Daniel Menés firmó lo más destacado de la tarde. |
BUENA
NOVILLADA DE HNOS. SÁNCHEZ HERRERO
CON
LA QUE DESTACAN LAS GANAS DE DANIEL MENÉS
La
divisa salmantina de Hnos. Sánchez Herrero lidió una buena novillada en el
tercer festejo de la temporada venteña de 2019. Una tarde que estuvo marcada
por la lluvia que apareció en los prolegómenos del festejo y que no cesó hasta
su finalización. Entre los de las luces, destacaron las ganas del madrileño
Daniel Menés quien malogró sus decididas actuaciones por el mal uso de los
aceros. Por su parte, Miguel Maestro y Abel Robles, que llegó a escuchar los
tres avisos ante el primero de su lote, no tuvieron su tarde.
Tercer
festejo de la actual temporada taurina de la madrileña plaza de toros de Las
Ventas. En esta ocasión, una nueva novillada con picadores en la que tres
novilleros como Miguel Maestro, Abel Robles y Daniel Menés encontraban una
oportunidad para poder dar un giro a sus respectivas carreras. Enfrente, un
encierro perteneciente a la ganadería salmantina de Hnos. Sánchez Herrero.
No
empezó bien la tarde. Pocos minutos antes de comenzar el festejo, la lluvia
hizo acto de presencia con la intención de presenciar también lo que acontecía
en el ruedo capitalino. Algo que, sin duda, enfrió aún más el frío ambiente de
los tendidos venteños que apenas llegaron a llenarse en su cuarta parte.
Además, la presencia del señalado espectador hizo que el ruedo, en aparentes
buenas condiciones, quedase un tanto resbaladizo lo que también llegó a marcar
el desarrollo del festejo.
Sí
puso de su parte el encierro de la divisa salmantina. Un conjunto que tuvo una
desigual presentación, pero que, a pesar de las anteriormente señaladas
adversidades, ofreció oportunidades de lucimiento a la terna actuante, terna de
la que solo destacó el novillero madrileño Daniel Menés por sus ganas y su
disposición. Tanto que no dejó pasar cada uno de sus turnos de quite: por
faroles invertidos ante el segundo y caleserinas ante el quinto. Es verdad que
las faenas de Menés no fueron redondas, ni rotundas y que, por momentos,
resultaron un tanto aceleradas, pero no es menos cierto que de sus muñecas
nacieron los mejores momentos de la tarde. Al primero de su lote, gran ejemplar
que llegó a ser ovacionado en el arrastre, lo recibió con el capote por
verónicas y chicuelinas. Ya con la muleta, tras brindar al cielo, desde donde
le contemplaban en una barrera de lujo su madre y su gran amigo Víctor Barrio,
aunque con la señalada celeridad, llegó a conseguir buenos pasajes con ambas
manos, sobre todo, al natural con muletazos de muy buen trazo. El fallo con los
aceros privó al madrileño de un premio mayor. Con el que cerró plaza, un
novillo incierto en los primeros tercios, pero que llegó con nobleza al tercio final,
anduvo aseado manejando el percal. Y con la muleta, volvió a instrumentar un
acelerado trasteo en el que, sin embargo, surgieron buenos momentos con la mano
diestra.
Por
su parte, Miguel Maestro no llegó a estar a gusto con el manejable ejemplar que
abrió plaza. Animal que resbaló en varias ocasiones durante la lidia y que
tampoco llegó a estar a gusto embistiendo a la muleta de Maestro. Con el
cuarto, un ejemplar que tuvo un buen pitón derecho, llegó a hilvanar un par de
entonadas series con la mano diestra. El novillo propinó una fea voltereta a
Maestro, afortunadamente, sin consecuencias y, a partir de aquí, se
descompusieron novillero y novillo y la faena perdió todo su argumento.
Completó
la terna Abel Robles quien se fue a recibir a su primer oponente a portagayola.
Aguantó mucho el novillero catalán, pues el de Sánchez Herrero le midió mucho
en la salida, pero Robles no se descompuso y consiguió el objetivo de la larga
cambiada. Fue lo más destacado de su actuación con el capote. Ya con la muleta,
inició el trasteo ante este buen ejemplar, con unos estatuarios que remató con
un garboso pase del desprecio. Sin embargo, estos buenos augurios no se vieron
correspondidos con un largo trasteo que nunca llegó a coger vuelo. Por si fuera
poco, anduvo mal manejando los aceros y el de Sánchez Herrero volvió vivo a los
toriles después de que Abel recibiese los tres avisos. Con el quinto, otro
novillo manejable, volvió a realizar otro largo trasteo que inició con un pase
cambiado por la espalda.
Miguel Maestro en un momento de su trasteo ante el cuarto. |
Abel Robles iniciando su faena ante el quinto. |
Daniel Menés rematando su saludo capotero al sexto. |
Sergio Aguilar destacó lidiando al cuarto del festejo. |
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