lunes, 13 de noviembre de 2023

RESUMEN DE LA TEMPORADA TAURINA 2023 DE "DE CELESTE Y PALTA" I: CORRIDAS DE TOROS FUERA DE LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS

Julián López "El Juli" en Valladolid.

La temporada 2023 ha sido una temporada atípica para "De celeste y plata". Poco más de dos docenas de festejos fueron los que pudimos presenciar a lo largo de esta última campaña. Unos festejos que, a modo de resumen, os queremos hacer llegar ahora que la temporada taurina ya ha finalizado. Así, hemos agrupado estos festejos en una serie de entradas que iremos publicando en las sucesivas semanas.

Hoy, comenzamos esta serie de publicaciones con las corridas de toros presenciadas más allá de la plaza de toros de Las Ventas.

Juan Ortega, a hombros en Valdemorillo

Nuestra primera corrida de toros de la temporada que, además, también sirvió para inaugurar nuestra particular campaña taurina, fue el domingo 5 de febrero en la localidad madrileña de Valdemorillo. Era la segunda corrida de toros de su Feria Taurina de San Blas y La Candelaria. Un festejo en el que se acartelaron mano a mano los diestros Diego Urdiales y Juan Ortega quienes se las verían ante un encierro de la ganadería madrileña de José Vázquez.

El encierro de la divisa colmenareña tuvo que ser recompuesto con un sobrero del mismo hierro jugado en quinto lugar al devolverse el tercero y correrse turno. Fue un conjunto de discreta presentación que resultaría manso y justo de fuerza. Destacaría el corrido en cuarto lugar, ejemplar que, a su aire, se dejó un poco en la faena de muleta.

El triunfador del festejo sería el diestro trianero Juan Ortega quien saldría por la puerta grande tras cortar una oreja al cuarto y otra al sexto. El primer trofeo lo obtendría tras una faena de inspiración y pinturería ante un ejemplar manso que, a su aire, se dejó en la muleta; y la segunda por una faena desigual y acelerada que resultó más templada en los pasajes al natural. Con el primero de su lote, ante el que se gustó manejando el percal, tanto en el recibo por verónicas con la rodilla genuflexa, como en el quite por verónicas, saludaría una ovación.

Por su parte, Diego Urdiales no tuvo su tarde. Silencio, ovación y silencio fue el resultado final de su actuación.

Juan Ortega saliendo a hombros en Valdemorillo.

Alternativa de Fernando Plaza

Nuestro siguiente destino en lo que a corridas de toros se refiere, fue la plaza de toros de Valdetorres del Jarama (Madrid) donde nos desplazamos el sábado 18 de marzo para presenciar el tercer festejo clasificatorio de la Copa Chenel.

El cartel estuvo compuesto el Juan Miguel, Adriano y Fernando Plaza, que tomó la alternativa, quienes lidiaron un encierro compuesto por las ganaderías de Juan Luis Fraile y Cerro Longo.

Los de Cerro Longo compondrían la primera mitad del festejo, mientras que los de Fraile serían lidiados por los espadas en su segundo turno. El encierro, en general, estuvo bien presentado y ofreció un juego desigual. Destacó en lo malo, el inválido tercero que, incompresiblemente, no fue devuelto a los corrales.

El toricantano Fernando Plaza saldría a hombros tras cortar una oreja a cada uno de sus oponentes. No dijo nada con el toro de Cerro Longo con el que tomó la alternativa, astado noble, aunque justo de fuerza. Y con el fraile que cerró plaza, ejemplar manejable, pero que tuvo muchas teclas, se gustó con el capote y en el inicio de un trasteo muletero en el que derrochó firmeza y decisión.

Juan Miguel, padrino de la alternativa, cortaría una oreja del incierto segundo tras mostrarse voluntarioso, tanto con el capote, como con la muleta. Igual de voluntarioso y dispuesto se mostraría con el también incierto cuarto, astado que le prendió a la hora de entrar a matar y que tuvo que ser rematado por Adriano.

Y el francés Adriano saludaría una ovación tras gustarse con el capote con el inválido tercero que debió ser devuelto a los corrales y con el que no pudo hacer nada en la faena de muleta. También escucharía una ovación tras su actuación con el complicado quinto que llegó parado a la muleta.

