sábado, 6 de octubre de 2018

GUADARRAMA (MADRID). DOMINGO, 30 DE SEPTIEMBRE DE 2018. FERIA TAURINA EN HONOR A SAN MIGUEL Y SAN FRANCISCO. NOVILLADA CON PICADORES



LA BUENA NOVILLADA DE “MONTEALTO”
POR ENCIMA DE LAS SIETE OREJAS QUE CORTÓ LA TERNA


La ganadería de “Montealto” que lidió un más que interesante encierro fue la auténtica triunfadora del segundo festejo de abono de la localidad madrileña de Guadarrama. Fue este un encierro que, a pesar del triunfalista resultado final, estuvo por encima de la terna que componían los novilleros Rafael González, Cristóbal Reyes y Francisco de Manuel.

Segundo festejo de abono del ciclo de novilladas con picadores que organiza la localidad madrileña de Guadarrama con motivo de sus Fiestas Patronales en honor a San Miguel y San Francisco. Una novillada, a priori, interesante en la que estaban anunciados tres de los novilleros más destacados del escalafón y una ganadería de postín que siempre ha cosechado numerosos triunfos en este tipo de festejo y en esta misma plaza. Los novilleros no eran otros que Rafael González, Cristóbal Reyes y Francisco de Manuel. Y la ganadería no era que la de “Montealto”.

Sin embargo, a pesar del triunfalismo final, el festejo no llegó a responder al interés creado inicialmente. Y en este caso, no fue por culpa del juego de los novillos. Todo lo contrario. La novillada de la divisa madrileña estuvo muy bien presentada y, aunque un poco justa de fuerza, derrochó nobleza y clase a raudales. De hecho, todos los ejemplares fueron ovacionados en el arrastre. Solo el ejemplar corrido en quinto lugar resultó algo complicado, aunque no tanto por mala condición sino porque pareció tener algún problema en la vista. Más bien la culpa habría que buscarla entre la terna actuante que no llegó a estar a la altura de la novillada.

Abrió plaza el toledano Rafael González quien, con su primero, se mostró airoso manejando el percal, tanto en el recibo, como en el quinte. Ya con la muleta, instrumentó un trasteo de muchos pases con ambas manos entre los que destacaron los llevados a cabo con la mano diestra. Unos alardes efectistas y unas manoletinas precedieron a una estocada desprendida que le valieron dos generosas orejas. Con el cuarto, acortaría las distancias ahogando la embestida del noble burel en un largo trasteo de pases y más pases ayunos de contenido. Tras una certera estocada, González volvería a pasear el anillo con un generoso apéndice auricular.

El siguiente en actuar fue el jerezano Cristóbal Reyes quien reaparecía tras el percance sufrido en la vecina localidad de Moralzarzal pocos días atrás. Reyes se fue a portagayola a recibir a su primer oponente. Un recibimiento que fue accidentado pues el de “Montealto” pisó al novillero provocándoles una ostensible cojera. Mermado de facultades, volvió a la cara del astado para completar el saludo capotero que resultaría vibrante. Ya con la muleta, estuvo muy torero en los primeros compases de tanteo lo que hizo concebir esperanzas. Sin embargo, a la hora del toreo fundamental, acortó las distancias y apagó la noble embestida del novillo. A partir de aquí, se sucedieron una amalgama de pases con ambas manos sin ningún argumento. Una estocada defectuosa de la que salió trompicado precedió a un reiterado fallo con el verduguillo por lo que vio silenciada su actuación. Con el quinto, anduvo airoso manejando percal antes de volver a ser volteado sin consecuencias. Tras brindar a su apoderado, se mostró muy precavido ante un novillo que planteó ciertas dificultades, pero que embistió con nobleza las pocas veces en las que Reyes acertó a engancharlo con la muleta. Volvió a ser alcanzado por el novillo, ahora de forma dramática, en el momento de la suerte suprema saliendo despedido contra un burladero. Afortunadamente, todo quedó en un tremendo golpetazo (al menos, de forma aparente) del que se rehízo y volvió enrabietado a la cara del burel donde conseguiría un pequeño ramillete de vibrantes pasajes que le valieron una oreja a pesar del bajonazo recetado.
Y, por su parte, Francisco de Manuel, también haría el paseíllo con los puntos frescos del grave percance sufrido mediado el mes de septiembre en la localidad toledana de Fuensalida y del que reapareció el siguiente día 27 en Algemesí. Este novillero madrileño se mostraría aseado con el capote ante su primer enemigo al que, ya con la franela, instrumentaría un periférico trasteo en el que resaltarían dos templadas series con la mano diestra y otra más con la zurda. Posteriormente, acortaría las distancias con el novillo y decaería la intensidad de la faena. Anduvo eficaz con la espada y sería premiado con benévolas dos orejas. No se llegaría a acoplar con el sexto y su labor resultaría desigual a pesar de lo cual sería premiado con otro benévolo apéndice.

Casi lo más relevante entre los de luces correría a cargo de las cuadrillas: Juan Carlos Rey, de la cuadrilla de Francisco de Manuel, se desmonteró tras el tercio de banderillas del sexto de la tarde. Y Miguel Martín, integrante de las filas de Rafael González, fue ovacionado tras banderillear al cuarto, aunque no llegase a saludar al no percatarse de la ovación su jefe de filas.

Y así transcurrió este festejo que acabó con el mayoral de la ganadería de “Montealto” saludando desde el tercio invitado por los novilleros Rafael González y Francisco de Manuel quienes, acompañados por el citado mayoral, abandonaron a pie el ruedo guadarrameño mientras su compañero de terna, Cristóbal Reyes, permanecía en la enfermería a la que pasó tras la lidia de su segundo ejemplar.


Rafael González firmaría con la mano diestra los mejores compases ante su primer oponente.
Templado y con torería fue el inicio del trasteo de Cristóbal Reyes ante el segundo.
Sin embargo, este prometedor inicio no tuvo continuidad.
Las primeras series de Francisco de Manuel ante el tercero fueron lo más destacado
antes de que acortase las distancias.
Pases y más pases sin nada que decir compusieron el trasteo
de Rafael González ante el cuarto.
Se llegó a gustar con el capote Cristóbal Reyes ante el quinto.
Cristóbal Reyes es atendido tras el dramático percance sufrido.
Desigual resultaría la labor de Francisco de Manuel ante el sexto.
Juan Carlos Rey, de la cuadrilla de Francisco de Manuel, firmaría
un buen tercio de banderillas ante el sexto.
Saludaría moentera en mano.
También destacaría con los palos Miguel Martín en el cuarto de la tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario