jueves, 6 de junio de 2019

EL MOLAR (MADRID). 31 DE MAYO Y 1 Y 2 DE JUNIO DE 2019. IV CERTAMEN PARA NOVILLEROS SIN PICADORES "FUENTE DEL TORO". FIESTAS PATRONALES DE NTRA. SRA. DEL REMOLINO


LEANDRO GUTIÉRREZ SOBRESALE EN UN CERTAMEN EN EL QUE TAMBIÉN DESTACARON VALENTÍN HOYOS Y LOS ENCIERROS DE FLOR DE JARA Y
SAN ISIDRO/TOROS DE TENORIO


La localidad madrileña de El Molar celebró, con motivo de sus Fiestas Patronales en honor a Ntra. Sra. del Remolino de 2019, la cuarta edición de su certamen para novilleros sin picadores “Fuente del Toro”. Compuesto por tres novilladas sin picadores, el ciclo contó con un claro triunfador: el novillero colombiano alumno de la Escuela Taurina de Navas del Rey Leandro Gutiérrez quien salió por la puerta grande en el último festejo del serial tras una destacada actuación en la que cortó tres orejas a un encierro de la vacada de San Isidro/Toros de Tenorio. Tres orejas, aunque de distinto calado, también obtendría el día anterior el mexicano Isaac Fonseca ante astados de Flor de Jara. Fonseca saldría en hombros acompañado del salmantino Valentín Hoyos quien obtuvo dos apéndices. Con una oreja en el esportón se irían Manuel Perera, Miguel Polope, Álvaro Burdiel y David López. Por su parte, Carlos García y Julián Garibay se fueron de vacío. En el apartado ganadero, destacaron los encierros de San Isidro/Toros de Tenorio y Flor de Jara, vacadas que vieron cómo uno de sus pupilos era premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Completó el elenco ganadero un lote de El Cortijillo/Lozano, Hnos, que, en el primer festejo de este serial, lidiaría un encierro exigente y de juego desigual.

El exigente encierro de El Cortijillo y Lozano, Hnos. desbordó a la terna

En el primer festejo del ciclo, se corrieron cinco astados del hierro de El Cortijillo y uno, jugado en quinto lugar, del de Lozano, Hnos. Fue un conjunto de juego desigual que dejó en evidencia las carencias de una joven e inexperta terna. De este encierro, destacó el jugado en cuarto lugar, ejemplar que manseó en los primeros tercios, pero que lució una encastada nobleza en el tercio final.

Abrió plaza Carlos García, novillero interviniente en todos los tercios, quien, ante el primero del festejo, no pasó de voluntarioso. Solo una serie con la mano diestra mediado el trasteo muletero tuvo cierta estimación. Con el cuarto, el mejor novillo del encierro, no llegó a confiarse nunca y llevó a cabo una desigual actuación.

Momento de la actuación de Carlos García ante el cuarto del festejo.
Por su parte, Manuel Perera mostró ser un novillero fácil y capaz. Nunca dio la sensación de pasar dificultades delante de la cara de los novillos. Ante su primer oponente, novillo manejable que se dolió en banderillas y que amagó con rajarse en la muleta, se gustó manejando el percal por verónicas y chicuelinas en un recibo que remató con una torera media. Ya con la muleta, inició su labor con dos pases cambiados por la espalda. Se mostró muy a gusto y confiado en este largo y poco ceñido trasteo, tanto que llegó a sufrir un par de sustos, afortunadamente, sin consecuencias. Con el quinto, novillo mansote que impuso su volumen, se limitó a cumplir el expediente en un trasteo ayuno de compromiso.

Media verónica con la que Manuel Perera remató
el saludo capotero al segundo de la tarde.
Y Julián Garibay dejó entrever sus carencias ante el lote que le correspondió en suerte. Su primero fue un ejemplar manejable, justo de fuerza, que tendió a defenderse y que acabó buscando el abrigo de las tablas. Con él, el novillero azteca no pasó de voluntarioso. Acabó imponiendo su volumen el novillo que cerró plaza. Fue este un novillo incierto y agarrado al piso en los primeros tercios, aunque manejable en la muleta. Con él, Garibay llevó a cabo una embarullada labor en la que solo consiguió instrumentar algún pasaje aislado con la mano diestra.

