DE CELESTE Y PLATA: LAS VENTAS. DOMINGO, 2 DE OCTUBRE DE 2016 (MATINAL) NOVILLADA MIXTA FINAL DEL V CERTAMEN "CAMINO HACIA LAS VENTAS"

FRANCISCO DE MANUEL,

GANADOR DEL CERTAMEN

“CAMINO HACIA LAS VENTAS”

El novillero Francisco de Manuel, alumno de la Escuela Taurina de la “Fundación el Juli”, se alzó como ganador de la quinta edición del certamen “Camino hacia Las Ventas” tras cortar una oreja a cada uno de los novillos de “Jandilla” que le tocaron en suerte. Una oreja cortó Alejandro Adame, de la Escuela Taurina de Madrid, al primero de su lote. Y de vacío se marchó Alfonso Ortiz, alumno también de la “Fundación El Juli”. También de vacío abandonó el coso el novillero con picadores Daniel Menés. Se jugó un encierro bien presentado y manejable, en general, aunque de escasa fuerza de los hierros de “Jandilla” y “Vegahermosa”.

Francisco de Manuel dejó entreabierta la puerta grande del coso capitalino tras cortar una oreja al primer novillo de su lote, astado de gran calidad, aunque justo de fuerzas. A éste, lo lanceó con gusto a la verónica De Manuel. Con la muleta, instrumentó una irregular faena con ambas manos en las que, cierto es, hubo pasajes muy estimables. Cobró una estocada tras un pinchazo y a sus manos fue a parar un apéndice del “jandilla”. Más acertada fue su labor ante el que cerró plaza, eral manso, pero encastado, que llegó con codicia y recorrido a la faena de muleta. Una faena que comenzó de rodillas y que fue de menos a más. Cogió vuelo a mitad del trasteo cuando Francisco se llegó a acoplar a la codiciosa embestida del astado. En ese momento De Manuel dibujó, con ambas manos, unas templadísimas series que fueron rematadas con sensacionales pases de pecho de esos “de pitón a rabo”. Cerró al novillo de manera torerísima para realizar la suerte suprema y cobró una gran estocada. El público pidió con fuerza las dos orejas, sin embargo, la presidencia solo concedió una lo que le valió al novel para traspasar en hombros el umbral de la puerta grande de la monumental venteña y, a la postre, para proclamarse triunfador, por decisión unánime del jurado, de esta nueva edición del “Camino hacia Las Ventas”.

También tocó pelo el mexicano Alejandro Adame quien cortó una oreja del tercer astado de la mañana de la ganadería de “Vegahermosa”, un novillo de extraordinaria nobleza que fue ovacionado en el arrastre. Adame recibió a su noble colaborador con una larga cambiada de rodillas en el tercio para, posteriormente, seguir lanceando con gusto a la verónica. Quitó por lopecinas como réplica al quite realizado por Francisco de Manuel por chicuelinas. Con la pañosa, inició la faena por estatuarios para seguir toreando por ambos pitones en una templada faena en la que hubo muletazos de mucho gusto. Unos torerísimos ayudados por bajo precedieron a una estocada contraria que provocó derrame y que dejó en una oreja el premio a esta labor del mexicano. Salió a por todas ante el “jandilla” que hizo séptimo al que recibió a portagayola. Sin embargo, el novillo llegó parado a la muleta y Adame no pudo pasar de voluntarioso en una faena excesivamente larga que llegó a ser avisada desde el palco presidencial antes de entrar a matar. No anduvo fino con los aceros y saludó una ovación desde el tercio tras recibir otro recado presidencial.

Dos ovaciones saludó Alfonso Ortiz, el tercer finalista del certamen, tras dos entonadas actuaciones que malogró por su mal uso de los aceros. Ante el “vegahermosa” que hizo segundo, un novillo noblote que llegó con un molesto calamocheo a la faena de muleta por su escasez de fuerzas, estuvo muy dispuesto y aguantó mucho consiguiendo una buena serie con la mano diestra. Y su aseada y templada labor ante el segundo de su lote, un buen ejemplar, aunque de poca fuerza, con el hierro de “Jandilla”, fue de más a menos.

También saludó dos ovaciones desde el tercio el novillero con picadores Daniel Menés quién prologó esta final del certamen en sus dos mitades. El madrileño se mostró variado y bullidor en los dos saludos capoteros y en el tercio de quites del segundo de su lote. Al primer “jandilla” del festejo lo recibió con una larga cambiada de rodillas en el tercio para, ya con la planta erguida, seguir toreando por gaoneras que remató con una caleserina y una serpentina y al quinto, también con el hierro de la estrella, lo paró por chicuelinas tras haberlo recibido de hinojos a portagayola, para, posteriormente, quitarlo por crinolinas. Muy voluntarioso y decidido anduvo Menés en unos trasteos muleteros que, sin embargo, no llegaron a conectar con los tendidos por la sosería de los oponentes. Solo su faena al primero de la mañana, que brindó a la memoria de Víctor Barrio y a su viuda que se encontraba presente en los tendidos venteños, llegó a calar por momentos en el público asistente.