miércoles, 22 de febrero de 2017

LA PLAZA DE TOROS DE VISTALEGRE DE MADRID


David Mora y Jiménez Fortes haciendo en paseíllo en Vistalegre
el 21 de febrero de 2016.

El próximo sábado 25 de febrero, la plaza de toros de Vistalegre de Madrid volverá a abrir sus puertas para albergar una corrida de toros en la que intervendrán los espadas David Mora, Paco Ureña y Varea para lidiar un encierro perteneciente a la ganadería de “La Palmosilla”. Un festejo organizado por la empresa Tauroemoción, con Alberto García a la cabeza, que intenta colocar al coso carabanchelero en el lugar que le corresponde dentro del calendario taurino. Una nueva apuesta de esta empresa por este coso pues, ya el pasado año, lo intentó con aquella Feria de Invierno en la que resurgieron de sus cenizas los matadores de toros David Mora y Jiménez Fortes quienes volvían a enfundarse el chispeante tras recuperarse de los gravísimos percances sufridos en 2014 y 2015, respectivamente. Sin embargo, esto no es tarea fácil. Taurodelta, la anterior empresa adjudicataria de la plaza de toros de Las Ventas, intentó la experiencia de organizar una feria de invierno en los años 2010 y 2011 en estas mismas fechas, precisamente, pero tuvo que desistir porque no funcionaron como se esperaba.

Carteles de las ferias de invierno organizadas por Taurodelta
en los años 2010 y 2011.
Desde entonces, solo en dos ocasiones abrió sus puertas este recinto a la que debería ser su actividad principal: para aquel espectáculo “The Maestros” celebrado el 27 de septiembre de 2014 en el que intervinieron los matadores de toros “Finito de Córdoba”, “Morante de la Puebla” y “El Juli” para lidiar astados de las ganaderías de Domingo Hernández-“Garcigrande” y “Zalduendo” y que estuvo amenizado por la Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid; y para una novillada a principios de 2015 en la que intervinieron mano a mano dos de los novilleros más importantes del escalafón de aquel momento como eran Martín Escudero y Álvaro Lorenzo.

Cartel anunciador del espectáculo "The Maestros" celebrado el 27 de septiembre de 2014. Estaban anunciados "Morante de la Puebla", "El Juli" y Alejandro Talavante quien, finalmente, no pudo actuar y
fue sustituido por "Finito de Córdoba". Se lidiaron toros de Domingo Hernández-"Garcigrande" y "Zalduendo"
y el festejo fue amenizado por la Orquesta Sinfónica de la CAM.
Y es que, la plaza de toros de Vistalegre es una plaza complicada. Concebida como plaza de toros multiusos por la empresa Palumi, S. A. cuyas cabezas visibles eran los empresarios Arturo Beltrán e Ignacio Zorita, fue inaugurada el 12 de abril de 2000 en una tarde en la que actuaron Curro Romero, José Mari Manzanares y Enrique Ponce para lidiar toros de Juan Pedro Domecq. Sin embargo, debido al incendio que arrasó en 2001 el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, por ofrecimiento de sus propietarios, pronto pasaría a convertirse pabellón deportivo multiusos con las complicaciones que esto suponía para poder buscar fechas para la celebración de festejos taurinos.

