lunes, 10 de septiembre de 2018

TORRELAGUNA (MADRID). DOMINGO, 2 DE SEPTIEMBRE DE 2018. FIESTAS PATRONALES EN HONOR A NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD. NOVILLADA SIN PICADORES

Miguel Aguilar saliendo en hombros de la plaza de toros de Torrelaguna.
Fotos: José Cid.
Texto: Moisés Celestén. Fotos: José Cid y Fermín Martín

TARDES QUE CREAN AFICIÓN


El novillero mexicano Miguel Aguilar salió en hombros de la novillada sin picadores celebrada el domingo 2 de septiembre tras cortar las dos orejas a su primer oponente tras una inteligente faena. Por su parte, el conquense Mario Arruza perdió un importantísimo triunfo por el mal uso de los aceros ante un sobresaliente lote de la ganadería de Isabel Reyna Tartiere que fue premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Incluso para uno de los novillos que conformaron dicho lote se llegó a pedir el indulto.

Una gran tarde de toros se vivió en la plaza de toros de Torrelaguna en el festejo inaugural de su serial taurino del presente año en honor a Ntra. Sra. de la Soledad. Fue este primer festejo una novillada sin picadores en la que actuaron los novilleros Mario Arruza y Miguel Aguilar ante erales de la ganadería de Isabel Reyna, propiedad del rejoneador torrelagunense Manuel Vidrié.

El lote ganadero enviado por el torrelagunense tuvo una desigual presentación. Y ofreció un juego desigual con dos ejemplares de altísima nota que fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre. “Latoso”, número 49, negro de capa, nacido en mayo de 2016 y corrido en primer lugar, y “Hojalatero”, número 47, colorado, de junio de 2016 que hizo tercero, fueron estos excepcionales ejemplares. Incluso para “Hojalatero” se llegó a solicitar el indulto. Ambos ejemplares cayeron en el lote del novillero conquense Mario Arruza quien falló reiteradamente con los aceros sus dos actuaciones por lo que perdió un importantísimo triunfo.

Se gustó Arruza manejando el percal ante “Latoso”, ejemplar de extraordinaria nobleza. Primero, en las verónicas de recibo y, luego, en el quite por chicuelinas y tafalleras con el replicó al realizado por Miguel Aguilar por gaoneras. Tras el buen tercio de banderillas interpretado por Leandro Gutiérrez, que hizo las veces de sobresaliente, se fue a los medios para brindar al público la faena de muleta. Una faena que inició citando de rodillas con la mano diestra desde el mismo centro del anillo. Sin probaturas, templó y mandó la embestida de “Latoso” en una buena serie. Ya enhiesto, dibujó muletazos de bello trazo con ambas manos. Faena grande que cerró con unas manoletinas de rodillas. Arruza tenía un importante triunfo en la mano. Todo dependía de la rúbrica. Y fue aquí donde llegó el borrón: una estocada defectuosa precedió a reiterados fallos con el descabello que redujeron sustancialmente el premio a su actuación. Lo mismo le sucedería ante “Hojalatero”, novillo de grandísima calidad en la embestida. Con él, el conquense se mostró aseado en el recibo y se gustó en el quite por chicuelinas que interpretó al alimón con Leandro Gutiérrez con el que ambos replicaron al realizado por Aguilar por saltilleras. Ahora, Arruza brindó su faena a su compañero de cartel. Volvió a citar, nuevamente, Arruza con la mano diestra desde el centro del anillo de rodillas y aquí empezó el alboroto. Si buenos fueron los derechazos, mejores fueron los naturales. Si tuvieron calidad los interpretados con la planta erguida, no le fueron a la zaga los interpretados de hinojos. Tremendo alboroto el que había formado el binomio formado por Arruza y “Hojalatero” o por “Hojalatero” y Arruza. Como se quiera. Incluso la lluvia, amenazante durante toda la tarde, apareció en forma de fuerte aguacero para no perderse tal espectáculo. El alboroto fue tal que se empezó a solicitar el indulto de “Hojalatero”, premio que, además de excesivo, hubiese resultado antirreglamentario. Entonces, Arruza montó la espada y he aquí, nuevamente, el reiterado fallo con los aceros. Otra vez, el conquense marraba una grandísima actuación.

Por su parte, el mexicano Miguel Aguilar sorteó el peor lote lo que no obstó para que el novillero azteca se erigiese como triunfador del festejo. En primer lugar lidió un ejemplar manso y deslucido que, además, tenía el defecto de venirse por dentro. Aguilar se mostró muy firme e inteligente con él y consiguió hilvanar un destacado y meritorio trasteo en el que llegaron a resultar meritorios y bellos pasajes con ambas manos que llegaron a calar en la afición torrelagunense. Se la jugó a la hora de ejecutar la suerte suprema de la que, tras cobrar una certera estocada, saldría trompicado sin más consecuencias que un fuerte varetazo. A sus manos fueron a parar las dos orejas tras esta meritoria faena. Igual de firme e inteligente se mostró con el ejemplar que cerró plaza, un ejemplar manso, aunque manejable que, sin embargo, no llegó a acabar de rematar sus embestidas por el mal estado en el que quedó el piso tras el fuerte aguacero caído en las postrimerías de la faena del novillo anterior. Con este ejemplar, sí pudo gustarse Aguilar en los lances de recibo. También se gustaría Leandro Gutiérrez en las caleserinas interpretadas en el turno de quites. Ya con la pañosa, Aguilar brindó su trasteo a Gutiérrez. También firme y muy inteligente se mostraría Aguilar sacando muletazos de gusto por ambos pitones a pesar de la condición del novillo que, en ocasiones, llegaba, incluso a acorar la embestida. Nunca dudó el novillero azteca que dio la impresión de estar cuajado y preparado para retos mayores. Sin embargo, ahora, fallaría con los aceros y tendría que conformarse con una ovación como premio a su actuación.

Terminó la tarde. Miguel Aguilar salía triunfal en hombros por la puerta grande. Su compañero de cartel, Mario Arruza, lo hacía cabizbajo por el triunfo perdido por el mal uso de los aceros. Mientras, el público torrelagunense vaciaba los tendidos del coso taurino con la sensación de haber presenciado una gran tarde de toros. Una tarde de las que, sin duda, hacen afición.


Así toreó de rodillas Mario Arruza a "Latoso", gran ejemplar de la divisa de
Isabel Reyna que fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Foto: José Cid.
Firme e inteligente se mostró Miguel Aguilar con el deslucido segundo.
Foto: José Cid.
Fue premiado con las dos orejas.
Foto: Fermín Martín.
Remate del quite por chicuelinas que interpretaron al alimón
Mario Arruza y el sobresaliente Leandro Gutiérrez ente el tercero.
Foto: Fermín Martín.
Natural de Mario Arruza al gran "Hojalatero" lidiado en tercer lugar
para el que se llegó a pedir el indulto. Fue premiado con la vuelta al ruedo.
Foto: José Cid.
También firme y muy inteligente andaría Aguilar con el deslucido cuarto.
Foto: Fermín Martín.
Hasta dos veces tuvo que asomar el pañuelo azul al palco presidencial para
premiar con la vuelta al ruedo póstuma a los novillos corridos en primer y tercer lugar.
Foto: José Cid.
El sobresaliente Leandro Gutiérrez interpretó el tercio de banderillas del primer novillo.
Además, también intervino en algunos turnos de quite.
Foto: José Cid.

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