jueves, 4 de octubre de 2018

MORALZARZAL (MADRID). SÁBADO, 22 DE SEPTIEMBRE DE 2018. FERIA TAURINA. NOVILLADA CON PICADORES


SE ESTRELLARON CONTRA SEIS RISCOS


Los novilleros Adrien Salenc, Pablo Mora y Alejandro Gardel vieron frustradas sus aspiraciones de triunfo en la primera novillada con picadores celebrada en la madrileña localidad de Moralzarzal por la mansedumbre exhibida por los novillos de la divisa salmantina de “El Risco” ante los que se enfrentaron.

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, risco, en su segunda acepción, es un peñasco alto y escarpado, difícil y peligroso para andar por él. Y, precisamente, eso es lo que por momentos fue el encierro de la ganadería de “El Risco” lidiado en el segundo festejo de abono de la Feria Taurina de la localidad madrileña de Moralzarzal del presente año. La primera de las tres novilladas con picadores programadas en el ciclo en la que actuaron los novilleros Adrien Salenc, Pablo Mora y Alejandro Gardel quienes vieron frustrado sus aspiraciones de triunfo ante el mal juego de los astados de la divisa salmantina. Y es que el encierro salmantino fue grande, amplio, con hechuras de toro y serio, muy serio por delante, solo el tercero fue algo más terciado, aunque con la misma seriedad de cara. Y resultó manso y descastado, además de justo de fuerza. Con ejemplares sosos que no dijeron nada y otros que llegaron a sembrar la incertidumbre y el peligro entre los de luces.

Abrió plaza Adrien Salenc quien, en primer lugar, sorteó un animal descastado, flojo y soso que no transmitió nada al tendido. El francés anduvo muy templado con él, pero su labor no llegó a calar en los tendidos. Solo algún lance con el capote y el inicio del trasteo muletero encontraron eco en el respetable. Con el manso y desrazado cuarto, poco pudo hacer.

El siguiente en actuar fue el boaleño Pablo Mora, novillero forjado en la extinta escuela taurina moraleña. Mora, en su primera intervención, no llegó a estar a gusto con un animal que pareció dejarse por el pitón derecho, aunque sin mucho celo, y que resultó imposible por el izquierdo. Con el quinto, un novillo manso, aquerenciado e incierto abrevió, aunque pasó un auténtico quinario a la hora de ejecutar la suerte suprema ante las múltiples complicaciones planteadas por el novillo.

Completó la terna Alejandro Gardel quien se las vio con el ejemplar que transmitió más. No fue este un novillo de triunfo, ni mucho menos, pero sí llegó con recorrido y transmisión a la faena de muleta, aunque iba y venía sin ninguna clase. Con él, Gardel se mostró muy animoso en el saludo capotero. Ya con la franela, le faltó compromiso y decisión en un trasteo efectista que basó sobre la mano diestra. Con el sexto, manso ejemplar que sembró el miedo y la desconfianza entre los de luces, solo pudo mostrarse animoso manejando el percal.

Los compases de apertura de faena, además de algunos lances con el capote
fueron lo más destacado de la labor de Adrien Salenc ante el desrazado primero.
Pablo Mora nunca llegó a estar a gusto ante el segundo ejemplar.
Le faltó decisión a Alejandro Gardel ante el tecero,
novillo que se movió, aunque sin clase.
Poco pudo hacer Salenc ante el cuarto.
Mora abrevió ante el manso quinto. Pasó un quinario
a la hora de ejecutar la suerte suprema.
Solo con el capote pudo destacar Garcel ante el mansísimo sexto.

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