Cartel de la inauguración de la nueva plaza de toros de Vistalegre.
Curro Romero, José María Manzanares y Enrique Ponce
hicieron el primer paseíllo en este nuevo coso la tarde
del 12 de abril de 2000.
Aún así, la plaza de toros de Vistalegre ha sido escenario de grandes acontecimientos como la faena que Curro Vázquez hizo a un toro de García Jiménez al día siguiente de la inauguración del coso, lo que supone la primera gran faena vivida en su albero; o la tarde del 21 de mayo de 2000 en la que “Joselito” y José Tomás, emulando a lo que hicieron las figuras de antaño en la otrora “Chata”, acompañados por el citado diestro jiennense se anunciaron para hacer la competencia a Las Ventas por no haber llegado a un ajuste para actuar en el serial isidril; la encerrona de “Joselito” el 4 de marzo de 2001; la retirada del ya mencionado Curro Vázquez la tarde el 4 de octubre de 2002, fecha en la que “El Juli” cortó un rabo al toro “Desván” de Victoriano del Río; la del 21 de noviembre de 2003 en la que Ortega Cano llevó a cabo una de sus enésimas despedidas; la presentación en España del tristemente fallecido “El Pana” el 29 de febrero de 2008 en un mano a mano con “Morante de la Puebla”; la faena que firmó el “genio” de La Puebla del Río a un toro de Núñez del Cuvillo el 27 de febrero de 2011, o la tarde del 21 de febrero del pasado año en la que David Mora bordó el toreo ante toros de “Parladé”. Sin olvidar, por supuesto, la primera y única feria de San Antonio que se programó en 2001; los festivales organizados por el diestro Juan Antonio Ruiz “Espartaco” a beneficio de la Fundación Padre Arrupe, o los llevados a cabo para la ayuda de los banderilleros Adrián Gómez o “El Chano”.

En el año 2000, "Joselito" y José Tomás no actuaron en la madrileña feria de San Isidro,
por eso se fueron a la plaza de Vistalegre para actuar ante la afición madrileña.
En 2001, se celebró la primera y única feria de San Antonio. La imagen
muestra un anuncio de esta feria aparecido en el número 362 de la revista "6TOROS6" de 5 de junio de 2001.
Aspecto de la plaza de toros de Vistalegre durante la celebración del festival
a beneficio de la Fundación Padre Arrupe celebrado en 2004.
Fotos: Gregorio Lozano Velasco.
Además, ha servido para promocionar a jóvenes aprendices de toreros en aquellos certámenes de “La Oportunidad” que se celebraron durante siete ediciones y que estuvieron auspiciados por la Fundación “Joselito”, primero, y la Fundación “El Juli” después y de aquel ciclo para novilleros con picadores llevado a cabo durante el primer año de vida de este nuevo coso multiusos.

Cartel del Certamen de "La Oportunidad" de 2005.
Unos acontecimientos que no vienen sino a ratificar lo que fue la otrora “Chata” que se ubicaba en los mismos terrenos en los que se encuentra este moderno coso multiusos. Aquella plaza se empezó a construir en 1906 por orden del Diputado Provincial D. Francisco Romero en unos terrenos aledaños a la Finca Vista Alegre. Con ella, se sustituía a la existente de talanqueras ubicada en la actual calle Monseñor Óscar Romero. Esta nueva plaza contaba con ocho mil localidades y no tenía palcos por lo que el crítico taurino “Don Benigno” la bautizó como “La Alegre Chata”. Se inauguró esta plaza el 15 de julio de 1908 con una corrida a beneficio de la Asociación de la Prensa en la que actuaron los diestros Ricardo Torres “Bombita”, Rafael González “Machaquito” y el mexicano Rodolfo Gaona quienes lidiaron un encierro de la Sra. Marquesa Viuda de Castellones remendado con un toro de Olea. Desde entonces, esta plaza sirvió para promocionar multitud de novilleros, sobre todo, en los años veinte, hasta que quedó destruida con el estallido de la Guerra Civil.

Fotografía del cartel de la "primera" inauguración
de la plaza de toros de Vistalegre aparecida en el número 159
de la revista "El Ruedo" de 10 de julio de 1947
En 1944, la Junta de Reconstrucción de Madrid decide reconstruir este recinto taurino que se volvería a inaugurar el 18 de julio de 1947 con un festejo en el que intervinieron los novilleros Ángel Soria, “Gallito de Dos Hermanas” y Juan Páez quienes estuvieron acompañados por el rejoneador Juanito Balañá. Se corrieron utreros de Conde de la Corte para la lidia a pie y uno de Pío Tabernero para rejones.

