DE CELESTE Y PLATA: VINAROZ (CASTELLÓN). DOMINGO 25 DE JUNIO DE 2017. CORRIDA DE TOROS. FIESTAS DE SAN JUAN Y SAN PEDRO

PADILLA Y VALLS A HOMBROS EN VINAROZ

Juan José Padilla y Abel Valls salieron en hombros del coso taurino de Vinaroz tras la corrida celebrada en la citada localidad castellonense y en la que ambos diestros cortaron tres orejas cada uno a un manejable encierro perteneciente a la ganadería de “Marqués de Quintanar”. Completó la terna el diestro “Finito de Córdoba” que obtuvo una oreja.

La localidad castellonense de Vinaroz celebró sus Fiestas en honor a San Juan y San Pedro con una corrida de toros en la que se lidió un encierro de bonitas y agradables hechuras y muy cómodo de cara de “Marqués de Quintanar” que fue manejable, aunque no estuvo sobrado de fuerzas ni de casta. Con este material triunfaron los diestros Juan José Padilla que pasó como un auténtico ciclón por el coso vinarocense y el castellonense Abel Valls.

Juan José Padilla lo hizo tras dos bullidoras y arrolladoras actuaciones que pusieron en pie al público asistente. Ya mostró sus cartas el jerezano en el saludo capotero a su primero, noble ejemplar que no estuvo sobrado de fuerzas, al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio para seguir veroniqueando ya con la planta erguida Formó un auténtico alboroto en el tercio de banderillas que cerró con un espectacular par al violín. Ya con la franela, brindó su faena al cielo como recuerdo a Iván Fandiño e inició su trasteo de rodillas sobre la mano diestra. A estas alturas de faena, el animal ya se quedaba corto por lo que Padilla decidió seguir ya con la planta erguida. Con el animal parado, el jerezano tiró de desplantes y alardes para llegar al público vinarocense y ¡vaya si lo hizo! Tras una estocada que cayó algo trasera, se le pidieron con fuerza las orejas, sin embargo, la presidencia, solo concedió una, lo que provocó el enfado del respetable y del torero que afeó el gesto a la presidencia tras recoger el trofeo de manos del alguacilillo. Sí le fue concedido el doble trofeo tras la lidia del quinto, astado de igual condición que su compañero de lote. Volvió a echarse de rodillas Padilla para recibirlo, pero ahora para lancear a la verónica ganando terreno al animal. Tras el tercio de varas, quitó por faroles invertidos y volvió a preparar otro auténtico alboroto con los garapullos. Cuando Juan José se disponía a brindar al público la faena de muleta, la plaza ya era un hervidero, un auténtico manicomio, estaba totalmente entregada al “Ciclón de Jerez”. Comenzó el trasteo con unos doblones para seguir con series sobre la mano diestra que fueron muy jaleadas desde el tendido, incluso resultó jaleada una serie sobre la mano izquierda que fue más deslucida. El jerezano acabó de meterse en el bolsillo al público vinarocense con su repertorio de desplantes y alardes. El respetable, fuera de sí, solicitó con muchísima fuerza el doble trofeo para el jerezano una vez éste acabó con el de “Marqués de Quintanar” de un espadazo defectuoso.

El otro triunfador de la tarde, fue el castellonense Abel Valls al que se le notó la falta de rodaje. No se puede decir que el de Castellón estuviese mal, porque, en realidad, no estuvo mal, pero tampoco acabó de estar bien. Cortó las dos orejas del que cerró plaza, quizá el mejor de este manejable encierro. Se mostró airoso manejando el percal, tanto en las verónicas de recibo, como en el quite por chicuelinas. Ya con la pañosa, realizó una faena de más a menos en la que destacaron las series iniciales sobre la mano diestra en la que hubo muletazos largos y muy templados. A partir de aquí, con el animal ya más parado, la faena resultó más enganchada, menos limpia y solo hubo detalles aislados con ambas manos. Puso el punto final con unos desplantes que llegaron a los tendidos. Faena de largo metraje que fue avisada por el palco antes de que Valls se dispusiese a ejecutar la suerte suprema. Tras una estocada defectuosa, el público solicitó las dos orejas para el torero castellonense. Una oreja había cortado ya, Abel, ante noble astado corrido en tercer lugar. También anduvo airoso en las verónicas de recibo y en el quite por saltilleras. El trasteo muletero, iniciado con dos pases cambiados por la espalda, tuvo muchos altibajos con pasajes aislados con ambas manos.

Abrió cartel “Finito de Córdoba” quien cortó una oreja al manejable astado que abrió plaza. Lo saludó “Fino” con un ramillete de toreras verónicas. E instrumentó un trasteo muletero muy templado y a media altura sin obligar mucho al animal para que este no claudicase por la justeza de fuerzas. Con el cuarto, ejemplar al que no dejó ver, se mostró muy dubitativo y precavido.