jueves, 21 de noviembre de 2019

MORALZARZAL (MADRID). DOMINGO, 22 DE SEPTIEMBRE DE 2019. FERIA TAURINA EN HONOR A LA VIRGEN DEL ROSARIO Y SAN MIGUEL ARCÁNGEL - XXVI "FRASCUELO DE PLATA". NOVILLADA CON PICADORES


Y NOS LA QUERÍAMOS PERDER


El grande, feo, incierto y complicado encierro de “La Guadamilla” deslució el tercer festejo del XXVI “Frascuelo de Plata” de la localidad madrileña de Moralzarzal. Ni siquiera el remiendo de “El Retamar”, feo, chico y de extrema sosería, pudo ofrecer algo de luz. Solo Antonio Grande pudo saludar dos ovaciones. Fernando Plaza fue cogido de fea y aparatosa manera por el novillo que cerró plaza. Y Marcos, que estoqueó tres novillos por el citado percance de Plaza, vio silenciadas sus actuaciones.

El tercer festejo del XXVI certamen “Frascuelo de Plata” de la localidad madrileña de Moralzarzal fue una novillada picada, la segunda del ciclo, en la que se anunciaban los novilleros Marcos, Antonio Grande y Fernando Plaza para estoquear reses de la ganadería de “La Guadamilla”. Cartel, en principio, interesante que, sin embargo, no respondió a lo esperado.

El encierro de la ganadería abulense tuvo unas grandes y feas hechuras, además de un incierto y complicado comportamiento. No fue lidiado completo y fue remendado con un ejemplar, corrido en cuarto lugar, de “El Retamar” que tampoco mejoró el panorama, más bien, todo lo contrario. Chico y feo, fue muy protestado de salida y, además, resultó justo de fuerzas y extremadamente soso. Un conjunto que, sin duda, dio al traste con las esperanzas de los novilleros.


Abrió plaza, Marcos quien, ante el manso y desclasado primero, se limitó a cumplir el expediente en una técnica y poco comprometida labor. Con el remiendo de “El Retamar”, llevó a cabo un desigual trasteo en el que convivieron pasajes entonados con otros muy enganchados. En ambas intervenciones, no anduvo fino manejando la espada.

Marcos con el remiendo de "El Retamar".
Antonio Grande sorteó en primer lugar un novillo manso, incierto y reservón. No se pudo estirar con el capote, aunque dejó un airoso recorte como remate. Y, con la muleta, consiguió algún pasaje aislado de interés en una faena en la que se mostró firme y asentado. Saludó una ovación con saludos tras aviso después de rubricar su labor con una media estocada trasera y desprendida. Otra ovación, también tras aviso, saludaría ante el quinto, otro novillo incierto, aunque se medio dejó por el pitón derecho. En esta ocasión, tampoco se pudo estirar con el capote y, con la muleta, anduvo porfión y consiguió algún pasaje estimable sobre el pitón menos malo del de “La Guadamilla”.

Antonio Grande recibiendo de capote al segundo.
Por su parte, Fernando Plaza esbozaría el toreo de capote ante el manso e incierto tercero. Con la pañosa, andaría firme y asentado y conseguiría momentos entonados con la mano zurda. Con el complicado animal que cerró el festejo, se mostraría muy templado lanceando con el capote. Ya con la muleta, se iría hasta los medios para iniciar el trasteo por estatuarios. Pero resultaría cogido de fea y aparatosa manera en ese inicio. Visiblemente dolorido, pasó a la enfermería, lugar que abandonaría por su propio pie una vez terminado el festejo. Marcos, quien se tuvo que hacer cargo del novillo como director de lidia, abrevió.

Momento de la faena de muleta de Fernando Plaza ante el tercero.

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