Fotografías de la plaza de toros de Vistalegre el día de su "segunda" inauguración que aparecieron en el número 161
de la revista "El Ruedo" de 24 de julio de 1947.
Apenas un año después, la plaza de toros de Vistalegre es adquirida por la familia Dominguín y por ella pasan las grandes figuras del momento. Además, vivió numerosos hechos históricos, no obstante, fue el escenario del primer festejo retransmitido por televisión, hecho acontecido el 8 de agosto de 1948, una fecha en la que se anunciaron toros de Conradi para Rafael Ortega “Gallito”, Manuel Álvarez “Andaluz” y Manolo Escudero. Un acontecimiento que no respondió a las expectativas: la señal iba a ser retransmitida al Círculo de Bellas Artes, pero el experimento no resultó todo lo satisfactorio que se esperaba; y en lo que a lo taurino se refiere, el encierro de Conradi tuvo que ser sustituido por la falta de peso, por cinco toros de “Tovar” y uno de “Concha y Sierra”, de los que, a su vez, tres fueron devueltos a los corrales durante la lidia y sustituidos por otros tres de desconocida procedencia al no anunciarse esta en la plaza.

Primera retransmisión de un festejo taurino. Fue la tarde del 8 de agosto de 1948.
Fotos aparecidas en el número 216 de la revista "El Ruedo" de 12 de agosto de 1948.
Solo unas fechas antes, concretamente, el 30 de mayo, el coso carabanchelero vivió un acontecimiento insólito, tres toreros gitanos anunciados en un mismo cartel: Joaquín Rodríguez “Cagancho”, Rafael Vega de los Reyes “Gitanillo de Triana” y Rafael Albaicín, los tres vestidos de blanco y plata, hicieron el paseíllo para lidiar toros de Sánchez Fabrés ofreciendo a los presentes una gran tarde de toros.

En la foto de la izquierda y por este orden: Rafael Albaicín, "Cagacho" y "Gitanillo de Triana". Los tres toreros de etnia gitana que protagonizaron una gran tarde de toros en el coso carabanchelero el 30 de mayo de 1948.
En la foto de la derecha: los tres toreros dando la vuelta al ruedo junto al mayoral de la ganadería de Sánchez Fabrés.
Fotografías extraídas de "La pasión por los toros", volumen 3.
Como insólito fue la hazaña protagonizada por el gran Luis Miguel Dominguín la tarde del 1 de octubre de 1952 en la que regaló el sobrero, perteneciente a la ganadería de Carlos Núñez. En este toro, practicó Luis Miguel una lidia completa, incluso interpretando él mismo el tercio de varas. Testigos de esta proeza fueron Rafael Ortega y Pepe Dominguín. Como digo, fue éste un hecho insólito para el que habría que remontarse a toreros como Francisco Montes “Paquiro” (1835), Curro Guillén (1811) o a Joaquín Rodríguez “Costillares” para encontrar antecedentes.

Foto de Luis Miguel Dominguín picando a un toro la tarde del 1 de octubre de 1952.
Esta foto de Cifra Gráfica aparecen ilustrando la crónica que, de este festejo, hizo Barico
en el número 432 de la revista "El Ruedo" de 2 de octubre de 1952.
 A partir de la década de los sesenta, la familia Dominguín comparte labores empresariales con los hermanos Lozano a quienes subarriendan la plaza y ésta vive su mayor esplendor. Fue una etapa en la que incluso llegó a hacer competencia a la plaza de toros de Las Ventas pues en ella se llegaban a anunciar aquellos toreros que no conseguían un acuerdo con la empresa de la monumental venteña para actuar en la Feria de San Isidro. En 1964, fue Antonio Bienvenida quien se quedó fuera de los carteles venteños por lo que se anunció en la plaza de Carabanchel los días 15 y 18 de mayo, la primera de las fechas, para estoquear de forma triunfal una corrida en solitario de Félix Moreno (Saltillo). A estas tardes, habría que sumar la del siguiente 13 de junio. Tampoco actuaría el hijo del “Papa Negro” en la siguiente campaña en la monumental venteña por lo que vuelve a hacer el paseíllo en el coso carabanchelero las tardes del 16 de mayo y 6 de junio.

