LA
BUENA NOVILLADA DE “MONTEALTO”
POR
ENCIMA DE LAS SIETE OREJAS QUE CORTÓ LA TERNA
La
ganadería de “Montealto” que lidió un más que interesante encierro fue la
auténtica triunfadora del segundo festejo de abono de la localidad madrileña de
Guadarrama. Fue este un encierro que, a pesar del triunfalista resultado final,
estuvo por encima de la terna que componían los novilleros Rafael González, Cristóbal
Reyes y Francisco de Manuel.
Segundo
festejo de abono del ciclo de novilladas con picadores que organiza la
localidad madrileña de Guadarrama con motivo de sus Fiestas Patronales en honor
a San Miguel y San Francisco. Una novillada, a priori, interesante en la que
estaban anunciados tres de los novilleros más destacados del escalafón y una
ganadería de postín que siempre ha cosechado numerosos triunfos en este tipo de
festejo y en esta misma plaza. Los novilleros no eran otros que Rafael
González, Cristóbal Reyes y Francisco de Manuel. Y la ganadería no era que la
de “Montealto”.
Sin
embargo, a pesar del triunfalismo final, el festejo no llegó a responder al
interés creado inicialmente. Y en este caso, no fue por culpa del juego de los
novillos. Todo lo contrario. La novillada de la divisa madrileña estuvo muy
bien presentada y, aunque un poco justa de fuerza, derrochó nobleza y clase a
raudales. De hecho, todos los ejemplares fueron ovacionados en el arrastre. Solo
el ejemplar corrido en quinto lugar resultó algo complicado, aunque no tanto
por mala condición sino porque pareció tener algún problema en la vista. Más
bien la culpa habría que buscarla entre la terna actuante que no llegó a estar
a la altura de la novillada.
Abrió
plaza el toledano Rafael González quien, con su primero, se mostró airoso
manejando el percal, tanto en el recibo, como en el quinte. Ya con la muleta,
instrumentó un trasteo de muchos pases con ambas manos entre los que destacaron
los llevados a cabo con la mano diestra. Unos alardes efectistas y unas
manoletinas precedieron a una estocada desprendida que le valieron dos
generosas orejas. Con el cuarto, acortaría las distancias ahogando la embestida
del noble burel en un largo trasteo de pases y más pases ayunos de contenido. Tras
una certera estocada, González volvería a pasear el anillo con un generoso
apéndice auricular.
El
siguiente en actuar fue el jerezano Cristóbal Reyes quien reaparecía tras el
percance sufrido en la vecina localidad de Moralzarzal pocos días atrás. Reyes
se fue a portagayola a recibir a su primer oponente. Un recibimiento que fue
accidentado pues el de “Montealto” pisó al novillero provocándoles una
ostensible cojera. Mermado de facultades, volvió a la cara del astado para
completar el saludo capotero que resultaría vibrante. Ya con la muleta, estuvo
muy torero en los primeros compases de tanteo lo que hizo concebir esperanzas.
Sin embargo, a la hora del toreo fundamental, acortó las distancias y apagó la
noble embestida del novillo. A partir de aquí, se sucedieron una amalgama de
pases con ambas manos sin ningún argumento. Una estocada defectuosa de la que
salió trompicado precedió a un reiterado fallo con el verduguillo por lo que
vio silenciada su actuación. Con el quinto, anduvo airoso manejando percal
antes de volver a ser volteado sin consecuencias. Tras brindar a su apoderado,
se mostró muy precavido ante un novillo que planteó ciertas dificultades, pero
que embistió con nobleza las pocas veces en las que Reyes acertó a engancharlo
con la muleta. Volvió a ser alcanzado por el novillo, ahora de forma dramática,
en el momento de la suerte suprema saliendo despedido contra un burladero.
Afortunadamente, todo quedó en un tremendo golpetazo (al menos, de forma
aparente) del que se rehízo y volvió enrabietado a la cara del burel donde
conseguiría un pequeño ramillete de vibrantes pasajes que le valieron una oreja
a pesar del bajonazo recetado.
Y,
por su parte, Francisco de Manuel, también haría el paseíllo con los puntos
frescos del grave percance sufrido mediado el mes de septiembre en la localidad
toledana de Fuensalida y del que reapareció el siguiente día 27 en Algemesí.
Este novillero madrileño se mostraría aseado con el capote ante su primer
enemigo al que, ya con la franela, instrumentaría un periférico trasteo en el
que resaltarían dos templadas series con la mano diestra y otra más con la zurda.
Posteriormente, acortaría las distancias con el novillo y decaería la
intensidad de la faena. Anduvo eficaz con la espada y sería premiado con
benévolas dos orejas. No se llegaría a acoplar con el sexto y su labor
resultaría desigual a pesar de lo cual sería premiado con otro benévolo
apéndice.
Casi
lo más relevante entre los de luces correría a cargo de las cuadrillas: Juan
Carlos Rey, de la cuadrilla de Francisco de Manuel, se desmonteró tras el
tercio de banderillas del sexto de la tarde. Y Miguel Martín, integrante de las
filas de Rafael González, fue ovacionado tras banderillear al cuarto, aunque no
llegase a saludar al no percatarse de la ovación su jefe de filas.
Y
así transcurrió este festejo que acabó con el mayoral de la ganadería de “Montealto”
saludando desde el tercio invitado por los novilleros Rafael González y
Francisco de Manuel quienes, acompañados por el citado mayoral, abandonaron a
pie el ruedo guadarrameño mientras su compañero de terna, Cristóbal Reyes,
permanecía en la enfermería a la que pasó tras la lidia de su segundo ejemplar.
Rafael González firmaría con la mano diestra los mejores compases ante su primer oponente. |
Templado y con torería fue el inicio del trasteo de Cristóbal Reyes ante el segundo. Sin embargo, este prometedor inicio no tuvo continuidad. |
Las primeras series de Francisco de Manuel ante el tercero fueron lo más destacado antes de que acortase las distancias. |
Pases y más pases sin nada que decir compusieron el trasteo de Rafael González ante el cuarto. |
Se llegó a gustar con el capote Cristóbal Reyes ante el quinto. |
Cristóbal Reyes es atendido tras el dramático percance sufrido. |
Desigual resultaría la labor de Francisco de Manuel ante el sexto. |
Juan Carlos Rey, de la cuadrilla de Francisco de Manuel, firmaría un buen tercio de banderillas ante el sexto. |
Saludaría moentera en mano. |
También destacaría con los palos Miguel Martín en el cuarto de la tarde. |
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