EL
REGRESO DE DÁVILA (SIN) MIURA
El
encierro enviado por la familia Miura dio al traste con el último festejo de
abono isidril de 2017. Un encierro que, además, tuvo que ser remendado con dos
sobreros pertenecientes a las vacadas de “Buenavista” y “El Ventorrillo” por su
escasez de fuerzas. La terna actuante formada por los diestros “Rafaelillo”,
Dávila Miura, sobrino de los actuales propietarios de la citada divisa
sevillana quien, tras varios años apartado de los ruedos, volvía a vestirse de
luces en el coso capitalino para celebrar el ciento setenta y cinco aniversario
de la fundación de la vacada familiar, y el albaceteño Rubén Pinar, poco pudo
hacer.
Amargo
sabor habrá quedado en la familia Miura tras el encierro lidiado en el festejo
que clausuraba la Feria de San Isidro de 2017. Un año en el que esta legendaria
vacada sevillana celebra el ciento setenta y cinco aniversario de su fundación.
El encierro estuvo mal presentado y resultó manso, descastado y sin fuerza. No
obstante, dos de los toros fueron devueltos a los corrales, pero bien se
pudieran haber devuelto otros dos. Estos astados devueltos fueron sustituidos
por dos sobreros de las ganaderías de “Buenavista” y “El Ventorrillo” que, a la
postre, resultaron ser los de mejor comportamiento de este, sin duda,
deslucidísimo encierro. Estos astados, curiosamente, fueron a parar a manos de
Dávila Miura que reaparecía en el coso venteño para celebrar el ciento setenta
y cinco aniversario de la vacada familiar y que, circunstancias de la vida, no
estoqueó ninguno de los astados sorteados por la mañana. Así, el torero de la
casa tuvo que vérselas con los toros reseñados como sobreros. En primer lugar,
el sevillano lidió un toro de “Buenavista”, astado que tuvo nobleza, aunque con
un punto de sosería. Sosería que Dávila Miura no acertó a contrarrestar. Escuchó
leves pitos. Con el buen toro de “El Ventorrillo”, corrido en sustitución del
que hacía quinto, le faltó acople y ajuste en una faena corta con series por
ambos pitones. Tras esta actuación, escuchó una ovación que se tornó en
protestas cuando el sevillano salió a saludar desde el tercio. Pese a la
ovación que le dedicó una vez roto el paseíllo, le faltó sensibilidad a la
afición madrileña al despedir al torero sevillano tras el gesto realizado.
Abría
cartel “Rafaelillo”. El murciano lidió en primer lugar un astado justito de
fuerzas y sin transmisión con el que anduvo templado sin obligar nada al
animal. Con el cuarto, un animal manso, descastado y de escasa fuerza, anduvo
bullidor en un vibrante y variado saludo capotero. Se envalentonó “Rafaelillo”
en la faena de muleta con este ejemplar que nunca llegó a ir metido en el
engaño. Fue alcanzado por dos derrotes que le tiró el de Miura por lo que el
murciano tuvo que pasar a la enfermería una vez terminada la lidia.
Por
su parte, el albaceteño Rubén Pinar quedó inédito con dos astados inválidos
que, incompren siblemente, fueron mantenidos en el ruedo por el palco
presidencial.
Templado anduvo "Rafaelillo" con su primer ejemplar. |
Dávila Miura no pudo contrarrestar la sosería del primero sobrero de "Buenavista". |
Inédito quedó Rubén Pinar ante el flojo tercero que debió ser devuelto. |
Vibrante y bullidor se mostró "Rafaelillo" en el saludo capotero al cuarto del festejo. |
Acople y ajuste le faltó a Dávila Miura con el sobrero de "El Ventorillo" corrido en sustitución del quinto de la vacada titular. |
También quedó inédito Pinar con el que cerró plaza. Otro toro flojo que debió ser devuelto. |
Hasta dos veces tuvieron que saltar al ruedo los bueyes de "Florito" para devolver a los corrales a dos toros de "Miura" de escasísima fuerza. |
Dos toros titulares envió a los corrales el palco presidencia. Tuvo que haber devuelto otros dos que, sin embargo, mantuvo en el ruedo de forma incomprensible. |
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