Anuncio de la Feria de San Isidro de la plaza de toros de Vistalegre
en el que se anuncia Antonio Bienvenida ausente del ciclo isidril venteño.
Anuncio que aparece en el número 1037 de la revista "El Ruedo" de 5 de mayo de 1964
Otro de estos diestros fue el salmantino Santiago Martín “El Viti” en la campaña de 1968. Al salmantino le ofrecieron torear cuatro tardes en la “Chata”, pero finalmente lo haría las tardes del 12 y del 19 de mayo. En la primera de ellas, “El Viti” hace el paseíllo acompañado por Gregorio Sánchez y Agapito Sánchez Bejarano para lidiar toros de Manuel Francisco Garzón. Fue una tarde triunfal en la que el salmantino cortaría tres orejas y un rabo lo que levantó una desmesurada expectación para su siguiente actuación, tanto que se llegó a colgar el cartel de “No hay billetes” con cuarenta y ocho horas de antelación. Esta tarde, “El Viti” cortaría las dos orejas a un toro de Lisardo Sánchez. Gregorio Sánchez y Ángel Teruel serían los testigos de esta gesta del torero salmantino.

Anuncio con los logros cosechados por S. M. "El Viti" en la plaza de toros de Vistalegre en la temporada de 1968, año en que no actuó en la Feria de San Isidro celebrada en Las Ventas.
Este anuncio aparece en el número 1248 de la revista "El Ruedo" del 21 de mayo de 1968.
También Palomo Linares quien, además, protagonizó una gesta jamás repetida. Fue el año 1971. Como respuesta a su ausencia del ciclo isidril, anuncia la gesta de matar doce toros en dos funciones que se celebrarían en un solo día en horario de tarde y noche. Esta hazaña estuvo rodeada de incertidumbre, pues la misma se programó para el 20 de mayo, sin embargo, debido a las inclemencias meteorológicas, tuvo que ser pospuesta para el siguiente día 22. En esta nueva fecha, solo se pudo celebrar el festejo vespertino puesto que la lluvia que reinó durante este festejo obligó a suspender el que se iba a celebrar por la noche. Así, esta gesta sufrió un nuevo aplazamiento y se volvió a anunciar para el 5 de junio, sin embargo, otra vez las inclemencias meteorológicas volvieron a impedir la celebración de la misma. Por fin, sería el 19 de junio cuando el torero de Linares llevase a cabo esta hazaña que, por cierto, le debió saber a poco ya que regaló el sobrero en el festejo nocturno. Así no fueron doce, sino trece los toros lidiados en una sola jornada que terminó con doce orejas y cuatro rabos que sumados a los obtenidos en la parte vespertina del 22 de mayo, hacen un total de dieciocho orejas y cinco rabos en diecinueve toros.

Anuncio y crónica de la gesta de Palomo Linares en el año 1971.
El anuncio apareció en el número 1404 de la revista "El Ruedo" de 18 de mayo de 1971.
Y la crónica, en el número 1409 de 22 de junio de 1971
En este repaso de hechos históricos no habría que pasar por alto la tarde del 5 de octubre de 1974, fecha en la que se despidió de los ruedos Antonio Bienvenida y en la que Rafael de Paula soñó el toreo ante un toro de Bohórquez. Tal fue el impacto en el público que éste mandó callar a la banda de música para poder deleitarse con, según palabras de José Luis Suárez Guanes, “esa música callada que cantó Bergamín, y que iba desgranando sus notas en cada pase, en cada muletazo, en cada movimiento de la monumental faena de Rafael de Paula”. Pinchó varias veces Paula lo que no obstó para que su magnífica obra de arte fuese premiada con las dos orejas del de Bohórquez.

