PABLO
MORA, TRIUNFADOR
DE
LAS NOVILLADAS NOCTURNAS DE PROMOCIÓN, NATURALMENTE
Pablo
Mora se erigió como triunfador de las novilladas nocturnas de promoción tras
una gran faena por naturales al último novillo del encierro jugado por el
matador de toros “Espartaco” en la novillada final del ciclo por la que dio una
clamorosa vuelta al ruedo. También dio una vuelta al ruedo, aunque de distinto
valor, Rafael González. Completó la terna Alejandro Fermín que vio silenciadas
sus actuaciones.
La
plaza de toros de Las Ventas se cubrió en un tercio de su aforo en una
tarde-noche calurosa para presenciar la final del ciclo de novilladas nocturnas
de promoción a la que llegaron los novilleros Alejandro Fermín, Rafael González
y Pablo Mora quienes lidiarían un encierro perteneciente a la ganadería del
matador de toros Juan Antonio Ruiz “Espartaco”.
El
encierro enviado por el diestro sevillano estuvo bien presentado, aunque con
dispares hechuras. Y, en líneas generales, fue apto para el lucimiento, a pesar
del manso comportamiento que exhibió en los primeros tercios.
Entre
la terna actuante, destacó el madrileño Pablo Mora quien, a la postre, sería
proclamado como triunfador del ciclo. Y lo fue, fundamentalmente, por la labor
realizada al novillo que cerró plaza, un astado que fue jugado como sobrero al
devolverse el titular. Este ejemplar, como todos sus hermanos, manseó en los
primeros tercios, pero llegó a la muleta con cierta nobleza, aunque muy parado.
Pablo Mora lo entendió a la perfección y construyó una faena con poso y
argumento bordando el toreo al natural. Tras los pases de tanteo y una aseada
serie con la diestra, se pasó la muleta a la zurda y fue aquí donde Mora dibujó
los mejores muletazos de la noche. Fueron diez, quince muletazos. No sé.
Repartidos en tres series con sus correspondientes remates. Citando cruzado. Echando
la muleta al hocico del de “Espartaco”. Lentos. Despaciosos. Largos y templados.
Rematados detrás de la cadera. De uno en uno porque el burel no repetía… Los “olés” roncos y secos brotaban de los
tendidos venteños tras cada uno de ellos. Faena de justo metraje con la que el
joven novillero boaleño había seducido a la monumental madrileña. Mora tenía el
trofeo en la mano, sin embargo, la media estocada y los dos descabellos que la
sucedieron redujeron el trofeo a una clamorosa vuelta al ruedo. Con su primero,
un ejemplar que llegó parado y sin gracia a la muleta, se perdió en un trasteo sin lucimiento.
También
dio una vuelta al ruedo el novillero toledano Rafael González, aunque de muy
distinto peso, ante el quinto del festejo, un ejemplar de buena condición en el
último tercio con el que el novillero toledano nunca se llegó a acoplar. Tras
brindar a los diestros Ortega Cano, “Espartaco” y Pepín Liria, González anduvo
bullidor y muy acelerado en un trasteo que nunca llegó a calar en los tendidos.
Remató la faena con una estocada defectuosa y un descabello que levantó una
leve petición de oreja, hecho que aprovechó González para marcarse un paseo por
el ruedo que fue muy protestado desde el mismísimo momento en el que el joven
novillero salió de la tronera del burladero. El mismo poso y el mismo temple
que le faltaron en la faena de muleta tampoco aparecieron para aplacar la
soberbia y la altivez con la que se encaró con el público que protestaba su poco
afortunado paseo. Soberbia y altivez que también aparecieron cuando, una vez
terminado el festejo, abandonaba el ruedo venteño entre abucheos y el toledano
se acordó de mentar a la progenitora de alguno de los presentes. Con el soso
ejemplar que hizo segundo, se perdió en un trasteo sin argumento.
Por
su parte, Alejandro Fermín vio silenciada sus actuaciones ante los dos
aprovechables novillos que compusieron su lote por dos trasteos valientes y
bullidores que, por momentos, resultaron acelerados y embarullados.
Alejandro Fermín, muy bullidor, no se llegó a acoplar con el primero. |
Rafael González se perdió en una faena sin argumento ante el soso segundo. |
Deslució resultó la labor de Pablo Mora ante el tercero. |
Valiente y bullidor anduvo Alejandro Fermín ante el cuarto, otro ejemplar aprovechable con el que no se acopló el extremeño. |
Temple y poso le faltó a Rafael González ante el quinto. |
Pablo Mora sedujo a la cátedra venteña por naturales ante el sobrero de "Espartaco" que cerró plaza. |
El sexto novillo que se dañó en una fuerte voltereta tras el primer puyazo fue devuelto a los corrales. |
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