Por manoletinas remató Julián Garibay su faena al tercero.

Valentín Hoyos y “Piesdeoso” de Flor de Jara destacan en la segunda del ciclo

El segundo festejo del ciclo contaba con el aliciente de ver el emparejamiento del novillero mexicano Isaac Fonseca y la ganadería colmenareña de Flor de Jara. O lo que es lo mismo, del novillero triunfador del último certamen y la ganadería triunfadora de las tres primeras ediciones. Un emparejamiento vivido ya el año pasado.

Sí respondió a la expectación generada la divisa colmenareña que lidió un encierro encastado y de buen juego. De este lote, destacó el ejemplar jugado en cuarto lugar, de nombre “Piesdeoso”, número 35, que fue premiado con la vuelta al ruedo por su excelente juego.

Sin embargo, el novillero mexicano, a pesar de los tres trofeos obtenidos y su posterior salida en hombros, no estuvo a la altura esperada. Es verdad que Fonseca se gustó manejando el percal ante sus dos oponentes, dos ejemplares con muchas opciones de lucimiento. Sin embargo, con la muleta no andaría igual. No se acoplaría con el tercero, ante el que solo dejó algún detalle aislado. Y, con el sexto, llevaría a cabo un desigual trasteo con ambas manos en el que los momentos bajos fueron más que los altos.

Natural de Isaac Fonseca ante el sexto.
Lo más destacado de este festejo lo firmaría el novillero salmantino Valentín Hoyos quien fue el encargado de lidiar a “Piesdeoso”, el gran cuarto. Y Hoyos lo aprovechó de principio a fin. El salmantino se gustó manejando el percal, tanto en el saludo capotero, como en el quite por tafalleras con el que replicó a las chicuelinas interpretadas por Polope, el otro integrante de la terna. Ya con la muleta, interpretaría buenas series de muletazos con ambas manos entre las que destacaron las llevadas a cabo con la mano diestra. Valentín ya presentaría sus credenciales ante el novillo que abrió plaza, ejemplar que tuvo un buen pitón derecho y que se quedó corto por el izquierdo. Con él anduvo muy templado manejando las telas, tanto en el saludo capotero, como en la faena de muleta en la que dejó buenos pasajes sobre la mano diestra. Al contrario que ante “Piesdeoso” no se mostró eficaz con los aceros y perdió la posibilidad del trofeo.

Valentín Hoyos recibiendo por verónicas a "Piesdeoso".
Momento de la faena de muleta sobre la mano diestra.
Completó la terna Miguel Polope quien, en primer lugar, sorteó un ejemplar noble, aunque con las fuerzas justas ante el que se gustó manejando el capote. Ya con la pañosa, conseguiría momentos estimables sobre la mano diestra en una faena en la que, sin embargo, le faltó acople con la zurda. Con el quinto, astado de pastueña embestida, no conseguiría lucimiento en los lances de recibo, sin embargo, con la muleta, instrumentaría una faena plagada de gusto y torería con buenos muletazos por ambos pitones. Solo la mala utilización del descabello fue motivo suficiente para que la actuación de Polope no  obtuviese un premio mayor.

Natural de Miguel Polope ante el quinto.

Triunfa Leandro Gutiérrez ante una buena novillada de San Isidro/Toros de Tenorio que tuvo un gran “Encendedor”

El ciclo molareño echó el cierre con una novillada incluida en el certamen “Camino Hacia Las Ventas” en la que actuaron tres novilleros pertenecientes a tres escuelas taurinas de nuestra comunidad: Leandro Gutiérrez, representante de la escuela de Navas del Rey, Álvaro Burdiel, alumno de la escuela “Yiyo” de la Comunidad de Madrid, y David López, perteneciente a la escuela “Miguel Cancela” de Colmenar Viejo. Unos novilleros que se las verían ante un encierro perteneciente a los hierros de San Isidro y Toros de Tenorio.

