ISAAC
FONSECA SE HACE CON LA VI FERIA DE NOVILLADAS “MONCALVILLO”
DE
SAN AGUSTÍN DE GUADALIX
La feria, que estuvo
marcada por las inclemencias meteorológicas que obligaron a su
reestructuración, contó también con las actuaciones destacadas de Tomás Rufo, Miguel
Polope y Diego García. En el apartado ganadero, destacó un novillo de la
ganadería de Baltasar Ibán y otro de la vacada de Zacarías Moreno que fueron
premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre.
La
localidad madrileña de San Agustín de Guadalix programó para los días 14, 15 y
16 de septiembre del presente año una nueva edición de su Feria de Novilladas
“Moncalvillo”. Por segundo año consecutivo, este ciclo, que celebraba su sexta
edición, constó de tres novilladas con picadores, aunque con la novedad de que los
novilleros triunfadores de cada una de las dos primeras novilladas se medirían
en mano a mano en la tercera y última por alzarse como triunfador del ciclo y
hacerse con el capote de paseo con la imagen de la Virgen de Navalazarza,
patrona de esta localidad madrileña.
Se
confeccionaron dos carteles interesantes en los que se encontraban anunciados los
novilleros Tomás Rufo, triunfador del certamen de novilladas nocturnas de Las
Ventas; Diego San Román, uno de los novilleros destacados del escalafón al que,
además, se le guardó el sitio de la anterior edición de este ciclo en el que no
pudo actuar por estar herido con anterioridad; Alejandro Mora, triunfador del
anterior ciclo sanagustinense; Abel Robles, novillero al que también se le reservó
el sitio de la anterior edición del ciclo en el que pudo actuar debido a un
delicado problema de salud; y las novedades de la temporada Diego García e
Isaac Fonseca. Y en el apartado ganadero se contó con las vacadas madrileñas de
Zacarías Moreno y Baltasar Ibán y la onubense de “El Parralejo”, hierro este
escogido para lidiarse en la final del ciclo.
Un
jurado compuesto por cinco aficionados de reconocido prestigio de la localidad
y el público asistente a los festejos que haría las veces de jurado popular,
además de los trofeos obtenidos por los actuantes que se tendrían en cuenta
solo en caso de empate, serían los encargados de escoger a los triunfadores de
cada festejo, así como al triunfador de la feria.
Pero
el ciclo tuvo que ver reestructurada su confección inicial debido a las
inclemencias meteorológicas que no permitieron la celebración de la novillada
inicial. Este festejo se aplazó para el siguiente día 21 con lo que se
convirtió en la final del ciclo. Y hubo que componer de urgencia un dúo de
novilleros para intervenir en la novillada del día 16, designada inicialmente
como la final de ciclo. De esta manera, entró en la feria el valenciano Miguel
Polope en sustitución del azteca Diego San Román ante la imposibilidad de
cuadrar fechas y Alejandro Mora pasó directamente a la final al respetarle su
condición de triunfador de la feria sanagustinense de 2018.
Orejas para Isaac
Fonseca y Diego García y un Baltasar Ibán de vuelta al ruedo.
Así
las cosas, el ciclo sanagustinense comenzó el domingo 15 con un festejo en el
que actuaron Abel Robles, Diego García e Isaac Fonseca ante utreros de la
ganadería de Baltasar Ibán.
"Arbolario", de Baltasar Ibán, acudiendo a la muleta de Abel Robles. Fue premiado con la vuelta al ruedo. |
El
encierro de la divisa madrileña tuvo una desigual presentación y ofreció un
juego dispar. Del conjunto, destacó el corrido en cuarto lugar, ejemplar de
bonitas hechuras, que mostró casta, nobleza, fijeza y transmisión en todos los
tercios, aunque con el defecto de escarbar, que resultó premiado con la vuelta
al ruedo en el arrastre. Respondía este ejemplar al nombre de “Arbolario” y
tocó en suerte a Abel Robles quien acusó la falta de rodaje y no pudo pasar de
voluntarioso en una labor en la que fue desbordado por este excepcional
“Arbolario”. Por si fuese poco, Robles no estuvo acertado con el uso de los
aceros y a punto estuvo de que le echasen el novillo al corral. Ante el
ejemplar que abrió plaza, astado bien presentado y manejable, Robles anduvo
igual de dispuesto y voluntarioso, fundamentalmente, en el recibo capotero. Sin
embargo, con la muleta, llevaría a cabo un trasteo de escaso contenido en el
que solo destacaron una entonada serie con la mano diestra y el cierre por
manoletinas.
Larga cambiada de Abel Robles al segundo de su lote. |
Diego
García sorteó en primer lugar un novillo justo de presentación y manejable con
el que firmó una labor desigual. El quinto fue animal de feas y bastas hechuras
que resultó manejable, aunque llegó parado y agarrado al piso en la faena de
muleta. Con él, García, anduvo firme, asentado y muy decidido. El pinchazo que
precedió a una estocada caída no obstó para que su labor fuese premiada con una
oreja.
