sábado, 28 de septiembre de 2019

TORRELAGUNA (MADRID). LUNES, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2019. CLASE PRÁCTICA. FIESTAS PATRONALES EN HONOR A NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD


PUERTA GRANDE PARA KEVIN LOYO Y EL LOCAL JAVIER GARCÍA

Foto: José Cid.
El mexicano Kevin Loyo, que hacía su presentación en España, se ganó el derecho de salir por la puerta grande tras cortar los máximos trofeos de “Aplicado” destacado ejemplar de un desigual encierro de la ganadería de Isabel Reyna que fue premiado con la vuelta al ruedo. Una salida por la puerta grande en la que estuvo acompañado por el local Javier García quien vio como sus paisanos le premiaban con dos cariñosos apéndices en su debut en público. Por su parte, Lalo de María y Mario Arruza cortaron sendas orejas.

El segundo y último festejo de la Feria Taurina de Torrelaguna de 2019 fue, como viene siendo habitual en los últimos años, una clase práctica que corrió a cargo del CITAR-Escuela Taurina de Anchuelo. En la presente edición, este festejo contó con el aliciente de ver anunciado en los carteles al joven local Javier García, alumno de la Escuela Taurina de la Comunidad de Madrid “José Cubero Yiyo” que hacía su presentación en público. Junto a él, se encontraban acartelados los novilleros Lalo de María, alumno de la Escuela Taurina de Navas del Rey, y los alumnos del centro organizador del festejo Juan Reina e Iñaki González. Novilleros que se verían las caras ante un encierro de la divisa de Isabel Reyna. Sin embargo, el cartel se vio modificado a última hora y los dos alumnos anunciados por el centro organizador fueron sustituidos por el conquense Mario Arruza y el azteca Kevin Loyo, alumnos también del citado centro docente. Y, como ocurriría el día anterior, este cambio en el cartel volvería a ser providencial para uno de los novilleros sustitutos ya que Kevin Loyo, que hacía su presentación en nuestro país, se erigiría como triunfador del festejo al obtener los máximos trofeos de “Aplicado”, un ejemplar de excepcional nobleza, clase y fijeza de la divisa de Isabel Reyna Tartiere que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

“Aplicado” fue la única nota destacable de un encierro justo de fuerza y de juego desigual de la vacada guadalajareña. Fue corrido en cuarto lugar y, como queda reseñado, correspondió en suerte al joven novillero mexicano Kevin Loyo quien lo aprovechó de principio a fin en una labor firme, asentada, templada y plagada de torería, tanto manejando el percal donde se gustó en el recibo por templadas verónicas, como con la franela donde dibujaría muletazos de mucho gusto con ambas manos. Un pinchazo arriba que precedió a una certera estocada no impidió que Loyo pasease los máximos trofeos tras el merecido premiado arrastre de “Aplicado”. Así el joven novillero mexicano se ganaba el derecho a salir en hombros por la puerta grande.

Momento de la faena de Kevin Loyo con el premiado "Aplicado".
Foto: José Cid.
Kevin Loyo exhibiendo los máximos trofeos.
Foto: Fermín Martín.
También saldría por la puerta grande el local Javier García quien fue premiado de forma cariñosa con las dos orejas de su oponente por un no menos cariñoso público que llenó, prácticamente, en su totalidad los tendidos del coso torrelagunense para ver las evoluciones de su paisano. El debutante evidenció una extrema bisoñez y un corto bagaje ante el añojo que abrió plaza, ejemplar que apuntó cosas buenas, aunque no se terminó de ver. Lejos de amilanarse por las lógicas citadas carencias, el de Torrelaguna intentó suplir estas con arrojo, decisión y valor lo que hizo aumentar las muestras de cariño de sus paisanos que acabaron sacándole en volandas por la puerta grande. Cumplido el objetivo del debut, ahora es tiempo de preparación, calma y relajo para avanzar en una profesión en la que las prisas nunca fueron buenas compañeras de viaje.

Así inició el local Javier García la faena de muleta al novillo que abrió plaza.
Foto: José Cid.
Por su parte, Lalo de María obtendría un apéndice por su actuación ante el segundo de la tarde, añojo que no terminó de romper. El espigado torero galo dio muestras de conocer el oficio, sin embargo, resulta excesivamente frío. Así, firmó una labor templada, correcta y fácil que resultó aséptica y sin transmisión.

Media con la que Lalo de María remató el saludo capotero al segundo del festejo.
Foto: José Cid.
Y otra oreja cortaría Mario Arruza ante el tercero, el componente más deslucido del encierro. Justo de fuerza, se acalambró durante el saludo el capotero lo que hizo que se desplomase de forma estrepitosa de los cuartos traseros. Se le dio tiempo al animal y terminó recuperándose de esta dolencia. Por si fuera poco, en el inicio del trasteo muletero, hincó los pitones en la arena y a punto estuvo de dar una voltereta lo que agravó la justeza de fuerza. Así, Arruza no pasaría de voluntarioso en una labor en la que no acabó de estar a gusto.

Momento de la faena de muleta de Mario Arruza al tercero.
Foto: Fermín Martín.
Terminó el festejo y los espectadores más jóvenes se echaron al ruedo para formar un pasillo delante de la puerta grande para la salida en hombros de los triunfadores del festejo. Una salida en hombros que estuvo acompañada por una pancarta que pedía libertad y respeto para esta Fiesta única en el mundo que es la Tauromaquia.


Los aficionados más jóvenes pidieron libertad y respeto.
Foto: Fermín Martín
 

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