CLASES
PRÁCTICAS CLASIFICATORIAS DEL
II
CERTAMEN PARA NOVILLEROS SIN PICADORES “LA OPORTUNIDAD”
La
coqueta plaza de toros de la madrileña localidad de Alalpardo fue el escenario
de la segunda edición del certamen para novilleros sin picadores “La Oportunidad”
organizado por la Escuela Taurina “José Cubero Yiyo” de la Comunidad de Madrid en colaboración con la empresa
Plaza 1, el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid y el
consistorio alalpardeño con su Alcalde, Miguel Ángel Medranda, al frente.
Dieciocho
aprendices de torero pertenecientes a distintas escuelas taurinas de nuestra
piel de toro participaron en las tres clases prácticas celebradas los pasados
días 3, 4 y 5 de julio buscando un hueco en la novillada sin picadores final
del certamen que se celebraría el siguiente día 6 en el mismo escenario.
Dieciocho aspirantes que se las verían ante encierros de las ganaderías de
Ramón Carreño, Braña del Agua y Antonio López Gibaja.
Toreo sin remate de
Fran Amaya
En
la primera de las clases prácticas se anunciaron los añojos de la divisa
toledana de Ramón Carreño. Fue este un encierro muy manejable que ofreció
oportunidades de lucimiento al sexteto de actuantes quienes no siempre
aprovecharon tales oportunidades.
Abrió
plaza el sevillano alumno de la Escuela Taurina “José Cubero Yiyo”, Álvaro Burdiel quien solo pudo
dejar detalles ante su oponente, manejable ejemplar, en una labor en la que
nunca llegó a estar a gusto. Sería premiado con una oreja.
El
siguiente turno fue para el alumno de la escuela de Almería Víctor Acebo quien
también paseó el anillo con un trofeo por su labor ante el noble segundo en la
que se mostró muy torero y variado con el capote y en la que se gustó en un
templada faena de muleta, sobre todo, al natural.
Por
su parte, Rafael León, alumno de la escuela de Málaga, vio silenciada su
actuación ante el manejable tercero al que recibió con una larga cambiada de
rodillas en el tercio. Sin poder encontrar lucimiento con el capote, con la
muleta, solo dejó detalles.
Muchas
ganas y decisión mostró Luis Rivero, perteneciente a la escuela “Yiyo”, en su
actuación ante el manejable cuarto. Una actuación en la que intervino en todos
los tercios, aunque de forma un tanto embarullada. Fue premiado con una oreja.
Fran
Amaya, alumno de la escuela de Badajoz, firmó los mejores pasajes de la tarde.
Es cierto que al pacense, por momentos, le faltó ajuste y ceñimiento, pero no
es menos cierto que anduvo con gusto, muy fácil y asentado, tanto con el
capote, como con la muleta. Solo el reiterado fallo con los aceros redujo el
premio a su actuación a una ovación que saludaría desde el tercio. Una ovación
con la que también se premiaría a su oponente en el arrastre por su nobleza y
clase.
Cerró
el sexteto de actuantes Israel Morales, representante de la Escuela Taurina
“Miguel Cancela” de Colmenar Viejo, quien sortearía un añojo de mucha nobleza.
Morales, que no se pudo estirar con el percal, firmó una templada faena de
muleta con ambas manos en la que hubo pasajes de mucho gusto. No anduvo fino
con los aceros y saludó una ovación.
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Fila 1: Álvaro Burdiel, Víctor Acebo y Rafael León. Fila 2: Luis Rivero, Fran Amaya e Israel Morales. |
“Villita” y Marcos del
Rincón, por la puerta grande
Para
la segunda clase práctica, se contó con un encierro de la vacada gaditana de
Braña del Agua quien envió un encierro con ejemplares muy toreables. Incluso el
corrido en último lugar fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma, premio que
no se entiende puesto que no fue el mejor ejemplar del encierro ni mucho menos.
Es verdad que resultó manejable, pero no es menos cierto que buscó la huida a
tablas durante toda la lidia.
