SE
ESTRELLARON CONTRA SEIS RISCOS
Los
novilleros Adrien Salenc, Pablo Mora y Alejandro Gardel vieron frustradas sus
aspiraciones de triunfo en la primera novillada con picadores celebrada en la
madrileña localidad de Moralzarzal por la mansedumbre exhibida por los novillos
de la divisa salmantina de “El Risco” ante los que se enfrentaron.
Según
el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua, risco, en su segunda acepción, es un peñasco alto y escarpado,
difícil y peligroso para andar por él. Y, precisamente, eso es lo que por
momentos fue el encierro de la ganadería de “El Risco” lidiado en el segundo
festejo de abono de la Feria Taurina de la localidad madrileña de Moralzarzal
del presente año. La primera de las tres novilladas con picadores programadas
en el ciclo en la que actuaron los novilleros Adrien Salenc, Pablo Mora y
Alejandro Gardel quienes vieron frustrado sus aspiraciones de triunfo ante el
mal juego de los astados de la divisa salmantina. Y es que el encierro
salmantino fue grande, amplio, con hechuras de toro y serio, muy serio por
delante, solo el tercero fue algo más terciado, aunque con la misma seriedad de
cara. Y resultó manso y descastado, además de justo de fuerza. Con ejemplares
sosos que no dijeron nada y otros que llegaron a sembrar la incertidumbre y el
peligro entre los de luces.
Abrió
plaza Adrien Salenc quien, en primer lugar, sorteó un animal descastado, flojo
y soso que no transmitió nada al tendido. El francés anduvo muy templado con
él, pero su labor no llegó a calar en los tendidos. Solo algún lance con el
capote y el inicio del trasteo muletero encontraron eco en el respetable. Con
el manso y desrazado cuarto, poco pudo hacer.
El
siguiente en actuar fue el boaleño Pablo Mora, novillero forjado en la extinta
escuela taurina moraleña. Mora, en su primera intervención, no llegó a estar a
gusto con un animal que pareció dejarse por el pitón derecho, aunque sin mucho
celo, y que resultó imposible por el izquierdo. Con el quinto, un novillo
manso, aquerenciado e incierto abrevió, aunque pasó un auténtico quinario a la
hora de ejecutar la suerte suprema ante las múltiples complicaciones planteadas
por el novillo.
Completó
la terna Alejandro Gardel quien se las vio con el ejemplar que transmitió más.
No fue este un novillo de triunfo, ni mucho menos, pero sí llegó con recorrido
y transmisión a la faena de muleta, aunque iba y venía sin ninguna clase. Con él,
Gardel se mostró muy animoso en el saludo capotero. Ya con la franela, le faltó
compromiso y decisión en un trasteo efectista que basó sobre la mano diestra.
Con el sexto, manso ejemplar que sembró el miedo y la desconfianza entre los de
luces, solo pudo mostrarse animoso manejando el percal.
Los compases de apertura de faena, además de algunos lances con el capote fueron lo más destacado de la labor de Adrien Salenc ante el desrazado primero. |
Pablo Mora nunca llegó a estar a gusto ante el segundo ejemplar. |
Le faltó decisión a Alejandro Gardel ante el tecero, novillo que se movió, aunque sin clase. |
Poco pudo hacer Salenc ante el cuarto. |
Mora abrevió ante el manso quinto. Pasó un quinario a la hora de ejecutar la suerte suprema. |
Solo con el capote pudo destacar Garcel ante el mansísimo sexto. |
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