Destacar la actuación en el tercio de banderillas del segundo de la tarde de Antonio Molina y Vicente Herrera que se tuvieron que desmonterar.

Paseíllo en Valdetorres del Jarama.

La decisión de Isaac Fonseca destaca en Colmenar de Oreja

Nuestra siguiente corrida de toros fue en la también localidad madrileña de Colmenar de Oreja y también en la Copa Chenel, pero ahora para presenciar la tercera de las semifinales en la que estaban anunciados los diestros Manuel Perera, Isaac Fonseca y Fernando Plaza para lidiar astados de El Vellosino y Araúz de Robles. Fue el sábado 29 de abril.

Tanto los ejemplares de el Vellosino, los tres primeros, como los de Araúz de Robles, los tres últimos, estuvieron bien presentados y ofrecieron un juego desigual. De este conjunto, destacó el ejemplar que cerró plaza, manejable y con muchas opciones de lucimiento.

Abrió plaza Manuel Perera (vuelta y ovación tras aviso). El extremeño se mostró airoso con el capote y firmó algún pasaje aislado destacable con la muleta ente el noblote, aunque parado primero. Con el incierto cuarto, anduvo descompuesto.

El siguiente en actuar fue Isaac Fonseca (ovación con saludos tras aviso y vuelta al ruedo). El mexicano anduvo bullidor y valiente ante un toro rebrincado y a la defensiva que pareció estar dañado de los cuartos traseros. Y salió a jugársela estando muy dispuesto y valiente ante el complicado quinto.

Completó el cartel el madrileño Fernando Plaza (ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos) quien consiguió momentos estimables con la zurda ante el tercero y firmó una faena aséptica, sin alma ni emoción ante el mejor astado de la tarde.

Destacar la buena actuación de Juan Carlos Rey y Tito banderilleando al segundo. Tuvieron que saludar montera en mano.

Y en el plano negativo, apuntar la pésima actuación de la cuadrilla de Fernando Plaza en sus dos toros pues convirtieron la lidia, sobre todo, en los tercios de banderillas, en una auténtica capea.

Inicio de la faena de Isaac Fonseca al de El Vellosino.

Deslucida mixta en Valdetorres del Jarama

Al día siguiente, volvimos a la localidad de Valdetorres del Jarama. En esta ocasión, para presenciar una corrida mixta con motivo de sus Fiestas Patronales del Santísimo Cristo de los Ultrajes.

Se lidiaron dos toros para rejones de las ganaderías de El Soldado (1º) y Hnos. Serrano (4º), que sustituyeron a los anunciados de Juan Albarrán, y cuatro para la lidia a pie de las ganaderías de Monte la Ermita (2º), Zacarías Moreno (3º), José Vázquez (5º) y Victoriano del Río (6º). Una auténtica limpieza de cercados que, sin embargo, resultó manejable, aunque con las fuerzas justas. El de Zacarías Moreno y el de Victoriano del Río fueron ovacionados en el arrastre.

Los encargados de intervenir en este festejo fueron el rejoneador Duarte Fernandes (oreja y oreja) quien tuvo una discreta y tropezada actuación ante el noble, aunque parado primero y que tuvo que hacer todo con el manso cuarto; y los matadores de toros Juan Leal (ovación con saludos y oreja) que no dijo nada ante el flojo segundo y que llevó a cabo una larga faena ayuna de contenido ante el noble, pero flojo quinto; y Fernando Adrián (dos orejas y silencio tras dos avisos) quien tuvo una actuación que poco o nada auguraba lo que llegaría en la siguiente Feria de San Isidro: se gustó con el capote, pero se puso pesado en una faena de muleta de muchos pases sin sentido al bravo, pero escaso de fuerza tercero que pareció dañarse en la salida de toriles, y que también se pondría pesado ante el noble ejemplar que cerró el encierro.

Destacar entre las cuadrillas a Marcos Prieto quien saludó tras banderillear al de Victoriano del Río.

Duarte Fernandes y Fernando Adrián salieron en hombros
en Valdetorres del Jarama.