Momento de la faena de muleta de Diego García al segundo de la tarde. |
Por
su parte, a Isaac Fonseca, a la postre, declarado triunfador del festejo, tanto
por el jurado, como por el público, le correspondió en primer lugar un ejemplar
feo de hechuras y de condición cambiante: se dejó, tanto en el capote, como en
el tercio de varas; apretó en banderillas y
llegó incierto al tercio final. Con él, Fonseca, se gustó en el saludo
capotero por verónicas que remató con una buena media. Ya con la muleta, se
mostró firme y dispuesto en un trasteo en el que llegó a ser volteado,
afortunadamente, sin consecuencias. Con el que cerró plaza, novillo de bonitas
hechuras, aunque feo de cara, que se mostró incierto en los primeros tercios,
pero que llegó con nobleza y transmisión a la faena de muleta, el joven
novillero azteca no llegó a lucirse en el saludo capotero, aunque sí lo hizo en
el quite por chicuelinas. Ya con la pañosa, llevó a cabo un trasteo de más a
menos en el que destacaron dos buenas series iniciales con la mano diestra.
Cambió de mano, Fonseca, y cayó en intensidad del trasteo. Una intensidad que
no volvería a recuperar la faena en una nueva serie con la diestra. Solo las
manoletinas finales devolvieron al trasteo la intensidad perdida. Tras una
estocada caída, se le pidieron con fuerza las dos orejas, una petición que el
palco presidencial solo atendió en su mitad.
Isaac Fonseca recibiendo de capote al tercero de la tarde. |
Este
festejo contó con la nota amarga de la cogida del banderillero Juan Tomás
Felipe Cano “Niño de Santa Rita”, perteneciente a la cuadrilla de Diego García,
quien resultó cogido por el segundo novillo de la tarde a la salida del segundo
par de banderillas. Fue intervenido en la enfermería por el Dr. Crespo por una
herida por asta de toro en el tercio inferior del muslo izquierdo.
Oreja para Rufo y buena
impresión de Polope
En
el segundo festejo del ciclo, el turno fue para el toledano Tomás Rufo y el
valenciano Miguel Polope quienes estoquearían un encierro de la vacada onubense
de “El Parralejo”, un conjunto que, sobrero incluido, resultó desigual, tanto
por su presentación, como por su comportamiento.
El
encargado de abrir plaza fue el toledano Tomás Rufo, a la postre, triunfador de
la tarde. En primer lugar, Rufo, lidió un cuajado, aunque cómodo de cara,
ejemplar que resultó bravo y noble, pero que, sin embargo, llegó parado al
tercio de muleta pues el animal acusó el excesivo castigo recibo en los dos
puyazos que tomó. El novillero toledano, que no pudo estirarse con el capote,
llevó a cabo una templada faena de muleta en la que destacaron las series
interpretadas con la mano diestra. Una destacada labor que, sin embargo, quedó
emborranada por el mal uso de los aceros lo que motivó que fuese silenciada
tras ser avisada por el palco presidencial. Con una oreja, también tras aviso,
sería premiada su actuación ante el tercero, animal de similar presentación que
el anterior que fue incierto en los primeros tercios, que derribó al picador
–aunque más por demérito de este–, pero que llegó a la muleta con codicia,
aunque un punto rebrincado. Ahora, tampoco pudo el toledano lucirse con el
capote, pero con la pañosa se mostró firme, asentado y decidido en una labor en
la que consiguió muletazos de mucho gusto con ambas manos. Una estocada
defectuosa seguida de un golpe de verduguillo no fue óbice para que el toledano
pasease el anillo sanagustinense con el anteriormente citado apéndice
auricular.
Tomás Rufo con el tercero de "El Parralejo". |
Por
su parte, el valenciano Miguel Polope sorprendió por su toreo basado en la
quietud y la verticalidad. En primer lugar, a Polope le cupo en suerte un
novillo justo de presentación que resultó muy noble, pero con las fuerzas
justas, defecto que se agudizó tras el fuerte puyazo recibido en su encuentro
con el picador. Acusó este defecto en el tercio final donde, además, llegó a
amagar con rajarse a tablas. El joven novillero valenciano no pudo estirarse
manejando el percal, mientras que con la pañosa, dibujo una faena de templados
muletazos por ambos pitones. Como su compañero de cartel, no anduvo acertado
con los aceros y su actuación fue silenciada tras un recado presidencial. El
astado designado para cerrar plaza estuvo bien presentado y, a pesar de salir
abanto, apuntó buena condición hasta que, nada más iniciar el trasteo muletero,
se partió una mano y Polope tuvo que abreviar. Hasta entonces, el valenciano no
se pudo lucir con el capote, aunque sí dejó un airoso recorte como remate al
recibo. Y, con la muleta, demostró decisión al irse a los medios para iniciar
el trasteo por estatuarios a los que siguió una entonada serie con la mano
diestra, momento en el que finalizó la faena debido al referido percance
sufrido por el “parralejo”. Tuvo un
buen detalle la organización y regaló el sobrero a Polope. Fue este, un novillo
justo de presentación, abanto y sin fijeza que se dejó en la muleta, aunque
siempre saliendo de los muletazos desentendiéndose de los engaños. Con este
novillo, Polope anduvo airoso manejando el capote y, con la muleta, anduvo
voluntarioso, porfión y tesonero llegando a conseguir buenos pasajes con ambas
manos. Volvió a marrar con la espada y volvió a ver silenciada su actuación.
