La ganadería de D.ª Isabel Reyna
y el novillero Leandro Gutiérrez
triunfadores de la clase práctica
Texto: Moisés Celestén Lozano
Fotos: José Cid López
La
ganadería de D.ª Isabel Reyna y el novillero colombiano Leandro Gutiérrez
resultaron ser los triunfadores de la clase práctica con la que se ponía fin al
ciclo torrelagunense del presente año.
Lo
fue la divisa guadalajareña ya que dos de los cuatro añojos lidiados en este
festejo fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre. “Pajarito” y
“Nebuloso”, corridos en tercer y cuarto lugar, respectivamente, fueron los
agraciados con tal distinción. No les fue a la zaga, “Trigolimpio”, segundo de
la tarde, fuertemente ovacionado en el arrastre y que bien hubiese merecido
tales honores. Solo “Zaragatillo”, jugado en primer lugar, fue la única nota
discordante de este gran encierro enviado por la vacada propiedad del
rejoneador torrelagunense Manuel Vidrié.
Y
lo fue Leandro Gutiérrez al salir por la puerta grande del coso madrileño tras
cortar las dos orejas de “Nebuloso”, ejemplar con más genio que casta que llegó
con una extraordinaria nobleza a la muleta. A éste, lo recibió Leandro con una
larga cambiada a portagayola para, posteriormente, lancearlo de manera
airosa a la verónica. Tras un
vibrante tercio de banderillas protagonizado en solitario, inició el trastero
muletero de hinojos en el centro del ruedo. Ya con la planta erguida, tuvo
momentos de gran interés con ambas manos en una faena a la que le faltó
continuidad. Tras un torero cierre de la faena de muleta, anduvo raudo
manejando el acero lo que le valió para pasear el doble trofeo.
Un
trofeo tras leve petición paseó el jovencísimo Daniel Sánchez del bravo
“Pajarito”. Sánchez, de solo catorce años, estoqueaba en Torrelaguna el quinto
becerro de su corta, pero prometedora carrera. Evidenció las carencias lógicas
por la falta de experiencia, pero dejó patente su concepto de toreo desmayado y
de mano baja. Solo su fallo a espadas evitó un premio mayor.
También
el fallo con los aceros evitó el triunfo de Héctor Gutiérrez ante el nobilísimo
“Trigolimpio”. A éste lo recibió Héctor con una larga cambiada de rodillas en
el tercio para, posteriormente, seguir lanceándolo a la verónica”. Ya con la franela, dibujó muletazos de bella factura con
ambas manos que no llegó a rubricar con los aceros. Su labor fue silenciada
tras escuchar un recado presidencial.
Abrió
plaza el mexicano Jaime Hernández quien se las vio ante “Zaragatillo”, manso
ejemplar que amagaba con salir suelto a tablas. Acertó Jaime a sujetarle en los
medios donde ejecutó muletazos largos y templados con ambas manos. Tras un
torero cierre de faena de rodillas, no estuvo acertado con el manejo de los
aceros y su labor fue silenciada tras recibir dos recados presidenciales. Hay
que señalar que en este astado, tuvo lugar el tercio de quites más vistoso,
pues al realizado por Héctor Gutiérrez por saltilleras
replicaron al alimón Jaime Hernández y Leandro Gutiérrez por chicuelinas y tafalleras rematadas con la revolera.
Jaime Hernández con el primero |
Héctor Gutiérrez con "Trigolimpio" |
El jovencísimo Daniel Sánchez ante "Pajarito" |
Daniel Sánchez con el trofeo obtenido |
Leandro Gutiérrez recibiendo a portagayola a "Nebuloso" |
Leandro Gutiérrez con el doble trofeo |
Salida en hombros de Leandro Gutiérrez |
Chicuelina al alimón de Jaime Hernández y Leandro Gutiérrez al primero de la tarde |
Los tercios de banderillas fueron compartidos por distintos alumnos. En la imagen Héctor Gutiérrez, Jaime Hernández y Leandro Gutiérrez |
Dos veces asomó el pañuelo azul en el palco presidencial para premiar con la vuelta al ruedo póstuma los becerros lidiados en tercer y cuarto lugar |
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