domingo, 9 de febrero de 2020

VALDEMORILLO (MADRID). PLAZA DE TOROS DE "LA CANDELARIA". SÁBADO, 8 DE FEBRERO DE 2020. CORRIDA DE TOROS. FERIA TAURINA EN HONOR A SAN BLAS Y LA CANDELARIA


SOLITARIA OREJA PARA JOSÉ GARRIDO
ANTE UN SALDO GANADERO DE “ALCURRUCÉN”


José Garrido cortó la única oreja de la primera corrida de toros de la Feria Taurina de San Blas y La Candelaria de 2020 de la localidad madrileña de Valdemorillo. Sus compañeros de terna Juan Ortega y David de Miranda no pasaron de la ovación con saludos. Se lidió un saldo ganadero, por lo que a la presentación se refiere, de la ganadería toledana de “Alcurrucén” que, sin embargo, resultaría manejable, aunque sin mucha fuerza. Destacó el que hizo segundo que fue ovacionado en el arrastre.

Gran interés despertó la primera corrida de toros de la Feria Taurina de San Blas y La Candelaria de 2020 de la localidad madrileña de Valdemorillo. Un festejo, a priori, interesante que aglutinaba a la ganadería toledana de “Alcurrucén” y a los espadas Juan Ortega, torero muy del gusto de la afición venteña; José Garrido, uno de los toreros que sigue despertando las esperanzas de los aficionados; y David de Miranda, uno de las jóvenes sorpresas de la pasada temporada taurina. Tanto fue el interés despertado entre la afición que el coso de “La Candelaria” se llenó en las tres cuartas partes de su aforo. Sin embargo, la inicial expectación creada no se vio correspondida con lo que sucedido en el ruedo.

Fundamentalmente, dos fueron las cuestiones que motivaron esta situación. Primero, el encierro de la vacada toledana que, por su presentación, pareció un saldo ganadero impropio de ser lidiado en una corrida de toros por muy de tercera categoría, como es el caso de Valdemorillo, sea el coso en el que se lleve a cabo el festejo. Y segundo, porque los diestros actuantes no se acoplaron con sus oponentes que, todo hay que decirlo, fueron manejables, aunque no estuviesen sobrados de fuerzas. Del lote enviado por los hermanos Lozano, destacó el jugado en segundo lugar, ejemplar de gran fijeza, nobleza y transmisión que fue ovacionado en el arrastre.

Abrió plaza el sevillano Juan Ortega quien no se acopló con su lote. Ortega, en primer lugar, sorteó un ejemplar de digna presentación. Tuvo nobleza, el de “Alcurrucén”, aunque le faltó fuerza. Fue el toro propicio para el toreo de Juan Ortega. Sin embargo, el sevillano no se acopló con él en ningún momento. No consiguió lucirse con el capote. Solo una exigua verónica en el turno de quites llevó el sello de Ortega. Ya con la muleta, no acertó ni con las distancias ni con las alturas y el trasteo resultó deslucido. Solo destacaron los toreros doblones con los que inició el trasteo. Su segundo oponente tuvo feas hechuras, fue vareado de cartenes y acapachado de cuerna. Al igual que el anterior, resultó noble, aunque carente de fuerza. Ortega esbozó el toreo con el capote en dos verónicas y una media en el saludo. Y con la muleta, llevó a cabo un largo e insustancial trasteo en la distancia corta en el que atosigó y ahogó la embestida del “alcurrucén”.

El siguiente en actuar fue el pacense José Garrido quien cortaría el único trofeo del festejo. Fue ante el quinto de la tarde. Un ejemplar más propio para lidiarse en un festival que en una corrida de toros. Brocho, gacho y escurrido de carnes fue muy protestado por su impropia presentación, sobre todo, durante los primeros tercios de la lidia. Es verdad que el de “Alcurrucén” tuvo nobleza, aunque con un punto de sosería. Con él, Garrido no pudo estirarse en el saludo capotero. Con poca fortuna, intervino en quites intentando tornar el ambiente adverso creado por la presentación del burel. Ya con la pañosa, inició el trasteo de rodillas. Luego, enhiesto, continuó el mismo sobre la mano zurda. No fueron lucidas las series pues faltó temple, ceñimiento y abundó el toreo en línea lo que hizo que el animal pareciese salir desentendido del engaño. No mejoró la serie con la diestra que precedió a las manoletinas de rodillas que fueron recriminadas por un sector del público. A pesar de lo anterior y de que la espada cayese en el rincón, Garrido fue premiado con el citado apéndice auricular. Una ovación saludaría ante el primero de su lote. Fue este un astado chico y anovillado, pero fue el mejor del encierro. Embistió bien al capote de Garrido. Apretó en el caballo montado por Aitor Sánchez que recetó un buen puyazo. Acudió alegre en banderillas. Y tuvo fijeza, nobleza y transmisión en la muleta. Garrido lo recibiría con un airoso saludo que remató con buena media. Quitó por garbosas chicuelinas. Garboso también sería el inicio del trasteo muletero. Una aseada tanda con la zurda, sería seguida por otra más descompuesta. Cambió de mano, Garrido. Acortó las distancias. Y la faena se perdió en un sinsentido. Entró a matar a recibir y cobró una estocada caída que no resultó suficiente por lo que tuvo que echar mano del verduguillo. Como quedó reseñado, Garrido saludaría una ovación como premio a su actuación tras el ovacionado arrastre de este buen “Alcurrucén”.

Completó la terna el onubense David de Miranda quien saludaría una ovación tras sus dos actuaciones. Su primer oponente estuvo bien presentado y resultó noblote a pesar de la lesión que se le suponía al de “Alcurrucén” pues arrastró los cuartos traseros de forma ostensible durante toda la lidia. De Miranda se mostró airoso en el recibo capotero y derrochó valor en el quite por saltilleras. Inició su trasteo muletero también por valerosos pases cambiados por la espalda. Acortaría las distancias en el toreo fundamental con lo que ahogó la embestida del toro y el trasteo resultó embarullado y sin argumento. Anovillado y escurrido de carnes sería el ejemplar que cerró plaza. Tuvo nobleza, aunque apenas tuvo fuerza. El onubense no pudo estirarse con el capote ni en el saludo ni en el turno de quite que siguió al buen puyazo que interpretó José Cartes. Ya con la pañosa, inició su trasteo por estatuarios para, posteriormente, continuar la faena con desiguales series con ambas manos llevadas a cabo en la corta distancia en las que hubo pasajes aislados de cierta estimación.

Ficha del festejo:
Plaza de toros de “La Candelaria”, Valdemorillo (Madrid).
Feria Taurina en honor a San Blas y La Candelaria.
Sábado, 8 de febrero de 2020. Corrida de toros.
Tres cuartos del aforo cubiertos.
Se lidiaron seis toros de la ganadería de “Alcurrucén”. Excepto primero y tercero, mal presentados. Resultaron manejables, aunque no estuvieron sobrado de fuerzas. Destacó el jugado en segundo lugar que fue ovacionado en el arrastre.
-JUAN ORTEGA: ovación con saludos tras aviso y ovación tras aviso.
-JOSÉ GARRIDO: ovación con saludos tras leve petición y oreja.
-DAVID DE MIRANDA: ovación con saludos y ovación con saludos.
Observaciones:
Al terminar el paseíllo sonaron los acordes del Himno Nacional.
Entre las cuadrillas, destacaron los picadores Aitor Sánchez y José Cartes que fueron ovacionados tras los tercios de varas del segundo y sexto toro, respectivamente.

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