DE CELESTE Y PLATA: LAS VENTAS (MADRID). MARTES, 15 DE AGOSTO DE 2017. CORRIDA DE TOROS EXTRAORDINARIA. FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LA PALOMA

PUERTA GRANDE PARA LA DISPOSICIÓN DE "ROMÁN"

El matador de toros valenciano “Román” salió por la puerta grande de la plaza de toros de Las Ventas tras cortar una oreja a cada uno de los toros que le tocaron en suerte en la tradicional corrida del Día de la Virgen de la Paloma. Testigos de esta hazaña del valenciano fueron el madrileño Iván Vicente, quien saludó una ovación en el segundo de su lote, y el francés Juan Leal, que vio silenciada su actuación. Se jugó un encierro propiedad del matador de toros madrileño José Miguel Arroyo “Joselito” que lució los hierros de “La Reina” y “El Tajo”.

15 de agosto. Festividad del Día de la Virgen de la Paloma. Quizá la fiesta más castiza de la capital de España. Y, cómo no, día de toros en la monumental venteña. En el cartel, aparece anunciado uno de los grandes matadores de toros madrileños, José Miguel Arroyo “Joselito”, aunque, sea como ganadero. Un encierro de su propiedad, con los hierros de “El Tajo” y “La Reina”, se lidiará en fecha tan señalada. Finalmente, serán cinco de los componentes de este lote lucirán el hierro de “La Reina”, y sólo el destinado para cerrar plaza, lucirá el de “El Tajo”. Fue un conjunto desigualmente presentado y que dio un juego dispar. Los mejores fueron los jugados en tercer, quinto y sexto lugar que, incluso, llegaron a ser ovacionados en el arrastre. Primero y cuarto se dejaron, aunque se acabaron muy pronto. Y el segundo fue un inválido que tuvo que ser apuntillado al desplomarse durante la faena de muleta. Fue pitado de camino al desolladero.

Entre la terna actuante, destacó el valenciano Román Collado, “Román” en los carteles, quien logró salir en hombros por la puerta grande del coso capitalino tras cortar una oreja a cada uno de los toros que le tocaron en suerte. Sorteó, el valenciano, el mejor lote de este desigual encierro y, a pesar de que sus faenas no fueron redondas ni contundentes, si dejaron patente la raza del valenciano, su disposición y sus ganas de funcionar en este mundo. Su primer oponente fue un toro con gran fijeza y muy codicioso, aunque no estuvo muy sobrado de fuerza lo que motivó que llegase a la muleta con una incómoda embestida. “Román” inició su trasteo con unos vibrantes estatuarios. Prosiguió, el valenciano, sobre la mano izquierda consiguiendo momentos aislados en una actuación en la que llegó a faltar temple y poso. Cerró el trasteo con unos toreros doblados por bajo sobre la mano izquierda antes de dejar en lo alto del toro una estocada cobrada a matar o morir. El sexto fue un buen toro. Hizo buena pelea en el caballo de “Chocolate”, quien realizó un buen primer tercio, aunque esperó un poco en banderillas donde destacó “El Sirio”. Llegó a la muleta con movilidad y nobleza y, “Román,” tras brindar a D.ª Laura, esa joven aficionada más que octogenaria que tanto anima a los toreros actuantes en el ruedo venteño, inició el trasteo de forma poderosa por abajo. Continuó su labor con irregulares series interpretadas con ambas manos en las que, nuevamente, predominaron las ganas y la decisión del valenciano. Igual que en su primero, volvió a mostrarse contundente en la suerte suprema. El público madrileño se entregó desde un principio a la disposición de “Román” y consiguió sacarle en hombros tras solicitar con mucha fuerza la oreja en cada una de las dos actuaciones del torero valenciano.

Por su parte, el madrileño Iván Vicente sólo pudo dejar algunos pequeños apuntes de su torería antes los astados que le tocaron en suerte. El que abrió plaza tenía nobleza, pero muy poca fuerza. Se le hicieron mal las cosas desde el principio y llegó parado al tercio de muleta. Y el cuarto manseó en los primeros tercios. Llegó con cierta nobleza al trasteo muletero, pero sin pizca de fuerza. Con él, el torero de Soto del Real, consiguió algún muletazo suelto de uno en uno.

Completó la terna el francés Juan Leal. Quedó inédito, el francés, con el inválido segundo, toro que tuvo que ser apuntillado al desplomarse durante la faena de muleta. Y con el buen quinto, consiguió lucirse en una serie con la mano diestra de rodillas desde el centro del anillo con la que empezó su trasteo muletero. A partir de aquí y ya con la planta erguida, se extendió en una larga faena plagada de pases ayunos de contenido. Lo más destacado de la lidia este ejemplar fue el tercio de banderillas interpretado por Marc Leal.