viernes, 21 de julio de 2017

EL BOALO (MADRID). DOMINGO 9 DE JULIO DE 2017. FESTIVAL TAURINO SIN PICADORES. FIESTAS DE VERANO


DE MORA A MORA


El festival celebrado en la localidad madrileña de El Boalo con motivo de sus Fiestas de Verano resultó entretenido gracias a la torería desprendida por el matador de toros Juan Mora, a las ganas y a las buenas maneras del novillero local Pablo Mora y al buen juego que, en líneas generales, ofrecieron los erales de “Zalduendo”.

La localidad madrileña de El Boalo celebró un festival con motivo de sus Fiestas de Verano. Un festival que contaba con varios alicientes para el aficionado. Primero, poder disfrutar del toreo del que, quizá, sea el matador de toros más romántico del escalafón actual, el extremeño Juan Mora. Segundo, poder contemplar las evoluciones del novillero local, Pablo Mora, que tan buenas sensaciones dejó en su etapa sin picadores y en sus primeros pasos en su andadura con los del castoreño. Y, tercero, la ganadería de “Zalduendo”, una de las vacadas más prestigiosas de la cabaña brava española. Y, bien es cierto, que no defraudó. El encierro de “Zalduendo” resultó más que manejable, incluso dos de sus novillos fueron premiados con la vuelta al ruedo en el arrastre. Ello motivo que, tanto el torero extremeño, como el novillero local, pudieran hacer gala de su torería.

Juan Mora lo hizo ante el buen tercero, premiado con la vuelta al ruedo póstuma. Lo lanceó el extremeño de forma magistral a la verónica en los lances de recibo y en el quite. Lances con maestría y enjundia. Ya con la pañosa, se gustó, Juan Mora, en series de muletazos por ambos pitones con la figura perfectamente compuesta. Monumentales fueron los derechazos, majestuosos los naturales y soberbios los desprecios y demás remates. Casi finalizada la faena, Juan mandó parar a la banda de música para esbozar dos series más antes de montar la espada de verdad ante la sorpresa del respetable. Se tiró a matar y cobró dos pinchazos previos a la estocada final. Poco importó este fallo con los aceros para que se le concediesen las dos orejas de este buen “zalduendo” para el que el mismo torero pidió la vuelta al ruedo. Con el que abrió plaza, un ejemplar de descompuesta embestida solo pudo dejar detalles con el percal y la franela.

Por su parte, el novillero local Pablo Mora dejó muestra de sus buenas maneras ante sus dos oponentes. A su primero, ejemplar con un buen pitón derecho –incierto y complicado resultó por el izquierdo–, lo recibió con una larga de rodillas en el tercio. Ya enhiesto, lo lanceó por verónicas por el pitón derecho. Con la pañosa, interpretó una buena faena sobre el pitón derecho, fundamentalmente. Aunque hubo muletazos largos y templados, faltó algo ceñimiento en el trasteo del boaleño. Con el cuarto, un manso encastado premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, no llegó a estirarse con el capote. Sí se gustó, en cambio, en el trasteo muletero que brindó al Maestro extremeño. Fue un trasteo en el que hubo muletazos largos y templados con ambas manos. Cierto es que a la faena le faltó ceñimiento, pero no es menos cierto que los muletazos tuvieron regusto, temple, ritmo y ligazón. Unas manoletinas de rodillas precedieron a la estocada final y el público solicitó con fuerza los máximos trofeos para su paisano.

Finalizar destacando la labor del sobresaliente, el novillero Jaime Casas que intervino de forma airosa en el turno de quites del primero, por verónicas, tercero, por tafalleras y cuarto, por chicuelinas.

Juan Mora en el quite por verónicas en el primero del festejo.
Solo pudo dejar detalles en la faena de muleta.
Pablo Mora lanceando a la verónica al primero de su lote.
Realizó una buena labor, aunque le faltó un poco de ceñimiento.
Verónica de Juan Mora al buen tercero.
Espectacular natural del torero extremeño.
Este buen tercero fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
No llegó a estirarse Pablo Mora con el capote ante el cuarto.
Brindis del novillero boaleño al Maestro extremeño.
Natural de Pablo Mora.
El cuarto también fue premiado con la vuelta al ruedo.
El torero local con los máximos trofeos.
Actuó como sobresaliente el novillero Jaime Casas.
Aquí en un quite por verónicas al primero.
Rematando el quite ante el tercero.


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