Abrió
plaza el alumno de la escuela de Salamanca Manuel Martín quien sorteó un añojo
noble, repetidor y codicioso al que recibió con una larga cambiada de rodillas
en el tercio. Tras mostrarse aseado con el capote, instrumentó una acelerada faena
de muleta por ambos pitones en la que faltó temple y poso. Fue premiado con una
oreja.
El
siguiente en actuar fue “Villita”, perteneciente a la escuela “Yiyo”, quien se
mostró poderoso domeñando las descompuestas embestidas de un ejemplar mansurrón
que amagó con rajarse durante toda la lidia. Demostró así el toledano estar preparado
para retos mayores. Sería premiado con las dos orejas.
En
tercer lugar actuaría Marcos del Rincón, también alumno de la escuela “Yiyo”,
quien sorteó un noble ejemplar, aunque con un punto de mansedumbre. Del Rincón
se gustó manejando capote y muleta y dio la dimensión de un torero hecho y de
gusto. Caló en la afición por su verticalidad y su toreo de mano baja. Tras una
certera estocada, sería premiado con las dos orejas de su oponente.
Una
oreja cortaría Alejandro Peñaranda, alumno de la escuela alicantina, del noble
cuarto tras una actuación en la que anduvo aseado con el capote y en la que,
con la muleta, llevó a cabo una faena con buenos momentos en la que demostró
estar muy puesto y tener conocimiento del oficio.
Por
su parte, el colombiano Leandro Gutiérrez, alumno de la escuela de Navas del
Rey, vería ovacionada su actuación ante el noble quinto. No llegó a lucirse
manejando el capote. Aunque sí lo haría en el tercio de banderillas que compartió
con Santiago Espín y en la faena de muleta en la que dibujó buenos pasajes
sobre la mano diestra y en el final del trasteo. Sin embargo, los pasajes
interpretados con la zurda resultarían más deslucidos al quedarse descubierto
lo que provocó que el añojo se le colase en varias ocasiones. No anduvo fino
con los aceros.
Cerró
la tarde Juan Herrero, alumno de la escuela “Yiyo”, quién sorteó al ejemplar
incompresiblemente premiado con la vuelta al ruedo. No acabó Herrero de
gustarse con el capote. Y con la muleta, se mostró bullidor en una desigual faena
en la que consiguió estimables pasajes con ambas manos. Tras acabar con su
oponente con una estocada, daría una vuelta al ruedo.
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Fila 1: Manuel Martín, "Villita" y Marcos del Rincón. Fila 2: Alejandro Peñaranda, Leandro Gutiérrez y Juan Herrero. Fila 3: vuelta al ruedo al sexto ejemplar de Braña del Agua. |
Puerta grande para
Daniel Pérez y Guillermo García con un gran encierro de López Gibaja
Para
el último festejo de clasificación se escogió un encierro de la ganadería de
Antonio López Gibaja. Fue este un encierro con mucho volumen que ofreció un
gran juego. De hecho, los ejemplares corridos en los dos últimos lugares que
fueron premiados con la vuelta al ruedo póstuma. Con este importante lote
ganadero destacó la actuación de Daniel Pérez, alumno de la Escuela Taurina
“José Cubero Yiyo” de la Comunidad de
Madrid, quien salió en hombros del coso alalpardeño acompañado por su compañero
de centro Guillermo García.
Abrió
plaza Álvaro de Faranda, alumno de la escuela de la Comunidad de Madrid, quien
sorteó un astado bravo, codicioso y de mucha nobleza. Faranda anduvo
voluntarioso con el capote manejando el percal. Ya con la muleta, se mostró
encimista en una labor por ambos pitones que resultó embarullada. Marró con los
aceros y vio silenciada su actuación.
En
segundo lugar actuó Guillermo García quien se las vio ante el garbanzo negro
del encierro, un añojo manso que acabó refugiado en tablas. Con el capote,
destacó García en las dos largas cambiadas de rodillas en el tercio con las que
recibió a su ejemplar y en la media con la que remató el esbozo de saludo
capotero. Ya con la muleta, evidenció garra y firmeza en un trasteo en el que no
consiguió sujetar al manso oponente por lo que tuvo que recurrir a los alardes
para la galería poniendo toda la casta que le faltó al novillo. Una estocada
desprendida puso en sus manos el doble trofeo auricular.
El
siguiente en actuar fue Joan Marín, representante de la escuela de Valencia, a
quien correspondió en suerte un noble ejemplar que fue ovacionado en el
arrastre. No pudo estirarse con él, Marín, con el capote, pero sí dejó una
verónica y una media de remate con mucho gusto. Sí se gustaría con la franela
en una fácil y templada faena por ambos pitones. Mató de una estocada y sería
premiado con una oreja.
Fernando
González, alumno de la Escuela Taurina “Fundación El Juli” de Arganda del Rey,
intervendría en cuarto lugar ante un añojo manejable, pero que se agarró un
tanto al piso. Lo recibió con dos largas afaroladas de rodillas en el tercio,
aunque no llegaría estirarse con el capote. Interpretó un buen tercio de
banderillas junto a un compañero de centro. Y con la muleta, llevaría a cabo
una templada y torera faena con series pos ambos pitones. No estuvo fino con
los aceros y dio una vuelta al ruedo.
En
quinto lugar actuaría el toledano alumno de la Escuela Taurina “José Cubero Yiyo” de la Comunidad de Madrid, Daniel
Pérez quien firmaría la actuación más destacada de la tarde ante un ejemplar
muy noble y de mucha clase que tuvo el defecto de buscar la huida a pesar de lo
cual fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Daniel recibió a este
ejemplar a portagayola por caleserinas con la planta erguida. No pudo estirarse
con el capote, aunque sí remató el saludo con una media de mucha enjundia.
Interpretó el tercio de banderillas que cerró con un buen par al quiebro en el
tercio. Ya con la pañosa, inició su trasteo de rodillas para, ya enhiesto,
dibujar muletazos con ambas manos templados y de mucho gusto. Gusto que también
tuvieron los remates de las series. Selló su labor con una buena estocada y
pasearía el anillo con el doble premio auricular.
Cerró
el sexteto de actuantes el azteca Iñaki González, alumno del CITAR-Escuela
Taurina de Anchuelo. González sorteó un gran novillo que también fue premiado
con la vuelta al ruedo póstuma. Se mostró el novillero azteca aseado manejando
el percal. Ya con la muleta, firmó una faena de muleta con buenos momentos
sobre la mano diestra, pero que bajó de intensidad por la falta de acoplamiento
con la zurda. Sería premiado con una oreja tras un pinchazo y una estocada
defectuosa.
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Fila 1: Álvaro de Faranda, Guillermo García y Joan Marín. Fila 2: Fernando González, Daniel Pérez e Iñaki González. Fila 3: añojos de Antonio López Gibaja premiados con la vuelta al ruedo. |
Fallo del jurado
Una
vez terminadas las tres clases prácticas clasificatorias, el jurado hizo
público el nombre de los tres novilleros finalistas del certamen que no fueron
otros que Fran Amaya, Marcos del Rincón y Guillermo García quienes actuarían en
la novillada sin picadores que se celebraría al día siguiente ante erales de la
ganadería de Hnos. Ruiz Palomares. Festejo este que analizaremos en una
publicación aparte.
No
queremos terminar este resumen sin hacer mención al joven alumno de la Escuela
Taurina “José Cubero Yiyo” de la Comunidad de Madrid, Rodrigo Cid, colaborador
fotográfico de este blog, quien intervino en quites en el último novillo de la
segunda clase práctica. Firme y decidido –no sin un pequeño susto– interpretó
un torero que quite por tafalleras que remató con un airoso recorte que levantó
la cerrada ovación de los tendidos alalpardeños.
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Nuestro colaborador Rodrigo Cid. |