Marchamalo: torería de Cortés y Castaño y dramática cogida de Mario Palacios

Nuestra siguiente corrida de toros llegaría en el mes de agosto, concretamente, el día 20. Fue en la localidad guadalajareña de Marchamalo. Fue un festejo en el que se lidiaron tres toros de Baltasar Ibán (1º, 2º y 6º) y tres de El Pincha (3º, 4º y 5º). El encierro, aunque con la lógica desigualdad, estuvo bien presentado. Y en lo que al juego se refiere, los de Ibán, aunque encastados, tuvieron un comportamiento dispar, mientras que los de Pincha resultaron mansos y desrazados, aunque se dejaron en la muleta.

Abrió plaza el madrileño Javier Cortés (ovación con saludos, vuelta tras aviso y oreja en el que mató por Mario Palacios). Tuvo una meritoria actuación ante el incierto primero; al cuarto, lo quitó por garbosas chicuelinas y le realizó una muy buena faena de muleta, sobre todo, con la diestra que, sin embargo, quedó emborronada con los aceros; y firmó una muy meritoria actuación con el que cerró plaza, astado que tuvo que estoquear al ser resultado cogido Mario Palacios durante el tercio de varas.

El siguiente en actuar fue el salmantino Damián Castaño (silencio tras aviso y silencio) quien aguantó y tragó mucho ante un segundo ejemplar bravucón que embistió con poder, pero sin clase; y estuvo a gusto en un trasteo muletero, malogrado con la espada, ante el desrazado, pero noble quinto.

Y completó la terna Mario Palacios (oreja en el único que mató) quien consiguió estimables pasajes con ambas manos en la faena de muleta al manso tercero que se dejó en este último tercio. Sufrió una espeluznante y dramática cogida durante el tercio de varas del sexto que sobrecogió al público asistente. Fue trasladado a la enfermería sin conocimiento.

Según publicaron los distintos medios de comunicación, Palacios perdió la consciencia y quedó sin respiración al tragarse la lengua. Reaccionó en el quirófano donde se le apreció una cornada en la parte trasera del muslo izquierdo de 10 cm, un varetazo en el tórax y traumatismo craneoencefálico.

Momento de la faena de Javier Cortés al segundo de su lote.

"El Juli" se despidió de Valladolid lidiando victorinos mano a mano con Emilio de Justo

La Feria de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid fue nuestro último destino en lo que a corridas de toros se refiere. Concretamente, fue la tarde del viernes 8 de septiembre. Una tarde que suponía la despedida de Julián López "El Juli" de la afición vallisoletana. El madrileño estaba acartelado con Emilio de Justo y Roca Rey para lidiar astados de Victorino Martín. Sin embargo, el diestro peruano causó baja y la corrida quedó en mano a mano entre el madrileño y el extremeño.

Los de la A coronada estuvieron bien presentado, aunque sin exageraciones, todo hay que decirlo, y ofrecieron un juego desigual. Destacaron primero, cuarto y sexto que fueron ovacionados en el arrastre.

"El Juli" (oreja con fuerte petición de la segunda, silencio y oreja) tuvo una buena actuación, tanto con el capote, como con la muleta ante el noble y enclasado primero, sin embargo, su actuación quedó emborronada por su "julipié"; anduvo porfión y tesonero ante el complicado tercero que nunca terminó de pasar; y exprimió hasta que se cansó al quinto, toro que, aunque sin excesivo celo, se dejó por el izquierdo. Brindó su última faena al que fuese su apoderado Roberto Domínguez.

Por su parte, Emilio de Justo (silencio tras aviso, oreja tras dos avisos y ovación con saludos tras aviso) no terminó de aprovechar las escasas embestidas que regaló el incierto segundo; se gustó con el gran cuarto, tanto con capote, como en los buenos y variados remates con los que abrochó las series de una, por momentos, despegada faena de muleta por ambos pitones; y, con el encastado y exigente sexto, firmó una desigual faena de muleta que brindó al "Juli" en la que convivieron momentos templados con otros embarullados y que no fue rematada con los aceros.

Destacaron los banderilleros José Domínguez y Pérez Valcarce que saludaron tras parear al sexto.

Natural de Emilio de Justo al cuarto de Victorino.


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