PUERTA
GRANDE PARA RAFAEL CAMINO Y EMILIANO ROBLEDO
CON
UNA ENCASTADA Y EXIGENTE NOVILLADA DE FERNANDO GUZMÁN
Leandro Gutiérrez firmó
los mejores pasajes de la tarde ante un novillo manso y descompuesto. Perdió
los trofeos por el mal uso de los aceros. Jaime Díaz paseó un trofeo tras ser
herido durante la faena de muleta.
Una
novillada sin picadores fue el plato fuerte de la programación taurina de la
localidad madrileña de El Boalo con motivo de sus tradicionales Fiestas de
Verano. Un festejo en el que se anunciaron los jóvenes aprendices de torero
Rafael Camino, Leandro Gutiérrez, Jaime Díaz y Emiliano Robledo quienes se las
verían ante un encierro de la ganadería madrileña de Fernando Guzmán.
El
encierro de la santacolomeña divisa madrileña fue un conjunto que tuvo una
desigual presentación y que, siempre encastado y exigente, dio un juego
desigual. Destacó el primero que tuvo mucha nobleza y clase en las embestidas.
El peor fue el segundo que resultó manso y descompuesto. Por su parte, tercero
y cuarto, aunque ofrecieron posibilidades para el lucimiento, no perdonaron un
error.
El
noble y enclasado primero correspondió en suerte a Rafael Camino quien lo
recibió con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio. Ya con la planta
erguida, se mostraría airoso y variado en el saludo capotero. Con la muleta,
inició su trasteo con dos pases cambiados por la espalda para, posteriormente,
mostrarse voluntarioso y decidido en una desigual faena que tuvo los mejores
momentos con la mano diestra. Una estocada caída precedería a la concesión de
las dos orejas de su oponente.
Leandro
Gutiérrez, sorteó al manso y descompuesto segundo. Gutiérrez se gustó con el
capote en el templado recibo por verónicas. Intervino con acierto en
banderillas. Y, con la muleta, tras brindar al cielo, inició su labor con una
templados doblones saliéndose a los medios y en los que fue sometiendo al “guzmán”. Posteriormente, desarrollaría
una inteligente y templada faena con ambas manos en la que tuvo que tragar
mucho y en la que acabó domeñando a su oponente llegando a conseguir
lucimiento. Faena importante que, sin embargo, quedó sin premio por su
reiterado fallo con los aceros por lo que, incluso, llegó a recibir un recado
presidencial.
En
tercer lugar intervino Jaime Díaz quien evidenció falta de oficio ante un
novillo muy encastado y exigente que permitió el lucimiento, aunque no perdonó
ni un solo error y que, además, desarrolló sentido tras hacerle las cosas muy
mal durante toda la lidia. Díaz fue prendido por el novillo durante la faena de
muleta a pesar de lo cual se mantuvo en el ruedo visiblemente dolorido para dar
muerte a su oponente. Gesto por el que pasearía el anillo boaleño con un
apéndice antes de pasar a la enfermería.
Cerró
el cuarteto de actuantes el mexicano Emiliano Robledo ante un ejemplar que,
como el anterior, resultó encastado y exigente que también permitió el
lucimiento y que tampoco perdonó un error. Ante este astado, el novillero
azteca se mostraría aseado manejando el capote para, ya con la muleta, llevar a
cabo una desigual faena en la que, cierto es, dejó buenos momentos con ambas
manos. Un pinchazo arriba precedería a una certera estocada que le puso en
bandeja el doble premio auricular.
Pase cambiado de Rafael Camino al primero de la tarde. |
Leandro Gutiérrez lanceando por verónicas al segundo de la tarde. |
Gutiérrez firmó la mejor faena de la tarde. Fue malograda con los aceros. |
Jaime Díaz evidenció falta de oficio con el tercero. |
Momento con la diestra de la faena de Emiliano Robledo ante el novillo de Fernando Guzmán que cerró plaza. |
La charanga "Los Dikis" de Collado Villalba amenizó espléndidamente el espectáculo. |
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