lunes, 30 de septiembre de 2019

GUADALIX DE LA SIERRA (MADRID). DOMINGO, 8 DE SEPTIEMBRE DE 2019. NOVILLADA CON PICADORES MIXTA. FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DEL ESPINAR


FERNANDO PLAZA E ISAAC FONSECA PASEAN SENDAS OREJAS


Los novilleros Fernando Plaza e Isaac Fonseca cortaron una oreja cada uno en la novillada picada mixta celebrada en la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra con motivo de sus Fiestas Patronales de la Virgen del Espinar. También actuó el rejoneador Víctor Herrero que vio silenciada actuación. Se jugaron astados de las ganaderías de Los Eulogios, para rejones, y Victoriano del Río y Zacarías Moreno, para la lidia a pie. Destacó uno de los de Victoriano del Río que, herrado con el segundo hierro de la casa, fue premiado con la vuelta al ruedo.

Como viene siendo habitual en los últimos años, la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra anunció una novillada con picadores como plato fuerte de su programación taurina llevada a cabo con motivo de sus Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Espinar. Pero a diferencia de otros años, esta no fue concurso de ganaderías, aunque se anunciasen reses de distintas vacadas, y, además, contó con la novedad de anunciar a un rejoneador abriendo el cartel.

Así, el cartel quedó compuesto por el rejoneador Víctor Herrero y los novilleros Fernando Plaza e Isaac Fonseca quienes lidiarían un astado para rejones de la ganadería de Los Eulogios y cuatro para lidia a pie de las vacadas de Victoriano del Río y Zacarías Moreno que lidiarían dos novillos cada una.

En líneas generales, el encierro estuvo mal presentado. Solo el de Los Eulogios, aunque sin exageraciones, se salvaría de la quema. Y, aunque en distinto grado, resultó manejable, aunque venido a menos. Entre todo el conjunto, destacó el segundo de la tarde, primero de lidia a pie, del hierro de Toros de Cortés, que fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Fue este un ejemplar chico, de agradables y toreras hechuras y cómodo de cara. Un burel que desarrolló gran nobleza, aunque no estuvo muy sobrado de fuerza. Acudió dos veces al caballo y derribó estrepitosamente en el primer encuentro, aunque más por demerito del picador que por su empuje. Recibió dos leves picotazos y el tercio de banderillas se cambió con cuatro palos. Cupo en suerte este noble ejemplar al novillero Fernando Plaza quien lo lanceó con gusto a la verónica en el saludo capotero. Ya con la franela, Plaza inició su faena por estatuarios para, posteriormente, gustarse en series por ambas manos en las que hubo muletazos de mucha calidad. Cerró el trasteo el madrileño con unas vibrantes manoletinas de rodillas. Una estocada defectuosa precedió a un golpe de verduguillo lo que enfrió los ánimos del respetable y el premio quedó reducido a una oreja. El segundo novillo de su lote perteneció a la ganadería de Zacarías Moreno. Fue este un animal de feas y vastas hechuras que no anduvo sobrado de fuerza, defecto que se agravó con el fuerte puyazo recibido y con una voltereta sufrida a la salida del encuentro con el picador. Es verdad que el animal tuvo nobleza, pero la falta de fuerza le hizo defenderse lo que motivó que resultase deslucido. Plaza lo intentó, tanto con capote, como con muleta, aunque sin llegar a alcanzar lucimiento. En esta ocasión, vería silenciada su actuación.

Natural de Fernando Plaza al segundo de la tarde, primero de lidia a pie,
que lució el hierro de Toros de Cortés.
Fue este un ejemplar de mucha nobleza y clase que fue premiado
con la vuelta al ruedo.
Al igual que Plaza, Isaac Fonseca también cortaría una oreja. En este caso, fue al novillo que cerró plaza y que perteneció a la divisa de Victoriano del Río. Fue este un animal de feas hechuras, avacado y escurrido de carnes. Resultó manejable el “victoriano”, aunque embistió sin clase. Con este ejemplar, el joven novillero azteca anduvo templado con el capote, tanto en el recibo, como en el quite. Y se mostró firme y decidido en un estimable trasteo muletero con ambas manos que cerró con unas manoletinas. Poco importó que cayese baja la estocada final para que fuese premiado con el citado apéndice auricular. El primero de su lote, de Zacarías Moreno, fue un novillo justo de presentación. De bonitas y agradables hechuras. Noble, pero con las fuerzas justas lo que motivó que tendiese a defenderse. Con él, Fonseca, anduvo muy templado en el saludo por verónicas y en el quite por gaoneras. Con le muleta, inició el trasteo con dos pases cambiados por la espalda a mano vuelta. Resultó prendido, afortunadamente, sin consecuencias el azteca. Repuesto del susto, llevó a cabo un trasteo de más a menos por las condiciones del burel en el que conseguiría templados pasajes. Un pinchazo sería suficiente para finiquitar a su apagado oponente. Ahora, recibiría silencio como premio a su labor.

Isaac Fonseca lanceando por verónicas al tercero del festejo
de la ganadería de Zacarías Moreno.
Abriría el festejo el rejoneador Víctor Herrero quien no pudo pasar de voluntarioso ante un astado de Los Eulogios de bonitas hechuras y muy justo de fuerzas que, además, acusaría el segundo rejón de castigo colocado por el rejoneador salmantino. Aquerenciado en tablas y agarrado al piso, el de Los Eulogios se fue apagando poco a poco hasta el punto de echarse en el último tercio lo que imposibilitó que Herrero pudiese ejecutar la suerte suprema con el rejón de muerte desde el caballo.


Abrió plaza el rejoneador Víctor Herrero ante un deslucido ejemplar
de Los Eulogios.

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