un auténtico saldo en lo que a la
presentación se refiere. Además, el segundo de los astados tuvo que ser
devuelto por su manifiesta invalidez y fue sustituido por un sobrero de
Valenzuela. Pero es que, además, también debió ser devuelto el que hizo
tercero, sin embargo, fue mantenido en el ruedo lo que provocó airadas
protestas contra la presidencia y contra la empresa durante la lidia de este
ejemplar y la muerte de este.
Quizá por estas dos no muy buenas
experiencias o no sé muy bien por qué, no regresé a esta cita hasta el año 2015.
Fue para ver a “Frascuelo”, quien reaparecía ante la afición venteña tras cinco
años de ausencia, Ángel Teruel y el sevillano Javier Jiménez, quien confirmaba
la alternativa. Una terna que tendría que vérselas ante un encierro de Santiago
Domecq. El encierro de Santi Domecq, el segundo con el hierro de Ana María
Bohórquez, dio un juego interesante del que destacaron los corridos en primero,
quinto y sexto lugar. Entre los espadas, sorprendió la gran dimensión ofrecida
por el confirmante quien dio una vuelta al ruedo tras petición de oreja ante el
astado de la confirmación y cortó una oreja del ejemplar que cerró plaza.
Volvimos en 2016. Hicieron el paseíllo Eugenio de Mora, Matías Tejela y Román para dar cuenta de
un encierro de “El Montecillo”. El encierro de la divisa toledana, remendado
con un ejemplar de “Torrealba” que hizo quinto, fue noblote, aunque venido a
menos, pero, por lo menos, permitió lucirse al toledano Eugenio de Mora que dio
muestras de su torería en sus dos intervenciones, sobre todo, ante el cuarto,
burel del que llegaría a pasear una oreja. Un trofeo, aunque protestado,
también pasearía el valenciano Román por su firmeza y decisión del animal que
hizo tercero.
Eugenio de Mora con el toro al que le cortó la oreja. |
Y Román sería el protagonista de la edición de 2017 pues llegó a salir a hombros de la monumental madrileña tras cortar una oreja a cada uno de los ejemplares propiedad del maestro “Joselito” que le tocaron en suerte -por cierto, que se llevó el mejor lote- por su entrega y disposición. Completaron el cartel el madrileño Iván Vicente y el francés Juan Leal. Como decíamos, los toros, cinco con el hierro de “La Reina” y uno, sexto; con el pial de “El Tajo”, fueron propiedad del maestro madrileño José Miguel Arroyo “Joselito”. Hay que destacar que, en este festejo, también destacaron el picador Santiago Morales “Chocolate” y el banderillero “El Sirio”, ambos componentes de la cuadrilla de Román, tras picar y banderillear, respectivamente, al ejemplar que cerró plaza.
Momento de la faena de Román al primero de su lote. |
2018. Este fue un año en el que nos encontramos con la grata sorpresa de Juan Ortega. Quizá habrá aficionados que lo conociesen de antes, pero fue esta corrida en la que le descubrimos muchos otros. Fue una tarde en la que el sevillano actuó con Pepe Moral y Francisco José Espada para despachar un encierro de las ganaderías de “Valdefresno” y Hnos. Fraile Mazas. El encierro de los hierros salmantinos resultó mansote, aunque manejable y de él destacaron los astados corridos en segundo, tercero y sexto lugar, ejemplares que ofrecieron muchas opciones de lucimiento y que fueron ovacionados en el arrastre. Ortega se destaparía en la faena de muleta al primero de su lote, segundo de la tarde, en una torerísima faena que sería premiada con un trofeo. Con el quinto, no se llegaría acoplar, pero nos dejó un ramillete de enjundiosas verónicas. Por su parte, Pepe Moral solo dejaría apuntes de su toreo capotero ante el ejemplar que abrió plaza y el joven Francisco José Espada no estaría a la altura de su lote que fue el mejor del festejo. Entre las cuadrillas destacaron José Alberto Aponte “Candiles”, banderilleando al tercero y lidiando al sexto y José Chacón lidiando al cuarto.
Momento de la faena de Juan Ortega al primero de su lote. |
Así recibió de capote el sevillano a su segundo. |
Y, llegamos a la última edición de las celebradas en este festejo. Y, otra vez, tenemos como protagonista el sevillano Juan Ortega, quien con un ramillete y medio de naturales conseguidos de uno en uno ante un noblote y desrazado zambombo de Martín Lorca hizo vibrar los escaños venteños. Fue lo único destacado de este festejo en el que sus compañeros de cartel, Fernando Robleño y Sebastián Ritter, no pudieron pasar de voluntariosos por el nulo juego del saldo ganadero que, con los dos hierros de la casa, envío Martín Lorca, un encierro, además, que tuvo que ser remendado con un sobrero que hizo tercero de José Luis Osborne que no desentonó, ni por presentación ni por juego, de los titulares. Terminar destacando la labor de “El Legionario” y de César del Puerto, componentes de la cuadrilla de Fernando Robleño, que destacaron picando y lidiando, respectivamente, al cuarto de la tarde.
Juan Ortega hizo vibrar por naturales a los aficionados venteños. |
Y estos son los recuerdos de los 15 de agosto vividos en la monumental plaza de toros de Las Ventas. Unos recuerdos que, ojalá, podamos aumentar a partir del año que viene.