UN
IMPORTANTE “PARTIDO DE RESINA” Y DAVID SALVADOR
DESTACAN
EN TARDE DE AVISOS Y SILENCIOS
El
novillero salmantino David Salvador firmó los pasajes más destacados del
segundo festejo de la Feria Taurina de “Moncalvillo” de la localidad madrileña
de San Agustín de Guadalix ante el segundo novillo de su lote al que cortó una
oreja. Fue este el único ejemplar que ofreció verdaderas oportunidades de
lucimiento dentro de un deslucido encierro de la ganadería de “Partido de
Resina”. También cortaría una oreja el jerezano Cristóbal Reyes ante el
ejemplar que cerró plaza. Por su parte, el jiennense García Navarrete saldría
de vacío de un festejo que estuvo marcado por la cantidad de avisos recibidos
por la terna actuante, un total de ocho, y por los silencios del tendido tras
las actuaciones de los novilleros.
Segundo
festejo de la V Feria de Novilladas “Moncalvillo” que la localidad madrileña de
San Agustín de Guadalix celebra con motivo de las Fiestas Patronales en honor a
la Virgen de Navalazarza. Un festejo que contaba con el aliciente de ver el
juego que ofrecían los novillos de la ganadería de “Partido de Resina”, otrora
Pablo Romero, una de las vacadas legendarias de la cabaña brava española, que
serían lidiados por los novilleros García Navarrete, uno de los triunfadores
del pasado serial sanagustinense, David Salvador, que sustituía al anunciado
Abel Robles, y Cristóbal Reyes. Sin embargo, ni el juego de los otrora Pablo
Romero ni las intervenciones de la terna se correspondieron con las
expectativas creadas.
El
encierro de “Partido de Resina” tuvo una desigual presentación y, además, de
justo de fuerza, resultó deslucido. Solo el ejemplar jugado en quinto lugar,
por cierto, ovacionado de salida por su presentación, ofreció condiciones
óptimas para el lucimiento en el tercio final pues, su comportamiento en los
primeros tercios no auguraba tal desenlace. El novillo protestó mucho en su
encuentro con la cabalgadura y resultó reservón en banderillas, sin embargo,
desarrolló mucha nobleza en la muleta, aunque con el defecto de querer irse
suelto. Correspondió en este ejemplar al novillero salmantino David Salvador
quien llegaría a gustarse en la faena de muleta instrumentada por ambos pitones
que, a veces, resultó poco ceñida y sin ligazón. Aun así, resultaron algunos
muletazos de cierta estimación. Un pinchazo hondo y caído bastó para finiquitar
al burel tras lo cual se solicitó el trofeo para el novillero salmantino que,
finalmente, fue concedido por el palco presidencial. Con su primero, un
ejemplar noblote ayuno de fuerza, compuso un trasteo sin muchas apreturas en el
que apenas obligó al cornúpeta y en el que hubo algún pasaje aislado con la
mano diestra, pero que nunca llegó a coger vuelo. Manejó mal la “tizona” y vio silenciada su actuación
tras recibir un recado presidencial.
Otra
oreja cortaría el jerezano Cristóbal Reyes al novillo que cerró plaza. Fue este
un ejemplar de pocas carnes, pero muy serio por delante que resultó manso y con
complicaciones. Reyes, que brindó a García Navarrete, no pudo pasar de
dispuesto en una labor que también fue avisada por el palco y que remató de un
pinchazo hondo y dos descabellos lo que no fue obstáculo para el público
solicitase el trofeo que, finalmente, también acabó concediendo el palco. El
tercero fue un ejemplar noblote, con muy poca fuerza al que, además, se le picó
fuerte en el caballo. Por si fuese poco, sufrió una voltereta en banderillas y
llegó a la muleta sin ninguna gracia. Con este ejemplar, Reyes se mostraría
airoso manejando el percal en el recibo y se gustaría en el quite por
chicuelinas. Ya con la muleta, instrumentaría una faena con pases por ambos
pitones que no dijeron nada. Marró reiteradamente con los aceros y su labor
sería silenciada tras recibir dos recados presidenciales.
El
peor parado del festejo sería el jiennense García Navarrete. En primer lugar,
el jiennense sortearía un ejemplar noblote, pero sin gracia que, además, estaba
mermado de facultades por un defecto en la pezuña trasera izquierda. Una merma
que, además, se agudizó al acalambrarse en los primeros compases de la lidia. El
animal, que también tenía poca fuerza, acabaría acusando estos defectos en el
largo y desigual trasteo instrumentado por García Navarrete en el que hubo momentos
en los que se llegó a gustar y otros, en los que no llegó a acoplarse con el
novillo. Marró con el acero y vería silenciada su labor tras dos recados
presidenciales. Silencio tras dos avisos también fue el resultado tras su
precavida actuación ante el cuarto. Fue este un ejemplar ovacionado de salida
que apretó fuerte a la cabalgadura en un fuerte puyazo y que llegó parado y
reservón, tanto al tercio de banderillas, como a la muleta donde, además, desarrolló
un molesto calamocheo por su justeza de fuerza.
Aspecto de la defectuosa pezuña trasera izquierda del primer "Partido de Resina". |
Desigual fue la larga labor de García Navarrete ante el primero. |
La actuación de David Salvador ante el segundo nunca llegaría a coger vuelo. |
Cristóbal Reyes se lució por chicuelinas en el quite al tercero. |
Precavido anduvo García Navarrete con el complicado cuarto. |
Mucha nobleza desarrolló el quinto en la muleta de David Salvador. el novillero salmantino cortaría una oreja. |
El novillo fue ovacionado en el arrastre. |
Cristóbal Reyes brindaría su faena ante el sexto a García Navarrete. |
Anduvo dispuesto ante un complicado ejemplar. Aunque falló con la espada, paseó una oreja. |
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