DE CELESTE Y PLATA: VALDEMORILLO (MADRID). SÁBADO, 10 DE FEBRERO DE 2018. CORRIDA DE TOROS. FERIA DE SAN BLAS

PUERTA GRANDE PARA EL TORICANTANO MIGUEL ÁNGEL LEÓN

El sevillano Miguel Ángel León, quien tomaba la alternativa, salió en hombros del coso taurino de “La Candelaria” de la localidad madrileña de Valdemorillo tras cortar una oreja a cada uno de los toros de “Monte La Ermita” que le tocaron en suerte. Una oreja pasearía también el salmantino Pedro Gutiérrez “El Capea”. El zaragozano Luis Antonio Gaspar “Paulita” no pudo reeditar éxitos de pasadas campañas al marcharse de vacío del coso madrileño.

La plaza de toros de “La Candelaria” acogía su primera corrida de toros de la Feria Taurina de San Blas 2018. Para la ocasión, se anunció un encierro de la ganadería de “Monte La Ermita”, vacada triunfadora en este coso en pasadas ediciones. Sin embargo, poco se pareció el encierro de este año con el de años pasados. Los toros tuvieron vastas hechuras y el descastamiento generalizado imposibilitó el lucimiento de la terna. Solo los jugados en primer lugar, más armónico y manejable, aunque sin terminar de romper, y el tercero, también manejable, aunque venido a menos, ofrecieron alguna posibilidad. Además, el encierro tuvo que ser remendado con un sobrero de la ganadería de “Guadalmena” que se jugó en quinto lugar al devolverse el tercero titular y correrse turno. También fue un animal de vastas hechuras y también resultó desrazado, aunque, al contrario que los titulares, tuvo nobleza, aunque duró poco.

Los encargados de lidiar este encierro fueron los diestros Luis Antonio Gaspar “Paulita”, triunfador de las últimas dos ediciones de este serial, Pedro Gutiérrez “El Capea” y el sevillano Miguel Ángel León quien, a la postre, resultaría como triunfador del festejo.

El toricantano cortó una oreja a cada uno de sus oponentes por dos voluntariosas, decididas y bullidoras actuaciones. Se lució con el capote en el que abrió plaza, tanto en el recibo, como en el quite. Tras la ceremonia de alternativa, inició el trasteo muletero citando al toro de rodillas con la mano diestra desde el centro del anillo. Tras esta primera serie inicial y ya con la planta erguida, la faena del sevillano contó con series por ambos pitones entre las que desatacaron las interpretadas con la mano diestra. Anduvo habilidoso a la hora de matar y se le pidieron con muchísima fuerza las dos orejas, petición que el presidente desoyó concediendo solamente una. Otra arrancaría al sexto, un manso desrazado al que saludó con una larga cambiada de rodillas en el tercio para luego, lucirse también manejando el percal por verónicas. León sabía que tenía la puerta grande entreabierta y se fue a los medios para brindar el trasteo muletero al respetable. Un trasteo que inició con un pase cambiado entre las rayas de picar pues el toro estaba aquerenciado en tablas. La larga faena fue un quiero y no puedo por la mansedumbre del toro por lo que el sevillano tiró de desplantes y repertorio populista. Tras una habilidosa media, se le concedió la oreja de este ejemplar que abría de par en par la puerta grande de “La Candelaria” al nuevo matador de toros.

Por su parte el salmantino Pedro Gutiérrez “El Capea” pasearía una oreja del sobrero de “Gudalmena” que hizo quinto. A este ejemplar lo saludó de forma vibrante con el capote con verónicas rodilla en tierra saliéndose a los medios, donde seguiría lanceando ya enhiesto y terminar rematando con una media de rodillas. Ya con la muleta, interpretó una animosa y templada faena mientras duró el toro que remató con unas manoletinas. A su primero, le recibió con una larga cambiada de rodillas en el tercio y se gustó lanceando a la verónica. Ya con la pañosa, inició el trasteo de rodillas sacándose el toro a los medios. No pudo pasar de voluntarioso en un trasteo de más a menos puesto que el manejable burel se apagó pronto. Falló reiteradamente con los aceros y vio silenciada su actuación tras recibir dos recados presidenciales.

Completó la terna “Paulita” a quien correspondió el peor lote: un manso desrazado que topaba más que embestía, el segundo, e incierto y agarrado al piso el cuarto. Quedó inédito.

Este festejo, contó en sus prolegómenos con el homenaje que el Ayuntamiento de Valdemorillo tributó al desaparecido diestro orduñés Iván Fandiño. Un emotivo acto en el que se colocó una placa al citado matador de toros en la puerta grande del coso de “La Candelaria” justo al lado de donde se encuentra la placa que, ahora hace un año, también se colocase en honor a Víctor Barrio.