El conjunto ganadero estuvo compuesto por cuatro astados de Toros de Tenorio y dos, corridos en segundo y sexto lugar, de San Isidro. Fue un encierro, en general, de mucha nobleza, aunque alguno de ellos acabase buscando el refugio de las tablas. De este conjunto destacó el que hizo cuarto, “Encendedor” de nombre, herrado con el número 22, ejemplar de mucha nobleza y clase en sus embestidas que fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Correspondió este “Encendedor” en suerte al colombiano Leandro Gutiérrez quien no pasó de aseado en el saludo capotero. Intervino en banderillas, donde consiguió un desigual tercio. Sin embargo, con la pañosa llevó a cabo una templada faena en la que resultaron muletazos cadenciosos y con mucho gusto, fundamentalmente, al natural. Unos molinetes de rodillas y un torero remate de faena precedieron a una estocada envainada preludio de otra estocada delantera que redujo el premio para el novillero colombiano a una oreja. Las dos obtendría Gutiérrez del astado que abrió plaza, ejemplar berreón que manseó en los primeros tercios que, sin embargo, lució mucha nobleza en el tercio final. A este ejemplar lo recibió Gutiérrez con una larga cambiada de rodillas a portagayola y otra en el tercio. Ya enhiesto, se gustó lanceando a la verónica. También intervino en banderillas, donde ahora sí consiguió un buen tercio. Y con la muleta, llevó a cabo una gran labor por ambos pitones en la que hubo muletazos de mucho gusto, de mucha hondura y torería. Una gran labor que fue rubricada de una certera estocada lo que provocó que el novillero colombiano viese premiada su actuación con las dos orejas del novillo.

Natural de Leandro Gutiérrez ante el novillo que abrió plaza.
Y aquí natural ante "Encendedor".
El siguiente en actuar fue el sevillano Álvaro Burdiel quien, en primer lugar, sorteó un ejemplar de noble embestida, pero que siempre buscó la huida a tablas. A este lo recibió Burdiel con la una larga cambiada de rodillas en el tercio para, posteriormente, gustarse en los lances a la verónica, primero con rodilla en tierra y luego con la planta erguida. Un recibo que remató con una airosa, garbosa y torera media. Ya con la franela, consiguió buenos momentos con ambas manos en una labor sin ligazón por la continua búsqueda de huida del novillo. Con el noble quinto, volvió Burdiel a lucirse con el capote, sobre todo, en las medias de remate. Y con la muleta, consiguió buenos pasajes por ambas manos, sobre todo, al natural en una labor que, cierto es, no llegó a ser redonda. Tanto con su primero, como con su segundo, no anduvo fino manejando los aceros lo que redujo el premio a su actuación.

Media verónica con la que Álvaro Burdiel remató su recibo capotero al quinto.
Completó la terna David López quien, ante el tercero de la tarde, novillo abanto y sin fijeza en los primeros tercios, pero que llegó a la muleta con templada y noble embestida, no pudo lucirse manejando el percal. Sin embargo, con la muleta, firmaría una templada faena por ambos pitones en la que hubo series de cadenciosos muletazos que fueron rematadas con torerísimos pases de pecho. Como torerísimos fueron los ayudados por alto y el interminable pase pecho con los que abrochó la faena. Sin embargo, no anduvo certero con los aceros. Con el encastado ejemplar que cerró plaza, se gustó lanceando por verónicas que remató con una airosa media mirando al tendido. Ya con la pañosa, le costó acoplarse con el novillo en un desigual trasteo en el que consiguió buenos momentos con la mano diestra. En este, tampoco anduvo fino manejando los aceros.


Natural de David López ante el tercero del festejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario