DE CELESTE Y PLATA: VALDEMORILLO (MADRID). LUNES 6 DE FEBRERO DE 2017. NOVILLADA CON PICADORES

BUEN ENCIERRO DE GÓMEZ DE MORALES

Y PUERTA GRANDE DE ANDY YOUNES

La ganadería de Gómez de Morales ha lidiado un encierro muy toreable en la novillada picada que ponía fin a la feria taurina de Valdemorillo de 2017. El novillo jugado en quinto lugar fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Este novillo fue desorejado por partida doble por el francés Andy Younes quien salió por la puerta grande, puerta que ya tenía entreabierta tras el trofeo obtenido ante el primero de su lote. Fernando Flores, por el mal manejo de los aceros, y Santiago Sánchez Mejía se fueron de vacío.

Los utreros salmantinos de Gómez de Morales estuvieron bien presentados, sin excentricidades, y ofrecieron, aunque con matices, buen juego, propiciando el triunfo a la terna actuante, sin embargo, solo el francés Andy Younes aprovechó la oportunidad ofrecida por los astados. Y lo hizo, especialmente, en el jugado en quinto lugar y que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, galardón que, sin duda, venía a premiar el juego ofrecido por todo el conjunto. A este novillo lo toreó Younes de forma lucida con el capote en el saludo por verónicas y en el posterior quite por saltilleras. Ya con la pañosa, inició su trasteo con un pase cambiado por la espalda tras brindar al respetable. Prosiguió su labor el francés toreando con la mano diestra y de su muñeca brotaron muletazos largos y templados que arrancaron los olés más rotundos de la tarde. Unos olés que decayeron levemente en la única serie que Younes intentó al natural. Tras dos circulares invertidos, llegó la hora de la suerte suprema. Cobró una estocada defectuosa, pero de rápido efecto que hizo que los tendidos se poblasen de pañuelos pidiendo el doble trofeo para el francés. Se lo pensó la presidencia, pero finalmente, el doble trofeo fue a parar al esportón del rubio novillero.

Ya había obtenido un apéndice Andy del segundo novillo de la tarde, novillo de embestida un tanto descompuesta, aunque manejable. Anduvo aseado el francés manejando el percal, sobre todo, en el quite por cordobinas. Por estatuarios inició el trasteo muletero que continuó en desiguales series instrumentadas por ambos pitones con las que consiguió corregir, por momentos, la descompuesta embestida del astado y en la que destacó un templadísimo cambio de mano.

Encabezó la terna el pacense Fernando Flores quien, en primer lugar, sorteó un novillo que salía suelto en los primeros tercios, pero que llegó al tercio de muleta con una extraordinaria calidad en las embestidas. A este novillo, lo quitó Flores por chicuelinas tras no poder lucirse en el recibo. Ya con la pañosa, inició su trasteo con unos toreros muletazos por bajo, para seguir con series con ambas manos en las que hubo pasajes de interés, sobre todo, con la mano izquierda. No anduvo fino manejando la tizona y su premió quedó reducido a una ovación con saludos. Su labor ante el cuarto, un buen novillo que acabó amagando con rajarse, resultó un tanto emburallada y de excesivo metraje.

Completó el cartel el colombiano Santiago Sánchez Mejía a quien, se podría decir, correspondió el lote menos lucido. No es que los novillos que lo conformaron tuviesen complicaciones, todo lo contrario, se dejaron como el resto de la novillada, pero sí resultaron un tanto faltos de emoción. Una falta de emoción de la que se llegó a contagiar el novillero colombiano por lo que sus actuaciones no llegaron a conectar con los tendidos. Una conexión que solo consiguió cuando sacó las dos muletas para abrochar su largo trasteo ante el que cerró plaza.