martes, 18 de julio de 2017

LAS VENTAS (MADRID). VIERNES 16 DE JUNIO DE 2017. CORRIDA EXTRAORDINARIA DE BENEFICENCIA


PARA NO VOLVER


Julián López “El Juli” cortó la única oreja de la tradicional Corrida Extraordinaria de Beneficencia del presente año. Un festejo que resulto deslucido, fundamentalmente, por el escaso juego que ofreció el encierro de la ganadería madrileña de Victoriano del Río remendado con un toro del segundo hierro de la casa, “Toros de Cortés”, y un sobrero de la ganadería salmantina de Domingo Hernández que se corrió como sustituto del sorteado en segundo lugar. Los otros dos componentes de la terna, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante, vieron como fueron silenciadas sus actuaciones. El festejo estuvo presidido desde el palco real por su S. M. El Rey Felipe VI.

El Rey Felipe VI presidía la tradicional Corrida Extraordinaria de Beneficencia por primera vez desde que fuese coronado Rey en 2014. Y, precisamente, no presenció un espectáculo de los que hacen afición. Más bien, todo lo contrario. Fue una tarde de esas de “para no volver”, pues el festejo resultó anodino, fundamentalmente, por el deslucido juego que ofrecieron los toros del ganadero madrileño Victoriano del Río. Un encierro mal presentado, desrazado y de escasa fuerza que estuvo remendado con un sobrero de Domingo Hernández, corrido en segundo lugar, que no mejoró el juego ofrecido por los astados de la ganadería titular. Solo se podría salvar de este, sin duda, fracaso ganadero, el toro lidiado en cuarto lugar, un ejemplar noblote que llegó parado al tercio de muleta. Correspondió en suerte este victoriano a “El Juli” quien consiguió arrancarle una oreja tras una tesonera actuación. No pudo el de Velilla estirarse en el saludo capotero, aunque sí lo logró en un torero quite por chicuelinas. Ya con la pañosa, me metió Julián entre los pitones del toro para realizar una faena con ambas manos en la que resultaron más lucidas las series interpretados con la mano diestra. Con el manso, desrazado y falto de fuerzas que abrió plaza, poco pudo hacer.

Por su parte, el alicantino José Mari Manzanares se las vio, en primer lugar, con el sobrero de Domingo Hernández que sustituyó al inválido titular. Se perdió Manzanares en una labor de largo metraje ayuna de emoción ante un astado que iba y venía, pero sin ninguna clase. Con el quinto, un ejemplar de similar condición, sólo pudo lucirse el alicantino manejando el percal, tanto en las verónicas con las que recibió al astado, como en el galleo por chicuelinas con el que puso en suerte al astado en el primer encuentro con el picador. Igual que en su primera intervención, le faltó emoción al trasteo muletero.

Completó la terna el extremeño Alejandro Talavante quien se mostró apático con el tercero de la tarde, un ejemplar, marcado con el segundo hierro de la casa, que se rajó nada más empezar el trasteo muletero. Y que no pudo hacer nada con el deslucidísimo astado que cerró plaza. Solo dejó algún pequeño detalle manejando el capote.

El Rey Felipe VI presidió el festejo desde el palco real.
Poco pudo hacer "El Juli" con el deslucido primero.
El segundo de Victoriano del Río fue un inválido
que tuvo que ser devuelto a los corrales.
Escasa emoción tuvo la labor de Manzanares
ante el soso sobrero de Domingo Hernández.
Apático se mostró Talavante con el de "Toros de Cortés"
que hizo tercero. Ejemplar que se rajó muy pronto.
Entre los pitones del cuarto, se metió "El Juli"
para cortarle la oreja.
"El Juli" con el trofeo obtenido.
Manzanares se estiró con el percal ante el quinto.
Poco pudo hacer Talavante con el que cerró plaza.
Solo algún pequeño detalle con el capote.
El deslucido encierro de Victoriano del Río
dio al traste con la Corrida de Beneficencia.

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