Natural de Miguel Polope al segundo del festejo. |
Puerta grande para
Tomás Rufo e Isaac Fonseca y un novillo de Zacarías Moreno de vuelta al ruedo.
El
broche de oro a la sexta edición de la Feria “Moncalvillo” se puso el sábado 21
de septiembre en la novillada final en la que actuaron Isaac Fonseca y Tomás
Rufo, como triunfadores de las dos novilladas anteriores, y Alejandro Mora
quien estuvo anunciado en el festejo que no se pudo celebrar por la citadas
inclemencias meteorológicas y que, como quedó anteriormente apuntado, pasó
directamente a la final al tenerse en cuenta el hecho de que fue el triunfador
del pasado ciclo.
Salida en hombros de Tomás Rufo e Isaac Fonseca. |
Esta
terna de novilleros se vio las caras ante un encierro de la divisa madrileña de
Zacarías Moreno. Fue un conjunto desigual, en lo que a su presentación se
refiere, y manejable, en general, aunque a menos, en lo que atañe a su
comportamiento. Destacó el ejemplar que abrió plaza, novillo bien presentado y
de extraordinaria nobleza, que fue premiado con la vuelta al ruedo. Respondía
al nombre de “Nauseabundo” y correspondió en suerte al toledano Tomás Rufo
quien anduvo aseado lanceando a la verónica, tanto en el recibo, como en el
quite. Ya con la pañosa, inició su trasteo de rodillas. Ya enhiesto, dibujó
muletazos de mucho gusto con ambas manos. Faena importante la de este novillero
toledano que, sin embargo, no fue rubricada de forma acertada con la espada por
lo que el premio quedó reducido a una oreja. Una oreja más, cortaría del cuarto
del festejo. Fue este un novillo que lució una buena presentación y que fue
noble, aunque con un punto de sosería que se terminó apagando. Rufo, estuvo
aseado manejando el percal en el recibo y se gustó en el quite por chicuelinas.
Ya en la muleta, estuvo porfión y muy templado, sobre todo, con la diestra en
una labor en la que, quizá, pecó de acortar las distancias con el novillo y
ahogar su embestida. Tras una estocada ligeramente desprendida, Rufo fue
premiado con el referido apéndice auricular que le abría la puerta grande del
coso sanagustinense.
Derechazo de Tomás Rufo a "Nauseabundo", gran ejemplar de Zacarías Moreno que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. |
También
salió por la puerta grande el azteca Isaac Fonseca tras cortar las dos orejas
al novillo que cerró el festejo y la feria. El ejemplar tuvo una justa
presentación y resultó muy encastado. Fonseca salió muy voluntarioso y decidido
y recibió al novillo con una larga afarolada de rodillas en el tercio. Pasaje
que fue lo más destacado de su labor capotera en este turno. Con la muleta,
instrumentó una faena por ambos pitones de menos a más que tuvo un templado
final. Rubricó la actuación con una certera estocada lo que motivó la petición
del doble trofeo auricular por parte del público, petición que fue atendida por
el palco. Una ovación con saludos sería el premio a su actuación ante el soso y
justo de fuerzas tercero. El azteca se mostró muy voluntarioso manejando el
percal, tanto en el recibo por verónicas en el que destacaron las medias de
remate, como en el quite por chicuelinas y tafalleras. Ya con la muleta, anduvo
muy voluntarioso en una faena ante un novillo venido a menos que inició desde
los medios con un pase cambiado por la espalda.
Momento de la faena de muleta de Isaac Fonseca ante el tercero. |
Por
su parte, Alejandro Mora solo pudo dejar detalles de su torería ante dos
novillos de pocas opciones. El segundo se apagó de manera fulminante en la
faena de muleta. Y el quinto fue un ejemplar que iba y venía, pero sin ninguna
clase.
Natural de Alejandro Mora al segundo. |
Terminada
la novillada, se dio a conocer el nombre del ganador de esta VI Feria de
Novilladas “Moncalvillo” de San Agustín de Guadalix. Tanto el jurado de
aficionados, como el jurado popular, coincidieron en premiar la voluntariedad y
la decisión de Isaac Fonseca antes que el buen toreo de Tomás Rufo.
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