jueves, 29 de agosto de 2019

SANTA CRUZ DEL RETAMAR (TOLEDO). SÁBADO, 24 DE AGOSTO DE 2019. NOVILLADA CON PICADORES DESAFÍO GANADERO. FERIA TAURINA DEL STMO. CRISTO DEL AMPARO


LOS UTREROS DE FERNANDO GUZMÁN DESTACARON
EN EL DESAFÍO GANADERO DE SANTA CRUZ DEL RETAMAR

Aspecto del ruedo de la plaza de toros de Santa Cruz del Retamar
minutos antes de comenzar el festejo.
La ganadería santacolomeña se enfrentaba a la de El Retamar de procedencia Núñez.
Los novilleros actuantes Juan Carlos Carballo e Ignacio Olmos cortaron una oreja cada uno.

El pasado sábado 24 de agosto, la localidad toledana de Santa Cruz del Retamar celebró una novillada con picadores desafío de ganaderías. La organización de este festejo, enmarcado dentro de la programación taurina de la citada localidad con motivo de sus Fiestas Patronales del Stmo. Cristo del Amparo, cuidó hasta el más mínimo detalle: se pintaron los hierros y las divisas de las ganaderías enfrentadas; se delimitó el espacio en el que se debía desarrollar la suerte de varas algo que, sin embargo, debido a las reducidas dimensiones del ruedo, no resultó todo lo lucido que debiese; y en las entradas de la plaza, se repartieron folletos con los datos de los novillos y ganaderías a lidiar, de las cuadrillas actuantes y de las normas por las que se regiría el acontecimiento. Una organización de diez por la que sin duda hay que felicitar a la comisión organizadora integrada, entre otros, por miembros de la Peña Taurina “Churriega”.

Hecha esta pequeña introducción toca hablar del cartel. En lo que a los cornúpetas se refiere, se escogieron utreros pertenecientes a dos ganaderías de distinta procedencia. La de El Retamar, de origen Núñez, y la de Fernando Guzmán, de encaste Santa Coloma. Ganaderías estas que se encuentran ubicadas en la sierra madrileña. Y en lo referente a los toreros, el dúo de novilleros actuantes lo integraron el cacereño Juan Carlos Carballo y el toledano Ignacio Olmos. Cartel, sin duda, de mucho interés.

El coso churriego casi se llenó en su totalidad cuando el reloj marcaba las siete de la tarde, hora fijada para el inicio del espectáculo. En ese momento, se iniciaba el paseíllo de este festejo que, a priori, tenía todos los alicientes para resultar exitoso. Sin embargo, el resultado final del mismo no respondió a las expectativas creadas. Y no por culpa de los astados, pues estos, en mayor o menor medida, resultaron manejables. Entre ellos, destacaron, los santacolomeños de Guzmán. Más bien fueron los de luces los que no cumplieron con esas expectativas generadas. Estos parecieron no enterarse de donde se encontraban. O quizá sí estuviesen enterados, pero no quisieron darse por aludidos y demostraron falta de actitud.

Abrió plaza un ejemplar de El Retamar con cuajo y de cómoda encornadura. Resultó un tanto descompuesto en el capote no permitiendo el lucimiento de Carballo. No se pudo ver en varas, pues el cacereño lo puso  de aquella manera en suerte en las cercanías y el piquero de turno invadió los terrenos del burel para recetar un picotazo a modo de puyazo. Para justificarse, Carballo hizo ver que ponía en suerte al novillo una segunda vez, ahora en la distancia. Fue un espejismo, pues el piquero no hizo ademán de citarlo y Carballo, en seguida, pidió el cambio de tercio. Tuvo el nuñez un buen comportamiento en banderillas y llegó a la muleta con manejabilidad, aunque con un punto de sosería. La misma sosería que evidenció el novillero cacereño al que le faltó compromiso en una faena ayuna de argumento.

Primero de la tarde. "Serranito". Nº: 22. Ganadería El Retamar.
El segundo ejemplar lució el hierro de Fernando Guzmán. Estuvo bien presentado y fue astifino como la madre que lo parió. No pudo lucirse con él Olmos en los lances de recibo. Aunque sí intentó lucirlo en el caballo, sobre todo, en una segunda vara en la que le puso en suerte en la distancia. Sin embargo, el “guzmán” no acudió a la cita y Olmo hubo de acercarlo. Ahora sí acudió el novillo y, como en el primer encuentro, empujó con fuerza en un fuerte puyazo. Tuvo un buen comportamiento en el segundo tercio y llegó con nobleza al tercio final, aunque con el defecto de abrirse al final de los muletazos buscando la huida. Olmos, anduvo aseado con él en un trasteo en el que faltó firmeza, decisión y ambición. Terminada la labor, se ovacionó en el arrastre al de Guzmán y se silenció la actuación del toledano.

Segundo de la tarde. "Naranjero". Nº: 55. Ganadería Fernando Guzmán.
El tercero de la tarde también lució el hierro de Fernando Guzmán. Otro ejemplar bien presentado. Muy serio e igual de astifino que su hermano. Embistió a arreones de inicio en el capote de Carballo hasta que este, poco a poco, fue domeñando su embestida. Lo intentó lucir, Carballo, en el primer tercio. Y, como su hermano, también tomó dos fuertes puyazos en los que, una vez puesto en suerte, amagó con irse suelto, sin embargo, la labor del picador moviendo el caballo en dirección a la marcada por el de Guzmán hizo que este terminase acudiendo a la reunión. Empujó en el primer encuentro y se dejó en el segundo. Tras un buen comportamiento en banderillas, llegó a la muleta con nobleza, una condición que no terminó de ser aprovechada por el novillero cacereño en una labor que, es cierto, resultó entonada con pasajes con ambas manos, pero en la que nunca terminó de bajar la mano y en la que los remates resultaron muy enganchados. Una eficaz estocada hizo que Carballo pasease el anillo con una oreja tras el ovacionado arrastre del de Guzmán.

Tercero de la tarde. "Conde". Nº: 57. Ganadería Fernando Guzmán.
Con este ejemplar, Carballo consiguió firmar los mejores momentos de su actuación.
Cerró plaza el otro novillo de El Retamar, astado bien presentado, con kilos, pero cómodo de cara. Fue este un burel incierto. No acabó de embestir con claridad en el capote de Olmos. Como su hermano, también tomó un solo puyazo. Y tampoco terminó de ser claro en banderillas. Ya en la muleta, puso en bastantes apuros al novillero toledano en varias coladas por ambos pitones. Solo cuando Olmos se puso en su sitio y dejó la muleta muy puesta en la cara del “retmar”, este embistió con claridad a la franela ofrecida por el toledano. Faena de menos a más rubricada con una estocada eficaz que fue premiada con un apéndice auricular.


Cuarto de la tarde. "Panadero". Nº: 34. Ganadería El Retamar.
Me menos a más fue la faena de Ignacio Olmos a "Panadero".
El festejo fue amenizado de forma brillante por la charanga "Los Imparables".

No hay comentarios:

Publicar un comentario