miércoles, 4 de abril de 2018

LAS VENTAS (MADRID). DOMINGO, 1 DE ABRIL DE 2018. CORRIDA DE TOROS. FESTIVIDAD DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN



PUERTA GRANDE A LA DEICISIÓN DE ÁLVARO LORENZO


Álvaro Lorenzo se alzó como claro triunfador del segundo festejo de la temporada venteña al salir por la puerta grande de la monumental madrileña tras cortar tres orejas al mejor lote del buen encierro de la ganadería de “Toros de El Torero” en el que destacó el ejemplar jugado en último lugar que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Completaron el cartel de actuantes David Mora que dio una vuelta al ruedo tras la lidia de su segundo y Daniel Luque que vio silenciada su actuación.

Domingo de Resurrección. Fecha tradicional en el calendario taurino. La plaza de toros de Las Ventas abre sus puertas para acoger el segundo festejo de la temporada madrileña. En esta ocasión, una interesante corrida de toros en la que se anuncian para hacer el paseíllo David Mora, Daniel Luque y Álvaro Lorenzo quienes se las verán ante astados de la ganadería de “Toros de El Torero”.

Estuvo bien presentado el encierro enviado por la divisa gaditana. Y, en general, posibilitó el lucimiento de la terna actuante, aunque tuviese el mal endémico de la justeza de fuerzas. Como nota negativa, el astado jugado en cuarto lugar, un manso de libro que buscó la huida continuamente, aunque cierto es que tuvo la virtud de la humillación. Y, como nota positiva, el toro que cerró plaza, un bravo ejemplar que respondía al nombre de “Viscoso” y que, todo hay que decirlo, fue premiado con una generosa vuelta al ruedo en el arrastre. Que fue un toro importante, sin duda; que tuvo muy buen comportamiento en el tercio de banderillas donde fue bregado de forma magistral por Sergio Aguilar, también; que llegó con fijeza, nobleza y prontitud al tercio final, cierto; pero que apenas se le vio en el caballo, tampoco hay que dudarlo: tomó dos varas en las que, únicamente, Francisco Javier Sánchez se limitó a marcar el puyazo, arriba, es cierto, pero sin apretar apenas y en las que, simplemente, el de “El Torero” se dejó. Además, acudió poco menos que al relance al segundo encuentro con el picador.

El triunfador del festejo fue el toledano Álvaro Lorenzo quien, a su finalización, saldría en hombros por el umbral de la puerta grande del coso venteño tras cortar tres orejas al lote que le correspondió en el sorteo matutino. Un sorteo que le emparejó con “Viscoso” al que Lorenzo le cortó las dos orejas tras una vibrante, emocionante y muy decidida faena de muleta que inició por estatuarios rematados con un pase del desprecio que fue un auténtico cartel de toros. Después se proseguirían las series con ambas manos en las que destacaron los bellos remates. Sobresalieron las series interpretadas con la mano izquierda, sobre todo, la última en la que hubo naturales hondos, profundos, enjundiosos y de muy bella confección. Bello y enjundioso también fue el torero remate de faena por doblones sin la ayuda cambiándose la muleta de mano en cada muletazo. Para entonces, la plaza ya estaba enloquecida y poco importó que la espada cayese caída, valga la redundancia, para que la presidencia concediese el doble trofeo fuertemente solicitado por el público.

Otra oreja cortaría Álvaro Lorenzo del primero de su lote, un noble ejemplar, justo de fuerza, al que el toledano instrumentó un irregular trasteo sobre la mano zurda en el que hubo momentos aislados estimables. Unas ajustadas bernadinas precedieron a una estocada caída, pero de efecto que hizo que el público solicitase con fuerza el trofeo.

Por su parte, David Mora daría una vuelta al ruedo tras su actuación ante el segundo de su lote, un manso ejemplar que buscó siempre la huida, aunque tuvo la virtud de la humillación a pesar de ser muy mal lidiado, tanto en el tercio de varas, como en el de banderillas. Lo aprovechó de forma inteligente Mora en series sobre la mano diestra en las que dejó muy puesta la muleta al toro y en la que consiguió momentos muy meritorios. Más deslucida resultó la faena las veces que David se echó la muleta a la mano izquierda pues aquí no acertó a fijar la embestida del huidizo burel. Tras una estocada baja, se le pidió con fuerza la oreja que, sin embargo, no fue concedida por el palco presidencial. Con el que abrió plaza, toro manejable, justo de fuerza, se lució David Mora manejando el percal por verónicas, tanto en el recibo, como en el quite. Sin embargo, con la pañosa, instrumentó un trasteo con ambas manos ayuno de transmisión.

Completó la terna Daniel Luque quien solo brilló manejando el capote ante el segundo de la tarde, astado con un aceptable pitón izquierdo que tampoco estuvo sobrado de fuerzas. Lo recibió de forma muy torera por verónicas que remató con un delantal y una media y galleó por garbosas chicuelinas para poner al toro en suerte en el primer encuentro con las plazas montadas. Sin embargo, con la muleta, se perdió en una larga faena de pases y más pases con la mano izquierda que apenas dijeron nada. Con el quinto, un toro que iba y venía sin entrega, se alargó en una anodina actuación.

Solo lució con el capote David Mora ante el que abrió plaza.
El toreo de capote de Daniel Luque ante el segundo del festejo
fue lo más de destacado de su actuación.
Al natural conseguiría algunos momentos estimables Álvaro Lorenzo
ante el primero de su lote.
Se lució David Mora toreando con la mano diestra ante el manso cuarto
al que dejó la muleta muy puesta.
Larga y anodina resultó la labor de Daniel Luque ante el quinto.
Al natural llegaron los mejores momentos de la vibrante, emocionante
y decidida faena de Álvaro Lorenzo ante el importante
astado de "Toros de El Torero" que cerró plaza.
Respondió al nombre de "Viscoso" y fue premiado
con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Ángel Otero tuvo que saludar montera en mano tras parear
al primer toro del encierro.
El picador Francisco Javier Sánchez fue ovacionado
tras picar al que cerró plaza.
Este toreo fue magistralmente lidiado por Sergio Aguilar
La presidencia del festejo tomó varias decisiones controvertidas.













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