martes, 19 de junio de 2018

LAS VENTAS (MADRID). MIÉRCOLES, 16 DE MAYO DE 2018. FERIA DE SAN ISIDRO. CORRIDA DE TOROS



TALAVANTE POR ENCIMA DE LOS TROFEOS


Alejandro Talavante a punto estuvo de salir por la puerta grande del coso venteño tras cortar una oreja a su primer oponente y marrar con los aceros la faena a su segundo, faena por la que también hubiese sido premiado con otro apéndice. Sus compañeros de cartel, Antonio Ferrera y José Mari Manzanares también obtuvieron un trofeo cada uno, aunque de distinto calado. Se jugaron astados de la ganadería de Núñez del Cuvillo.

Primer cartel de figuras de la Feria de San Isidro de 2018 y primer cartel de “No hay billetes” colgado en las taquillas de la madrileña plaza de toros de Las Ventas. Sin duda, corrida de expectación en la que se estaban acartelados los diestros Antonio Ferrera, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante para estoquear astados de la divisa de Núñez del Cuvillo. Sin embargo, el resultado final, a pesar de los trofeos –uno por coleta– no se correspondió con la expectación generada.

Fue el de Cuvillo un encierro de correcta presentación y, en líneas generales, ofreció un buen juego. Pero le faltó fuerza lo que provocó que los “cuvillos” se apagasen muy pronto. También hubo un garbanzo negro, el corrido en tercer lugar, un astado que resultó manso y complicado, aunque acabó sometido en la muleta del extremeño Alejandro Talavante. No se pudo estirar con él, Alejandro, en el saludo capotero, pero con la franela, firmó un vibrante trasteo en el que acabó sometiendo al de Cuvillo. Se dobló con él en el inició sobre la mano diestra para acabar dibujando series en redondo de mucha calidad. Calidad que también tuvo una tanda de naturales. Faena importante, sin duda, esta del extremeño que fue rematada de una estocada casi entera y trasera. Fue premiado con una oreja. Talavante pudo cortar otra oreja más del toro que cerró plaza, un astado noble, aunque justo de fuerza que, a pesar de lo cual, empujó con fuerza en el tercio de varas llegando incluso a derribar al piquero, y que se vino alegre en banderillas provocando que Juan José Trujillo protagonizase un buena actuación con los rehiletes por la que tuvo que saludar montera en mano. Pues a este ejemplar, el extremeño instrumentó otro vibrante trasteo por ambos pitones. Es verdad que la faena, resultó un tanto embarullada, pero no es menos cierto que, por momentos, Talavante consiguió poner los tendidos venteños en  pie. Sin embargo, el premio a la faena se redujo a una ovación con saludos tras el fallo a espadas del extremeño.

Antonio Ferrera, el cabeza de cartel, también obtendría un trofeo del astado que abrió plaza, un ejemplar de mucha nobleza, pero muy justo de fuerzas. Ferrera anduvo muy templado en una faena por ambos pitones en la que apenas obligó al burel lo que hizo que éste se mantuviese en pie. Sin embargo, ante el cuarto, otro animal noble, pero extremadamente sosote, se perdió en una extensa faena ayuna de contenido.

Por su parte, José Mari Manzanares, también paseó un trofeo del segundo astado de su lote, otro noble ejemplar con las fuerzas justas. Con él consiguió Manzanares los mejores momentos de toreo de capote de la tarde. Ya con la franela, instrumentó un, a veces, poco ceñido trasteo que se diluyó entre el “ponte-bien-y-estate-quieto” reinante desde en los tendidos. Aunque cierto es que las veces que se ajustó Manzanares resultaron pasajes buenos con ambas manos, sobre todo los remates. Con el segundo del festejo, otro animal de similar condición, se perdió en una poco ajustada faena de pases y más pases por ambos pitones. El estoconazo final, sin duda, lo mejor de este trasteo.


Terminado el paseíllo se guardó un minuto de silencio en el noventa y ocho aniversario
del fallecimiento del matador de toros José Gómez Ortega "Joselito"
Muy templado anduvo Antonio Ferrera ante el que abrió plaza.
Conseguiría una oreja.
La estocada final fue lo más destacado de la actuación de Manzanares
ante el segundo del festejo.
Talavante bordó el toreo ante el complicado tercero.
Ayuna de contenido resultó la labor de Ferrera ante el cuarto.
José Mari Manzanares firmaría los mejores momentos de la tarde con el capote.
Fue lo más destacado de su actuación ante el quinto.
Obtendría una oreja como premio a su actuación.
Empujó el sexto en varas llegando, incluso, a derribar al picador.
Ante este ejemplar, Juan José Trujillo firmaría un buen tercio de banderillas
por el que tuvo que desmonterarse.
Desigual fue el trasteo de Talavante ante este ejemplar. Hubo momentos embarullados
y otros en los que el extremeño puso al público venteño en pie.
Falló con los aceros y tuvo que saludar una fortísima ovación.

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