Y así, llegaríamos al último festejo celebrado en aquella “Chata” que estuvo protagonizado por el matador de toros Andrés Vázquez y que tuvo lugar el  17 de mayo de 1980, tarde en la que el zamorano se anunció en solitario para estoquear una corrida de Manuel San Román como respuesta al empresario de Las Ventas, Martín Berrocal, que lo había dejado fuera de San Isidro por “estar acabado”. No fue una tarde triunfal, pero sí fue una tarde que Andrés Vázquez solventó con suficiente solvencia y dignidad torera.

Cartel del último festejo celebrado en "Chata"
con Andrés Vázquez como protagonista.
No quisiera –ni debiera– terminar este repaso por la historia de la plaza de toros de Vistalegre sin hacer alusión a aquel certamen para novilleros de “La Oportunidad” que, de verdad, caracterizó a esta plaza y que se celebró durante la segunda mitad de la década de los sesenta. Un certamen que contó con el auspicio de TVE y el diario “Pueblo” y que lanzó a grandes figuras del toreo como Palomo Linares, Curro Vázquez, Ángel Teruel, Niño de la Capea o aquel excéntrico Blas Romero “El Platanito” y que vio hacer sus pinitos en el mundo el toreo a otros grandes artistas como el bailarín y coreógrafo Antonio Gades o al genial cantaor José Monje Cruz “Camarón de la Isla”.

Muchos recuerdos, muchas anécdotas, mucha Historia de la Tauromaquia que se desvanecieron aquella tarde del 17 de mayo de 1980 cuando el coso carabanchelero echó el cierre. Tres años después, los toros volvieron al barrio en una plaza portátil instalada en las inmediaciones de aquella primitiva plaza de talanqueras. Fueron tres los festejos celebrados con motivo de las fiestas del barrio en honor a Santiago Apóstol y que fueron organizados por la Junta Municipal de Distrito. Tres festejos cuyo plato fuerte fue un festival anunciado para el 23 de julio en el que estaban acartelados Jaime Ostos, Palomo Linares, Curro Vázquez, Fernando Rivera y el novillero Luis Miguel Calvo. Fue una mera anécdota. Desde entonces, los aficionados del barrio de Carabanchel tenían que salir del barrio para saciar su afición mientras veían cómo “La Chata” envejecía y se deterioraba en la más absoluta soledad, en el más absoluto silencio hasta que en 1995 llegó su demolición. Llegaba entonces la esperanza, los planes de construcción de una nueva plaza de toros multiusos. Los toros volverían al barrio, ahora en un nuevo y moderno coso que albergaría en los bajos un centro comercial y un aparcamiento subterráneo. Y ese día llegó. El 12 de abril de 2000 Curro Romero, José Mari Manzanares y Enrique Ponce hacían el primer paseíllo en este nuevo coso para lidiar astados de Juan Pedro Domecq, pero… Han pasado casi diecisiete años de aquella tarde y tras un año de intensa actividad –el primero–, llegaron los problemas que hemos relatado al principio y esta nueva plaza de toros de Vistalegre no es que no esté luchando por encontrar su sitio dentro del calendario taurino, es que esta plaza está luchando por sobrevivir como tal. Por eso es por lo que es digno de elogiar y de apoyar los esfuerzos que una empresa modesta como es Tauroemoción, con Alberto García a la cabeza, está haciendo para sacar a esta plaza de toros del olvido. Por su Historia y por todo lo que ha significado esta plaza para el Toreo, toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, medios de información taurina, aficionados, etc., no podemos dejar que la Plaza de Toros de Vistalegre siga en el más absoluto olvido. No podemos dejar que la Plaza de Toros Multiusos de Vistalegre deje de ser eso, una plaza de toros en la que, además, de festejos taurinos, también se dan otro tipo de acontecimientos, y se convierta en el Palacio Vistalegre en el que se celebran todo tipo de eventos y, de tarde en tarde (cada vez más tarde), algún que otro festejo taurino. Está en nuestra mano: no dejemos perder la Plaza de Toros de Vistalegre a la que me resisto y resistiré a llamar Palacio Vistalegre.

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