viernes, 22 de junio de 2018

LAS VENTAS (MADRID). MIÉRCOLES, 30 DE MAYO DE 2018. FERIA DE SAN ISIDRO. CORRIDA DE TOROS



Y SÍ, CASTELLA ABRIÓ LA PUERTA GRANDE


El francés Sebastián Castella abrió la puerta grande de la monumental venteña tras cortar las dos orejas al quinto de la tarde tras un derroche de valor. Ponce derrochó firmeza y torería ante las nulas opciones de su lote. Jesús Enrique Colombo, que confirma la alternativa, con lote de juego desigual, cumplió el trámite. Los astados pertenecieron a las ganaderías de “Garcigrande” y Domingo Hernández y “Valdefresno” que jugó un sobrero.

30 de mayo. Otro de los carteles estelares de este ciclo isidril. En él se juntaban uno de los triunfadores del serial de 2017, Enrique Ponce en la que es su única comparecencia en la feria; el francés Sebastián Castella; y el que dicen una de las firmes promesas del escalafón, el venezolano Jesús Enrique Colombo que venía a confirmar la alternativa. Una terna que se las vería ante un encierro de las ganaderías de “Garcigrande” y Domingo Hernández.

Tras el sorteo matutino, el encierro quedó compuesto por cinco astados de “Garcigrande” y uno de Domingo Hernández que sería jugado en tercera posición. Sin embargo, por la tarde, el encierro tuvo que ser remendado con un sobrero de “Valdefresno”, corrido en segundo lugar tras devolverse el inválido titular. Fue un encierro de dispar presentación que ofreció escasas posibilidades de lucimiento, además de tener las fuerzas justas.

El triunfador –por decirlo así– del festejo fue el francés Sebastián Castella que salió en hombros por la puerta grande tras cortar las dos orejas del quinto de forma incomprensible. Fue el quinto un ejemplar manejable, astado que medio se dejó un poco, aunque llegó parado a la faena de muleta. Castella salió a recibirlo con el capote y fue prendido de manera muy aparatosa. Resultó herido en el pie izquierdo y, mientras le ponían un vendaje en ese pie, fue Ponce quien, ejerciendo sus obligaciones de director de lidia, llevó las labores de la lidia hasta que el francés se incorporó a la misma lo que ocurrió ya en la faena de muleta. Brindó, Sebastián, al público e inició su trasteo de rodillas sobre la mano diestra. Ya enhiesto y con evidencias de su merma de facultades, la faena fue un derroche de coraje y valentía. Fue emotiva y vibrante. Pero ayuna de toreo. Culminó, Castella, esta labor de una estocada de la que salió trompicado y fue premiado con dos generosas orejas pedidas por un impresionable público y concedidas por una presidencia excesivamente benevolente. Su labor ante el primero de su lote nunca cogió vuelo. El toro que manseó en todos los tercios fue engañoso en la muleta puesto que se venía de lejos, pero tiraba un molesto derrote al llegar a la muleta. Castella comenzó su trasteo por doblones rodilla en tierra. Ya enhiesto, le faltó acople ante la molesta embestida del burel. Marró reiteradamente con los aceros y vio como su actuación era silenciada tras recibir dos recados presidenciales.

Enrique Ponce, en su única comparecencia en el ciclo, volvía a anunciarse con la ganadería que le propició el triunfo el pasado año. Sin embargo, el valenciano no pudo reeditar tal logro. Vio como se devolvía el primero de su lote por inválido y tuvo que pechar con el sobrero de “Valdefresno”, un astado manso y también falto de fuerza con el que Ponce anduvo muy torero haciendo todo a favor de su oponente. El toro era huidizo y Ponce se fue a por él para sujetarlo en los medios de forma magistral. De forma torera le puso en suerte en el caballo y esbozó un quite por verónicas que remató con una media sensacional. Tras brindar al público, comenzó el trasteo con torerísimos doblones que remató con un buen cambio de mano. Lo demás, solo detalles en un trasteo en el que, además, fue molestado con el viento. Con el manso cuarto, solo pudo dejar detalles ante un astado de nulo lucimiento, aunque, todo hay que decirlo, al toro le pegaron mucho en el caballo en dos fortísimos puyazos.

Completó el cartel el venezolano Jesús Enrique Colombo que confirmaba la alternativa. El momento de la ceremonia fue lo más destacado de su actuación. Con el primero, un toro incierto y probón que parecía estar reparado de la vista, quedó inédito. Y con el que cerró plaza, un astado con cierta nobleza que siempre amagó con irse suelto, no llegó a encontrar entendimiento. Señalar que, con este toro, Ponce firmó los mejores momentos de la tarde con el capote en su correspondiente turno de quites antes de que Colombo interpretase –como también lo hizo ante su primer oponente– un poco afortunado tercio de banderillas.


Momento de la confirmación de alternativa de Jesús Enrique Colombo.
Colombo quedó inédito ante el toro de la ceremonia.
El segundo de "Garcigrande" fue devuelto por inválido.
Los doblones con los que Ponce abrió la faena al sobrero de "Valdefreno"
fueron lo más destacado de su actuación.
Por doblones con rodilla en tierra comenzó Castella el trasteo al tercero,
único que lució el hierro de Domingo Hernández.
Solo detalles pudo dejar el valenciano ante el deslucido cuarto.
Exhibición de valor la de Castella ante el quinto tras sufrir un feo percance
ante el quinto de la tarde.
Una benevolente presidencia le concedió las dos orejas solicitadas
por un impresionable público.
No encontró entendimiento Colombo con el que cerró plaza.

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