OTRA
VEZ UREÑA
El
murciano Paco Ureña firmó los pasajes más destacados en la tradicional Corrida
de la Prensa con la que se ponía fin al largo ciclo isidril de 2018. Solo el
fallo a espadas privó al murciano de un triunfo mayor. También destacó la
actuación de Emilio de Justo quien, como Ureña, llegó a saludar una ovación.
Por su parte, Manuel Escribano pasó de puntillas. Se jugó un bien presentado y
deslucido encierro de Victorino Martín. Solo el astado jugado en segundo lugar,
ovacionado en el arrastre, se salvó de este fiasco ganadero.
La
Feria de San Isidro del presente año se cerró con la tradicional Corrida de la Asociación
de la Prensa. Festejo que fue presenciado desde una barrera del tendido nueve
por Su Majestad Felipe VI, acompañado por Victoria Prego, presidenta de la
Asociación de la Prensa Madrileña, y Miguel Ángel Oliver, Secretario de Estado
de Comunicación. Para la ocasión, se eligió un encierro de la ganadería de
Victorino Martín que sería estoqueado por los diestros Manuel Escribano, Paco
Ureña y Emilio de Justo.
La
corrida de Victorino estuvo bien presentada, quizá haya sido la corrida mejor
presentada de este ciclo isidril, ciclo que, por otra parte, no destacará por
la presentación de los toros. Sin embargo, la victorinada resultó deslucida y
floja. Solo el astado jugado en segundo lugar, ovacionado en el arrastre,
respondió a las expectativas puestas en esta ya mítica y legendaria vacada.
Este gran “victorino” cayó en el lote
del murciano Paco Ureña quien reaparecía ante el público de la monumental
venteña tras su actuación del Día del Santo y después de no poder actuar por
lesión la tarde del 25 de mayo en la que debía ser su segunda comparecencia
ante la cátedra madrileña. No se pudo estirar el lorquí con el capote ante el “albaserrada”, aunque sí hizo todo a
favor del burel. Ya en varas, el de Victorino se arrancó de lejos por dos veces
y empujaría con fijeza al caballo montado por Pedro Iturralde quien
protagonizaría en buen tercio. Tras las banderillas, Ureña brindó su actuación
al público y al Rey, tras lo cual realizó una desigual faena de muleta a este
ejemplar que llegó a la muleta con una pastueña embestida. En la faena
convivieron momentos arte mayor con la mano diestra y, sobre todo, al natural
con otros más vulgares que, desde luego, no consiguieron eclipsar a los
primeros que llegaron a predisponer a la plaza para un triunfo mayor. Todo
quedaba pendiente de la hora de la suerte suprema. Y es aquí donde vino el
fallo del murciano: un bajonazo que hizo guardia seguido de dos golpes de
descabello dieron al traste con el deseado y ansiado triunfo. Tras escuchar un
recado presidencial, Ureña saludó una gran ovación al igual que lo hiciese a la
finalización del paseíllo. Con el quinto, animal que manseó en los primeros
tercios, pero que llegó a la muleta con nobleza, aunque con mucha sosería, no
llegaría a acoplarse el lorquí en una labor que nunca llegó a coger vuelo.
Por
su parte, el cacereño Emilio de Justo también saludaría una ovación por una
labor porfiona y tesonera ante el manso y complicado ejemplar que cerró plaza.
Mejor condición tuvo el primero de su lote, noble y con fijeza, aunque muy
parado en la faena de muleta ante el que se lucieron los banderilleros “Morenito
de Arles” y Pérez Valcace. Sin embargo, De Justo no llegó a acoplarse con el
burel. Solo una serie con la diestra en la segunda mitad de la faena resultó
limpia y ligada.
Encabezó
la terna Manuel Escribano quien pasó por el ruedo venteño con más pena que
gloria. Sorteó el sevillano un lote que se iba y venía sin llegar a decir nada.
A ambos ejemplares, se fue Escribano a recibirlos a portagayola, lo que solo
conseguiría realizar ante el cuarto con el que, por cierto, firmaría los
pasajes más vibrantes de la tarde manejando el percal. En los dos, intervino en
banderillas con más decisión que acierto. Y con la muleta, instrumentó dos
trasteos muleteros ayunos de contenido.
S. M. Felipe VI presenció el festejo desde una barrera del tendido 9. Los tres espadas le brindaron sus primeros toros. |
Paco Ureña tuvo que saludar una ovación tras romperse el paseíllo. |
Poco contenido tuvo la actuación de Manuel Escribano ante el primero. |
Desigual resultaría la faena de Ureña ante el segundo. Convivieron momentos álgidos con la diestra y, sobre todo, al natural con otros que no lo fueron tanto. |
No llegó a acoplarse De Justo con el tercero. Solo una serie al final del trasteo con la mano diestra resultó limpia y ligada. |
Escribano consiguió los momentos más vibrantes de la tarde manejando el capote ante el cuarto. |
Ureña no se llegó a acoplar con el quinto. |
Valiente, porfión y tesonero estuvo De Justo con el que cerró plaza. |
Victorino Martín García acompañado por su hija presenciando el festejo en el tendido. |
Pedro Iturralde protagonizó un buen tercio de varas ante el segundo. |
"Morenito de Arles" y Pérez Valcarce saludaron tras banderillear al tercero de la tarde. |
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