PARA
NO VOLVER
Julián
López “El Juli” cortó la única oreja de la tradicional Corrida Extraordinaria
de Beneficencia del presente año. Un festejo que resulto deslucido,
fundamentalmente, por el escaso juego que ofreció el encierro de la ganadería
madrileña de Victoriano del Río remendado con un toro del segundo hierro de la
casa, “Toros de Cortés”, y un sobrero de la ganadería salmantina de Domingo
Hernández que se corrió como sustituto del sorteado en segundo lugar. Los otros
dos componentes de la terna, José Mari Manzanares y Alejandro Talavante, vieron
como fueron silenciadas sus actuaciones. El festejo estuvo presidido desde el
palco real por su S. M. El Rey Felipe VI.
El
Rey Felipe VI presidía la tradicional Corrida Extraordinaria de Beneficencia
por primera vez desde que fuese coronado Rey en 2014. Y, precisamente, no
presenció un espectáculo de los que hacen afición. Más bien, todo lo contrario.
Fue una tarde de esas de “para no volver”, pues el festejo resultó anodino,
fundamentalmente, por el deslucido juego que ofrecieron los toros del ganadero
madrileño Victoriano del Río. Un encierro mal presentado, desrazado y de escasa
fuerza que estuvo remendado con un sobrero de Domingo Hernández, corrido en
segundo lugar, que no mejoró el juego ofrecido por los astados de la ganadería
titular. Solo se podría salvar de este, sin duda, fracaso ganadero, el toro
lidiado en cuarto lugar, un ejemplar noblote que llegó parado al tercio de
muleta. Correspondió en suerte este victoriano
a “El Juli” quien consiguió arrancarle una oreja tras una tesonera actuación.
No pudo el de Velilla estirarse en el saludo capotero, aunque sí lo logró en un
torero quite por chicuelinas. Ya con
la pañosa, me metió Julián entre los pitones del toro para realizar una faena
con ambas manos en la que resultaron más lucidas las series interpretados con
la mano diestra. Con el manso, desrazado y falto de fuerzas que abrió plaza,
poco pudo hacer.
Por
su parte, el alicantino José Mari Manzanares se las vio, en primer lugar, con
el sobrero de Domingo Hernández que sustituyó al inválido titular. Se perdió
Manzanares en una labor de largo metraje ayuna de emoción ante un astado que
iba y venía, pero sin ninguna clase. Con el quinto, un ejemplar de similar
condición, sólo pudo lucirse el alicantino manejando el percal, tanto en las verónicas con las que recibió al astado,
como en el galleo por chicuelinas con
el que puso en suerte al astado en el primer encuentro con el picador. Igual
que en su primera intervención, le faltó emoción al trasteo muletero.
Completó
la terna el extremeño Alejandro Talavante quien se mostró apático con el
tercero de la tarde, un ejemplar, marcado con el segundo hierro de la casa, que
se rajó nada más empezar el trasteo muletero. Y que no pudo hacer nada con el
deslucidísimo astado que cerró plaza. Solo dejó algún pequeño detalle manejando el capote.
El Rey Felipe VI presidió el festejo desde el palco real. |
Poco pudo hacer "El Juli" con el deslucido primero. |
El segundo de Victoriano del Río fue un inválido que tuvo que ser devuelto a los corrales. |
Escasa emoción tuvo la labor de Manzanares ante el soso sobrero de Domingo Hernández. |
Apático se mostró Talavante con el de "Toros de Cortés" que hizo tercero. Ejemplar que se rajó muy pronto. |
Entre los pitones del cuarto, se metió "El Juli" para cortarle la oreja. |
"El Juli" con el trofeo obtenido. |
Manzanares se estiró con el percal ante el quinto. |
Poco pudo hacer Talavante con el que cerró plaza. Solo algún pequeño detalle con el capote. |
El deslucido encierro de Victoriano del Río dio al traste con la Corrida de Beneficencia. |
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