DE CELESTE Y PLATA: VALDEMORILLO (MADRID). DOMINGO 5 DE FEBRERO DE 2017. CORRIDA DE TOROS

LOS DE LÓPEZ GIBAJA IMPUSIERON SU MANDO

Un muy bien presentado, encastado y complicadísimo encierro de Antonio López Gibaja impuso su mando a la terna actuante, incluidas sus correspondientes cuadrillas, en el segundo de los festejos de la Feria Taurina de Valdemorillo de 2017. Una terna que estaba compuesta por Cristian Escribano, David Martín Escudero y Posada de Maravillas, tres toreros de escaso bagaje que parecieron verse sometidos ante el volumen y el juego exhibido por los astados de la divisa cacereña. No fue fácil estar ante este complicadísimo conjunto que, sin duda, hubiese puesto en muchos aprietos a la mayoría de los espadas que integran el escalafón actual.

Poco confiado pareció Cristian Escribano ante el primero de la tarde en un trasteo que basó sobre su mano diestra. Sin embargo, con el segundo de su lote, se mostró más entonado. Consiguió estirarse en los lances de recibo. Lo intentó lucir en el tercio de varas así como en el de muleta al dejarse venir el toro de lejos. El toro era pronto y acudía al cite con alegría, incluso antes de que Escribano lo provocase. Sin embargo, cuando el burel llegaba a la jurisdicción del torero, su embestida se veía frenada a mitad del pase por el escaso recorrido de la mano del madrileño. Como en el primero de su lote, saludó una ovación tras aviso al finalizar el trasteo como gratitud a ese intento de lucir el toro. En este toro, también tuvo que saludar el banderillero Jesús Robredo “Tito”, tercero de la cuadrilla de Escribano, después de ejecutar un arriesgado par de banderillas tras el que resultó arrollado.

Por su parte, David Martín Escudero volvió a mostrar su concepto de toreo basado en la verticalidad y en la quietud, en un deslavazado trasteo por ambos pitones ante el segundo de la tarde, en el que hubo algún pasaje aislado y en el que sobresalieron las ceñidas manoletinas con las que abrochó el trasteo. Una oreja fue el premio a su actuación. Con el quinto, solo destacó en un ceñido quite por gaoneras.

Por su parte, Posada de Maravillas siempre pareció estar a merced del tercero de la tarde, un toro con muchas complicaciones que incluso llegó a arrollar a su banderillero Jesús Márquez en las postrimerías del tercio final. No acabó de acoplarse del sexto, quizá el toro de más opciones del encierro de López Gibaja Las dos primeras series con la mano diestra hicieron concebir alguna esperanza de ver un toreo lucido, sin embargo, pronto se desvanecieron a medida que el toro que se iba imponiendo a su lidiador.